miércoles, 31 de diciembre de 2008

Mejores del 2008: José Carlos Cabrejo



A diferencia del año pasado, el 2008 ha presentado, al menos en comparación, una mayor cantidad de títulos valiosos en la cartelera comercial. Cintas como "Expiación, deseo y pecado", "Dueños de la noche", "Relaciones peligrosas", "El asesinato de Jesse James", "El diario de los muertos", entre algunas otras, me parecieron muy apreciables. Sin embargo, son ocho las películas que para mi gusto brillaron muy por encima de las demás películas estrenadas durante el año (las coloco sin ningún orden de preferencia):


Crimen oculto (Paranoid Park, en la foto): Es una película que nos absorbe con la lentitud del tránsito de su protagonista, con la quietud con que percibe la vida, que se distancia de ciertas figuras sociales (los padres, la pareja) para dejarse llevar por la evasión, por el placer de lo vacuo, metaforizada por el manejo de un skate; acto rutinario que en la puesta en escena de Van Sant deviene en un momento de sublime poesía audiovisual.


Luz silenciosa (Stellet Licht): Reygadas mezcló la espacialidad de ecos metafísicos de Ozu y la intensidad pasional de las imágenes del cine de Dreyer. Así, logró un relato sugestivo sobre la fe y la carne.


Luces al atardecer (Laitkaupungin valot): Es una cinta que encandila con su romanticismo näif, que se expresa en esa actuación desdramatizada, en clave baja, de su personaje principal, que parece alguno de esos memorables y lacónicos protagonistas de Bresson.


Petróleo sangriento (There will be blood): El filme recuerda a ese majestuoso y soberbio relato de ascenso y caída que es "Ciudadano Kane" de Orson Welles, pero con una lóbrega fotografía de potencia épica, y una actuación de Daniel Day-Lewis que le da al filme una vibración torva y visceral.


Sin lugar para los débiles (No country for old men): La cinta de los hermanos Coen toma parte de la tradición de un género clásico deHollywood como el film noir (cine negro), para dar una visión fría ydespiadada del mundo contemporáneo, habitado por criminales sin razones ni móviles y sujetos de ambigüedades morales; invadido por la sensación de que la muerte ha perdido su capacidad de conmover y no es más que un fantasma cotidiano al acecho.


Promesas peligrosas (Eastern promises): Es otra película claramente asociada al film noir, aunque adaptada al universo carnal del cine de David Cronenberg. Este crudo relato sobre un espía que se camufla en una mafia rusa revela los rasgos de sus personajes a través de sus cuerpos: de sus poses, de sus marcas, de sus explosiones de violencia animal.


Wall-E: Curiosamente, la mejor cinta de animación vista este año también recoge estéticas vinculadas a modos expresivos clásicos, como el cine mudo y el musical, para alcanzar una retórica singular. Es una infantil historia de amor sci-fi que discurre en una alegoría posmoderna sobre los males que traen consigo las nuevas tecnologías. Lo fascinante es cómo sus imágenes pueden pasar con espontaneidad de un extremo a otro: de la atmósfera post-apocalíptica al tierno homenaje cinéfilo.


4 meses, 3 semanas y 2 días: Es una de las excelentes películas que se pueden encontrar en el llamado "nuevo cine rumano", y que se sirve del humor negro y de una cámara de acercamiento similar al documental para escarbar en las pesadillas convertidas en realidad al interior del Tercer Mundo.


Algunas películas favoritas del circuito cultural:


En la ciudad de Sylvia (José Luis Guerín)
Bled number one (Rabah Ameur-Zaïmeche)
Intercambios violentos en medio templado (Jean-Marc Moutout)
Ebrio de mujeres (Im-Kwon Taek)
Retribution (Kiyoshi Kurosawa)
Intimidades de Shakespeare y Victor Hugo (Yulene Olaizola)


José Carlos Cabrejo

Mejores del 2008: Emilio Bustamante


La lista de 10 que presento es muy personal. No he incluido únicamente estrenos, pero todas las películas seleccionadas las vi por primera vez este año en diferentes formatos y lugares. Van en el orden en que fueron vistas.

Buda explotó por vergüenza (cine). El primer largometraje de ficción de la menor de las Makhmalbaf está filmado en el lugar donde los talibanes hicieron estallar las estatuas de Buda. Los enormes agujeros frente a los cuales, a veces, se detiene la niña protagonista expresan una inmensa carencia, más humana que divina. La historia comienza como una película de Panahi (El globo blanco) o Kiarostami (¿Dónde está la casa de mi amigo?): la niña quiere aprender a leer y busca una escuela; pero pronto hay un giro macabro y la trama se transformar en algo parecido a El señor de las moscas. El filme puede ser visto quizá como un panfleto, pero si algo tiene de ello es su sencillez y contundencia.

Tríptico elemental de España (DVD). La ambiciosa obra inacabada de un vanguardista olvidado. José Val del Omar (1904-1982) ideó un lente semejante al zoom años antes de que este se expandiera en el mundo, y propuso un tipo de proyección cinematográfica que desbordaba la pantalla convencional. En Tríptico elemental de España identifica a un elemento con una región de la península: el agua-Andalucía, el fuego-Castilla, y el barro-Galicia, logrando un conjunto armónico e hipnótico. (Puede verse en Youtube).

