lunes, 31 de enero de 2011

En un rincón del corazón


“En un rincón del corazón” (“Somewhere”), confirma a Sofía Coppola como una directora singular, de mirada propia y un estilo personal ajeno a las fórmulas y convenciones de la industria. Es realizadora de cintas irregulares pero siempre atractivas. Aquí, como “Perdidos en Tokio”, los personajes centrales son un hombre mayor y una mujer joven que desarrollan una relación afectiva cimentada en la compañía silenciosa y la complicidad. Consumen su tiempo en habitaciones de hoteles sin hacer nada significativo y viajan juntos a Italia para participar en un delirante show de esa neotelevisión inventada por Berlusconi y satirizada por el Fellini de “Ginger y Fred”. Pero los protagonistas no son amantes; son padre e hija que pasan un tiempo juntos antes de separarse otra vez.

El protagonista es un actor de Hollywood llamado Johnny Marco, encarnado por Stephen Dorff. Es deseado y famoso, a la manera de un Johnny Depp. Y como Depp, aparece en una multitud de cintas anodinas en el estilo de “El turista”. Es una estrella aunque él jamás hable de sus películas ni lo veamos actuar en ellas. Lo tiene todo, pero se aburre como pocos. En la representación de su profundo “spleen” encontramos las marcas de la personalidad de Coppola, desde el humor irónico que le permite mirar a los italianos con la misma altiva superioridad con que representó a los japoneses en “Perdidos en Tokio”, hasta el regusto por la languidez vital de los “pobres niños ricos” que son sus personajes favoritos.

La película empieza mostrando a Marco en su Ferrari mientras da vueltas y más vueltas en una pista de carrera. El encuadre se alarga y se prolonga con la cámara estática y sin mediar otra acción o información. El terreno está definido desde la primera imagen: la vacuidad es el signo que predomina porque a Sofía Coppola le interesa describir la inacción, la lasitud, el relajamiento, la alienación. Como los personajes de “Perdidos en Tokio” (“Lost in translation”) o “María Antonieta”, el Johnny Marco de “En un rincón del corazón” está “perdido en la traducción” y no reconoce los signos de su mundo ni se satisface con la opulencia que le toca. Hasta que llega Cleo, su hija de 11 años, encarnada por Elle Fanning, aportando gracia y luminosidad a una película que hasta ese momento parecía perder el aliento en su opción por transitar los caminos minimalistas de moda en el “cine de arte” europeo y asiático.

La aparición de la niña le da vuelo a la película, la saca de la contemplación morosa y la salva de ser un ejercicio manierista. Su personaje crea tensión y conflicto aun cuando el tratamiento de la relación entre padre e hija está exento de cualquier rasgo de sentimentalismo. El afecto entre ellos se cimenta sobre bases subterráneas, gestos mínimos, acciones cotidianas, miradas que se modulan, como la de Marco mientras contempla a la muchacha patinando. Las mejores escenas de la película se limitan a registrar, casi en silencio, los procesos que conducen a la mayor unión entre ellos: comen helados echados en la cama o juegan un video game. La formidable presencia de la niña desplaza el interés hacia ella sin cambiar el punto de vista centrado en la percepción desfalleciente y luego reanimada aunque confusa de la “estrella”.

La cinta no necesita apelar a la intriga fuerte ni a giros o sorpresas argumentales. Es la crónica desdramatizada de la relación entre dos personajes que la pasan bien juntos, que se quieren sin necesidad de declararlo y a los que les cuesta volver a la vida ordinaria.

Ricardo Bedoya

domingo, 30 de enero de 2011

Octubre por Jean-Michel Frodon

El crítico francés Jean-Michel Frodon, que fue redactor principal de "Cahiers du cinéma", opina sobre "Octubre", de los hermanos Vega:

viernes, 28 de enero de 2011

EJERCICIOS EN LA SOMBRA: ANALIZANDO CUATRO PELÍCULAS


¿Qué tienen en común películas tan distintas como "Caminé con un Zombie" (foto), de Jacques Tourneur, “Persona”, de Ingmar Bergman, “Las playas de Agnès”, de Agnès Varda, y “La teta asustada”, de Claudia Llosa?


A primera vista, nada o muy poco.


Sin embargo, hay lazos entre ellas que se van descubriendo a partir de la observación y el análisis.

De eso se trata en el ciclo que inicia el Museo de Arte de Lima (MALI). De mirar con atención, de analizar y conversar de cine.


De hablar de lo que nos propone cada una de esas películas, que son representaciones de lo fantástico, del terror, de la sexualidad y sus miedos, del vampirismo, del documental performativo, del mundo de sus autores, de Hollywood y la modernidad, de la censura y sus metáforas, de la representación de la mujer en el cine, entre otros asuntos.


Pero también se trata de comparar películas, estilos y escrituras cinematográficas, encontrando parentescos, huellas de familia, vínculos, entre una cinta de terror de los años 40 como "Caminé con un zombie" y "Juventud en marcha", del portugués Pedro Costa, una de las cintas más radicales del cine de hoy; o entre "La teta asustada" y "Una mujer bajo la influencia", de John Cassavetes, o "Persona", de Bergman.


Todos los jueves del mes de febrero, en el auditorio del Museo de Arte de Lima, haré el ejercicio de análisis y comparación de “Caminé con un zombie”, “Persona”, “Las playas de Agnès” y “La teta asustada”.


Durante los otros días de la semana, el MALI proyectará las películas vinculadas con la cinta que se aborde los jueves.


Están invitados. El análisis se enriquece con la participación de los espectadores.


La entrada a las charlas de los jueves es libre.


La programación es la siguiente:



Miércoles 2: 6.30 p.m. CAMINÉ CON UN ZOMBIE – I Walked With Zombie de Jacques
Tourneur. EE UU, 1943. Con James Ellison, Frances Dee, Tom Conway, Edith Barrett, James Bell. 69 min.

Jueves 3: 6.30 p.m. Seminario Analizando: Caminé con un Zombie, a cargo de
Ricardo Bedoya.

Viernes 4: 6 p.m. LA MUJER PANTERA - Cat People de Jacques Tourneur. EE UU,
1942 Con Simone Simon, Kent Smith, Tom Conway, Elizabeth Russell. 70 min.

8 p.m. CAMINÉ CON UN ZOMBIE

Sábado 5: 6 p.m. LA NOCHE DEL CAZADOR – The Night of the Hunter de Charles
Laughton. EE UU, 1955. Con Robert Mitchum, Billy Chapin, Sally Ann Bruce. 93 min.

Domingo 6: 5 p.m. JUVENTUD EN MARCHA – Juventude em marcha de Pedro
Costa. Portugal, 2006. Con Silva “Nana” Alexandre, Alberto “Lento” Barros, Paula Barrulas. Nominado a la Palma de Oro en el Festival de Cannes. 150 min.


Miércoles 9: 6.30 p.m. PERSONA / EL PECADO COMPARTIDO de Ingmar Bergman
Suecia, 1966. Con Bibi Andersson, Liv Ullmann, Gunnar Björnstrand, Margaretha Krook. 85min.

Jueves 10: 6.30 p.m. Seminario Analizando: Persona, a cargo de Ricardo Bedoya.

Viernes 11: 6 p.m. PERSONA / EL PECADO COMPARTIDO

7.45 p.m. VÉRTIGO - Vertigo de Alfred Hitchcock. EE UU, 1958. Con James
Stewart, Kim Novak, Barbara Bel Geddes, Tom Helmore. 128 min.

Sábado 12: 6 p.m. LA PALABRA - Ordet de Carl Theodor Dreyer. Dinamarca, 1955.
Con Henrik Malberg, Emil Hass Christensen, Birgittte Federspiel.
131 min.

Domingo 13: 5 p.m. MULHOLLAND DRIVE de David Lynch. EE UU, 2001. Con Naomi
Watts, Laura Elena Harring, Justin Theroux. 147 min.

Miércoles 16: 6.30 p.m. LAS PLAYAS DE AGNÈS – Les plages d’Agnès de Agnès Varda.
Francia, 2008. Documental con Agnès Varda, Yolande Moreau.
110 min.

Jueves 17: 6.30 p.m. Seminario Analizando: Las playas de Agnès, a cargo de
Ricardo Bedoya.

Viernes 18: 6 p.m. TARNATION de Jonathan Caouette. EE UU, 2006. Documental.
91 min.

8 p.m. LAS PLAYAS DE AGNÈS

Sábado 19: 6 p.m. AMARCORD de Federico Fellini. Italia, 1973. Con Bruno Zanin,
Pupella Maggio, Armando Brescia, Ciccio Ingrassia. 127 min.

Domingo 20: 5 p.m. REMINISCENCIAS de Juan Daniel Fernández. Perú, 2010. 80 min.

7 p.m. TARNATION

Miércoles 23: 6.30 p.m. LA TETA ASUSTADA de Claudia Llosa. Perú-España, 2009. Con
Magaly Solier, Susi Sánchez, Efraín Solís, Marino Ballón. 103 min.

Jueves 24: 6.30 p.m. Seminario Analizando: La teta asustada, a cargo de Ricardo
Bedoya.

Viernes 25: 6 p.m. RACHEL, RACHEL de Paul Newman. EE UU, 1968. Joanne
Woodward, James Olson, Kate Harrington, Estelle Parsons. 101 min.

8 p.m. LILITH de Robert Rossen. EE UU, 1964. Con Warren Beatty, Jean Seberg, Peter Fonda, Kim Hunter. 114 min.

Sábado 26: 6 p.m. UN ÁNGEL EN MI MESA – An Angel at My Table de Jane
Campion. Australia, 1990. Con Kerry Fox, Karen Fergusson, Alexia Keogh, Kevin J. Wilson. 145 min.

