El diario "Le Monde", bajo la firma de Aureliano Tonet, dice recoger rumores de las redes sociales para criticar los premios otrorgados por el jurado del último Festival de Cannes. En resumen dice que cuatro de los seis premios concedidos por el jurado presidido por Nanni Moretti fueron concedidos a películas coproducidas y/o distribuidas por una misma compañìa, Le Pact. Ellas son, "Reality", de Garrone; "Post Tenebras Lux", de Reygadas; "Más allá de las colinas", de Mungiu, y "The Angels' Share, de Ken Loach". Además, dice el diario francés, que la sociedad Le pacte coprodujo la última cinta de Moretti, "Habemus Papam", que fue distribuida por esa misma compañía en salas francesas.
El artículo agrega que no es la primera vez que se sospecha de conflictos de intereses en las decisiones de los jurados del Festival de Cannes. En 2004, Quentin Tarantino, presidente del jurado, le dio la Palma de Oro a "Fahrenheit 9/11", de Michael Moore, producida por Bob y Harvey Weinstein, también ligados a Tarantino. En 2009, Isabelle Huppert premió "La cinta blanca", de Michael Haneke. Huppert es una de las actrices preferidas del director austríaco.
Eso es lo que afirma el artículo de "Le Monde".
Inmediatamente, Thierry Fremaux, representante del Festival, sale al twitter y lamenta que "Le Monde", sin investigación y haciendo eco a rumores de las redes sociales, afirme la existencia de un conflicto de intereses entre Moretti y el palmarés reciente. Fremaux dice que afirmar tal cosa es olvidar que Moretti no tiene más que un voto sobre nueve y que creerlo corrupto es no conocerlo. Supone también atribuirle la condición de corrupto a todo el jurado.
Fremaux defiende también a Tarantino y dice que en 2004 Michael Moore obtuvo 5 votos contra 4 de Park Chan-wook (por "Old Boy"). Tarantino no votó por Moore. En su defensa de Isabelle Huppert dice que "La cinta blanca" ganó largamente en la decisión del jurado, de la prensa y de la opinión general.
Se revelan así intimidades del Festival.
Ricardo Bedoya
miércoles, 30 de mayo de 2012
Lima independiente
Se anuncia la segunda edición del Festival Lima Independiente, que se realizará entre el 16 y el 24 de junio. La programación es muy atractiva. En la competencia internacional destacan las argentinas "Yatasto", "Tierra de los padres" y "Papirosen". También están las chilenas "Sentados frente al fuego" y "Aquí estoy, aquí no". Novedades de la competencia nacional son "Apuyaya" de Juan Camborda y "El ordenador", de Omar Forero.
Habrá también focos, retrospectivas y proyecciones especiales en diversas sedes de Lima y regiones.
Más información aquí:
Web: http://www.limaindependiente.com/
Facebook: http://www.facebook.com/Cinelimaindependiente
Habrá también focos, retrospectivas y proyecciones especiales en diversas sedes de Lima y regiones.
Más información aquí:
Web: http://www.limaindependiente.com/
Facebook: http://www.facebook.com/Cinelimaindependiente
Muere director centenario
martes, 29 de mayo de 2012
Coco Chanel & Igor
“Coco Chanel & Igor” es una película de equilibrista. Jan Kounen hace malabares, piruetas y otras artes para encontrar el justo medio entre el folletín y el folletón. Es decir, entre el “melo” romántico y la ilustración biográfica convencional, con los personajes vestidos y maquillados para calzar con la “vera efigie” de la diseñadora y el músico genial. Por eso, nada aquí resulta ardiente, desafiante ni extremo. La pasión es tan fría como el cromatismo desaturado que prefería Coco. Hasta el escándalo que recibe el estreno de “La consagración de la primavera” aparece mitigado, ilustrativo, casi exhausto.
Jan Kounen fabrica, así, un artefacto que parece salido de la casa Chanel. El formato panorámico valoriza el trabajo de dirección artística, muy cuidado. Todo concuerda: mobiliario, paredes y vestidos conjugan la idea de hacer una película que luzca en blanco y negro aunque esté filmada en colores. El filme está cortado como un vestido a la medida. Con ese toque chic del “Cinéma de qualité” francés que lo convierte en un objeto decorativo del período del Art Déco al que evoca.
Los actores se limitan a estar ahí porque entienden cuál es su papel: pasearse delante de las escenografías Chanel o del museo Coco. Ser meras presencias. Anna Mouglalis hace de la impasible diseñadora en trance de encontrar el aroma de Chanel No. 5, y Mads Mikkelsen es un congelado Stravinsky que espera el reconocimiento universal.
Ricardo Bedoya
Jan Kounen fabrica, así, un artefacto que parece salido de la casa Chanel. El formato panorámico valoriza el trabajo de dirección artística, muy cuidado. Todo concuerda: mobiliario, paredes y vestidos conjugan la idea de hacer una película que luzca en blanco y negro aunque esté filmada en colores. El filme está cortado como un vestido a la medida. Con ese toque chic del “Cinéma de qualité” francés que lo convierte en un objeto decorativo del período del Art Déco al que evoca.
Los actores se limitan a estar ahí porque entienden cuál es su papel: pasearse delante de las escenografías Chanel o del museo Coco. Ser meras presencias. Anna Mouglalis hace de la impasible diseñadora en trance de encontrar el aroma de Chanel No. 5, y Mads Mikkelsen es un congelado Stravinsky que espera el reconocimiento universal.
Ricardo Bedoya
sábado, 26 de mayo de 2012
Susan Sontag y el cine
2001, odisea del espacio |
Aquí está el artículo:
http://www.newyorker.com/online/blogs/books/2012/05/susan-sontag-on-movies-for-interpretation.html
Luego, Brody escribe otro artículo sobre las películas preferidas de Sontag a partir de una lista que incluyó en sus diarios.
Cito los 20 primeros títulos:
"1. Bresson, Pickpocket
2. Kubrick, 2001
3. Vidor, The Big Parade
4. Visconti, Ossessione
5. Kurosawa, High and Low
6. [Hans-Jürgen] Syberberg, Hitler
7. Godard, 2 ou 3 Choses …
8. Rossellini, Louis XIV
9. Renoir, La Règle du Jeu
10. Ozu, Tokyo Story
11. Dreyer, Gertrud
12. Eisenstein, Potemkin
13. Von Sternberg, The Blue Angel
14. Lang, Dr. Mabuse
15. Antonioni, L’Eclisse
16. Bresson, Un Condamné à Mort …
17. Gance, Napoléon
18. Vertov, The Man with the [Movie] Camera
19. [Louis] Feuillade, Judex
20. Anger, Inauguration of the Pleasure Dome"
El artículo de Brody y la lista completa de las películas preferidas de Susan Sontag en :
http://www.newyorker.com/online/blogs/movies/2012/05/susan-sontag-best-films-list.html#ixzz1w0MPHBeQ
Ricardo Bedoya
Un cineasta aplaude a otro
David Cronenberg aplaude luego de la proyección de Io e Te, de Bernardo Bertolucci, en el Festival de Cannes.
Aquí la foto: http://blog.slate.fr/projection-publique/2012/05/24/une-belle-image/
Aquí la foto: http://blog.slate.fr/projection-publique/2012/05/24/une-belle-image/
Estudios sobre Antonioni
Zabriskie Point |
Pero, luego, se convierte en faro y referencia desde fines de los noventa.
Antonioni está muy presente en el cine de Tsai Ming-Liang, Lucrecia Martel, Kiarostami, Tarr, Yang, Angelopoulos, Ackerman, Wenders, Denis, Hsiao-Hsien, entre muchos otros.
Es decir, en la mayoría de los cineastas del "cine de la lentitud", según la apelación de Jonathan Romney, con su fetichismo por el registro de los espacios vacíos y de los tiempos dilatados sin aparente progresión dramática; por sus desencuadres; por el valor que le imprime al tiempo como materia dramática que fluye en moroso transcurrir; por sus maniáticas composiciones visuales de disposición geométrica; por sus interminables silencios expresivos; por su visión del cine como práctica vinculada a la de las artes plásticas contemporáneas; por su obsesión de encarnar la psicología de los personajes en sus gestos más banales; por su carácter de cronista del fin de una época y el inicio de otra; por su desafío al realismo a fuerza de registrar hasta el agotamiento las apariencias de la "realidad" perceptible; por su interés en indagar en las fronteras del documental y la ficción y atreverse a probar las nuevas tecnologías de la imagen y el sonido; por su capacidad para crear la correspondencia formal perfecta entre el hastío interior de los personajes y la impresión de uniforme vacuidad de los lugares que recorren; por su laconismo, convertido en marca de estilo, signo de su cine y efecto tantas veces imitado.
Antonioni y Monica Vitti |
http://filmstudiesforfree.blogspot.com/2012/05/sculpting-real-michelangelo-antonioni.html
Ricardo Bedoya
miércoles, 23 de mayo de 2012
Conversando sobre el proyecto de ley de cine
Mañana en "El placer de los ojos" conversamos sobre el proyecto de ley de cine que se ha elaborado por iniciativa del Ministerio de Cultura. Participan Judith Vélez, Guillermo Palacios y Paco Bardales..Va a las 11 de la noche por TVPerú y se repite el lunes próximo a la misma hora.