Sin lugar para los débiles (cine). El personaje de Javier Bardem tiene espesor físico y simbólico. Es un asesino psicópata pero también la encarnación de un tipo de violencia que fatalmente llegó con la colonización y el capitalismo. Él y la moneda arribaron juntos a un territorio que no admite viejos ni piedad. Hacía muchos años que los Coen no hacían una película tan buena; esta vez tuvieron como aliado a Cormac McCarthy.

Petróleo sangriento (cine). Desde sus primeras imágenes la película de P. T. Anderson causa incomodidad, fascinación y extrañeza. El duelo de monstruos que entablan a lo largo de ella Daniel Plainville (Daniel Day Lewis) y Eli Sunday (Paul Dano), y los particulares conflictos interiores que viven, se enmarcan en un filme irregular, desbordado y cautivante que al igual que el de los Coen plantea una reflexión muy oportuna hacia el fin de la era Bush sobre la construcción de una sociedad que tiene como columnas la explotación petrolera y el fundamentalismo religioso, y como cimientos el timo y la codicia.

La mujer sin cabeza (cine). Enfoques y desenfoques, personajes dentro y fuera de campo, dan cuenta de un grupo social que construye su realidad sobre la base de reconocer o ignorar acontecimientos y seres humanos según sean útiles o inútiles, convenientes o incómodos, y de llenar el vacío con frivolidad. ¿Qué ocurre cuando alguien de ese grupo ve lo invisible?, ¿cuándo experimenta lo negado que emerge con la culpa? El orden se pone en peligro; y el grupo que niega se protege, borra las huellas y trata de reintegrar a la vidente a la burbuja, todo menos aceptar la verdad.

Liverpool (cine). El final es brillante, pero no lo sería sin el resto del filme. Una mirada, una postura corporal, un objeto exótico obsequiado a una niña entumecida por un hombre hosco, con dificultades para la comunicación de afectos, producen un estruendo emocional y a la vez un rayo de conocimiento en un mundo frío, árido, silencioso e inclemente, donde todo parece conducir al olvido y a la rutina más deshumanizadora.

Crimen oculto (cine). El peso y la liviandad. Gus Van Sant ausculta a un joven aparentemente indolente pero en realidad agobiado por una situación familiar y una culpa que no puede manejar, y lo acompaña con una cámara emancipada y poetizante en los únicos momentos en los que el personaje alcanza a sentirse aliviado (cuando vuela con el skate). La solución dada por la amiga del protagonista (confesarse en un diario y quemarlo luego), lo libera de la carga, pero deja en su lugar el vacío.

Neil Young: Heart of Gold (DVD). Jonathan Demme acompaña a un convaleciente Neil Young y su trouppe a un concierto de presentación de su disco Prairie Wind en Nashville. La ubicación exacta de las cámaras (que casi nunca se mueven), la siempre equilibrada composición de los encuadres, la precisión del montaje, el escenario añejo y litúrgico, el público fiel aficionado a la música country, y las canciones de Young sobre temas domésticos y privados interpretadas con una emoción particular, crean un clima algo conservador, pero sobre todo componen un filme profundo e íntimo, clásico y esencial.

Trouble in Paradise (TV). La elegancia y el ritmo de Lubitsch. Planos, movimientos, actores y sonido perfectamente integrados en un universo autónomo, armonioso e ilusorio donde los ladrones son caballeros y las millonarias son damas. Si Lubitsch emplea tan bien el sonido en este filme de 1932 es porque ya sus películas mudas lo evocaban o reclamaban.

Jean-Luc Godard y el grupo Dziga Vertov (DVD). Ver este pack de cinco discos en DVD me hace pensar que quizá esta sea la forma adecuada de visionar las películas que hicieron Godard, Gorin y sus amigos a fines de los sesenta y comienzos de los setenta. Se trata de textos audiovisuales que hay que detener, releer y discutir para que tengan el efecto buscado de artefactos de pensamiento. Difícil hacerlo en una sala cinematográfica con una proyección en celuloide. Llevan implícita una propuesta de ver cine de un modo distinto al convencional. Sin embargo, son también la prueba de una batalla perdida. Una batalla; no la guerra.

Emilio Bustamante

martes, 30 de diciembre de 2008

Mejores del 2008: Jorge García y César Guerra


Desde Buenos Aires, la lista de Jorge García, de la revista argentina El Amante, es la siguiente:


LAS MEJORES

1) Historias extraordinarias (Mariano Llinás; en la foto)
2) La mujer sin cabeza (Lucrecia Martel)
3) Shara (Naomi Kawase)
4) Liverpool (Lisandro Alonso)
5) Still Life (Jia-Zhang-Ke)

LAS QUE SIGUEN

Aniceto (Leonardo Favio)

Extranjera (Ines de Oliveira César)
La próxima estación (Fernando Solanas)
Relaciones peligrosas (Sydney Lumet)
Sin lugar para los débiles (Joel Coen)
El secreto del bosque (Naomi Kawase)
Una mujer partida en dos (Claude Chabrol)
La cuestión humana (Nicolás Klotz)
Crimen oculto (Paranoid Park, de Gus Van Sant)
4 de julio. La masacre de los palotinos (Juan Pablo Young y Pablo...
Los paranoicos (Gabriel Medina)
[REC] (Jaume Balagueró y Paco Plaza)
El diario de los muertos (Georges Romero)
La rabia (Albertina Carri)
Por sus propios ojos (Liliana Paolinelli)