Domingo 27: 5 p.m. UNA MUJER BAJO LA INFLUENCIA – A Woman Under The
Influence de John Cassavetes. EE UU, 1974. Con Gena Rowlands, Peter Falk, Katherine Cassavetes. 155 min.

Ricardo Bedoya

jueves, 27 de enero de 2011

Pronunciamiento de la Asociación de Productores Cinematográficos del Perú

La APCP, a través de Frank Pérez Garland, ha hecho llegar este pronunciamiento que publicamos.

En los últimos días se ha publicado un intercambio de opiniones entre Fabrizio Aguilar y Christian Wiener; si bien es cierto que se asumen y declaran posiciones personales, la APCP (Asociación de Productores Cinematográficos del Perú) no puede dejar de pronunciarse ya que del mismo surgen conclusiones enormemente preocupantes de parte del presidente de la UCP.
Dice Wiener que luego de la entrega del documento dirigido al Presidente de la República y al Ministerio de Cultura en el que se consignaba el acuerdo de los dos gremios para la observación del Ejecutivo cualquier otro hecho posterior carecería de efecto. Nos preguntamos (y la comunidad cinematográfica se pregunta) : ¿Para qué nos reunimos y llegamos a acuerdos conjuntos si no era para defenderlos una vez producida la solicitada Observación Presidencial? Era obvio que el Ejecutivo observaría la ley, ese era el propósito de nuestra carta conjunta. Una vez producida la respuesta, la más elemental obligación ética es ponerse a trabajar sobre la base de los acuerdos tomados en las reuniones entre los gremios. Asombra la posición de Wiener porque pretende desconocer los consensos alcanzados, y más grave es aún si se toma en cuenta que la APCP aceptó TODOS los puntos discordantes que supuestamente habían sido la causa de no haber tenido en los meses previos una acción conjunta y unitaria. Esta vez afortunadamente asistió a esas reuniones como coordinadora voluntaria una persona que fue testigo de todo ello y que no pertenece a nuestra asociación: Carla García. Esta vez difícilmente se podrá aducir las razones que la UCP esgrimió frente a las reuniones anteriores en las que negó acuerdos libremente establecidos.
La conclusión más evidente que extraemos de esta nueva posición de la UCP es que no tiene interés en que el cine peruano consiga más fondos para hacer cine. Y que no hay en su horizonte la posibilidad real de producir un mecanismo legal que genere beneficios en el corto y mediano plazo para que los cineastas podamos hacer cine peruano. Plantearse en este momento una Ley General de Cinematografía -que es lo que todos desearíamos- es postergar indefinidamente (*) la posibilidad de generar un fondo financiero para producir películas, que es, en realidad, lo que pretende el proyecto 3839, sobre cuyas enmiendas y correcciones ya teníamos, como reiteramos, un documento firmado conjuntamente.
La buena voluntad del Ministerio de Cultura para retomar el proyecto, con todas las correcciones asumidas, es una clara señal de que este proyecto (que nos haría triplicar nuestra actual producción tanto regional como nacional) tiene vivas sus posibilidades de aprobación en el Congreso y posteriormente en el Ejecutivo. Los cineastas que pretendemos hacer cine debemos abrir los ojos ante esta realidad y generar una unidad en torno a un mecanismo legal que objetivamente va a producir un beneficio enorme para la producción. Recordemos colegas lo que ocurrió cuando se aprobó la actual 26370: muchos dijeron que una ley que daba unos pocos premios no iba a servir para nada. Y ahora, con el paso del tiempo, esa ley tan ninguneada en su momento, tan parcial e incompleta, ha terminado generando TODA la producción del cine peruano de estos años. En ese momento, dentro de la política económica del gobierno de Fujimori, esa era la única posibilidad de generar algún beneficio para nuestro cine. Hoy, dentro de las tendencias generales de los gobiernos que se vienen en el corto y mediano plazo, el proyecto de la creación del fondo PROCINE es nuestra UNICA posibilidad de darle impulso a nuestra producción de cine peruano.
La APCP considera que hacer un esfuerzo por encontrar un apoyo conjunto al fondo PROCINE es una obligación de todo cineasta que pretenda hacer cine en nuestro país en el corto y mediano plazo. Y en ese afán seguirá haciendo todo lo que esté a su alcance para que la comunidad cinematográfica comprenda y valore lo que significa incrementar los fondos de ayuda de Conacine para producir MAS y MEJOR cine peruano.
(*) Decimos indefinidamente porque de acuerdo a las previsiones electorales ninguno de los principales candidatos al gobierno cambiará las líneas generales de política económica que viene manejando nuestro país en los últimos diez años.

LA DIRECTIVA

Muestra de cine de los países árabe


La Filmoteca de la Universidad Católica, en el marco de la III Cumbre de América del Sur-Países Arabes (ASPA), que se realizará en Lima a partir del 13 de febrero, presentará una interesante muestra de películas de diversos países árabes. Las proyecciones serán en el Centro Cultural de la PUCP.





Los títulos son:


CRÓNICA DE UNA DESAPARICIÓN - Siyil Ijtifaa de Elia Suleiman. Palestina / Francia, 1996. Con Elia Suleiman, Ola Tabari, Nazira Suleiman. Premio a mejor primera película en el Festival Intermacional de Venecia. Mejor película y música en el Festical de Tres Continentes. 84 min.


VIVA LALDJÉRIE de Nadir Moknèche. Argelia / Francia / Bélgica, 2003. Con Ludna Azabal, Biyouna, Nadia Kaci. Premios: Palmera de Bronce en la Mostra de Valencia. Nominada al Alexander de Oro en el Festival de Thessaloniki. 113 min.



FALAFEL de Michel Kammoun. Líbano / Francia, 2006. Con Elie Mitri, Issam Bou Khaled, Michel Hourani. Premios: Mejor película en el Festival de Dubai. Mejor 1ª película, Festival de Cine Árabe de Rotterdam y en el Festival de Alejandría. Palmera de bronce en la Mostra de Valencia. 83 min.


WWW: What a Wonderful World de Faouzi Bensaidi. Marruecos / Francia / Alemania, 2006. Con Faouzi Bensaïdi, Fatima Attif, Hajar Masdouki, Nezha Rahile. Mención Especial en la Sección "El sueño africano" en el Festival de Cine Africano de Tarifa. 99 min.


EL CAOS - Heya Fawda de Youssef Chahine y Jaled Youssef. Egipto / Francia, 2007. Con Youssef El Sherif, Hala Fakher, Khaled Saleh, Hala Sedki. 122 min.


HISTORIA DE UN ENCUENTRO - Hikaya liqa de Brahim Tsaki. Argelia, 1983. Con Boumediene Belasri, Carine Mattys, Mohamed Arbouz, Allan Gill. 80 min.



ALI ZAOUA, PRÍNCIPE DE LA CALLE - Ali Zaoua de Nabil Ayouch. Marruecos, 2000. Con Mustapha El Hansali, Sophia Hadi, Abdelmonim Kabbal, Mustapha Mossoune, Said Taghmaoui. 90 min.

LAS MIL Y UNA MANOS - Alf yad wa yad de Souheil Ben Barka. Marruecos, 1971. 75 min.

miércoles, 26 de enero de 2011

Películas peruanas en el MALI


El Museo de Arte de Lima - MALI presenta un interesante ciclo en su auditorio: “CINE PERUANO - CONVERSANDO CON SUS DIRECTORES”. Empieza con dos películas "Paraíso", de Héctor Gálvez, y "La vigilia", de Augusto Tamayo.

Jueves 27: 18:00 h. Proyección de PARAÍSO de Héctor Gálvez.
19:45 h. Conversatorio con el director después de la proyección.

Viernes 28: 18:00 h. LA VIGILIA de Augusto Tamayo San Román.
19:45 h. Conversatorio con el director después de la proyección.


Ojalá el MALI prolongue estas proyecciones y conversatorios, invitando a directores de todo el país.


Auditorio ING del MALI
Paseo Colón 125, Parque de la Exposición, Lima 1.
T: 204-0000
Ingreso a las proyecciones:
Entrada general: S/. 6.00
Estudiantes: S/. 4.00
2x1 para miembros del Programa Amigos del Museo y alumnos MALI.
Ingreso libre (cupo limitado) a los conversatorios con los directores.

lunes, 24 de enero de 2011

El escritor oculto


Los sentimientos de encierro, acoso y paranoia son combustibles en la obra de Roman Polanski. En “El escritor oculto” están en la base de la trama, impulsan el relato y definen a su personaje central.


Ewan McGregor acepta ser el “escritor fantasma” de la autobiografía de un ex ministro británico (Pierce Brosnan) acusado de crímenes contra los derechos humanos y residente en los Estados Unidos. Viaja hasta la residencia costera del político para iniciar su trabajo y desde el primer momento se convierte en prisionero de un espacio y un lugar. Pero no a la manera opresiva y patológica de Catherine Deneuve en “Repulsión”, del propio Polanski encarnando a “El inquilino”, o acaso de Mia Farrow en “El bebe de Rosemary”, sino de un modo más amable y contemporáneo. Desde su llegada se instala en un régimen de control panóptico, instalado en una residencia de grandes ventanales sobre las dunas del lugar. El escritor fantasma es el prisionero de una jaula de cristal. Ahí debe redactar, rescribir y corregir la versión diseñada por un “fantasma” anterior, muerto de modo misterioso.