Ricardo Bedoya
Ricardo Bedoya
Desistfilm, revista de cine online
Mónica Delgado, junto con José Sarmiento, están editando Desistfilm, una revista online de crítica de cine.
La misma Mónica nos cuenta que la publicación es "multilingüe, con redactores de diversas partes del mundo: EEUU, Inglaterra, España, Tailandia, Italia y Filipinas. Este primer número tiene artículos sobre cine de la ex Yugoslavia, sobre Fran Zwartjes, y críticas a películas experimentales y entrevistas a directores y actores.También buscamos promover a nuevos cineastas, y en este caso hay un joven filipino de trabajo auspicioso."
La revista luce atractiva, sofisticada y con un afán abarcador y globalizante que evoca empeños como "La furia umana" o "Senses of cinema".
Habrá que seguirla con atención.
La tienen aquí:
http://www.desistfilm.com/
Lo que no queda claro es si Mónica seguirá con su Blog "Una crítica por día".
Ricardo Bedoya
La misma Mónica nos cuenta que la publicación es "multilingüe, con redactores de diversas partes del mundo: EEUU, Inglaterra, España, Tailandia, Italia y Filipinas. Este primer número tiene artículos sobre cine de la ex Yugoslavia, sobre Fran Zwartjes, y críticas a películas experimentales y entrevistas a directores y actores.También buscamos promover a nuevos cineastas, y en este caso hay un joven filipino de trabajo auspicioso."
La revista luce atractiva, sofisticada y con un afán abarcador y globalizante que evoca empeños como "La furia umana" o "Senses of cinema".
Habrá que seguirla con atención.
La tienen aquí:
http://www.desistfilm.com/
Lo que no queda claro es si Mónica seguirá con su Blog "Una crítica por día".
Ricardo Bedoya
Blog a su disposición
A propósito del post anterior al de "Drive" y a los comentarios intercambiados: Hans Rothgiesser tiene este blog a su disposición para escribir lo que desee sobre lo tratado en ese post o cualquier otro asunto relativo al proyecto de ley de cine. Será colocado como post.
Ricardo Bedoya
Ricardo Bedoya
Drive: escape perfecto
Los primeros diez minutos de “Drive” son de antología. Secos, expeditivos, silenciosos, de una geométrica eficacia. En la fuga, el conductor lo controla todo. El tiempo y el espacio están a su servicio y no hay discusión posible. Con gestos y actos precisos burla el peligro. El que lo contrata debe confiar en sus habilidades maquinales y en su capacidad para mimetizarse en la ciudad de Los Ángeles convertida en circuito, trampa, sistema, engranaje y laberinto. El personaje se define entonces.
Diseñado el retrato, empieza la demostración de las pistas que recorre el director danés Nicolas Winding Refn.
“Drive” es el ejercicio de un europeo cinéfilo que añora “A quemarropa” de Boorman (sin los flashbacks), “Thief” de Michael Mann, y “Driver” de Walter Hill. Pero también los policiales de Jean-Pierre Melville. Como en ellas, la película apuesta por un héroe impasible, un profesional que ejercita su oficio en el puro anonimato, un vengador que ejecuta con perfecta consciencia las reglas de su trabajo. Se alquila para el delito pero no quiere encararse con él. Los delincuentes que transporta ocupan el espacio trasero del auto y él no gira la cabeza para observarlos. Solo les concede algunos minutos para que todo se resuelva. Luciendo una gestualidad controlada hasta la manía, este hombre sin nombre es un lobo solitario que atraviesa un espacio abstracto, una ciudad resumida en signos, en líneas geométricas, en pistas miradas desde lo alto o recorridas en travellings que subrayan una sensación de paradójico vacío: la inmensa y poblada urbe vista de arriba y a lo lejos resulta tan cifrada como el rostro ausente del “driver”.
Ryan Gosling más que un personaje es un modelo: un ser que está entre el Delon de Melville y el Steve McQueen de los thrillers de los sesenta. Su presencia, talante y corporalidad se rigen por las leyes del “underplaying”, que cumple del modo más vistoso posible, aunque resulte una contradicción. Mientras menos actúa, más evidente es la “performance”. Su expresión angélica, sus reacciones de efecto retardado, sus giros corporales que se desaceleran: todos son signos de una languidez convertida en manierismo.
El laconismo, seguridad y profesionalismo del conductor lo ponen del lado del arquetipo. Además de ser “stuntman”, mecánico y conductor de atracos, el anónimo conductor se convierte en caballero andante que parte en defensa de su amenazada dama, como el Taxi Driver de otras épocas, pero sin la furia visceral ni la locura de Scorsese. En esa relación hay un déficit de tensión y hasta de verosimilitud tal vez porque Winding Refn desperdicia al personaje de Carey Mulligan y lo muestra pasivo, dependiente, sin mayor motivación, misterio ni agencia. Es decir, la dama del cuento vive para los otros y ellos disponen de su destino. Hasta los mafiosos que la amenazan tienen un costado burlesco, de caricatura. Son los fantoches del cuento, los malvados de opereta, los villanos que se sustentan solo por las presencias y solvencias de Brooks y de Perlman.
Esa fuga de la película hacia un territorio entre lúdico, grotesco y alucinado, le abre las puertas a un ejercicio de estilo que va de lo artificioso y decorativo (la secuencia en el cabaret con el mafioso amenazado y las coristas semidesnudas como escenografía viviente) a lo más neto y contundente: la escena del asalto, con la muerte de Standard y la persecución que sigue. Winding Refn es un extraordinario director de escenas de acción y un realizador absolutamente consciente de sus formas, sus guiños, sus referencias, su territorio de elección, sus artificios, sus gestos de suficiencia “cool” y su carácter de visitante culto en el museo de los íconos del thriller metálico y estilizado de los ochenta y acaso de otras vertientes del cine.
Por eso, el “modelo” Gosling, luego del primer lance en su torneo como caballero andante, empieza a mutar o a emplear otras máscaras. La de “hombre quieto” que tensa su musculatura de fisicoculturista ante la agresión, la de escorpión ponzoñoso (una simbología un tanto obvia y cargosa que lleva representada sobre la espalda de su casaca), la de protagonista de un “slasher”.
Winding Refn no se conforma con hacer una buena y ceñida cinta de persecuciones o un filme criminal conciso, eficaz, intenso y bello como los de Anthony Mann en los años cuarenta. Él busca dialogar con los géneros, someterse a sus reglas para luego distanciarse de ellas y mirarlas desde fuera. Pretende adornar la vidriera y montar una exposición virtuosa. Resalta, por eso, en cursivas, los giros brillantes, los que aprendió del Godard de “Band à part”, que los aprendió a su vez de Joseph H. Lewis: desconstruye el suspenso de la secuencia del ascensor dilatando el tiempo de la acción. Suspende el gesto de los personajes como si aspirara a volverlo eterno. Y del romance pasa a la masacre. O prolonga la secuencia del acoso a Perlman, una de las mejores de la película. Con una máscara de jebe, como si hubiese salido de un filme de serial killers, oculta su expresión neutral de inocencia angélica para atacar, golpear y matar en la orilla del mar. Es la última fase de su mutación: sigue siendo ángel, pero exterminador.
Ricardo Bedoya
martes, 22 de mayo de 2012
¿Las películas de terror como prueba de la diversidad cultural existente en nuestra cartelera?
Como Hans Rothgiesser se queja de que no enlazamos a su artículo en "Semana económica" y tal vez tiene razón, toda vez que antes remitimos al artículo de Siles que lo criticaba, aquí va el enlace omitido:
http://semanaeconomica.com/articulos/81486-la-promocion-de-la-cultura-como-problema-economico
Y aquí tienen otro artículo de Rothgiesser: http://mildemonios.lamula.pe/, que se explica por sí solo: las películas de terror son la prueba contundente de la floreciente diversidad de nuestra cartelera y de la apertura y tolerancia del mercado cinematográfico peruano a los cines del mundo.
Los lectores saben que a este blog "el cine de terror" no le "vale madres", como tampoco le "vale madres" el cine de acción ni el de superhéroes. Es más, las películas de terror suelen tener una atención preferente aquí.
Pero los lectores también saben que muchos de los colaboradores de este blog creemos que el mercado cinematográfico en el Perú no solo está distorsionado, sino que es excluyente, restrictivo, discriminatorio y ejerce prácticas que atentan contra los derechos del consumidor.
Y esas prácticas van desde convertir una función de cine en un mercado de venta de canchita y hot dogs en el interior de la sala cuando la película ya está iniciada, hasta el estreno de copias dobladas luego de realizar campañas publicitarias promoviendo las voces originales de actores de Hollywood.