LAS QUE LES GUSTARON A CASI TODOS EN EL AMANTE PERO A MI MUCHO MENOS (Descarto “Batman, el caballero de la noche”, “Una guerra de película” y alguna otra que para mi no califican):

The Wayward Cloud (Tsai-Ming-lian)
Promesas peligrosas (David Cronenberg)
Petróleo sangriento (Paul Thomas Anderson)
Leonera (Pablo Trapero)
Juno (Jason Reitman)


Jorge García


Desde Lima, la lista de César Guerra, editor de También los cinerastas empezaron pequeños (http://cinerastas.com/:


10 mejores películas del año (por orden de preferencia):

1.- Luz silenciosa de Carlos Reygadas

2.- Crimen oculto de Gus Van Sant

3.- Petróleo sangriento de Paul Thomas Anderson

4.- 4 meses, 3 semanas, 2 días de Cristian Mungiu

5.- Sin lugar para los débiles de Ethan y Joel Coen

6.- El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford de Andrew Dominik

7.- Promesas peligrosas de David Cronenberg

8.- Luces al atardecer de Aki Kaurismaki

9.- Una novia errante de Ana Katz

10.- Leonera de Pablo Trapero


Películas que se quedaron fuera de la lista (sin orden de preferencia):

1- Dueños de la noche de James Gray

2.- Sweeney Todd de Tim Burton

3.- Monstruo depredador (The Host) de Bong Joon Ho

4.- Juno de Jason Reitman

5.- Relaciones peligrosas de Sidney Lumet

6.-Traición y lujuria de Ang Lee


Películas del circuito alternativo o circuito cultural (sin orden de preferencia)

La lista es mucho mayor pero solo envío estas 12 películas vistas tanto en salas alternativas (Cineclub de la Casa Honorio Delgado - Universidad Peruana Cayetano Heredia) como en el Festival de Cine de Lima, el Festival de Cine europeo y en Dvds.


1.- El Gran silencio de Philip Groening

2.- Marca en el cerebro de Guy Maddin

3.- Drácula, páginas del diario de una virgen de Guy Maddin

4.- En la ciudad de Sylvia de José Luis Guerín

5.- La rabia de Albertina Carri

6.- Liverpool de Lisandro Alonso

7.- Flandres de Bruno Dumont

8.- Canciones del segundo piso de Roy Andersson

9.- Los bastardos de Amat Escalante

10.- Café Arábiga de Nicolás Guillén Landrián

11.- Klimt de Raúl Ruiz

12.- La mujer sin cabeza de Lucrecia Martel

13.- El nacimiento del amor de Philippe Garrel


César Guerra Linares

Taquilla del cine peruano 2008

CONACINE ha hecho públicas estas cifras de taquilla de las películas peruanas estrenadas en 2008. Incluye el estreno de Soy amazónico, de José María Salcedo, en Iquitos.
Un acierto de CONACINE el publicar, con transparencia, estas cifras.

Película: Mañana te cuento 2
Distribuidora: Inca cine
Fecha de estreno: 14 de febrero
Semanas en cartelera: 5
Número de espectadores: 188,895

Película: Valentino y el clan del can
Distribuidora: Alpamayo
Fecha de estreno: 28 de febrero
Semanas en cartelera: 10
Número de espectadores: 115,791

Película: Sin sentimiento (exhibición digital cines Star)
Distribuidora: Independiente
Fecha de estreno: 10 de Abril
Semanas en cartelera: 2
Número de espectadores: 1069

Película: 300 millas en busca de mamá (exhibición digital cines Star)
Distribuidora: independiente
Fecha de estreno: 14 de Agosto
Semanas en cartelera: 4 dias
Número de espectadores: 465

Película: Amazónico soy
Distribuidora: independiente
Fecha de estreno: 11 setiembre
Semanas en cartelera: 3 dias
Número de espectadores: 2181

Película: Vidas paralelas
Distribuidora: Alpamayo
Fecha de estreno: 25 de setiembre
Semanas en cartelera: 7
Número de espectadores: 110,941

Película: Dioses
Distribuidora: Chullachaqui
Fecha de estreno: 30 octubre
Semanas en cartelera: 8
Número de espectadores: 89,172

Película: Pasajeros
Distribuidora: Inca Cine
Fecha de estreno: 16 octubre
Semanas en cartelera: 5
Número de espectadores: 24,962


Película: Un cuerpo desnudo
Distribuidora: Inca cine
Fecha de estreno: 13 noviembre
Semanas en cartelera: 6
Número de espectadores: 14,334


Película: El Acuarelista
Distribuidora: UIP
Fecha de estreno: 27 noviembre
Semanas en cartelera: 3
Número de espectadores: 7237

lunes, 29 de diciembre de 2008

Ann Savage (1921-2008)


Sólo Barbara Stanwyck pudo ser más desalmada. Ann Savage, con el cigarro ente las comisuras de los labios y la mirada torva, se consagró como una reina de la serie B más renegrida con su papel en Detour, de Edgar Ulmer(1945). Torva, ambiciosa, cruel, tentadora, chantajista, manipuladora, fue la encarnación perfecta del destino ruinoso que le espera al que está condenado a perder. Ha muerto a los 87 años, luego de ser recuperada por Guy Maddin para hacer un papel en My Winnipeg.
Ricardo Bedoya

Mi peor película del año: La niebla



Mónica Delgado sustenta sus razones contra La niebla.