Lo que sigue es propio de un buen thriller: el protagonista cree ser el motor de una investigación, pero en realidad es objeto de presiones subterráneas, intereses encontrados y tensiones cruzadas que no percibe. Convencido de la visión amplia y transparente garantizada por las ventanas sobre la costa, no se da cuenta que ellas más bien lo dejan sin abrigo, desprotegido, en un escenario extraterritorial, a merced de los pactos urdidos entre la Casa Blanca y el gobierno de Downing Street durante la guerra de Irak. Polanski se revela como un alumno aprovechado del Hitchcock de “Intriga internacional”, pero sobre todo del Fritz Lang de “Mientras Nueva York duerme” y “Más allá de la duda”: lo laberíntico y angustioso no nace del abigarramiento formal ni de la profusión de incidentes, sino de la austeridad de los decorados, la geometría de las líneas visuales, la racionalidad de la trama construida. Todo en esta película sigue la pauta de un destino dado e ineluctable, como el camino rastreado por el GPS del auto en una secuencia muy lograda.

Polanski encuentra los signos de lo amenazante, lo reprimido y lo siniestro en los escenarios más cotidianos: una pista de estacionamiento al atardecer, el paisaje de un pueblo costero visto desde un taxi, un hotel sin huéspedes. Pero también lo vislumbra y apunta en la observación del entorno, de los personajes que tratan con el “fantasma”: la seductora seguridad de Brosnan (en la mejor actuación de su carrera) oculta trasfondos, así como lo ocultan las mujeres que lo rodean, Olivia Williams y Kim Cattrall. El erotismo del poder y las tensiones entre el ministro y las mujeres forma parte de una trama subterránea, un signo más que el escritor fantasma intuye sin analizar ni comprender del todo. Cuando descubre los vínculos entre las decisiones políticas y los mandatos de la vida privada, es demasiado tarde para todos. “El escritor oculto” es un thriller que anuncia la era de los destapes de Wikileaks.

Otro punto a favor de Polanski: su capacidad para crear un suspenso creciente pero casi impalpable, que no depende ni de giros espectaculares de la trama ni de momentos álgidos, ni de la expectativa de descubrir al final un gran misterio. No estamos ante un relato de Agatha Christie, sometido a la servidumbre del hallazgo del responsable del delito. Lo que importa aquí no es el punto de llegada sino el transcurso y la observación del comportamiento de este “fantasma” que discurre por escenarios cada vez más espectrales, abstractos y laberínticos.

Ricardo Bedoya

martes, 18 de enero de 2011

José María Arguedas y el cine peruano: sin puntos


La relación entre el cine peruano y las adaptaciones de las obras de José María Arquedas no produjo un acontecimiento feliz. Ha sido deplorable el modo en que sus obras fueron trasladadas al cine, ya sea en cortometrajes y largometrajes de inefable corte "indigenista", a excepción del cortometraje Danzak (2008) de Gabriela Yepes, que revisita el relato de Arguedas La agonía de Rasu Ñiti a través de una protagonista mujer.


Desde Yawar fiesta de Luis Figueroa (1982) hasta Todas las sangres de Miguel Gómez (1986), estos acercamientos al universo arguediano han sido traducidos a polaridades entre gamonales, latinfundistas y rebeldes y renegados campesinos en una óptica maniquea, muchas veces ahogada en reivindicaciones indígenas dentro de un sistema social que oprime e invisibiliza. Este par de cintas, por lo menos, han hecho insufrible un mundo de dinámicas culturales y tradiciciones sin color, aburridas, apagadas. Los cineastas, que alguna vez fueron devotos del espíritu de la obra de Arguedas, no empataron con una visión más "cinematográfica" y huyeron de llevar al cine una obra tan peculiar como Los ríos profundos. Es una lástima que celebrando el centenario del nacimiento de Arguedas, hoy 18 de enero, no tengamos por lo menos películas representativas filmadas de manera convincente.


Por otro lado, poco se sabe de la afición de José María Arguedas por el cine. Sin embargo, sí es conocida su valoración a los documentales cusqueños Lucero de Nieve (1957) o Carnaval de Kanas (1956), y que falsamente se atribuye a Kululi (1961) de Luis Figueroa, Eulogio Nishiyama y César Villanueva, cineastas de la llamada Escuela del Cusco:


"Creo que nada falta en la película de que hablo. Podréis ver en ella la hondura infinita del pueblo quechua, en su grandeza salvada, sobreviviente de siglos de inútil e impotente. Sobre el más alto techo del mundo, danzando con pasos y ademán míticos, aprendidos de la imagen de las montañas, del cernícalo y del cóndor, del picaflor y de la alpaca, del oso que vive en los bosques negruscos que bajan ya a la selva. Veréis hombres semejantes en rostro y porte, a los antiguos dioses que el hombre tuvo. No contaminados, no tocados por Occidente. Bárbaros tiernos y vigorosos". (José María Arguedas, 17 de noviembre de 1957)


Es imposible que Arguedas haya hablado en buenos términos de Kukuli en el año 1957, ya que esta película narrada en español y dialogada en quechua se estrenó en 1961. Esta información ha sido reproducida al parecer por el mismo Luis Figueroa, desinformando sobre el tema. Lo que sí dijo Arguedas en una carta a los cineastas de la cinta se refiere a una de las secuencias más polémicas dentro de la representación de las relaciones de género (y aquí señalo que Kululi está valorada como película "indigenista", la primera en utilizar el quechua, protagonizada por una típica mujer de ciudad en rol de campesina de la puna, y que narra el descenso y aprendizaje de una muchacha al valle de Paucartambo, que conoce en la ruta a su amante y al Oso mítico que la atacará):"La escena del rio entre Alaku y Kukuli aparece como que el amor de ambos se inicia luego de una violación, que es descrita con caracteres ciertamente brutales, en las que parece que se quiso exaltar el machismo del protagonista y la sensación de espanto de la muchacha. No es humano esta forma de establecer relaciones, que en seguida se exhiben como cargadas de ternura e intimidad y que puede hacer aparecer a la población indigena como que de ese modo se aman“. (Carta a los cineastas, Lima 3 de marzo de 1961).


Arguedas se sintió irritado por el modo de representar el Pukllay, que en la simpleza del filme deviene en juego o "coqueteo" tras el encuentro, y que dejaba mal parado al amor y el sexo en los Andes. Pidió a los cineastas rehacer esa escena, pero la carencia económica lo impidió y la cinta fue estrenada tal y como se había filmado originalmente. Es decir, la tan mentada cinta emblemática del cine peruano caía mal a José María Arguedas, por lo menos en esa escena.


Ojalá que a partir de este centenario se tenga en cuenta adaptar de buena manera las obras de Arguedas, tal como se ha hecho con Jaime Bayly o Mario Vargas LLosa.


Mónica Delgado


Jorge Suárez (1933-2011)

Ha muerto Jorge Suárez, uno de los documentalistas peruanos más destacados. En el libro "100 años de cine en el Perú. Una historia crítica" (1992) escribí sobre su obra: "... Optó desde el inicio de su carrera por dar cuenta de un universo mínimo, el de los organismos microscópicos, el de la ecología de las lomas, el de la flora de las ruinas prehispánicas. Su dedicación ha tenido el rigor, la seriedad y dedicación de un científico. Pero también la pasión y la solvencia profesional de un técnico destacado, de un fotógrafo que se empeña en que la cámara sea un instrumento que ausculta y descubre lo que está más allá de la visión desaprensiva del ojo humano.
Su corto más destacado -de las varias decenas que lleva realizados sobre motivos ecológicos- es el primero que realizó, "En la orilla" (1976) Una poética de la materia semicreada, del abigarramiento y el desorden de las acumulaciones de la vida marina, imprimían a la cinta una doble virtualidad. la del realismo escrupuloso de la observación microscópica y la de la dimensión fantástica a la que se accedía a partir de la contemplación de los violentos naranjas y azules de la fotografía, de los claroscuros y del asombro ante las posibilidades cromáticas y combinatorias de la imagen que, no obstante, se limitaba a ofrecer el registro documental de las insólitas formas submarinas. Suárez es heredero, inconsciente tal vez, de las propuestas de Jean Painlevé..."

Ricardo Bedoya

Ley de cine: comedia de equivocaciones

Si no fuera preocupante, sería de risa loca. Resulta que ahora la ley de masificación tal como la aprobó el Congreso "desincentivaría la rentabilidad de los inversionistas". Es decir, de exhibidores y distribuidores. Sin duda, el MEF es más papista que el Papa.
¿Cuándo tendremos en el Perú un Estado que diseñe una política cultural autónoma, que no le pida permiso a nadie para estimular a una industria cultural, ni vele por los bolsillos de las multinacionales?
Aquí están resumidas, según la nota de prensa del Poder Ejecutivo, las 7 observaciones a la malhadada Ley de Masificación y Fomento del Cine.
Observen algunas cosas sustanciales: el Ejecutivo se opone a la derogación del impuesto municipal, a la creación del Fondo Procine y al aporte del 20% de recursos a las empresas ubicadas fuera de Lima y Callao, sin pedirles resultados de calidad y ventas.
Estas observaciones derrumban todo lo actuado hasta hoy. Ojalá me equivoque. (Ricardo Bedoya)
Aquí está la nota de prensa:

EJECUTIVO ENVÍA AL CONGRESO SIETE OBSERVACIONES A LA LEY DE MASIFICACIÓN Y FOMENTO DEL CINE

Obligaciones exigidas a distribuidores y exhibidores desincentivarían la actividad y elevarían precios de entradas, sostiene el documento.Considera que reducción del Impuesto a los Espectáculos Públicos No Deportivos perjudicaría ingresos de municipios.Además, creación de Fondo Procine y Fondo Antipiratería duplican funciones de Conacine e Indecopi, señala.

