Hace unos días publiqué un post que recogía 21 razones u opiniones de personas diversas -todas vinculadas con el cine peruano- que trataban de explicar el fracaso de público de las últimas películas peruanas.
En este primer post sobre el tema concuerdo o debato con algunas de esas opiniones y lanzo algunas propuestas, tal vez disparatadas, para la discusión.
PRIMERA OPINIÓN: “Fueron muy mal lanzadas...
En este primer post sobre el tema concuerdo o debato con algunas de esas opiniones y lanzo algunas propuestas, tal vez disparatadas, para la discusión.
PRIMERA OPINIÓN: “Fueron muy mal lanzadas...
Sí, fueron lanzadas con escasa publicidad, con la excepción de El acuarelista que puso avisos en los diarios. La publicidad es esencial en el lanzamiento de una película.
¿No debería contemplar CONACINE un rubro económico dedicado a apoyar el lanzamiento y publicidad de las películas -en la línea del apoyo de Ibermedia-, yendo más allá del apoyo a la postproducción?
SEGUNDA OPINIÓN: No es posible que se estrenen tantas películas peruanas juntas.
De acuerdo. Sobre todo es complicado lanzarlas, una tras otra, a un mercado saturado de cintas intercambiables en el que sólo destacan los “eventos”, es decir las películas que pueden beneficiarse de la publicidad inmensa de la distribución internacional. Las películas que están en la atención del público son las que rompen las expectativas mediáticas. Las demás, dan igual. Todas están allí, sucediéndose en la cartelera, para hacerle la “camita” a las más grandes.
En otros países, donde existen lanzamientos diferenciados, salas especiales, lugares donde se puede ver cintas atípicas, importan las singularidades. Entre nosotros, en cambio, el “otro cine” (el de los otros continentes, el de los otros estilos, el de las otras escrituras y sensibilidades) no existe y se ha perdido el sentido de lo distinto, de los rasgos que hacen que unas películas se diferencien de otras. Las películas peruanas han pasado a la categoría de esas “otras” películas y no interesan más por ser peruanas: compiten con las demás sin poder aspirar a obtener la categoría de “evento mediático”.
TERCERA OPINIÓN: Es la peor época del año para el negocio del cine. La temporada veraniega norteamericana de blockbusters ya pasó y al final del año el público está con otras preocupaciones.
De acuerdo. La ola veraniega de Iron Man y Batman acabó en septiembre y este es el período en que las compañías peruanas pueden estrenar con más comodidad, pero sin holgura. Entran las películas peruanas y distribuidoras como Eurofilms, Delta y otras pueden exhibir títulos guardados por mucho tiempo. Pero esto lleva a la cuestión anterior: no se puede dar el mismo trato a cintas de Kaurismaki o Reygadas que a un blockbuster. Y, sin embargo, ellas deben entrar a ocupar las mismas salas del mismo complejo de multicines para tratar de responder a los mismas exigencias de rentabilidad. Tal vez con el cine peruano esté ocurriendo lo mismo: se ha corrido hacia el margen y no puede ser medido por los mismos parámetros comerciales que Harry Potter.
En otros países, las autoridades cinematográficas conducen salas propias o afianzan a salas para se equipen con proyección digital de última generación a cambio de recibir horas de exhibición y trato preferente para las películas nacionales. ¿Es muy iluso imaginar por aquí fórmulas de este tipo o cercanas?
CUARTA OPINIÓN: El público más joven ha gastado su plata en la seguidilla de conciertos.
Imposible saberlo. Se necesitaría una encuesta.
Y no sería mala idea conocer las opiniones del público joven -y del otro también-en una encuesta amplia, bien diseñada y seria sobre el tema del cine peruano. Saber el pensamiento de la gente sobre el cine peruano, cueste lo que cueste, es una inversión fundamental.
CONACINE podría conversar con alguna institución académica (U.de Lima o Católica, que tienen institutos de medición estadística y facultades de comunicación) para conseguir su colaboración en un estudio fundamental de expectativas, condiciones, preferencias y opciones del público en relación con el cine peruano. Eso es indispensable para proyectar el futuro inmediato y trabajar sobre datos y no sobre suposiciones.