Mantén lo que tienes sino estás frito

La niebla, de Frank Darabont, me resulta un ejercicio para coronar la fe republicana, con tufillo conservador, una fábula política en un contexto pre-electoral con pocas sutilezas. No fue un éxito de taquilla, ni mucho menos, en noviembre de 2007 cuando se estrenó en EEUU, ganando algo más de 25 millones adicionales a su costo de producción lo que es una cifra casi nula, por lo cual no puedo decir que llegar a las masas con este discurso reaccionario haya sido una de sus metas, pero resulta una apuesta por insuflar de crítica política a una historia fantástica que hubiera estado mucho mejor sin tanta retórica seria.

La niebla (The mist, 2007) es una adaptación de una novela corta de Stephen King, sobre un grupo de habitantes de un pequeño pueblo en las costas de Maine, que se ven atrapados en un supermercado para evitar ser masacrados por "algo" desconocido que vive en la niebla que rodea el lugar. El argumento presenta motivos típicos de filmes emblemáticos como Río Bravo de Hawks, que inspiró también a Asalto en el precinto 13 de Carpenter o la misma La noche de los muertos vivientes, de George A. Romero, películas donde un grupo de personas intenta enfrentarse y sobrevivir a un ataque externo. No sólo hay una lucha por aquello que viene de afuera sino que los dilemas de convivir con los demás en situaciones límite suponen analizar diversos tipos de conducta y tendencias humanas. En palabras de King, La niebla es una recreación de su admiración por El señor de las moscas de Golding: la formación de dos bandos y los conflictos por los modus operandi para salir de los problemas.

Primero habría que ir a las fuentes de inspiración: el espíritu lovecraftiano y la adaptación del relato corto de Stephen King. Los cuentos fantásticos de H.P. Lovecraft se caracterizan por el miedo a lo desconocido, un terror que enfrenta a los humanos hacia bestias míticas o dioses exóticos de atributos cósmicos, pero también a algo más concreto, el conocimiento científico desmesurado o prohibido. La inmensidad del mal sólo es comparable a los cambios irreversibles provocados en la naturaleza, una afrenta directa a la tranquilidad de la tierra. De otro lado, Lovecraft se figuraba así como un reaccionario, reacio a los grandes cambios y los beneficios del progreso, por eso sus miedos o apuestas más profundas eran reveladas en decenas de historias donde primaban seres enfrentados, de manera caótica o muchas veces sin frutos, a estos "otros" venidos de dimensiones insondables: una alteridad radical para temer y contrarrestar. La niebla de Darabont, tanto como la novela de King, no sólo tiene de Lovecraft la recreación de las bestias más viscosas y primitivas como materialización del horror que se desconoce, sino todo un espíritu por mantener un orden concreto, frente a tales irrupciones. No es posible la convivencia en esas condiciones.

La novela de King se publicó dentro de una serie en 1980 y, en suma, puede decirse que la versión de Darabont es fiel a un proyecto además que siempre quiso rodar, salvo el final que aparece pesimista. Pero hay aportes sustanciales: en la novela el personaje Brent Norton, el vecino abogado de Dave, no es negro, y Dave aparece como un pintor de afiches, dotándoles de cualidades artísticas al protagonista que deviene en héroe sólo en algunos momentos.

Ahora, ¿qué tiene La niebla para que se me haga tan insoportable?


Darabont reveló en una entrevista que el Gobierno de Bush lo empujó a realizar este filme, pero al parecer el tiro le salió por la culata. Explico por qué: "Esta película surge de mi furia contra la administración de Bush. No hay dobles sentidos, no hay trampas... ésta es una película 100 % política, 100 % realizada en contra de lo que ha estado haciendo mi gobierno. Tras los ataques a Nueva York la derecha religiosa, efectivamente, esparció una profunda niebla por toda la nación para ocultar sus intereses. En medio de la bruma, la gente sólo tenía miedo porque cuanto más ignorante eres, más asustado estás. Y ese miedo es el que ha sido aprovechado por los poderosos en su beneficio". Bien, Darabont tiene buenas intenciones pero al parecer un cierto contrabando se le pasó casi silenciosamente.