El presidente de la República, Alan García Pérez, envió hoy al Congreso siete observaciones a la autógrafa de la “Ley de masificación del cine y fomento de la producción cinematográfica nacional”.

El oficio, dirigido al presidente del Congreso, César Zumaeta, está firmado por el jefe del Estado y el titular del gabinete, José Antonio Chang Escobedo.

Las observaciones

La primera de las observaciones se refiere a las obligaciones que la autógrafa establece a los distribuidores y exhibidores cinematográficos. En consideración del Ejecutivo, estas obligaciones restringirían y/o desincentivarían la expansión de la distribución y la exhibición de las cintas y podrían elevar los precios de las entradas a las funciones de cine.

El oficio precisa que exigir a los distribuidores y exhibidores presentaciones gratuitas, distribuir por lo menos dos filmes nacionales al año, asesorar comercialmente a los proyectos nacionales y destinar el 3.33% del valor de las entradas al “Fondo Procine” incidirá negativamente en la rentabilidad de los inversionistas.

Además, considera que si estos costos se trasladan a los consumidores a través de las entradas, los más afectados serán los pobladores de las zonas donde hay menos salas de cine y el efecto de la norma será contrario a su finalidad.

El Ejecutivo también expresa su desacuerdo con la reducción (10% a 0%) del Impuesto a los Espectáculos Públicos No Deportivos que se aplica a los espectáculos cinematográficos porque afectaría los ingresos de los municipios y el cumplimiento de sus compromisos presupuestales.

De igual forma, observa la eliminación que plantea al apoyo económico que se otorga a los premios de cortometraje en cada concurso nacional y que asciende a 16 UIT para cada obra premiada.

Duplicidad de funciones

Otra observación a la autógrafa es que la creación del Fondo Procine duplica las funciones asignadas al Consejo Nacional de Cinematografía (Conacine), como fomentar la creación y producción de obras nacionales a través de concursos, e impulsar la promoción y difusión nacional e internacional del cine nacional.

Además, la creación de un Fondo Antipiratería que controle y concientice a la población contra la piratería audiovisual duplica las funciones que desarrolla el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi).

En el mismo ámbito de la creación de Procine y del Fondo Antipiratería, el Ejecutivo también observa que la legislación prohíbe la creación de fondos con y sin personería jurídica para evitar un desorden financiero y presupuestal.

Por otro lado, se considera que otorgar 20% de los recursos del Fondo Procine a las empresas ubicadas fuera de Lima y Callao, sin exigirles estándares mínimos de calidad o niveles mínimos de venta, no es adecuado para descentralizar estas actividades y generaría oportunismo en esta actividad.

Respecto a la creación de la Cinemateca Peruana, dentro del Ministerio de Educación, señala que el Conacine, del cual dependería la referida cinemateca, actualmente forma parte del Ministerio de Cultura.
Lima, 15 de Enero del 2011

lunes, 17 de enero de 2011

Más allá de la vida


A Clint Eastwood siempre le interesó indagar por los territorios de lo espectral y lo fantasmagórico.

Aunque ninguna de sus películas aborda de modo directo un motivo fantástico o sobrenatural, su obra está llena de personajes y situaciones que nos exponen no sólo al gran tema de la muerte –que recorre todo su cine, desde “Obsesión mortal” hasta “Río Místico” y “Million Dollar Baby”- sino a la experiencia íntima de una identidad que se extingue, se disuelve, se transforma o vuelve a la vida.

Así, son expresiones del más allá, cartas del pasado, las que evocan el romance de “Los puentes de Madison”. “El jinete pálido” es una figura fantasmal que llega de ninguna parte para ajustar cuentas del presente. El protagonista de “Los imperdonables” aparece como un sobreviviente de otros tiempos al que vemos transformarse en ángel exterminador, y en “Cartas desde Iwo Jima” el género bélico parece mutar en una versión singular del drama de fantasmas tradicional del cine japonés, con sus imágenes de guerreros tomados por la muerte y de apariencias espectrales.

El asunto central de “Más allá de la vida” es el de la creencia en una realidad sensible posterior a la muerte. El relato se articula en torno de tres historias paralelas que encuentran una resolución conjunta: la del síquico Matt Damon que busca rehacer su vida apartado del don de comunicarse con los muertos; la de la periodista francesa (Cécile de France), sobreviviente de un tsunami en el Asia, que investiga sobre las experiencias con el “más allá”, y la del niño londinense que no supera el duelo por la muerte de su hermano gemelo.

Lo más atractivo de esta película es la soberana indiferencia que muestra Eastwood por los poderes ominosos de la imaginería sobrenatural. Lejos, muy lejos, de su intención está el exaltar una visión mística, mágica, celebratoria o en clave “new age” de lo que ocurre después de la muerte. Lo verdaderamente siniestro no está en las luminosas imágenes digitales que dan cuenta del paso al más allá y que lucen como escorias, agregados indeseados, lugares comunes del género. Por el contrario, lo inquietante impregna las escenas más “realistas”, los momentos cotidianos, las escenas en penumbra, las simas del relato, los prolongados silencios, los costados menos espectaculares de la acción, las trayectorias desganadas de los personajes, sus gestos de depresión, hartazgo, angustia.

Lo perturbador lo encontramos, por ejemplo, en dos notables escenas: la del diálogo que mantiene Matt Damon con el “espíritu” de la esposa del amigo de su hermano y la del rechazo a la madre que le pide una comunicación con su hija. Ahí está lo mejor del cine de Eastwood: un personaje que se define por sus actos encarnados en la pesadez del cuerpo del actor, de gestos cansinos y expresión desconcertada o abrumada (es una de las mejores actuaciones de Damon); un entorno que se llena de sentido gracias a la rigurosa disposición de sombras en el encuadre; una arquitectura filmada en claroscuro; un ritmo que se pliega a la necesidad de lo que expone, de una tensión y gravedad decisivas.

Lo mismo ocurre en algunas de las secuencias de la trayectoria del niño, como su visita a los síquicos farsantes y a la estación del metro. En este filme sobre la comunicación paranormal nada hay exaltante en los encuentros con el más allá. Tampoco hay nada que incite a la conmoción, el sacudón o la sorpresa. Eastwood conduce el relato con una tristeza serena, con la congoja del que sabe que la apelación a lo sobrenatural sólo se justifica por un duelo no resuelto o por un sentimiento insoportable de luto.

Los momentos fuertes de “Más allá de la vida” se concentran en las acciones de los personajes de Damon y el niño. La cinta flaquea, en cambio, cuando se desplaza a Francia para acompañar a la periodista en su investigación. Ese personaje resulta artificial, didáctico, explicativo, frágil en su diseño, fabricado por un guion que pretende ilustrar al espectador sobre el “tema” de la película. Esa línea del relato afecta al conjunto de la película y sobre todo a su resolución, el encuentro en la feria del libro, un remate más bien simplón.

“Más allá de la vida” es una película extraña, desequilibrada, irregular, hasta cierto punto fallida, pero atractiva: sin duda, un filme mediano de Eastwood resulta mejor que el noventa por ciento de las películas que pasan por la cartelera.
Ricardo Bedoya

sábado, 15 de enero de 2011

Observada la Ley de Masificación del cine

El Presidente de la República observó la llamada Ley de Masificación del Cine que aprobó el Congreso en diciembre pasado.
Las negociaciones entre los gremios continúan, incluidos distribuidores y exhibidores, que habrían aceptado llegar al 4% de contribución al Fondo Procine, dentro de la fórmula del aporte por Convenio entre las partes.
Al parecer, la fórmula de la contribución parafiscal no sería admisible en los lineamientos de política económica que siguen los gobiernos peruanos desde hace dos décadas.
Ricardo Bedoya

jueves, 13 de enero de 2011

Mejores de 2010 para la revista Film Comment


La revista neoyorquina Film Comment ha publicado el resultado de su encuesta sobre las mejores del año 2010. Sólo consignamos los 20 primeros puestos.



Mejores películas exhibidas en Estados Unidos


1. Carlos Olivier Assayas

2. Red social David Fincher

3. White Material Claire Denis

4. El escritor oculto Roman Polanski

5. A Prophet Jacques Audiard

6. Winter’s Bone Debra Granik

7. Inside Job Charles Ferguson

8. Wild Grass Alain Resnais

9. Everyone Else Maren Ade

10. Greenberg Noah Baumbach

11. Mother Bong Joon-ho

12. Toy Story 3 Lee Unkrich

13. Eccentricities of a Blonde-Haired Girl Manoel de Oliveira

14. Another Year Mike Leigh

15. The Strange Case of Angelica Manoel de Oliveira

16. The Kids Are All Right Lisa Cholodenko

17- La isla siniestra Martin Scorsese

18. Around a Small Mountain Jacques Rivette

19. Our Beloved Month of August Miguel Gomes

20. Ne change rien Pedro Costa


Mejores películas no estrenadas en Estados Unidos


1. Uncle Boonmee Who Can Recall His Past Lives Apichatpong Weerasethakul

2. Film Socialisme Jean-Luc Godard

3. Poetry Lee Chang-dong

4. Meek’s Cutoff Kelly Reichardt

5. Aurora Cristi Puiu

6. Mysteries of Lisbon Raúl Ruiz

7. The Autobiography of Nicolae Ceausescu Andrei Ujica

8. The Four Times Michelangelo Frammartino

9. Certified Copy Abbas Kiarostami

10. Tuesday, After Christmas Radu Muntean

11. Oki’s Movie Hong Sang-soo

12. Ruhr James Benning

13. I Wish I Knew Jia Zhangke

14. My Joy Sergei Loznitsa

15. Nostalgia de la luz Patricio Guzmán

16. Robinson in Ruins Patrick Keiller

17. Black Venus Abdellatif Kechiche

18. Of Gods and Men Xavier Beauvois

19. Tabloid Errol Morris

20. The Robber Benjamin Heisenberg



Una mirada al 2010


El agua móvil

1

Al terminar el último Festival de Cannes, Jean-Michel Frodon escribía que, a pesar del triunfo de Apichatpong, el 2010 iba a ser recordado por ser el año de Carlos, la película de Olivier Assayas:

"esta historia jadeante que transcurre a través de casi veinte años en una quincena de países, mentiene de manera permanente una extraordinaria claridad... Consigue ofrecer un extraño gran film de acción realizado en Europa después de... eh... mucho tiempo."