O de cancelar estrenos anunciados. O de suspender funciones y echarle la culpa a la prensa por la mala información. O de concertar las fechas de los estrenos bloqueando la entrada de películas peruanas o europeas o asiáticas que puedan aspirar a un lanzamiento importante entre los meses de mayo y agosto, que corresponden a los de la primavera y el verano de los Estados Unidos, época de taquillazos. O en los meses de diciembre a abril porque van los estrenos de Navidad y los del Oscar.
O de invadir la cartelera con centenares de copias, saturando el mercado con un solo título que será reemplazado por otro que llegará recargado con un centenar de copias más. O de haber logrado la extrema liberalización de la calificación por edades hasta el punto en que cualquier niño puede entrar a ver cualquier cosa (y digo eso sin pizca de moralismo)
O de arrimar, en su segunda semana de exhibición, a las películas más interesantes -peruanas o de cualquier nacionalidad, incluidas algunas de terror que cita Rothgiesser- a las funciones de 3 de la tarde o de 11 de la noche. ¿Por qué? Porque se estrenaron sin el ruido mediático de "Los vengadores" y deben abrir paso a algún "hueso" cuya exhibición es requisito indispensable para el suministro de un blockbuster futuro.
Esta situación que describo no es privativa del Perú. Por eso, muchos países del mundo -de economías abiertas de mercado- poseen legislaciones que tratan de regular, poner límites, establecer racionalidad ahí donde algunos quieren que el pez grande siga comiéndose al chico.
Ricardo Bedoya
P.D.: Olvidaba decir que las películas de terror llegan con retraso no a causa de la búsqueda cinéfila de títulos exclusivos como parece pensar el economista autor del artículo . Los motivos son más simples. Algunos distribuidores, llamémoslos independientes, compran los derechos y traen copias usadas para el estreno local. Eso retrasa las fechas porque deben esperar que queden disponibles copias aceptables de segunda mano, en Argentina, en España, en México, o en otros lugares. Pero además tienen que esperar turno porque ellos no tienen la misma capacidad de negociación que poseen las representantes de las Majors con las cadenas exhibidoras. Siempre habrá un Harry Potter, un Hombre Araña o algún superhéroe ocupando espacio.
http://semanaeconomica.com/articulos/81486-la-promocion-de-la-cultura-como-problema-economico
Y aquí tienen otro artículo de Rothgiesser: http://mildemonios.lamula.pe/, que se explica por sí solo: las películas de terror son la prueba contundente de la floreciente diversidad de nuestra cartelera y de la apertura y tolerancia del mercado cinematográfico peruano a los cines del mundo.
Los lectores saben que a este blog "el cine de terror" no le "vale madres", como tampoco le "vale madres" el cine de acción ni el de superhéroes. Es más, las películas de terror suelen tener una atención preferente aquí.
Pero los lectores también saben que muchos de los colaboradores de este blog creemos que el mercado cinematográfico en el Perú no solo está distorsionado, sino que es excluyente, restrictivo, discriminatorio y ejerce prácticas que atentan contra los derechos del consumidor.
Y esas prácticas van desde convertir una función de cine en un mercado de venta de canchita y hot dogs en el interior de la sala cuando la película ya está iniciada, hasta el estreno de copias dobladas luego de realizar campañas publicitarias promoviendo las voces originales de actores de Hollywood.
O de cancelar estrenos anunciados. O de suspender funciones y echarle la culpa a la prensa por la mala información. O de concertar las fechas de los estrenos bloqueando la entrada de películas peruanas o europeas o asiáticas que puedan aspirar a un lanzamiento importante entre los meses de mayo y agosto, que corresponden a los de la primavera y el verano de los Estados Unidos, época de taquillazos. O en los meses de diciembre a abril porque van los estrenos de Navidad y los del Oscar.
O de invadir la cartelera con centenares de copias, saturando el mercado con un solo título que será reemplazado por otro que llegará recargado con un centenar de copias más. O de haber logrado la extrema liberalización de la calificación por edades hasta el punto en que cualquier niño puede entrar a ver cualquier cosa (y digo eso sin pizca de moralismo)
O de arrimar, en su segunda semana de exhibición, a las películas más interesantes -peruanas o de cualquier nacionalidad, incluidas algunas de terror que cita Rothgiesser- a las funciones de 3 de la tarde o de 11 de la noche. ¿Por qué? Porque se estrenaron sin el ruido mediático de "Los vengadores" y deben abrir paso a algún "hueso" cuya exhibición es requisito indispensable para el suministro de un blockbuster futuro.
Esta situación que describo no es privativa del Perú. Por eso, muchos países del mundo -de economías abiertas de mercado- poseen legislaciones que tratan de regular, poner límites, establecer racionalidad ahí donde algunos quieren que el pez grande siga comiéndose al chico.
Ricardo Bedoya
P.D.: Olvidaba decir que las películas de terror llegan con retraso no a causa de la búsqueda cinéfila de títulos exclusivos como parece pensar el economista autor del artículo . Los motivos son más simples. Algunos distribuidores, llamémoslos independientes, compran los derechos y traen copias usadas para el estreno local. Eso retrasa las fechas porque deben esperar que queden disponibles copias aceptables de segunda mano, en Argentina, en España, en México, o en otros lugares. Pero además tienen que esperar turno porque ellos no tienen la misma capacidad de negociación que poseen las representantes de las Majors con las cadenas exhibidoras. Siempre habrá un Harry Potter, un Hombre Araña o algún superhéroe ocupando espacio.
domingo, 20 de mayo de 2012
El primer desnudo
¿Cuál fue el primer desnudo del cine peruano?
¿El de Dora Baret en "Intimidad de los parques " (1965)? ¿Acaso el de Susana Pardahl en "En la selva no hay estrellas" (1966)? ¿O el muy púdico de María Emma Arata en "Taita Cristo", estrenada pocos meses después de la de Robles Godoy y que tuvo tantos problemas con la censura (1967)?
Frío, frío.
Para encontrarlo hay que remontarse a 1938.
Y lo podremos ver en julio porque la Filmoteca de la Universidad Católica proyectará, ahora sí, la versión restaurada de "De carne somos", de Sigifredo Salas, donde la bailarina Judith del Valle hace el que, tal vez, sea el primer desnudo del cine peruano, mientras realiza su espectáculo "Fantasía en abanicos".
Inmediatamente después, las hermanitas Travesí (Gloria, Angelita y Elvira) cantan "Puyú puyú".
Para no perdérselo.
Ricardo Bedoya
¿El de Dora Baret en "Intimidad de los parques " (1965)? ¿Acaso el de Susana Pardahl en "En la selva no hay estrellas" (1966)? ¿O el muy púdico de María Emma Arata en "Taita Cristo", estrenada pocos meses después de la de Robles Godoy y que tuvo tantos problemas con la censura (1967)?
Frío, frío.
Para encontrarlo hay que remontarse a 1938.
Y lo podremos ver en julio porque la Filmoteca de la Universidad Católica proyectará, ahora sí, la versión restaurada de "De carne somos", de Sigifredo Salas, donde la bailarina Judith del Valle hace el que, tal vez, sea el primer desnudo del cine peruano, mientras realiza su espectáculo "Fantasía en abanicos".
Inmediatamente después, las hermanitas Travesí (Gloria, Angelita y Elvira) cantan "Puyú puyú".
Para no perdérselo.
Ricardo Bedoya
jueves, 17 de mayo de 2012
Comisión de Cultura del Congreso aprueba proyecto que permitirá cumplir actual ley de cine
La Comisión de Cultura y Patrimonio Cultural del Congreso de la República aprobó por unanimidad el Proyecto de Ley de la Cinematografía. Ello le permitirá al Ministerio de Cultura cumplir este año con lo que dispone la vigente ley de cine, la 26370. Falta mucho aún para que vea la luz la nueva ley de cine que se preparó en dicho Ministerio.
¿Mercado sin distorsiones?
Un artículo de Manuel Siles sobre el proyecto de ley de cine en Revista Ideele:
http://www.revistaideele.com/ideele/content/%C2%BFimpuestos-y-cuota-de-pantalla-para-un-cine-que-detestamos
http://www.revistaideele.com/ideele/content/%C2%BFimpuestos-y-cuota-de-pantalla-para-un-cine-que-detestamos
miércoles, 16 de mayo de 2012
Bajo la influencia de Tarkovski
Otro ciclo que anuncia la Filmoteca para comenzar junio: "Las influencias de Tarkovski en el cine mundial". Es una muestra que repasa la impronta trascendente del ruso en cineastas de su propio ámbito cultural pero también en Hollywood y en otras cinematografías.
El ciclo comprende La ascensión, de Larisa Shepitko; Moloch y Elegía de un viaje, de Aleksandr Sokurov; Armonías de Werckmeister y El caballo de Turín de Béla Tarr; George Washington, de David Gordon Green; Solaris, de Steven Soderberg; El regreso de Andrey Zvyagintsev; La isla de Pavel Lounguine; Luz silenciosa de Carlos Reygadas; Cómo terminé este verano de Aleksei Popogrebsky; El hombre que podía recordar sus vidas pasadas de Apichtpong Weerasethakul; Almas silenciosas de Aleksei Fedorchenko.