QUINTA OPINIÓN: Los exhibidores no permiten que una película se “caliente” y vaya incrementando su asistencia. Si no funciona en los primeros días, sale irremediablemente o queda en horarios imposibles.
Los exhibidores se rigen por la lógica del rendimiento inmediato y por la presión de los distribuidores que deben cumplir con sus calendarios de estrenos. La única forma de incentivarlos a un trato amable con el cine peruano es mediante un estímulo económico. Y en este punto las municipalidades distritales podrían cumplir un papel fundamental.
QUINTA OPINIÓN: Los exhibidores no permiten que una película se “caliente” y vaya incrementando su asistencia. Si no funciona en los primeros días, sale irremediablemente o queda en horarios imposibles.
Los exhibidores se rigen por la lógica del rendimiento inmediato y por la presión de los distribuidores que deben cumplir con sus calendarios de estrenos. La única forma de incentivarlos a un trato amable con el cine peruano es mediante un estímulo económico. Y en este punto las municipalidades distritales podrían cumplir un papel fundamental.
¿Cómo? Cediendo a favor del exhibidor, a partir de la segunda semana de exhibición de una película peruana, el monto del Impuesto a los Espectáculos Públicos No Deportivos.
Sé que esta propuesta es polémica y compleja, pero nada perdería el CONACINE explicando a las municipalidades las razones y beneficios generados como parte de una política de apoyo a la cultura. Es una idea en bruto la que expongo. No la he estudiado en detalle. La lanzo para que se examine y se piense también en los límites y condiciones que debe tener una propuesta de este tipo para evitar trapisondas y corrupción.
Continuará...
Ricardo Bedoya
6 comentarios:
Precisamente este tipo de apoyo, la desgravación discriminatoria a favor de un tipo de película y no otra, es la que se encuentra vedada por el TLC. En realidad lo que puede proponerse es una eliminación de este tributo y no su aplicación parcial. No se encuentra prohibido, de otra parte, el apoyo directo que sugieres en las tres primeras opiniones.
Sobre el negocio del cine en general, salvo un comentario que hizo alusión al mercado colombiano y el control de la piratería, conviene saber que la principal fuente de ingresos para recuperar la inversión de una película ya no está en las salas sino en el video. Ya desde 1984 los ingresos por "home video" alcanzaron al "box office" en EEUU. Hoy en día la relación es de 4 a 1 a favor del video, es decir, un 80% del total de ingresos que produce una película dada se dan en esta segunda ventana.
La importancia económica de esta ventana es tanto más relevante cuando la película es dirigida a mercados reducidos, de limitada exhibición o de interés especial, que es casi la categoría de una película peruana. La gran mayoría de películas, incluso en los mismos EEUU, no cubrirían sus costos de no sumar este ingreso de video.
Es cierto que el clandestinizar la piratería como sucede en Santiago, Bogotá y hasta Quito, favorecerá principalmente al cine comercial hollywoodense, pero es insostenible que por perpetuar el daño a otros no se permita al cine peruano la posibilidad de cuadruplicar al menos sus ingresos con la edición del dvd y hasta su exportación a los 2 millones de peruanos que viven en el extranjero (otro mercado no cubierto).
Resulta sintomático en este sentido que algunas películas peruanas se editen en dvd en Argentina o España, pero nunca en el Perú, su mercado natural y más grande.
Se dirá que no todo es dinero para hacer una buena obra, pero tratándose del cine y sus elevadísimos costos actuales, este es un factor determinante. Antes de tabular éxitos de taquilla hay que considerar lo precario de dirigirse únicamente a un mercado mayoritariamente pirata. Al cortarse de raíz la relación que debe existir entre el gasto del público y el productor de la obra para redirigirlo hacia la piratería, toda película peruana resultará inviable financieramente.
A un Hollywood dirigido hacia el mercado mundial, la ausencia de mercado de video en el Perú no le hace ningún daño. Pero para el financiamiento de nuestro cine este ingreso es de vida o muerte.