Carlos es, sin duda, una película espectacular, mundial. La emoción que tuve al verla fue semejante (aunque por distintos motivos) a la que me invadió cuando vi Historias Extraordinarias, de Mariano Llinás, hace un par de años. Son pocas las veces en que el lenguaje cinematográfico se propone abarcar el género humano como punto de partida y llegada. Y más pocas las veces que lo logra.


2

Sin embargo, el 2010 fue el año de Apichatpong Weeresethakul.

Han pasado algunos años desde que me encontré con Blissfully yours, la delicada película del tailandés que de inmediato Z copió en un DVD y la llevó a unas galerías semi clandestinas para su distribución (Polvos Azules, se llama el lugar, templo sagrado de la piratería más exquisita) mientras yo la repartía entre profesores y críticos que luego se harían especialistas y defensores del cineasta.

El 2010, Uncle Boonmee Who Can Recall His Past Lives (en la foto) ganó la Palma de Oro... y está bien. Dios vio que era bueno (Boyero, no tanto), pero sí estoy seguro que ese triunfo en Cannes fue un premio más por su filmografía que por esta última película.


Uncle Boonmee... tiene escenas bellísimas y poderosas, como aquella donde la princesa se encuentra con el pez gato tras un desencuentro con su siervo: En pocos minutos se desarrolla el misterio de la pasión en esa pequeña laguna: inseguridad, desengaño, cortejo, deseo, vacío. O como la escena en que se juntan todos a cenar, vivos y muertos. O esa donde todos van de exploración al corazón de las cavernas.

Estoy seguro que si Dante hubiera sido personaje de Apichatpong, lo veríamos descender a los infiernos quieto, curioso y en silencio, rascándose la espalda, reflexionando en mutismo para luego romper el ambiente con un abrazo doloroso e íntimo.

Bellísima película Uncle Boonmee... pero la sencillez de Blissfully Yours aún está presente en mí, después de muchos años, y es lo que me lleva a asegurar (o así prefiero pensar) que el reconocimiento en Cannes fue por esa pequeña gran filmografía que Api tiene a sus 41 años.


3

Este 2010 fue el año donde menos películas he visto, donde casi no he pisado el cine, donde no me ha interesado descargar nada de internet. En contraparte, he disfrutado cada asistencia al cine, cada proyección en el salón de mi casa, cada agazapo en la pantalla de mi laptop.

Y así he entrado al cine también, agazapado, por accidente, sin planificarlo. Y me encontré con esa fabulosa película que es Canino, de Yorgos Lanthimos, punzante, agresiva, aguda (lo mejor que vi este año en las salas). Y me divertí como cerdo viendo El origen (Inception), de Cristopher Nolan (apenas salí del cine, me olvidé rápidamente del film, pero da igual). Entré con miedo a ver Exit through the gift shop, de Banksy. Salí encantado, divertido y, sobre todo, con ganas de discutir el tema. Hace tiempo que no me pasaba eso con un documental: salir a discutirlo.

Recordaré Baarìa (Tornatore) porque fue la oportunidad de conocer en persona a Ángela Molina, de darle un beso enorme y decirle lo mucho que siempre la he apreciado. Recordaré Avatar (Cameron) por las gafas 3D tan Terminator que nos dieron a la entrada del cine. Y siempre recordaré La isla siniestra (Shutter Island, Scorsese) por la cantidad de fallos de raccord que encontramos L y yo en los primeros 10 minutos de la película. Ya luego no dijimos nada, y estuvo bien.

Me alegró el regreso de Kiarostami, pero más el de Polanski con esa imperdible película que es El escritor oculto. Y prefiero al tipo soltero (Un hombre soltero, Ford: Un hombre solo es el título en el Perú) que al tipo serio (Un tipo serio, los Coen). Red social (The social network) está bastante bien, pero la poesía urbana de Fish Tank supera todo.

Donde sí hay un empate es en los dos pósters (carteles) que me enamoraron en la puerta del cine: el de Copia Certificada (Kiarostami) y el de An Education (Scherfig).


4

Recordaré el 2010 como el año en que, para una película, vi más gente en un museo que en un cine. La extensa cola para ver Uncle Boonmee... (Museo Reina Sofía) fue delirante. El circuito cultural en Madrid, evidentemente, no tiene punto de comparación al de cualquier capital sudamericana.

Y no lo digo con despecho (ni menos con orgullo). Simplemente es así. Por eso una tarde cualquiera entras a la Filmoteca a ver el díptico de José Luis Guerín En la ciudad de Sylvie y Unas fotos en la ciudad de Sylvie y descubres que está el buen Guerín presentando las películas e incluso luego se queda una hora más respondiendo dudas del público, sin quitarse la boina, claro.

Las asiáticas del año: The man with no name (Wang Bing), Ciudad de vida y muerte (Lu Chuan) y Poetry (Lee Chang-Dong).

Además, el 2010 ha sido el año donde la prensa española ha calificado como "la película más asquerosa de la historia" a dos películas distintas, en dos momentos distintos: The human centipede (Tom Six) y A serbian Film (Srdjan Spasojevic). Incluso censuraron la segunda, como ya habían censurado antes Saw VI. Naturalmente, esto le hizo una promoción enorme al film y todos aquí -me incluyo- la descargamos y vimos que no era para tanto, por favor.


5

Hice siete cortometrajes durante el 2010. Unos de producción minúscula, con la camarita más pequeña que encontré. Otros con equipos de veinte personas o más, con actores profesionales y en 16mm. Sonará cliché, pero de todas las personas que se cruzaron en mi camino aprendí algo (casi siempre, mucho). El cine no es una actividad solitaria. Incluso, es más dependiente de los otros cuando menos gente participa.

Ha sido el año en que mi mejor amigo de Perú se adentró en la selva, cumpliendo una extraña aventura herzogiana, y grabó el momento exacto en que la lluvia irrumpía ese universo animal para sacudirlo, implacablemente. Eso y más me contaba él a su regreso, por msn, muy emocionado.

Ha sido el año en que mi mejor amigo de España olvidó su manía por planificar cualquier grabación y (sorprendiéndonos a todos) escribió, produjo y grabó un cortometraje, todo en 42 horas. Su corto ha recibido casi 18 mil visitas en youtube. Desde entonces, él planifica su siguiente corto.

Ha sido el año en que participé en mi primer rodaje, con unos rusos, en una isla de habla catalán, y sin traductor para ni uno ni otro bando. Aún así, todo salió mejor de lo esperado y las enseñanzas fueron incalculables. La compañía de las rusas fue, además, una revelación para mí. Casi todas odiaban a Tarkovsky, pero eso ya no importa mucho: Ahora tengo casa para el mundial de Rusia 2018.


6

El 2010 terminaba con buenas noticias: Tuve ánimos y fortaleza para reactivar este blog (abandonado por casi año y miedo) -NOTA: se refiere al blog elagua-inmovil.blogspot.com- y al poco tiempo me convocaron como jurado de un festival de cine francés. ¡Ojalá pasara eso siempre!

Y, finalmente, en la última semana, recibí una carta que me invitaba como Talent Campus a la Berlinale 2011. Creo que pocas veces he tenido un fin de año tan agradable.

Y eso que a inicios del 2010 no me hice el baño de flores...

Ahora, sin embargo, lo del Talent Campus ya ha sido "descartado", en parte. Es decir, seguiré teniendo acceso a las charlas y a las clases que darán en el campus... pero oficialmente ya no soy un "Talent". Suena a mala noticia, pero es todo lo contrario. ¿El motivo? Se sabrá en unos días.


7

En el 2010 pasé el verano en un pueblecito de Italia y ya empecé a planear mi primera película. Una parte quiero hacerla en aquel pueblo. Tengo muchos planes para ello... Ojalá que todo pueda salir.

Es por ello que este año tampoco me he hecho el baño de flores.


Fernando Vílchez Rodríguez

lunes, 10 de enero de 2011

El plan


"El plan" ("A Simple Plan", 1998) es un filme criminal seco, duro, de ritmo pausado y personajes complejos, que se dedica a invertir de modo sistemático los supuestos del género: es una película negra que transcurre en un decorado blanco, sus personajes son seres "buenos" que cometen actos malvados y los "perseguidores" no llegan de fuera, sino que habitan dentro de los protagonistas y los corroen hasta destruirlos.