En La niebla son evidentes las intenciones de volver al imaginario de serie B que produjo la Segunda Guerra Mundial o la Guerra fría pero no solamente por una afición estética y nostálgica revelada por el mismo Darabont por este subgénero: el miedo al otro, a la manera de La guerra de los mundos de H.G. Wells o Spielberg, lo oculto en el espacio exterior, el ataque mortal a la humanidad y de la cual sólo algunos "elegidos" podrán salir librados. Si extrapolamos el universo de personajes y acciones de La niebla al contexto político de Bush, ¿qué tenemos? Obviamente que la señora Carmody evocará toda esa derecha religiosa a la que menciona Darabont, volcando todo un efectismo irracional en la mente de los oportunos adeptos que capturó en medio de la crisis (que quizás puede ser el 11/9), vendedores, granjeros, amas de casa que hacen paráfrasis en desmedro de personajes como Fidel Castro, por ejemplo. Es decir, una sociedad de hombres comunes y sugestionables. Dave, en cambio, será el que encabezará la lista de los racionales, de los letrados, de los abogados, maestros, de los demócratas quizás, que pueden hacer bien su trabajo si y sólo si pueden arriesgarse a perder el miedo a lo que hay en el exterior; sin embargo, cualquier salida parece infructuosa.

Pero hay un tercer grupo, que deviene en el más significativo: el formado por el abogado Norton (¿Obama?) y por la cofradía que lo sigue. Sin embargo hay un personaje aún más "caleta" que lleva la bandera ideológica del filme hasta Neptuno, y que es parte de este grupo de disidentes y claudicantes de vivir en comunidad: la mujer que tras el anuncio de "algo" desconocido en la niebla, decide irse sola, confrontando a sus oyentes atemorizados."He dejado a la niña a cargo del pequeño, ¿se dan cuenta? La niña sólo tiene ocho años, y a veces olvida que debe cuidarlo", dice mientras todos la miran y no tienen respuesta para su "¿No hay nadie aquí dispuesto a acompañar a una señora a su casa?". La mujer es la primera en irse y es también la sobreviviente que aparece al final, subida junto a sus dos hijos en un portatropas de la omnipotente armada estadounidense para decirle con la mirada a un devastado Thomas Jane (copia física de un Aaron Eckhart que me recuerda a ese estilo de las películas baratas de los ochenta que buscaban que sus protagonistas tuvieran un aire a estrellas más reconocidas) un YO-TE-DIJE. La mujer es la que puso en peligro su propia vida por una institución a la cual nunca se debe renunciar: la familia, y este es la falencia moral de un personaje como Dave, que se quedó en el supermercado dejando a su esposa sola. "Si hubieras hecho lo que yo, toda tu familia estaría viva", parece que dijera la mujer en el momento más políticamente correcto del filme, que tiene como banda sonora al Host of Seraphim de Dead Can Dance, terminando de destrozar así todo mi memoria musical con este grupo de la 4AD.

Es decir los verdaderos héroes del filme de Darabont son los que no tienen miedo, pero resulta una falacia si analizamos el personaje de Dave, que al final de cuentas, junto a su grupo de escape, pierde el miedo y se enfrenta al nuevo mal. Más bien parece que la moraleja no es quién tiene miedo o no, sino quién duda y quién tiene fe. No solo en Dios, si el caos es producto de su venganza, sino en la fe que desborda la señora Carmody, que en su locura fanática nunca pierde el timón. Dave mata a su "nueva" familia porque cree que Dios ha muerto, no tiene fe, la vida será imposible con monstruos mastodónticos, así, en esos términos existenciales. Una nueva familia luego del caos es imposible: mantiene a su hijo, una mujer atractiva que posibilitaría la procreación y los dos ancianos que simbolizan la tradición, la memoria y la experiencia. No, Darabont dice que todos al cadalso. De otro lado, la mujer que se salva al final nunca dudó, fue firme en su decisión y por ello merece ser salvada por los marines de Bush. La familia y la armada de Bush, una buena fórmula que se parece a Dios.

La niebla me sabe a uno de los ejercicios caletas de la propaganda conservadora que haya podido brindar hollywood en lo que va de la década. Sería imposible pensar ahora que La niebla, como La noche de los muertos vivientes de George A. Romero, tuviera como protagonista al héroe negro. No, ahora el negro será el disidente (en pleno contexto pre-electoral es obvio que no se le podía poner como héroe; no es Will Smith en Soy leyenda) el que no apuesta por la colectividad y el que sólo tienta a enfrentarse a lo desconocido, promovido por una egocéntrica individualidad.

Mónica Delgado

domingo, 28 de diciembre de 2008

Allen y Haggis



“Sueños y delitos” (“Cassandra’s Dream”), de Woody Allen, y “En el valle de las sombras” (“In the Valley of Elah”), de Paul Haggis son muy distintas en estilo pero tienen más de un punto en común.

Ambas ofrecen un retrato sombrío y desesperanzado del mundo y de la vida actual. Y lo hacen a través de fábulas, historias casi ejemplares de ambición y corrupción puestas bajo el signo de la referencia mitológica, bíblica o legendaria y expuestas en clave de género. Woody Allen apela al thriller criminal; Paul Haggis, el drama familiar.

De Casandra a Caín y Abel
“Sueños y delitos”, desde el inicio, anuncia que todo irá mal. A esos hermanos ingleses (Colin Farell y Ewan McGregor), de origen popular, les atrae la buena vida y una embarcación llamada El sueño de Casandra que está en venta. ¿Cómo adquirirla? Tal vez trabajando duro; tal vez con un golpe de suerte en el póker. Hasta que un tío rico llegado de Hollywood aparece como el vellocino de oro. Pero entonces el retrato de estos muchachos ambiciosos de acento “cockney”, con apuros económicos y sueños de grandeza, gira al negro retinto. Se suceden la posibilidad de un delito, sus preparativos, la comisión del crimen, las secuelas de la culpa y un final inesperado. Estamos en la línea de películas como “Crímenes y pecados” o “Match Point”.