El ciclo comprende La ascensión, de Larisa Shepitko; Moloch y Elegía de un viaje, de Aleksandr Sokurov; Armonías de Werckmeister y El caballo de Turín de Béla Tarr; George Washington, de David Gordon Green; Solaris, de Steven Soderberg; El regreso de Andrey Zvyagintsev; La isla de Pavel Lounguine; Luz silenciosa de Carlos Reygadas; Cómo terminé este verano de Aleksei Popogrebsky; El hombre que podía recordar sus vidas pasadas de Apichtpong Weerasethakul; Almas silenciosas de Aleksei Fedorchenko.
Todo Antonioni en junio
La Filmoteca de la Universidad Católica calienta motores para su programación de los meses de junio y julio.
En la segunda quincena de junio presentará una muestra completa de la obra de Michelangelo Antonioni, conmemorando el centenario de su nacimiento. La muestra incluye cortos y documentales, que son muy difíciles de ver. Un acontecimiento.
Los títulos que veremos, entre cortos y largos, son: Gente del Po; Nettezza urbana; Superstizione; Sette canne, un vestito; L'Amorosa mensogna; La Villa dei mostri; Vertigine; Cronaca di un amore; La signora senza camelie; I Vinti; L'Amore in città, episodio Tentato suicidio; Le amiche; Il Grido; L'avventura; La notte; L'eclisse; Il deserto rosso; Blow-up; Zabriskie Point; Chung Kuo; Professione: Reporter; Il Mistero di Oberwald; Identificazione di una donna (foto); Ritorno a Lista Bianca, Fotoromanza, Kumbha Mela; 12 registi per 12 città, segmento Roma; Noto, Mandorli, Vulcano, Stromboli, Carnevale; Al di lá delle nuvole; Lo Sguardo di Michelangelo; Eros, episodio Il filo pericoloso delle cose.
También se proyectará el documental Antonioni, storia di un autore de Gianfranco Mingozzi. Italia-Canadá, 1966.
En la segunda quincena de junio presentará una muestra completa de la obra de Michelangelo Antonioni, conmemorando el centenario de su nacimiento. La muestra incluye cortos y documentales, que son muy difíciles de ver. Un acontecimiento.
Los títulos que veremos, entre cortos y largos, son: Gente del Po; Nettezza urbana; Superstizione; Sette canne, un vestito; L'Amorosa mensogna; La Villa dei mostri; Vertigine; Cronaca di un amore; La signora senza camelie; I Vinti; L'Amore in città, episodio Tentato suicidio; Le amiche; Il Grido; L'avventura; La notte; L'eclisse; Il deserto rosso; Blow-up; Zabriskie Point; Chung Kuo; Professione: Reporter; Il Mistero di Oberwald; Identificazione di una donna (foto); Ritorno a Lista Bianca, Fotoromanza, Kumbha Mela; 12 registi per 12 città, segmento Roma; Noto, Mandorli, Vulcano, Stromboli, Carnevale; Al di lá delle nuvole; Lo Sguardo di Michelangelo; Eros, episodio Il filo pericoloso delle cose.
También se proyectará el documental Antonioni, storia di un autore de Gianfranco Mingozzi. Italia-Canadá, 1966.
Para seguir el Festival de Cannes
Algunos datos para los que quieran estar bien informados sobre lo que está pasando en el Festival de Cannes.
Manuel Yañez Murillo sigue el Festival en un blog de “Fotogramas”:
http://mi-mirada-sobre-cannes.blogs.fotogramas.es/
Micropsia, de Diego Lerer, acopia las calificaciones de críticos asistentes: http://micropsia.otroscines.com/2012/05/cannes-2012-arrancan-los-votos-de-la-critica/
El diario de Cannes de “The Guardian”:
http://www.guardian.co.uk/film/filmblog/2012/may/16/cannes-2012-diary-day-one
El blog de “Sight and Sound” desde Cannes:
http://www.bfi.org.uk/sightandsound/newsandviews/festivals/blog/cannes-2012-05-16-great-expectations.php
Manuel Yañez Murillo sigue el Festival en un blog de “Fotogramas”:
http://mi-mirada-sobre-cannes.blogs.fotogramas.es/
Micropsia, de Diego Lerer, acopia las calificaciones de críticos asistentes: http://micropsia.otroscines.com/2012/05/cannes-2012-arrancan-los-votos-de-la-critica/
El diario de Cannes de “The Guardian”:
http://www.guardian.co.uk/film/filmblog/2012/may/16/cannes-2012-diary-day-one
El blog de “Sight and Sound” desde Cannes:
http://www.bfi.org.uk/sightandsound/newsandviews/festivals/blog/cannes-2012-05-16-great-expectations.php
martes, 15 de mayo de 2012
La civilización del espectáculo y el cine: algunas preguntas
En “La civilización del espectáculo”, Mario Vargas Llosa lamenta que el cine haya perdido a sus grandes creadores. Ya no existen las grandes personalidades de otrora, como Orson Welles o Luchino Visconti, dice. En estos tiempos de frivolización se exalta como crédito artístico a Woody Allen, ese cineasta menor que equivale a aquellos creadores de mundos fílmicos ricos y complejos lo que Andy Warhol a Van Gogh en el terreno de la pintura. Tal es la opinión del autor de “Conversación en la Catedral”.
No voy a comparar aquí los méritos de esos directores, ni preguntarme si el cine de hoy ha perdido las profundidades y sutilezas del pasado como consecuencia de la irrupción de la “civilización del espectáculo” ni, mucho menos, sumarme a la irritación de los admiradores de Allen, ninguneado por la proclama del Nobel.
Pero sí quiero formular algunas preguntas acerca del lugar desde el que Vargas Llosa observa al cine actual porque lo que yo puedo ver en el panorama fílmico de estos tiempos es algo distinto.
Pero antes de las preguntas, vayan unas precisiones.
Me resisto a pensar que un observador tan informado y cosmopolita como Vargas Llosa juzgue el panorama del cine actual únicamente teniendo como orientación las programaciones de las multisalas. No hay que ser muy zahorí para concluir que en esas pantallas se impone lo más ramplón que ofrece un mercado que no admite regulación alguna ni conoce la noción de diversidad cultural. Ahí se ejerce la hegemonía de una industria que maneja el mercado planetario.
Eso es así, en efecto. Pero no olvidemos que fue justamente Vargas Llosa el que criticó las estrategias planteadas por los estados europeos para combatir la presencia incontrolable en las pantallas del mundo entero de los “tanques” del Hollywood más banal. Su oposición a la aplicación de los mecanismos de la “excepción cultural”, traducidos en cuotas de pantalla y en regímenes de promoción al cine de sus países o de la unión europea, se ventiló en artículos y debates durante la década pasada.
Pero el lamento del Vargas Llosa tiene que ver más bien con el deterioro del “cine de autor”. Y en este campo, para el Nobel, los pontífices del cine entendido como fenómeno de alta cultura, los personajes como Bergman, Fellini o Visconti, desaparecieron para dejar la posta al mínimo y pintoresco Woody Allen.
¿Cuál es la posición del observador fílmico Vargas Llosa? ¿Dónde ha ubicado la atalaya que le conduce a esa constatación? ¿Qué territorios del cine actual ha considerado para emitir el diagnóstico? ¿Habrá tenido en cuenta únicamente el flujo de películas que se programan en las multisalas de las ciudades del mundo, más bien escasas en las novedades de los autores? ¿Estará juzgando al cine internacional como un bloque homogéneo sin prestar atención a las singularidades y diferencias?
¿Habrá echado un vistazo a lo que ofrecen los circuitos del “cine de autor” actual? ¿Y si lo hizo, cuál de ellos habrá tenido en cuenta? ¿Habrá considerando el cine de hoy a partir de lo que exhiben los grandes festivales vidriera tipo Cannes o los de estilo boutique especializada en el estilo de Locarno o de Rotterdam? ¿Habrá prestado atención a las películas del “cine ampliado” que se exhibe en salas de exposiciones, museos, y las correspondencias filmadas que intercambian algunos cineastas del mundo? ¿Habrá visto las imágenes del cine que circulan por las redes y se transforman y enriquecen en sus cruces con los mundos de la publicidad, de la informática, de las artes plásticas, entre otras? ¿Conocerá las películas de Hou Hsiao-Hsien, Manoel de Oliveira, Edward Yang, Michael Haneke, Lee Chang-dong, Hong Sang-soo, Bruno Dumont, Naomi Kawase, Jia Zhanke, Pedro Costa, David Lynch, Wang Bing, Im Kwon-taek, Quentin Tarantino, Wong Kar-wai, Eduardo Coutinho, Chris. Marker, David Cronenberg, Béla Tarr, Abbas Kiarostami, Raymond Depardon, Jean-Luc y Pierre Dardenne, Olivier Assayas, Joao Canijo, Annaud Desplechin, Marco Bellocchio, algunos de los creadores más importantes del cine de los últimos años?