Todo empieza en la víspera del año nuevo, en una pequeña comunidad del Medio Oeste. Allí conocemos a Hank (Bill Paxton), a su esposa Sarah (Bridget Fonda), que espera un primer hijo, y a Jacob (Billy Bob Thornton), el hermano de Hank, un sujeto de pinta estrafalaria y escasas luces. Con ellos anda Lou (Brent Briscoe), fanfarrón y borrachín. Viven sin sobresaltos aunque están limitados por la precaria economía del lugar. Esperan el providencial golpe de suerte que cambie sus horizontes. Oportunidad que llega en la forma de una bolsa con cuatro millones de dólares que los tres hombres encuentran dentro de una avioneta caída en la nieve. Aunque el impulso inicial es avisar a la policía, la posibilidad de que sea dinero negro del tráfico de drogas y la necesidad de pagar deudas lleva al grupo a elaborar un plan: guardarán la fortuna durante un tiempo para luego repartirla y marcharse del pueblo. El título original alude a "un plan simple". Es una ironía, ya que el hallazgo del dinero desencadena complicaciones comandadas por la fatalidad.

A primera vista, "El plan" podría ser una variante no confesada de "Fargo". Raimi ha colaborado antes con Joel y Ethan Coen. Pero más allá del común paisaje nevado, no hay más semejanzas. En la cinta de los Coen, los personajes acumulan defectos y manías. Están allí, inmutables, para recibir el juicio cínico y suficiente de los autores. En “El plan" se transforman los caracteres y las circunstancias: las necesidades económicas inducen comportamientos irracionales y, más tarde, impulsos homicidas. Vemos a hombres comunes convertirse en desesperados y Raimi registra, con minucia de entomólogo, el cambio. “El plan” se entronca con el realismo inclemente de “Avaricia”, de Eric Von Stroheim, y con las épicas del fracaso de John Huston. También con “The Naked Dawn”, de Ulmer.

El tiempo de la acción transcurre con pereza, como para dar tiempo a que progresen las desacuerdos que liquidan al grupo, pero la tensión es creciente. La música de Danny Elfman es climática y el paisaje penetrante: todo nos implica en la creciente paranoia de los personajes mientras se posterga la explosión de violencia. Sólo molesta la insistencia simbólica de las imágenes de los cuervos homologadas con las de la codicia humana.

Paxton es notable. Hay que verlo en la primera secuencia de violencia, con la expresión horrorizada del hombre ordinario que comete actos terribles sin poder dar crédito a su propia conducta. Un momento notable de Billy Bob Thornton: la confesión del uso que dará al dinero. El idiota sin remisión se descubre como un personaje patético, consciente de sus límites y posibilidades, más sensible que sus normales y decentes compañeros de desventuras. También es apasionante la inversión de la figura de la "mantis religiosa" típica del filme criminal clásico. La rapacidad de la mujer fatal (del tipo de Arlene Dahl o Gene Tierney) se esconde bajo los modales suaves, las razones prácticas y las sensatas ambiciones de una madre joven y bella que sugiere a su marido las más perversas estratagemas criminales mientras lacta a un recién nacido. Bridget Fonda es el mal cotidiano y doméstico que se sustenta en los razonables motivos de la supervivencia.

Ricardo Bedoya

La invasión


Los hermanos Colin y Greg Strause son técnicos en imágenes generadas por computadora. Han colaborado en la creación de los universos virtuales de filmes como “300”, “Avatar”, “2012”, entre decenas de otras películas. Como realizadores hicieron “Aliens vs Depredador” y ahora dirigen “Skyline: La invasión”, una cinta de bajo presupuesto que tiene la gracia ingenua o chapucera de una serie B de ciencia ficción de los años 50.


La apuesta de los hermanos Strause parece haber consistido en gastar cuatro reales pero dar la apariencia de una producción costosa, con imágenes de impacto generadas por computadora. Todo se reduce, por eso, a una idea, un concepto: un grupo de amigos que despierta de una juerga va a ser testigo del apocalipsis, pero contemplado desde la terraza de un edificio de Los Ángeles. Ese mirador privilegiado marca el territorio de la economía narrativa. En vez de desplazamientos espectaculares por calles y plazas o persecuciones vertiginosas, aquí sólo resta apertrecharse en la lujosa trinchera que posee ventanales que dan al caos. Lo demás es puro artificio narrativo, en la línea de tantas películas de aventuras sobre un grupo que se forma y desarrolla habilidades para enfrentar una amenaza. Como en la clásica “El enigma de otro mundo” de Hawks y Nyby (1951), con la diferencia de que en ella la claustrofobia y los enfrentamientos físicos jugaban papeles marcados.


Aquí, en cambio, el efecto es distinto. Los amigos que descubren la invasión extraterrestre son personajes de esta época. La primera impresión de los temblores de tierra y las luces filtrándose por las persianas – a la manera de las epifanías luminosas de las películas de Spielberg – parece el efecto de la resaca que llevan encima, hasta que descubren la magnitud de lo que sucede: es una amenaza para la humanidad pero representada como un espectáculo de luz y sonido que absorbe la atención y crea trances hipnóticos que llevan a perder el cerebro. Y todo visto desde la platea, mejor dicho, desde los balcones de la terraza, a la manera de un gran monitor, una pantalla hiperrealista o una plataforma audiovisual que te ubica en el centro de la acción. Las tramas y texturas de la imagen son las de un juego de vídeo de naturaleza fotorealista y tamaño multiplicado por cien. Sobre la pantalla global se suceden fragmentos reciclados de acciones que evocan la tradición paranoica del cine de ciencia ficción de alienígenas agresivos o monstruos capaces de pisotear los signos más sólidos y distintivos de la civilización: desde “La guerra de los mundos”, en su versión de los años 50, hasta los “Godzila”, “Gamera” y “Mothra” japoneses atacados por aviones de guerra. Los espectadores vemos a los personajes, a ratos convertidos en variantes de la mujer de Lot, contemplando el Armaguedón desde una terraza que es también ecrán virtual y pantalla alucinatoria.


Por supuesto, “Skyline” tiene una deuda con películas como “Cloverfield” y “Sector 9” pero, a diferencia de ellas, no aspira a la originalidad argumental ni al efecto de sorpresa. La trama es convencional y los personajes tienen la consistencia de un hilo; lo que importa es el espíritu de los hermanos Strause que abordan su película con afán de juego y aventura, celebrando la inmensidad de las naves llegadas del espacio exterior y las formas extravagantes de sus seres. Pero no destacan sólo los logros visuales y técnicos, sino también la precariedad de algunos de los efectos, haciendo patente la impresión de miniaturas y el adefesiero desorden de los combates aéreos: es el goce del artesano mostrando, con un guiño cómplice, las costuras de la ilusión.


Ricardo Bedoya

viernes, 7 de enero de 2011

¿Qué le piden los cineastas al Presidente?

Hace dos días la Asociación de Productores Cinematográficos del Perú (APCP) y la Unión de Cineastas Peruanos (UCP) se pusieron de acuerdo para pedirle al Presidente de la República que observe la autógrafa de la Ley de Masificación del Cine aprobada por el Poder Legislativo.

Junto con ese pedido, los cineastas adjuntaron propuestas de modificación de algunos artículos de la ley y alternativas para modificar su sistema económico, es decir el mecanismo que establece el tratamiento del impuesto municipal que se deroga.

¿Qué piden los cineastas al Presidente?

1- Aportes a empresas domiciliadas fuera de Lima y Callao: En primer lugar, solicitan la modificación del artículo 9 de la Ley de masificación aprobada, sobre los aportes del Fondo PROCINE a las empresas de producción, servicios y distribución cinematográfica domiciliadas fuera de la Provincia de Lima y Callao.

Como sabemos, en la ley aprobada, este aporte ascendía a “no menos del veinte (20) por ciento del total de los montos que anualmente disponga en ayudas no reembolsables a la capacitación, creación, producción y distribución de obras cinematográficas peruanas, de acuerdo al reglamento.”

Los cineastas proponen que en la redacción de ese artículo se disponga que el Fondo PROCINE entregue a las empresas de producción, servicios, distribución y exhibición cinematográfica domiciliadas fuera de las provincias de Lima y Callao, no menos del treinta (30) por ciento del total que anualmente disponga, en ayudas a la capacitación, desarrollo, producción, distribución y exhibición de obras cinematográficas peruanas, de acuerdo al reglamento.

Es decir, se requiere elevar el porcentaje y gracias a una puntuación mejor realizada (miren el lugar que ocupan las comas), precisar el sentido y monto del aporte. Ya no es el 20 % de los montos dispuestos por el fondo “en ayudas no reembolsables” (que correspondía al 15 % del total, lo que reducía ese aporte al 3 %); ahora es el 30% del total de lo que disponga el fondo cada año.

2- Aporte del Estado: Solicitan la corrección del artículo 17 de la Ley 26370, es decir, de la ley de cine vigente desde 1994. La redacción propuesta trata de asegurar el aporte del Estado a la cinematografía, estableciendo que “el Apoyo económico que acompaña al Concurso Nacional de Cinematografía (…) asciende anualmente a dos mil ocho (2008) Unidades Impositivas Tributarias (UIT)”, y que la ley de Presupuesto de la República debe consignar dentro del pliego del Ministerio de Cultura, las partidas necesarias para ello.
Esta propuesta de redacción busca consolidar y precisar el monto total del aporte del Estado al cine peruano, eliminando los montos diferenciados por la categoría de cada premio, sea de largo o de cortometraje. La frecuencia, tipos de premios y oportunidad de los concursos dejan de estar señalados por la ley, lo que es materia del artículo 15 de la Ley de Masificación del Cine.


3- Régimen laboral: Sobre el régimen laboral se propone una redacción que comprende a los trabajadores de la actividad cinematográfica, sean técnicos o artísticos, en las normas legales correspondientes al régimen laboral de la actividad privada, incluso aquellos que son contratados para una producción cinematográfica específica.