Es decir, ante una reedición de asuntos recurrentes del cine de Woody Allen: el plan perfecto que se enreda hasta terminar en desastre; la ambición que no es recompensada; el destino como fuerza motora; la omnipresencia de un Ojo superior que vigila las faltas íntimas de cada quién y las persigue en forma de insoportable culpa.

En “Sueños y delitos”, más que la mirada de Dios está la voz de Casandra que advierte la destrucción de esa Troya de la ambición, la codicia y las manipulaciones inescrupulosas, pero nadie la escucha. Por eso, esta película es como un “thriller” negro en la que dos personajes, perdedores por naturaleza y destino, pero ganadores en apariencia y vocación, se convierten en agentes de su propia destrucción. Todo suena muy enfático, marcado, determinista, simbólico, y hasta cierto punto lo es. Pero no hay que olvidar que Allen es un comediante consumado y sabe que hasta en los peores aprietos puede darse un toque irrisorio o un costado burlesco.

El lado más atractivo de esta película está en sus inesperadas volteretas. Cuando las grandes nociones (destino, tragedia, culpa) empiezan a infiltrarse en el asunto, Woody Allen se encarga de buscarles un lado absurdo para rebajar su gravedad por un momento. Ahí está, por ejemplo, la inesperada aparición de la víctima en el bar ante Colin Farrell, en una coincidencia inverosímil: las ideas de destino, desgracia e inicio de la culpa y el remordimiento hacen cortocircuito y lo patético se confunde con lo cómico. La influencia de Casandra gira hacia un comentario del tipo: “¡qué piña eres, Colin!" También resultan burlescos los preparativos del crimen, terribles y angustiosos para los personajes sin dejar de ser una sucesión de torpezas y apuros de último momento para los espectadores. La pistola de juguete que termina convertida en cenizas echadas en un basurero da cuenta del doble fondo de la tragedia, o de la comedia, o de las dos mezcladas.

La película se mueve bien en el terreno de la intriga, lo que incluye el suspenso. Allen es un narrador funcional que no se adorna para contar sus historias, yendo al grano con eficacia y sequedad. Resultan más obvios, enfáticos y pesados los simbolismos evidentes, como el del navío que recuerda la ambición que castiga y pierde a los hombres, o la conversión de los cómplices en nada menos que Caín y Abel. Del sueño de Casandra al crimen original.

David y Goliat
Paul Haggis es el director de “Crash”, esa cinta rimbombante y pretenciosa que ganó el Oscar a la mejor película de 2004. “En el valle de las sombras”, su película siguiente, es bastante mejor y muy estimable. Haggis le da a la guerra de Irak un tratamiento semejante al de algunos de los cineastas norteamericanos que abordaron el conflicto de Vietnam en los años setenta. Es decir, mira la guerra a partir de sus consecuencias y efectos en la conciencia de “uno de los nuestros”.

Tommy Lee Jones, en serena y formidable actuación, es un militar norteamericano retirado que emprende la búsqueda de su hijo, declarado desertor o desaparecido, luego de su regreso del frente de batalla en Irak. Es un hombre rudo, que cree en los valores tradicionales y en el papel de su patria como defensora de derechos fundamentales. Es insospechable de radicalismo o insumisión, pero el viaje que emprende es de un desencanto creciente hasta culminar en una elegía por las ilusiones del idealismo patriótico extraviadas en el camino.

El relato de Paul Haggis es denso, reconcentrado. Hay aquí una pesquisa, pero no una verdad final porque ella deja de importar en el trayecto. Los motivos del crimen que investiga el militar se tornan cada vez más opacos porque todos los personajes de la película tienen miedo de algo que no logran percibir con claridad: un niño teme dormir en la oscuridad total; los soldados desmovilizados temen al recuerdo de algo que hicieron en Irak; el padre teme conocer la verdad de la conducta de su hijo. El temor detiene y provoca que los movimientos sean menos definidos y afirmativos. El desarrollo interrogativo de la acción, de avance lento y hasta moroso, se suspende al final en la decepción: la leyenda bíblica del arrojado David, puro y valeroso, frente a Goliat, enfrentados en el valle de Elah, se pervierte en la figura de los jóvenes norteamericanos que torturan, asesinan y se igualan en el ejercicio del mal.