¿Es, en verdad, Woody Allen el faro creador que ilumina el panorama del cine actual? ¿Y si es así, cómo se puede acreditar o medir esa importancia? ¿Será, tal vez, por su grado de influencia en las obras de los más jóvenes? ¿Acaso la impronta de Allen está más vigente en los “nuevos cines” que las de Aki Kaurismaki, David Lynch, Béla Tarr, Tarantino, David Fincher e incluso Carlos Reygadas? ¿No estará pensando Vargas Llosa en el Woody Allen de “Annie Hall” o “Manhattan”, es decir, en el cineasta de hace más de tres décadas?
La afirmación de Vargas Llosa no se sostiene porque ignora la diversidad del cine actual, el que existe más allá de las “multisalas” y se resiste a ser arrasado por la banalidad y el entretenimiento sin más. Una diversidad que, por cierto, es estimulada y protegida por políticas estatales, por subsidios a la creación, por regímenes de “excepción cultural”.
Su atalaya fílmica pareciera estar ubicada –aunque resulte paradójico- en el corazón de la “civilización del espectáculo” y desde ahí el panorama se ve recortado, impreciso, parcial. El espejismo que nos vende esa civilización es que la esencia de lo fílmico se resume en los nombres de Michael Bay, Peter Berg o Jonathan Liesbeman, ejecutantes de los explosivos blockbusters de cada verano. En ese horizonte, el nombre de Woody Allen luce, sin duda, como una luminaria inalcanzable. Y esa es la única luminaria que parece distinguir el gran novelista.
El cine ya no es lo que era hasta hace unos años, es verdad. Antes era sólido y centrado, incluso previsible en sus clasificaciones, vertientes y diferencias genéricas. Se le encontraba en las inmensas salas públicas y nada más que en ellas. Ahora se ha multiplicado, migrado, fusionado y fragmentado. Se le encuentra en las grandes pantallas, en los museos, en las performances, en écranes colocados al aire libre, en soportes más grandes o más pequeños, fijos o móviles. Se produce en el centro y en los márgenes.
Pero nada de eso es causa de lamento o de nostalgia. Por el contrario, es de celebrar que nunca como ahora exista tal multiplicidad de imágenes, miradas, estilos, formatos, escrituras, modos de representar.
Ricardo Bedoya
No voy a comparar aquí los méritos de esos directores, ni preguntarme si el cine de hoy ha perdido las profundidades y sutilezas del pasado como consecuencia de la irrupción de la “civilización del espectáculo” ni, mucho menos, sumarme a la irritación de los admiradores de Allen, ninguneado por la proclama del Nobel.
Pero sí quiero formular algunas preguntas acerca del lugar desde el que Vargas Llosa observa al cine actual porque lo que yo puedo ver en el panorama fílmico de estos tiempos es algo distinto.
Pero antes de las preguntas, vayan unas precisiones.
Me resisto a pensar que un observador tan informado y cosmopolita como Vargas Llosa juzgue el panorama del cine actual únicamente teniendo como orientación las programaciones de las multisalas. No hay que ser muy zahorí para concluir que en esas pantallas se impone lo más ramplón que ofrece un mercado que no admite regulación alguna ni conoce la noción de diversidad cultural. Ahí se ejerce la hegemonía de una industria que maneja el mercado planetario.
Eso es así, en efecto. Pero no olvidemos que fue justamente Vargas Llosa el que criticó las estrategias planteadas por los estados europeos para combatir la presencia incontrolable en las pantallas del mundo entero de los “tanques” del Hollywood más banal. Su oposición a la aplicación de los mecanismos de la “excepción cultural”, traducidos en cuotas de pantalla y en regímenes de promoción al cine de sus países o de la unión europea, se ventiló en artículos y debates durante la década pasada.
Pero el lamento del Vargas Llosa tiene que ver más bien con el deterioro del “cine de autor”. Y en este campo, para el Nobel, los pontífices del cine entendido como fenómeno de alta cultura, los personajes como Bergman, Fellini o Visconti, desaparecieron para dejar la posta al mínimo y pintoresco Woody Allen.
¿Cuál es la posición del observador fílmico Vargas Llosa? ¿Dónde ha ubicado la atalaya que le conduce a esa constatación? ¿Qué territorios del cine actual ha considerado para emitir el diagnóstico? ¿Habrá tenido en cuenta únicamente el flujo de películas que se programan en las multisalas de las ciudades del mundo, más bien escasas en las novedades de los autores? ¿Estará juzgando al cine internacional como un bloque homogéneo sin prestar atención a las singularidades y diferencias?
¿Habrá echado un vistazo a lo que ofrecen los circuitos del “cine de autor” actual? ¿Y si lo hizo, cuál de ellos habrá tenido en cuenta? ¿Habrá considerando el cine de hoy a partir de lo que exhiben los grandes festivales vidriera tipo Cannes o los de estilo boutique especializada en el estilo de Locarno o de Rotterdam? ¿Habrá prestado atención a las películas del “cine ampliado” que se exhibe en salas de exposiciones, museos, y las correspondencias filmadas que intercambian algunos cineastas del mundo? ¿Habrá visto las imágenes del cine que circulan por las redes y se transforman y enriquecen en sus cruces con los mundos de la publicidad, de la informática, de las artes plásticas, entre otras? ¿Conocerá las películas de Hou Hsiao-Hsien, Manoel de Oliveira, Edward Yang, Michael Haneke, Lee Chang-dong, Hong Sang-soo, Bruno Dumont, Naomi Kawase, Jia Zhanke, Pedro Costa, David Lynch, Wang Bing, Im Kwon-taek, Quentin Tarantino, Wong Kar-wai, Eduardo Coutinho, Chris. Marker, David Cronenberg, Béla Tarr, Abbas Kiarostami, Raymond Depardon, Jean-Luc y Pierre Dardenne, Olivier Assayas, Joao Canijo, Annaud Desplechin, Marco Bellocchio, algunos de los creadores más importantes del cine de los últimos años?
¿Es, en verdad, Woody Allen el faro creador que ilumina el panorama del cine actual? ¿Y si es así, cómo se puede acreditar o medir esa importancia? ¿Será, tal vez, por su grado de influencia en las obras de los más jóvenes? ¿Acaso la impronta de Allen está más vigente en los “nuevos cines” que las de Aki Kaurismaki, David Lynch, Béla Tarr, Tarantino, David Fincher e incluso Carlos Reygadas? ¿No estará pensando Vargas Llosa en el Woody Allen de “Annie Hall” o “Manhattan”, es decir, en el cineasta de hace más de tres décadas?
La afirmación de Vargas Llosa no se sostiene porque ignora la diversidad del cine actual, el que existe más allá de las “multisalas” y se resiste a ser arrasado por la banalidad y el entretenimiento sin más. Una diversidad que, por cierto, es estimulada y protegida por políticas estatales, por subsidios a la creación, por regímenes de “excepción cultural”.
Su atalaya fílmica pareciera estar ubicada –aunque resulte paradójico- en el corazón de la “civilización del espectáculo” y desde ahí el panorama se ve recortado, impreciso, parcial. El espejismo que nos vende esa civilización es que la esencia de lo fílmico se resume en los nombres de Michael Bay, Peter Berg o Jonathan Liesbeman, ejecutantes de los explosivos blockbusters de cada verano. En ese horizonte, el nombre de Woody Allen luce, sin duda, como una luminaria inalcanzable. Y esa es la única luminaria que parece distinguir el gran novelista.
El cine ya no es lo que era hasta hace unos años, es verdad. Antes era sólido y centrado, incluso previsible en sus clasificaciones, vertientes y diferencias genéricas. Se le encontraba en las inmensas salas públicas y nada más que en ellas. Ahora se ha multiplicado, migrado, fusionado y fragmentado. Se le encuentra en las grandes pantallas, en los museos, en las performances, en écranes colocados al aire libre, en soportes más grandes o más pequeños, fijos o móviles. Se produce en el centro y en los márgenes.
Pero nada de eso es causa de lamento o de nostalgia. Por el contrario, es de celebrar que nunca como ahora exista tal multiplicidad de imágenes, miradas, estilos, formatos, escrituras, modos de representar.
Ricardo Bedoya
domingo, 13 de mayo de 2012
En Twitter
"Páginas del diario de Satán" tiene una cuenta en Twitter. Desde ahí informaremos de nuevos posts y enviaremos comentarios. La cuenta es: @paginasdesatan
Los vengadores por Hoberman
El efecto post-Bin Laden y sus repercusiones en "Los vengadores", según J. Hoberman.
http://www.guardian.co.uk/film/2012/may/11/avengers-hollywood-afraid-tackle-9-11
http://www.guardian.co.uk/film/2012/may/11/avengers-hollywood-afraid-tackle-9-11
sábado, 12 de mayo de 2012
Abandonadas: dos películas mexicanas
Interesante ejercicio el ver, una después de la otra, “Las abandonadas”, de Emilio “Indio” Fernández (1944), y “Miss bala”, de Gerardo Naranjo (2011)
Dos épocas del cine mexicano. El satinado melodrama del Indio Fernández se pliega a la convención fatal de la mujer que cae justo en el momento en que se apresta a vivir la felicidad plena. Desde entonces queda atrapada por el infortunio. Un hombre le enseña a Dolores del Río el desamor y la lanza a la prostitución. Más tarde, otro varón, Pedro Armendáriz, epítome de la virilidad plena, luciendo el avasallante uniforme de General, la fascina con su poder y liderazgo. La atrapa y la toma en rehén, no por voluntaria menos sojuzgada. Pero todo es un espejismo amoroso. El “general” es en verdad el jefe de la peligrosa banda de los asaltantes del automóvil gris. La ilusión acaba para una Dolores del Río a la que solo le queda la ruta que siguen “las abandonadas”, la de la calle, o la esquina, el lugar al que la confina el designio patriarcal.