Al parecer una sola respuesta anda flotando por ahi: Faltan salas alternas, con eso se responden muchas conjeturas del sr. Bedoya. Ahora, ¿quién se anima a poner salas alternas, el INC, las municipalidades, las ONG, el sector privado, con la cantidad de piratería que hay aquí bien difícil no cree???
Hay que buscar soluciones que no pasen por el Estado. Los cineastas nunca dicen nada y no son autocríticos con su propio trabajo cuando las soluciones deberían empezar por el reconocimiento de los errores propios.
Según entiendo no se trata de abrir salas nuevas porque ya hay muchas y se siguen abriendo, sino de hacer que en las salas existentes ya se abran algunas slas con otra proyeccion. Es buena idea porque eso baja los costos de copias porque no se pasa la pelicula en roollo sino en dvd con buena imagen. Ademáspermite ampliar la oferta de películas y eso hace que la pirateria baje porque la gente prefiere ver las peliculas en pantalla de cine pero compara pirata porque son caras o las peliculas no se dan.
Yo tengo una propuesta que creo no resulta nada inocente:
Proponer a una cadena de multicines (una peruana sería lo mas ideal) de otorgar una de sus salas, aunque sea la más pequeña, para proyectar UNICAMENTE películas peruanas, cuando no existieran estrenos, se proyectarían las mejores antiguas, las clásicas, todas las que se puedan, parar darle la opotunidad a nuestra juventud que no pudo verlas en el cine, hecrlo y sacra sus propias conclusiones hacerca de lo que fué, es y serái el cine peruano.. El ingreso de estas, o sea, el % que debería recuperar el productor sería destinado exclusivamente a un fondo del CONACINE que serviría para cubrir el "hueco" que tan vergonzosamente el stado no quiere cubrir. Osea, el público sería co-productor de nuevos proyectos, por lo tanto, se le daría el poder de poder votar por el proyecto que este quisiera ver filmado. Se colgarían en lá página del Conacine todos los guiones en concurso. No mas argollerías. Eso sería algo como: "tu lo pediste, tu lo votaste, ahora no critiques.
para mi lo que falta son historias solidas y actuacion convincente, con la que nos podamos relacionar los peruanos.
la gracia de la "globalizacion" esta en la exacerbacion de lo local mediante temas universales, si no mira el appeal de hollywood o bollywood para tal caso. ese es un tema, por el otro lado esta la cuestion de presentar una realidad alterna pero si estas buscando esa taquilla, pues esa realidad tiene que ser coherente con lo que los peruanos vivimos dia a dia.
la cultura es la reinterpretacion de la realidad y en eso creo que fallamos nosotros, nuestros cineastas reflejan muchas veces su ideal en vez de su propia realidad y quizas por eso es que no tienen tanto ingreso.
de acuerdo con el comentario de los ingresos secundarios, claro que si, yo que daria por tener peliculas peruanas disponibles donde vivo, fuera del pais, pero eso se consigue con distribucion internacional. al final lo que le falta al pais no son salas especiales, sino mas appeal con los propios peruanos, que se quieran ver, que se quieran reflejar en esas historias. hace poco vi una edicion pirata de "un dia sin sexo" y a pesar de que he vivido en una situacion economica similar, los personajes me resultaron tan forzados que hubiera podido ser cualquier otra pelicula en cualquier otro lugar del mundo y no habria habido diferencia.
al final el cine debe contar historias interesantes, que te hagan pensar o quizas te hagan identificarte con ellas, eso es para mi lo que tanto le ha fallado al cine peruano, que quizas he venido a encontrar en peliculas tanto latinoamericanas como europeas o americanas independientes. por supuesto, no todas son un exito de taquilla pero al menos se tiene algo que camina y se mantiene por si mismo.
yo no creo que el problema sea que vengan "una tras otra", es mas, creo que ese es el primer paso, mientras mas hablemos mas vamos a tener de que criticar o de que hablar, y si llegamos a hacer un volumen consistente pues quizas habra mas posibilidades de exito.
pero, como digo, la cosa es que los peruanos nos la creamos, y alli creo que falla la situacion
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