Propuesta económica y tributaria
En lo que se refiere a la Propuesta económica y tributaria de la Ley de Masificación del Cine y Fomento de la Producción Cinematográfica Nacional, los cineastas empiezan constatando que la eliminación del impuesto municipal deja sin gravar una porción del dinero que paga el espectador al comprar una entrada al cine. Eso beneficia directamente a las empresas exhibidoras y distribuidoras, que seguirán cobrando el mismo valor por la entrada a pesar de no tener que tributar por ese concepto.

Ahora bien, la propuesta es que parte de esos recursos se dirijan de modo preferente a la promoción del cine peruano.

Los cineastas plantean tres posibilidades para lograr que esos montos de dinero beneficien al cine peruano.

Primera fórmula: Es la que se establece en la Ley de Masificación del Cine. Distribuidoras y exhibidoras destinan al fondo el 3,33% sobre el valor de cada entrada, deduciendo el Impuesto General a las Ventas o cualquier otro impuesto de aplicación a las entradas de cine.

Para ello se celebra un convenio denominado Programa de Incentivos a la Producción Cinematográfica Nacional con los representantes del CONACINE. El Ministerio de Cultura refrenda el convenio como garantía de cumplimiento del aporte comprometido.

Segunda fórmula: se reduce a cero el impuesto municipal y se establece, simultáneamente y en contraprestación, un aporte del 5% para CONACINE. Paga el tributo el espectador que compra la entrada al cine. El otro 5% se dirige a distribuidoras y exhibidoras.

Tercera fórmula: Se traslada el total del impuesto municipal hacia el CONACINE, que se encarga de su reparto “de acuerdo a políticas efectivas en beneficio del cine nacional, que incluyan a las empresas distribuidoras y exhibidoras.”

Los cineastas terminan diciendo que “sea cual sea la fórmula legal y económica que las autoridades gubernamentales consideren más equilibrada, ajustada a Ley, y a la política económica y cultural del actual gobierno” se destine “el mayor porcentaje posible para el fomento y desarrollo del cine peruano en su integridad, y que la materialización de estos aportes para el cine nacional, vía CONACINE, se ejecute a través de un mecanismo que garantice su obligatoriedad, permanencia en el tiempo y que no sea susceptible de cuestionamientos legales o constitucionales.”

Ricardo Bedoya

miércoles, 5 de enero de 2011

Carta de los cineastas al Presidente de la República pidiendo la observación de la Ley de cine

Lima, 4 de enero del 2011
Señor Doctor
Alan García Pérez
Presidente de la República
Presente.–
De nuestra mayor consideración:
Tenemos el agrado de dirigirnos a usted a nombre de la Asociación de Productores Cinematográficos del Perú (APCP) y la Unión de Cineastas Peruanos (UCP), los dos gremios constituidos e inscritos oficialmente como representantes de la cinematografía peruana.
El motivo de la presente es solicitarle la observación presidencial del proyecto de “Ley de Masificación del Cine y Fomento de la Producción Cinematográfica Nacional”, que recientemente fue aprobado por el Pleno del Congreso de la República.Ambos gremios coincidimos en que si bien esta Ley busca dotar de más fondos al cine peruano, lo que es una necesidad urgente e impostergable para promover la cinematografía en su conjunto, tiene aspectos controversiales, no es plenamente satisfactoria y no cautela los aspectos básicos para impulsar nuestra actividad.
Los reparos a la Ley aprobada es que no garantiza íntegramente las partidas presupuestales para el CONACINE consignadas en la Ley 26370, no impulsa de manera efectiva la descentralización cinematográfica y establece un régimen laboral especial que atenta contra la normatividad vigente en el sector trabajo; para todo lo cual adjuntamos propuestas alternativas al texto de la autógrafa.
De otro lado, nuestras proposiciones principales a esta Ley es demandar que se destine el mayor porcentaje posible del impuesto municipal a ser modificado, para el fomento y desarrollo del cine peruano en su integridad; y que la materialización de esos aportes para el cine nacional, vía CONACINE, se ejecute a través de un mecanismo legal obligatorio, permanente y fiscalizable.
Por tal razón, y confiando que usted sabrá entender la necesidad de apoyar al cine nacional con una ley que satisfaga al conjunto de la comunidad cinematográfica, es que le reiteramos nuestra solicitud para que observe la “Ley de Masificación del Cine y Fomento de la Producción Cinematográfica Nacional”, y que el proyecto sea retornado al Legislativo, a fin de consolidar al más breve plazo y con vuestro respaldo y el asesoramiento del Ministerio de Cultura y el Ministerio de Economía y Finanzas, una legislación cinematográfica moderna, integral y viable, para orgullo de los peruanos, y a la altura de otras normas en el continente y el mundo.
Agradeciendo la atención que brinde a la presente y con la esperanza depositada en usted para lograr los más altos objetivos de nuestra cinematografía, hacemos propicia la oportunidad para renovarle las expresiones de nuestra mayor consideración.
Atentamente,

GUSTAVO SÁNCHEZ GARCÍA
CHRISTIAN WIENER FRESCO
NATHALIE HENDRICKX POMPILLA
FRANCISCO ADRIANZEN MERINO
FRANK PEREZ GARLAND GAMIO
LUIS BASURTO VILLAFUERTE

Humo blanco: acuerdo entre cineastas

El diario El Comercio informa sobre el acuerdo al que llegaron los gremios de cineastas: http://elcomercio.pe/impresa/notas/contra-ley-cine/20110105/693901
El diario dice:
"Ayer por la tarde la Asociación de Productores Cinematográficos del Perú (APCP, partidarios de la ley Procine) y la Unión de Cineastas Peruanos (UCP, opositores) le enviaron al presidente de la República una carta en la que piden la observación de la ley debido a que ambos gremios consideran que “tiene aspectos controversiales, no es plenamente satisfactoria y no cautela los aspectos básicos para impulsar nuestra actividad”.
La carta propone tres formas para obtener el aporte extra que busca la ley a lo que ya otorga el Estado. Dos de ellas se basan en la reducción al 0% del impuesto a la entrada al cine: una a partir del aporte del 3,3% del total de la entrada, basada en un convenio con las exhibidoras y distribuidoras (que es la que proponía la ley Procine); y la otra es usando la figura de una contribución parafiscal del 5% de la entrada al cine.
La tercera opción es que el total del impuesto (el 10% del valor de la entrada) sea redirigido totalmente a Conacine, y que esta se encargue de repartirlo “de acuerdo con políticas efectivas en beneficio del cine nacional, que incluyan a las empresas distribuidoras y exhibidoras”.
La llamada ley Procine sería observada por el Ejecutivo, quien la devolvería al Congreso con las modificaciones del caso para que sea debatida en marzo, cuando se reanude la labor legislativa."
Màs adelante daremos mayor información.

Un blog atractivo

Aquí tienen un blog para revisar con paciencia: http://www.unexaminedessentials.com/

lunes, 3 de enero de 2011

Preferidas de Tarantino

Quentin Tarantino ha publicado sus películas preferidas de 2010.

1. Toy Story 3
2. Red social
3. Animal Kingdom
4. I Am Love (Io sono l'amore)
5. Tangled
6. True Grit
7. Atracción peligrosa (The Town)
8. Greenberg
9. Cyrus
10. Enter the Void
11. Kick-Ass, un superhéroe sin superpoderes
12. Encuentro explosivo (Knight and Day)
13. Get Him to the Greek
14. The Fighter
15. The King's Speech
16. The Kids Are All Right
17. Cómo entrenar a tu dragón
18. Robin Hood
19. Amer
20. Jackass 3-D

Fuente: http://www.hollywoodreporter.com/news/quentin-tarantinos-surprising-choices-films-67595

Mi amigo Godard, por Cohn-Bendit

Magnífico artículo de Daniel Cohn-Bendit sobre Jean-Luc Godard a sus 80 años.

La entrevista la publicó la revista "Telerama":

domingo, 2 de enero de 2011

Favoritas de 2010: Emilio Bustamante


Cartelera comercial:

“Criatura de la noche” de Tomas Alfredson
“La cinta blanca” de Michael Haneke
“Zona de miedo” de Kathryn Bigelow
“Un hombre solo” de Tom Ford
“Enemigo interno” de Werner Herzog

Largometraje peruano estrenado en el circuito comercial: “Paraíso” de Héctor Gálvez.
Largometraje peruano regional: “Huaca” de Nilo Inga Huamán (realizado en el 2000 pero estrenado en 2010).
Largometraje peruano de ficción estrenado en el circuito cultural: “3” de Eduardo Quispe Alarcón y Jim Marcelo.
Largometraje peruano documental estrenado en circuito cultural: “Felipe, vuelve” de Malena Martínez.

Cortometrajes peruanos (ficción):

“Rumeits” (en la foto) y “DO-MIN-GO” de Gonzalo Ladines
“Púrpura” de Jorge Shinno
“La región invisible” de Aldo Salvini
“Regreso” de Alejandro Burmester
“Astrid y Leonor” de Bruno Alvarado Arévalo

Cortometrajes peruanos (documental):

“Brus Rubio”, “El otro cine” y “Vine cargando mi arpa” del colectivo Mercado Central (Javier Becerra Heraud, Silvana Manco Rivera, Carlos Sánchez Giraldo y Sofía Velázquez Núñez).
“Ciudad manjar” de Mauricio Godoy y Brennan Barboza

Emilio Bustamante

Opiniones francesas sobre "Octubre"


"Octubre" se estrenó en París el 29 de diciembre. Aquí pueden ver lo que dice la crítica francesa: http://www.allocine.fr/film/revuedepresse_gen_cfilm=180432.html

Taquillazo para Hollywood: Santiago Alfaro

Santiago Alfaro Rotondo ha publicado este artículo en su blog de La Mula:
http://lamula.pe/2011/01/01/taquillazo-para-hollywood/5063


Francia creó en 1948 un impuesto a la recaudación en taquilla, hoy del 11%, para financiar su cinematografía con el fin de hacer frente a la invasión de películas norteamericanas. La medida fue luego complementada por otras que gravaron también los ingresos de las empresas de televisión y video, dos de las ventanas por las que circula el cine.