Casi 70 años después, Gerardo Naranjo retoma, sin mencionarlo (acaso sin saberlo, porque esas influencias se inscriben en el ADN) las líneas maestras del clásico para ofrecer una variante perversa, de pesadilla, tan extrema que linda con la fantasía de horror. “Miss bala” es “Las abandonadas” en tiempos laberínticos.
Laura Guerrero (la magnífica Stephanie Sigman) también tiene ilusiones que son perturbadas en el momento en que parecen hacerse posibles. Las quiebra un sistema corrupto y violento construido por machos abusivos que se enfrentan en un campo de batalla que es el país mismo. Como la Dolores del Río de otrora, Laura también es rehén de un jefe criminal, pero no de un asaltante de bancos cualquiera sino del líder de un grupo de narcotráficantes, de los que cuelgan a sus víctimas bajo los puentes.
Pero aquí no se repite la fantasía erótica o el hechizo amoroso que el "Indio" Fernández imaginó para dos de las figuras míticas del cine mexicano clásico. El rostro intemporal de Dolores del Río y las cejas sublevadas y el mentón erguido de Pedro Armendáriz se transforman, en “Miss Bala”, en los cuerpos lacerados de Stephanie Sigman y de Noé Hernández, lanzados a un interminable ritual de posesión violenta, juego sádico y ejercicio de un poder sexista despótico. Y la legendaria banda del automóvil gris se potencia en una flota de poderosas camionetas cargadas de armas y drogas. Es la misma configuración patriarcal que antes seducía a Dolores y ahora tortura a Miss bala. Cambian las épocas, se transforman los modales, se conservan las esencias.
Cambia también el tratamiento cinematográfico. A diferencia del “Indio” Fernández, Naranjo filma las emociones desde la distancia, sin imponer la afección del primer plano. La secuencia de la elección de “Miss Baja California” es ejemplar al respecto. Y muestra los desplazamientos de la violencia como si fuesen los de una coreografía que se aleja del realismo. Los tiempos se dilatan, el sonido es trepidante y el movimiento de los violentos tiene un aire de mimo, de pose y de danza que esboza la irrealidad incluso cuando quiere irrumpir en el relato con el carácter de crónica de hechos terribles pero cotidianos.
Ricardo Bedoya
Dos épocas del cine mexicano. El satinado melodrama del Indio Fernández se pliega a la convención fatal de la mujer que cae justo en el momento en que se apresta a vivir la felicidad plena. Desde entonces queda atrapada por el infortunio. Un hombre le enseña a Dolores del Río el desamor y la lanza a la prostitución. Más tarde, otro varón, Pedro Armendáriz, epítome de la virilidad plena, luciendo el avasallante uniforme de General, la fascina con su poder y liderazgo. La atrapa y la toma en rehén, no por voluntaria menos sojuzgada. Pero todo es un espejismo amoroso. El “general” es en verdad el jefe de la peligrosa banda de los asaltantes del automóvil gris. La ilusión acaba para una Dolores del Río a la que solo le queda la ruta que siguen “las abandonadas”, la de la calle, o la esquina, el lugar al que la confina el designio patriarcal.
Casi 70 años después, Gerardo Naranjo retoma, sin mencionarlo (acaso sin saberlo, porque esas influencias se inscriben en el ADN) las líneas maestras del clásico para ofrecer una variante perversa, de pesadilla, tan extrema que linda con la fantasía de horror. “Miss bala” es “Las abandonadas” en tiempos laberínticos.
Laura Guerrero (la magnífica Stephanie Sigman) también tiene ilusiones que son perturbadas en el momento en que parecen hacerse posibles. Las quiebra un sistema corrupto y violento construido por machos abusivos que se enfrentan en un campo de batalla que es el país mismo. Como la Dolores del Río de otrora, Laura también es rehén de un jefe criminal, pero no de un asaltante de bancos cualquiera sino del líder de un grupo de narcotráficantes, de los que cuelgan a sus víctimas bajo los puentes.
Pero aquí no se repite la fantasía erótica o el hechizo amoroso que el "Indio" Fernández imaginó para dos de las figuras míticas del cine mexicano clásico. El rostro intemporal de Dolores del Río y las cejas sublevadas y el mentón erguido de Pedro Armendáriz se transforman, en “Miss Bala”, en los cuerpos lacerados de Stephanie Sigman y de Noé Hernández, lanzados a un interminable ritual de posesión violenta, juego sádico y ejercicio de un poder sexista despótico. Y la legendaria banda del automóvil gris se potencia en una flota de poderosas camionetas cargadas de armas y drogas. Es la misma configuración patriarcal que antes seducía a Dolores y ahora tortura a Miss bala. Cambian las épocas, se transforman los modales, se conservan las esencias.
Cambia también el tratamiento cinematográfico. A diferencia del “Indio” Fernández, Naranjo filma las emociones desde la distancia, sin imponer la afección del primer plano. La secuencia de la elección de “Miss Baja California” es ejemplar al respecto. Y muestra los desplazamientos de la violencia como si fuesen los de una coreografía que se aleja del realismo. Los tiempos se dilatan, el sonido es trepidante y el movimiento de los violentos tiene un aire de mimo, de pose y de danza que esboza la irrealidad incluso cuando quiere irrumpir en el relato con el carácter de crónica de hechos terribles pero cotidianos.
Ricardo Bedoya
Las 15 películas (y algunas otras) más esperadas del Festival de Cannes que se inicia
The Playlist, blog de Indiewire publica una lista de las 15 películas más esperadas del Festival de Cannes que arranca la próxima semana. Figuran lo último de Cronenberg, Kiarostami, Haneke, Lee Daniels, Reygadas, entre otros.
Aquí la tienen: http://blogs.indiewire.com/theplaylist/the-playlists-15-most-anticipated-pictures-of-the-cannes-film-festival-20120509
Aquí la tienen: http://blogs.indiewire.com/theplaylist/the-playlists-15-most-anticipated-pictures-of-the-cannes-film-festival-20120509
jueves, 10 de mayo de 2012
Nuevo director del BAFICI
El Festival de Cine Independiente de Buenos Aires tiene nuevo director. Marcelo Panozzo, periodista y crítico de la revista "El amante", reemplaza en el cargo a Sergio Wolf.
Más información aquí: http://es-us.noticias.yahoo.com/marcelo-panozzo-reemplaza-sergio-wolf-director-artistico-191701405.html
Más información aquí: http://es-us.noticias.yahoo.com/marcelo-panozzo-reemplaza-sergio-wolf-director-artistico-191701405.html
Deseos culpables (Shame)
Se estrena “Shame”, con el título “Deseos culpables”. La dirige el británico Steve McQueen (“Hunger”)
Es el retrato de Brandon, un solitario dependiente de su relación obsesiva, compulsiva, con el sexo. McQueen centra la atención de su cámara en el cuerpo del actor Michael Fassbender. Documenta su presencia física, su corporalidad, sus gestos mecánicos, su concentración permanente y los movimientos de cazador urbano con que recorre Manhattan. Famoso artista plástico y realizador de películas experimentales, McQueen convierte a Nueva York en una jaula de cristal donde coexisten todas las soledades. Oficinas y departamentos son como celdas divididas por vidrios que resultan a la vez traslúcidos y como espejos. A través de ellos se ven o se adivinan los deseos de los otros y rebotan las imágenes de los deseos personales. Y todo transcurre en el vacío absoluto. La luz tiene una cualidad metálica, como si las noches de Manhattan lucieran un tono acerado y hasta agresivo. La composición visual apuesta a la geometría rigurosa. Las verticales marcan la tensión creciente de la insatisfacción de Brandon; son los ejes que dividen su vida, partida, disociada.
En la primera parte de la película, todo es acumulativo. Seguimos a Brandon en sus actividades sexuales maquinales, en las masturbaciones que practica aquí y allá, en su consumo de películas porno. Situaciones que le brindan alguna satisfacción inmediata pero no goce auténtico y que la película registra con un aire de constatación fría, de anotación notarial, de silencioso registro de una conducta frente a la que no cabe mayor comentario moral.