Ricardo Bedoya

viernes, 26 de diciembre de 2008

La encuesta de IndieWIRE


El viaje del balón rojo, de Hou Hsiao-Hsien, ha sido considerada la mejor película vista este año en Estados Unidos por 105 críticos interrogados por IndieWIRE, la interesante revista virtual dedicada al cine independiente. Los 20 primeros títulos son:

El viaje del balón rojo
Un conte de Noel
WALL-E
Wendy and Lucy
Happy-Go-Lucky
Crimen oculto (Paranoid Park)
Still Life
Luz silenciosa
Synecdoche, New York
Waltz with Bashir
Rachel Getting Married
En la ciudad de Sylvia
My Winnipeg
Let the Right One In
Milk
The Edge of Heaven
Hunger
The Wrestler
Ballast
Man on Wire

Mejores del 2008: 10 estrenos y no comerciales


Estrenos


Petróleo sangriento, de Paul Thomas Anderson

Luz silenciosa, de Carlos Reygadas

Promesas peligrosas, de David Cronenberg

Crimen oculto (Paranoid Park), de Gus Van Sant

No es lugar para los débiles, de Joel y Ethan Coen

El diario de los muertos, de George Romero

Luces al atardecer, de Aki Kaurismaki

4 meses, 3 semanas, 2 días, de Christian Mungiu

El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford, de Andrew Dominik

Wall-E, de Andrew Stanton


No comerciales

Sarabande, de Ingmar Bergman

Muerte de un trabajador manual, de Michael Glawogger (en la foto)

Juego de escena, de Eduardo Coutinho

En la ciudad de Sylvia, de José Luis Guerín

La mujer sin cabeza, de Lucrecia Martel

Liverpool, de Lisandro Alonso
Ricardo Bedoya

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Mejores 2008: Kiko Silva en tres frentes: comercial, cultural y DVD


Me parece que el año 2008 estuvo algo mejor que el anterior.


Esta vez he hecho una relación más larga que, en el caso del circuito comercial corresponde más o menos a un cierto orden de preferencia. No ocurre lo mismo en las otras dos listas. En la cultural ha primado el orden de visión de las cintas y en la lista de DVD opté por el orden cronológico.


CIRCUITO COMERCIAL

1)Petróleo sangriento (Paul Thomas Anderson)

2)Luz silenciosa (Carlos Reygadas)

3)Promesas peligrosas (David Cronenberg)

4)Sin lugar para los débiles (Ethan y Joel Coen)

5)Sweeney Todd: El barbero demoníaco de la calle Fleet (Tim Burton)

6)Diario de los muertos (George A. Romero)

7)Relaciones peligrosas (Sidney Lumet)

8)Batman: El caballero de la noche (Christopher Nolan)

8)Luces al atardecer (Aki Kaurismaki)

9)Los dueños de la noche (James Gray)

10)Wall-E (Andrew Stanton)

11)4 meses, 3 semanas y 2 días (Cristian Mungiu)

12)Shine a light (Martin Scorsese)

13)Gángster americano (Ridley Scott)

14)Monstruo depredador (Joon-ho Bong)

15)Expiación, deseo y pecado (Joe Wright)

16)El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford (Andrew Dominik)

17)Lejos de ella (Sarah Polley)

18)Leonera (Pablo Trapero)

19)3:10 Misión peligrosa (James Mangold)

20)Crimen oculto (Gus Van Sant)

21)Michael Clayton (Tony Gilroy)

22)Juno (Jason Reitman)

23)En el valle de las sombras (Paul Haggis)

24)Halloween (Rob Zombie)


CIRCUITO CULTURAL

1)La mujer del faraón (Ernst Lubitsch)

2)El abanico de lady Windermere (Ernst Lubitsch)

3)En la ciudad de Sylvia (José Luis Guerín)

4)Juego de escena (Eduardo Coutinho)

5)La mujer sin cabeza (Lucrecia Martel)

6)Intimidades de Shakespeare y Víctor Hugo (Yulene Olaizola)

7)¿Te acuerdas de Lake Tahoe? (Fernando Eimbcke)

8)Los bastardos (Amat Escalante)


DVD

Aquí me parece importante hacer una precisión. Prácticamente la totalidad de las cintas corresponden a una primera visión, con sólo dos excepciones: "Some came running" y "Merril's marauders", que no veía desde hace muchos años y recién he conocido en su verdadero formato "scope".


1)La viuda de Parson (Carl TH. Dreyer/1920)

2)Páginas del diario de Satán (Carl Th. Dreyer/1920)

3)Safety last (Fred Newmeyer y Sam Taylor/1923)

4)The marriage circle (Ernst Lubitsch/1924)

5)Three bad men (John Ford/1926)

6)Hangman’s house (John Ford/1928)

7)Lonesome (Paul Fejos/1928)

8)The smiling lieutenant (Ernst Lubitsch/1931)

9)One hour with you (Ernst Lubitsch/1932)

10)Pilgrimage (John Ford/1933)

11)The edge of the world (Michael Powell/1937)

12)Sahara (Zoltan Korda/1943)

13)Decoy (Jack Bernhard/1946)

14)Utamaru y sus cinco mujeres (Kenji Mizoguchi/1946)

15)Historia de un vecindario (Yasujiro Ozu/1947)

16)Brute force (Jules Dassin/1947)

17)Johnny Belinda (Jean Negulesco/1948)

18)Night an the city (Jules Dassin/1950)

19)Rawhide (Henry Hathaway/1951)

20)Some came running (Vincente Minnelli/1958)

21)Merrill’s marauders (Samuel Fuller/1962)

22)Une femme mariée (Jean-Luc Godard/1964)

23)Faster Pussycat! Kill! Kill! (Russ Meyer/1965)

24)Violencia a pleno sol (Nagisa Oshima/1966)

25)Recuerdos de la casa amarilla (Joao César Monteiro/1989)


KIKO SILVA

Mejores del 2008: León y sólo estrenos


Me limito, como Mónica Delgado, a la cartelera comercial limeña.