Decisiones de este tipo han sido imitadas en muchas partes del mundo debido a que generan para los cines nacionales una economía de transferencia horizontal (el dinero recaudado a partir del rendimiento del mercado vuelve al sector primigenio) y una fuente estable y racional de recursos (ya que proviene de los mismos espectadores y no de todos los contribuyentes)

En el Perú, por el contrario, a través de la llamada Ley “Procine” se ha optado por una alternativa, inédita a nivel internacional, que beneficia principalmente a las empresas de distribución y exhibición vinculadas a Hollywood. Lo hace porque el Estado renuncia a su potestad de gravar una actividad económica con fines de interés nacional para avalar un aporte privado de carácter “voluntario y temporal”, jurídicamente inseguro (sólo la buena fe y largos procesos judiciales garantizarían su cumplimiento) y económicamente inconveniente (los recursos que podrían ser aprovechados a favor del cine peruano terminan principalmente en las manos de un oligopolio extranjero)

Siguiendo la misma línea, otros artículos de la Ley contribuyen al desarrollo de los intereses comerciales de dichas empresas en el campo de los derechos de autor (al permitirles administrar un “Fondo antipiratería”) y la “creación estética local” (al “obligarlas” a asesorar proyectos cinematográficos). Además, es inaceptable que una ley tenga como objetivo “la masificación del cine”. Si el mercado promueve los estímulos suficientes para que esto último suceda, no hay justificación para que los poderes públicos intervengan.

Ese es nuestro caso. En los últimos años no sólo se ha incrementado el número de espectadores (de 3.4 a 17.2 millones entre 1996 y el 2009) también lo han hecho las salas de cine. De hecho, los mismos exhibidores reconocen que tienen planificado construir 15 multicines en los próximos dos años gracias al auge de los centros comerciales. Ampliar por ley las utilidades de un puñado de empresas es una medida mercantilista que atenta contra los principios de la libre competencia.

Las condiciones actuales del comercio cinematográfico lo corroboran. La industria mundial de cine se caracteriza por el dominio, casi exclusivo, de los seis estudios de Hollywood, popularmente conocidos como Majors. En el 2009, sólo de las taquillas obtuvieron –en conjunto– 29.9 mil millones de dólares como ingresos: 30 y 300 veces más que las industrias europeas y latinoamericanas, respectivamente.

En parte, ello se debe a que controlan los sistemas de distribución y exhibición a través de una red de empresas subsidiarias o afiliadas, apoyadas en dos estrategias de negocio: la oferta saturante (la puesta en circulación de un gran número de copias de un filme durante períodos cortos de tiempo); y la reserva en bloque (los distribuidores obligan a los exhibidores a adquirir las películas en paquete, reduciendo los espacios para cinematografías de otros orígenes)

Por lo mismo, “masificar las salas de cine” implicaría en la práctica facilitar que nuestro mercado continúe siendo inundado por películas hollywodenses. Las consecuencias: más “Throns” y menos “Octubres” en nuestras pantallas; más cine norteamericano y menos opciones para los consumidores; más taquillazos para Hollywood, menos posibilidades de crear un mercado de cine nacional, basado en la demanda de los propios peruanos.

El dilema del gremio cinematográfico que condujo a la aprobación de esta inexcusable norma –apoyarla o quedarse sin recursos– es falso. A diferencia del Congreso, el Ejecutivo, liderado por el Ministerio de Cultura, podría impulsar una iniciativa legal que posibilite financiar el cine nacional a través de un gravamen a las entradas correspondiente al 10%, siguiendo el modelo francés; distribuir proporcionalmente los recursos, promoviendo el desarrollo del cine regional; y modificar todos los artículos que consolidan la posición de dominio de Hollywood.

Esta es la salida que le corresponde a un Estado responsable de hacer valer su soberanía sobre la producción audiovisual nacional y la libertad cultural de sus ciudadanos.


Santiago Alfaro Rotondo

sábado, 1 de enero de 2011

La cinta blanca


Desde sus primeras imágenes, en un blanco y negro de bella austeridad y precisa nitidez, nos enfrentamos a una situación enigmática: ¿quiénes han provocado el cruel accidente que afectó al médico de ese pueblo protestante del norte de Alemania en el que transcurre la acción?

Nadie parece saberlo y todos se inquietan con los indicios, huellas y signos de los nuevos y misteriosos hechos de violencia y maltratos que van ocurriendo. Sucesos que se producen de un modo casi natural, en medio de una morosa normalidad, a la vista de cualquiera, pero herméticos a la interpretación y el entendimiento. Todo parece traslúcido en esta película, pero es, en verdad, opaco hasta lo impenetrable.

La historia empieza durante los meses previos al estallido de la Primera Guerra Mundial. El pueblo está marcado por jerarquías, diferencias y respetos. Los habitantes del pueblo se distinguen por sus roles y espacios de poder: el barón, el médico, el pastor luterano, la esposa del barón, el ama de llaves del médico, la familia campesina. También están los niños del pueblo, tal vez los seres menos previsibles, más indescifrables. El maestro es el narrador perplejo y retrospectivo de la acción: advierte a los espectadores, con la voz cascada de la vejez, que algunos de los sucesos que van a presenciar se mantuvieron velados para siempre. O, al menos, así se conservaron para su propia comprensión, siempre a la búsqueda de razones y motivos de los hechos. Hechos refractarios a cualquier explicación.
El carácter interrogativo del filme lo abre a la sugerencia parabólica: en ese pueblo se incuba el Mal, germen alimentado por la humillación sistemática de los débiles, la educación rigorista, la violencia ritual, la intolerancia puritana, el maltrato mental, la represión del goce, la humillación programada, la perversión naturalizada, la imposición de las ideas. Se ha dicho que “La cinta blanca” describe la formación de la generación de alemanes que sustentaron al nazismo veinte años después, pero la película apunta más lejos y ofrece una formulación más abierta y general: se ofrece como una radiografía del autoritarismo patriarcal y se pregunta si un régimen de ideas, afectos, poderes, sujeciones, fidelidades y disciplinas de esa naturaleza fertiliza los fanatismos de todo signo y de cualquier época.

Pese a la nitidez del trazo narrativo, cada ocurrencia de la acción apunta a lo incierto, a lo probable, a lo que queda anotado pero no formulado. A diferencia de otras películas de Haneke, que tienden a lo demostrativo, aquí los hechos se abren a todas las interpretaciones: acaso estamos ante violencias causadas por un conflicto de clases, o son resultado de la revancha por alguna humillación sexual, o asistimos a una reacción contra ancestrales sevicias patriarcales. O, tal vez, en ese pueblo de Alemania se han empezado a invertir, confundir o disolver los papeles, tareas y prácticas tradicionales de víctimas y verdugos.

La condición irresuelta de la acción, la entonación del narrador y el estilizado blanco y negro eliminan el realismo e imponen la distancia del espectador. Un clima ominoso, casi de horror, se extiende por la película creando desasosiego pero no conmoción. Todo está marcado por una mirada geométrica, de encuadres frontales, composición visual neta y límpida, exteriores bañados por una luz blanca y penetrante que evoca la del cine mudo nórdico, el de Sjöström y Dreyer, aunque sin su sensualidad, ya que todo aquí es cerebral, reconcentrado, conceptual. Un dispositivo de la mirada marca la representación de la violencia: nos enteramos de ella estando en interiores contrastados, a veces en penumbras, cuyos fondos entrevemos a través de ventanas semiabiertas. O acaso nos topamos con la perspectiva visual bloqueada por una puerta que clausura la observación de esa forma de tortura explícita a la que llaman educación.

Como pocas películas anteriores de Haneke, “La cinta blanca” afilia sus imágenes a una tradición y reconoce mentores y antecedentes: no sólo el viejo cine nórdico; también está la huella del Bergman severo de “Los comulgantes” y el del horrorizado por la génesis del mal en “El huevo de la serpiente”. Hay algo en el blanco y negro implacable y en la naturaleza de la descripción de una cruel educación que recuerda al “El joven Törless”, pero sobre todo se siente la influencia de dos notables películas “fantásticas": “Picnic en Hanging Rock”, de Peter Weir, y su flotante clima de incertidumbre, y “El pueblo de los malditos”, de Wolf Rilla, con su ambigua mirada sobre la inocencia de la niñez.

Ricardo Bedoya

Preferidas de 2010


Estrenos comerciales


Toy Story 3
Los amantes
Criatura de la noche
Paraíso
Los abrazos rotos
La cinta blanca
Red social
Enemigo interno
Kick-Ass, un superhéroe sin superpoderes.


Fuera del circuito comercial:

Carlos (versión larga, en formato serie televisiva), de Olivier Assayas
Of Time and the City, de Terence Davies
Passage à l'acte, de Martin Arnold
Singularidades de una chica rubia, de Manoel de Oliveira
Las hierbas locas, de Alain Resnais
Tío Boonmee que recuerda sus vidas pasadas, de Apichatpong Weerasethakul
*Corpus Callosum, de Michael Snow
Cuscús, de Abdellatif Kechiche
Alle Anderen, de Maren Ade
Las playas de Agnès, de Agnès Varda
Policía, adjetivo, de Corneliu Porumboiu
Carancho, de Pablo Trapero
Moscú, de Eduardo Coutinho
Ricardo Bedoya