McQueen echa mano a los recursos del cineasta que llega a la industria luego de haber transitado las vías del filme de arte o del vídeo experimental: dilata el tiempo de duración de los encuadres, mantiene el plano o prolonga el movimiento de la cámara de modo inusual hasta escapar de los requerimientos estrictos de la narración. Ahí está el travelling de varios minutos que sigue a Brandon haciendo jogging por Manhattan con el fondo sonoro de Bach o el rostro de Carey Mulligan (notable presencia) fraseando “New York, New York” hasta encontrar en la canción un tono de plegaria, de lamento, de afección que echa en falta acaso la relación perdida con el hermano.
Pero ese costado clínico de la mirada de McQueen cede progresivamente al pathos y la solemnidad. Es curioso, pero llegado cierto punto de la película los personajes (Brandon y su hermana) empiezan a clamar por castigo o por redención. Y entonces la congelada geometría de ese mundo que rodea a Brandon se convierte en una sucursal del infierno, y la vergüenza del título de la película adquiere un sentido punitivo, moralizador. La secuencia de la relación sexual de Brandon con las dos mujeres lo muestra tomado por quién sabe qué culpa tormentosa o por un éxtasis que expurga el deseo que antes lo dominó. Mira a la cámara para interpelar al espectador sobre su pesar, su culpa, su verguenza o todo ello junto. El énfasis dramático de la secuencia es tal que contradice todo lo que vimos hasta entonces. Raro, paradójico.
Ricardo Bedoya
Es el retrato de Brandon, un solitario dependiente de su relación obsesiva, compulsiva, con el sexo. McQueen centra la atención de su cámara en el cuerpo del actor Michael Fassbender. Documenta su presencia física, su corporalidad, sus gestos mecánicos, su concentración permanente y los movimientos de cazador urbano con que recorre Manhattan. Famoso artista plástico y realizador de películas experimentales, McQueen convierte a Nueva York en una jaula de cristal donde coexisten todas las soledades. Oficinas y departamentos son como celdas divididas por vidrios que resultan a la vez traslúcidos y como espejos. A través de ellos se ven o se adivinan los deseos de los otros y rebotan las imágenes de los deseos personales. Y todo transcurre en el vacío absoluto. La luz tiene una cualidad metálica, como si las noches de Manhattan lucieran un tono acerado y hasta agresivo. La composición visual apuesta a la geometría rigurosa. Las verticales marcan la tensión creciente de la insatisfacción de Brandon; son los ejes que dividen su vida, partida, disociada.
En la primera parte de la película, todo es acumulativo. Seguimos a Brandon en sus actividades sexuales maquinales, en las masturbaciones que practica aquí y allá, en su consumo de películas porno. Situaciones que le brindan alguna satisfacción inmediata pero no goce auténtico y que la película registra con un aire de constatación fría, de anotación notarial, de silencioso registro de una conducta frente a la que no cabe mayor comentario moral.
McQueen echa mano a los recursos del cineasta que llega a la industria luego de haber transitado las vías del filme de arte o del vídeo experimental: dilata el tiempo de duración de los encuadres, mantiene el plano o prolonga el movimiento de la cámara de modo inusual hasta escapar de los requerimientos estrictos de la narración. Ahí está el travelling de varios minutos que sigue a Brandon haciendo jogging por Manhattan con el fondo sonoro de Bach o el rostro de Carey Mulligan (notable presencia) fraseando “New York, New York” hasta encontrar en la canción un tono de plegaria, de lamento, de afección que echa en falta acaso la relación perdida con el hermano.
Pero ese costado clínico de la mirada de McQueen cede progresivamente al pathos y la solemnidad. Es curioso, pero llegado cierto punto de la película los personajes (Brandon y su hermana) empiezan a clamar por castigo o por redención. Y entonces la congelada geometría de ese mundo que rodea a Brandon se convierte en una sucursal del infierno, y la vergüenza del título de la película adquiere un sentido punitivo, moralizador. La secuencia de la relación sexual de Brandon con las dos mujeres lo muestra tomado por quién sabe qué culpa tormentosa o por un éxtasis que expurga el deseo que antes lo dominó. Mira a la cámara para interpelar al espectador sobre su pesar, su culpa, su verguenza o todo ello junto. El énfasis dramático de la secuencia es tal que contradice todo lo que vimos hasta entonces. Raro, paradójico.
Ricardo Bedoya
martes, 8 de mayo de 2012
Taller de dirección artística
Marta Méndez, directora de arte de películas como "La boca del lobo" y "Caídos del cielo", dictará un Taller de Dirección Artística Audiovisual. Se realizará los días sábado 12 y domingo 13 de mayo. El objetivo es capacitar a realizadores, productores y directores de fotografía en el conocimiento del valor de la dirección artística en el diseño de los proyectos audiovisuales.
El taller tendrá lugar en el Instituto Charles Chaplin.
Informes e inscripciones: eventoslucaniperu@gmail.com / 993797325
El taller tendrá lugar en el Instituto Charles Chaplin.
Informes e inscripciones: eventoslucaniperu@gmail.com / 993797325
lunes, 7 de mayo de 2012
Un árbol exitoso
"El árbol de la vida" ha resultado un éxito inesperado: 18,000 espectadores en su primera semana. La cifra parece ridícula si la comparamos con la obtenida por "Los vengadores" (más de 650,000), pero es importante para una película de ese tipo y esas exigencias.
sábado, 5 de mayo de 2012
El cine peruano en el BAFICI
Es ya habitual la escasa presencia del cine peruano en la programación del BAFICI. Aunque esa escasez abarca en general a la producción de América Latina. Este año Chile estuvo más representado, pero la participación de películas brasileñas y mexicanas casi no se hizo notar, a excepción de Las canciones, del brasileño Eduardo Coutinho.
Está bien privilegiar la producción local, pero el BAFICI podría ofrecer mayor espacio a lo que se viene haciendo, de manera creciente, en los diversos países. Hay una muestra competitiva argentina y se podría hacer otra de alcance latinoamericano, reduciendo el número de películas argentinas en la competencia internacional y, sin menoscabo de incluir también allí una o dos cintas argentinas, colocar otras en la competencia regional.
Este año la única película peruana que se vio en el BAFICI fue el documental de Delia Ackerman, Esas voces que curan, que estuvo también en en Festival de Lima del año pasado,codirigido con Heather Greer en la competencia documental.
En el BAFICI, el mediometraje de 45 minutos de Ackerman, que asistió al festival y presentó su documental se programó un lado de El informe Jarski, también un mediometraje, del francés Claude Lanzmann, el director de Shoah, uno de los testimonios más contundentes que el cine ha ofrecido sobre el genocidio de los judíos en la segunda guerra mundial.
Esas voces que curan es un film de vocación antropológica registrado en la comunidad shipibo-coniba de la amazonía peruana en el que el chamanismo se constituye en el objeto central de atención. Pero, a diferencia de otros documentales sobre el tema, éste no lo hace a través de las habituales figuras masculinas, que parecían marcar una tradición de origen casi exclusivamente patriarcal, sino de una mujer, Herlinda Agustín-Fernández, lo que marca un cambio en la percepción de un fenómeno muy arraigado en las comunidades selváticas y con una notoria influencia incluso en los espacios urbanos de la costa peruana.
Isaac León Frías
Está bien privilegiar la producción local, pero el BAFICI podría ofrecer mayor espacio a lo que se viene haciendo, de manera creciente, en los diversos países. Hay una muestra competitiva argentina y se podría hacer otra de alcance latinoamericano, reduciendo el número de películas argentinas en la competencia internacional y, sin menoscabo de incluir también allí una o dos cintas argentinas, colocar otras en la competencia regional.
Este año la única película peruana que se vio en el BAFICI fue el documental de Delia Ackerman, Esas voces que curan, que estuvo también en en Festival de Lima del año pasado,codirigido con Heather Greer en la competencia documental.
En el BAFICI, el mediometraje de 45 minutos de Ackerman, que asistió al festival y presentó su documental se programó un lado de El informe Jarski, también un mediometraje, del francés Claude Lanzmann, el director de Shoah, uno de los testimonios más contundentes que el cine ha ofrecido sobre el genocidio de los judíos en la segunda guerra mundial.
Esas voces que curan es un film de vocación antropológica registrado en la comunidad shipibo-coniba de la amazonía peruana en el que el chamanismo se constituye en el objeto central de atención. Pero, a diferencia de otros documentales sobre el tema, éste no lo hace a través de las habituales figuras masculinas, que parecían marcar una tradición de origen casi exclusivamente patriarcal, sino de una mujer, Herlinda Agustín-Fernández, lo que marca un cambio en la percepción de un fenómeno muy arraigado en las comunidades selváticas y con una notoria influencia incluso en los espacios urbanos de la costa peruana.
Isaac León Frías
Adiós a las películas en 35 milímetros
La Fox ha anunciado que dejará de distribuir películas de celuloide en 35 milímetros a fines de 2013.
Más aquí: http://www.decine21.com/Magazine/Se-muere-el-cine-convencional-97183
Y aquí: http://www.hollywoodreporter.com/news/cinemacon-2012-fox-35mm-john-fithian-chris-dodd-distribution-digital-exhibition-315688
Más aquí: http://www.decine21.com/Magazine/Se-muere-el-cine-convencional-97183
Y aquí: http://www.hollywoodreporter.com/news/cinemacon-2012-fox-35mm-john-fithian-chris-dodd-distribution-digital-exhibition-315688
viernes, 4 de mayo de 2012
De basura y de arte
Gracias a la información proporcionada por un lector del blog, descubrimos un artículo de Michael Blowhardt que no tiene desperdicio. Se llama "Gente de libros, gente de cine" y es polémico y divertido. Dice cosas tan provocadoras y acaso ciertas como estas:
"(...) La gente de cine tiene la convicción de que la basura y el arte están íntima y necesariamente ligados: teniendo en cuenta que el cine tiene raíces en el entretenimiento sin pretensiones, una buena película es aquella que combina el brío y el poder del entretenimiento popular con los valores, la complejidad y los placeres del gran arte.
Si lo piensas, la gente de cine no se diferencia mucho de los amantes de la comida. (Nunca he sido amigo de los gourmets snobs que desprecian cualquier cosa que no tenga tres estrellas y que no venga descrita en francés). Los amantes de la comida que conozco son comelones pluralistas: “me encanta la comida” es lo que suelen decir. Les gustan los platos baratos de comida étnica, la cocina fusión de vanguardia, una buena hamburguesa, un plato de macarrones y queso hecho en casa, un sushi exquisito, etc. Tienen un enfoque arriesgado y ecléctico sobre la comida. Se trata de buscar el sabor donde esté y cuando sea, y al diablo con la moderación y los niveles de colesterol. Lo que les disgusta no es la comida popular; es la comida pretenciosa y estirada.
La persona típica del mundo del cine me parece una criatura similar. Le encantan las películas de monstruos y los cortometrajes de vanguardia; es un especialista en algún género; le gustan un par de estrellas del cine porno y adora a unos cuantos actores legítimos. Pero también se emociona si tiene la oportunidad de discutir sobre Fellini, Godard y Hou Hsiao-Hsien. Lo que le desagrada a ese tipo de persona son las películas que se quedan a mitad del camino (incluso si tiene que hacerlas como parte de su profesión).
(...) La visión de la gente de libros es muy diferente. Es más respetable. Como quedó demostrado en la reciente pelea entre Stephen King y Shirley Hazzard, los libros basura y el arte todavía no se sientan en la misma sección del bus: la perspectiva del mundo de los libros —al menos la del mundo editorial respetable— sigue siendo segregacionista. Si la visión de la gente de cine tiene que ver con la relación vital que existe entre el arte y la basura y con la forma en que ambos se retroalimentan entre sí, la imaginación de la gente de libros gira alrededor de la batalla sin fin que libran el arte, el talento y el cerebro para triunfar sobre las fuerzas del dinero, la manipulación y la fama (...)"
El artículo completo lo encuentran en la edición digital de la revista "El malpensante":
http://elmalpensante.com/index.php?doc=display_contenido&id=1163
"(...) La gente de cine tiene la convicción de que la basura y el arte están íntima y necesariamente ligados: teniendo en cuenta que el cine tiene raíces en el entretenimiento sin pretensiones, una buena película es aquella que combina el brío y el poder del entretenimiento popular con los valores, la complejidad y los placeres del gran arte.
Si lo piensas, la gente de cine no se diferencia mucho de los amantes de la comida. (Nunca he sido amigo de los gourmets snobs que desprecian cualquier cosa que no tenga tres estrellas y que no venga descrita en francés). Los amantes de la comida que conozco son comelones pluralistas: “me encanta la comida” es lo que suelen decir. Les gustan los platos baratos de comida étnica, la cocina fusión de vanguardia, una buena hamburguesa, un plato de macarrones y queso hecho en casa, un sushi exquisito, etc. Tienen un enfoque arriesgado y ecléctico sobre la comida. Se trata de buscar el sabor donde esté y cuando sea, y al diablo con la moderación y los niveles de colesterol. Lo que les disgusta no es la comida popular; es la comida pretenciosa y estirada.
La persona típica del mundo del cine me parece una criatura similar. Le encantan las películas de monstruos y los cortometrajes de vanguardia; es un especialista en algún género; le gustan un par de estrellas del cine porno y adora a unos cuantos actores legítimos. Pero también se emociona si tiene la oportunidad de discutir sobre Fellini, Godard y Hou Hsiao-Hsien. Lo que le desagrada a ese tipo de persona son las películas que se quedan a mitad del camino (incluso si tiene que hacerlas como parte de su profesión).
(...) La visión de la gente de libros es muy diferente. Es más respetable. Como quedó demostrado en la reciente pelea entre Stephen King y Shirley Hazzard, los libros basura y el arte todavía no se sientan en la misma sección del bus: la perspectiva del mundo de los libros —al menos la del mundo editorial respetable— sigue siendo segregacionista. Si la visión de la gente de cine tiene que ver con la relación vital que existe entre el arte y la basura y con la forma en que ambos se retroalimentan entre sí, la imaginación de la gente de libros gira alrededor de la batalla sin fin que libran el arte, el talento y el cerebro para triunfar sobre las fuerzas del dinero, la manipulación y la fama (...)"
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jueves, 3 de mayo de 2012
Música y cine
La Sociedad Filarmónica de Lima, celebrando sus 105 años de vida institucional, ha organizado en colaboración con la Filmoteca de la Pontificia Universidad Católica del Perú un ciclo de películas que tienen como nexo el abordar la vida y la obra de un compositor o un estilo musical.
Las películas que se proyectarán son: Crónica de Anna Magdalena Bach, Mi nombre es Bach, El silencio antes de Bach, Amadeus, Don Giovanni, Amada Inmortal, La Pasión de Beethoven. También se incluye Todas las mañanas del mundo, de Alain Corneau.
Las proyecciones se realizarán un sábado de cada mes, entre los meses de mayo a noviembre, con excepción de mayo que tendrá dos funciones, los sábados 5 y 26. La primera función es el sábado 5 de mayo, a las 11 a.m, con Crónica de Anna Magdalena Bach, de Danièle Huillet y Jean-Marie Straub. Antes de cada proyección se realizará una presentación de la película. Todas las funciones se realizarán en la sala Azul del Centro Cultural de la PUCP (Av. Camino Real 1075, San Isidro). El ingreso es libre.
Las películas que se proyectarán son: Crónica de Anna Magdalena Bach, Mi nombre es Bach, El silencio antes de Bach, Amadeus, Don Giovanni, Amada Inmortal, La Pasión de Beethoven. También se incluye Todas las mañanas del mundo, de Alain Corneau.
Las proyecciones se realizarán un sábado de cada mes, entre los meses de mayo a noviembre, con excepción de mayo que tendrá dos funciones, los sábados 5 y 26. La primera función es el sábado 5 de mayo, a las 11 a.m, con Crónica de Anna Magdalena Bach, de Danièle Huillet y Jean-Marie Straub. Antes de cada proyección se realizará una presentación de la película. Todas las funciones se realizarán en la sala Azul del Centro Cultural de la PUCP (Av. Camino Real 1075, San Isidro). El ingreso es libre.
Hoberman sobre la crítica
Interesante entrevista con el crítico norteamericano J. Hoberman en la edición 50 de la revista canadiense "Cinema Scope".
http://cinema-scope.com/cinema-scope-magazine/film-criticism-after-film-criticism-the-j-hoberman-affair/
http://cinema-scope.com/cinema-scope-magazine/film-criticism-after-film-criticism-the-j-hoberman-affair/
Fiscal cinéfilo
Eduardo Torres-Dulce, cinéfilo y autor de un libro sobre John Ford, es el Fiscal General de España, nombrado por el gobierno de Rajoy. Su cargo se prolongará durante los próximos cinco años.
Una crisis que nos afecta
Preocupante el panorama descrito por Diego Batlle en este artículo publicado en "Otros cines": http://www.otroscines.com/editorial.php
Algunos se preguntarán en qué nos afecta esta crisis bonaerense de las salas de exhibición de películas no hollywoodenses. La respuesta es simple. Algunos distribuidores locales de ese tipo de películas esperan que las cintas se estrenen en Buenos Aires para comprar las copias ahí y traerlas a nuestras salas, en copias usadas pero visibles. Es decir, adquieren copias más baratas.
Si las salas de "arte" argentinas empiezan a cerrar, la distribución de ese tipo de películas seguirá el mismo camino. En esas condiciones, el panorama de la exhibición local de las "otras películas" se reducirá aún más por carencia de proveedores.
Ricardo Bedoya
Algunos se preguntarán en qué nos afecta esta crisis bonaerense de las salas de exhibición de películas no hollywoodenses. La respuesta es simple. Algunos distribuidores locales de ese tipo de películas esperan que las cintas se estrenen en Buenos Aires para comprar las copias ahí y traerlas a nuestras salas, en copias usadas pero visibles. Es decir, adquieren copias más baratas.
Si las salas de "arte" argentinas empiezan a cerrar, la distribución de ese tipo de películas seguirá el mismo camino. En esas condiciones, el panorama de la exhibición local de las "otras películas" se reducirá aún más por carencia de proveedores.
Ricardo Bedoya
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