En promedio, la cartelera comercial limeña del 2008 me parece superior a la del 2007, pero no tanto porque se haya incrementado la variedad de la programación, sino porque en el año que acaba la cuota norteamericana ha tenido títulos destacables que superan a los de años anteriores. Algunos de esos títulos han llegado a través de distribuídoras independientes, pero otros por la vía de los majors. Las previsiones apuntan a que el año a punto de iniciarse también puede ofrecer un panorama similar en lo que se refiere al cine de Hollywood. De todas formas, la variedad sigue siendo escasa, pese a una distribuidora como Eurofilms, muy activa en los últimos 12 meses, y en menor medida Delta (que está imponiendo el mal hábito de cortar el metraje de las cintas que distribuye cuando exceden un cierto límite) y Venus, que ha reactivado su presencia en el mercado local. Es decir, si es que los títulos relevantes de la producción estadounidense se reducen, el bajón de la cartelera se hace sentir porque no hay el suficiente contrapeso, salvo algún año excepcional como fue 1997 en que se estrenaron títulos europeos tan valiosos como Contra viento y marea, Caro Diario, La ceremonia, Secretos y mentiras, El marido de la peluquera, Blanco, Underground, Un corazón en invierno, La ley del deseo y La flor de mi secreto, además del canadiense Crash, extraños placeres, el mexicano El callejón de los milagros, el chino Esposas y concubinas, el neocelandés Criaturas celestiales y el iraní El globo rojo.

Algunas de las películas norteamericanas que no entran en mi lista de las diez mejores, pero que merecen señalarse entre las vistas son: Soy Leyenda, de Francis Lawrence, AmericanGangster, de Ridley Scott, El diario de los muertos, de George A. Romero, Batman, el caballero de la noche, de Christopher Nolan, Wall-E, de Andrew Stanton, Relaciones peligrosas, de Sidney Lumet, Una guerra de película, de Ben Stiller, Sueños y delitos, de Woody Allen. Escribo estas líneas el 20 de diciembre, así que todavía puede haber alguna sorpresa de fin de año. He visto 120 estrenos en las pantallas de los multicines y es a partir de ellos, y de alguna que se estrenó sólo en el la sala Azul del Centro Cultural de la PUCP, que elijo mis mejores del año en orden de preferencia, deplorando que, como es habitual, algunos títulos anunciados por las majors, no hayan sido luego estrenados.

1) Luces al atardecer (Aki Kaurismaki)
2) Luz silenciosa (Carlos Reygadas)
3) Dueños de la noche (James Gray)
4) Crimen oculto (Gus Van Sant)
5) 4 meses, tres semanas y dos días (Cristian Mungiu)
6) El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford (Andrew Dominik)
7) Petroleo sangriento (Paul Thomas Anderson)
8) Promesas peligrosas (David Cronenberg)
9) Sin lugar para los débiles (Joel y Ethan Coen)
10) Shine a Light (Martin Scorsese)

Isaac León Frías

Mejores del 2008: Campos Gómez


El año que se va deja un mejor sabor de boca en comparación al pasado, cuando las listas de favoritas de estrenos comerciales, en muchos casos, rodeaban los cinco títulos.


Que haya once en mi lista indica que la cartelera superó su media de los años anteriores, debido, en gran parte, a la cosecha de la temporada de premios, que dejó más de una película notable, y a algunos estrenos tardíos de trascendida valía.


Nota aparte es el buen año de los superhéroes (Batman, Iron Man y Hulk), dejadas atrás están sus deleznables apariciones en celuloide para el consuelo de los también fanáticos de los cómics.


La lista es variada en géneros y estilos, y confirma un hasta ahora inadvertido dejo mío por el cine comercial dispendioso y de largo aliento que supera sus pretensiones estéticas y ahonda en su designio y visión, como muchas de las siguientes.

EXPIACIÓN, DESEO Y PECADO, de Joe Wright; porque me transmite su tonelaje de culpa.
PETRÓLEO SANGRIENTO, de Paul Thomas Anderson; porque siniestra es su versión del “sueño americano”, explotador miserable de los crédulos.
NO ES LUGAR PARA LOS DÉBILES, de Paul y Ethan Coen; porque su arrasadora persecución es la esencia de la (super)vivencia.
SWEENEY TODD, de Tim Burton; porque descubrió que los musicales con sangre son encantadores.
EL CABALLERO DE LA NOCHE, Christopher Nolan; porque el villano nos enrostra atinadamente a todos como sus semejantes.
CRIMEN Y LUJURIA, de Ang Lee; porque convence que la naturaleza humana brota con las carnes al aire.
PROMESAS PELIGROSAS, de David Cronenberg; porque la violencia y el peligro son intrínsecos de cualquier lado de la urbe.
LUCES AL ATARDECER, de Aki Kaurismaki; porque también se puede disfrutar del patetismo.
EL ORFANATO, de Juan Antonio Bayona; porque cada vez es más difícil encontrar una de horror efectiva.
LA NIEBLA, de Frank Darabont; porque su final de blockbuster mediocre no le permitió mejor puesto.
PIÑA EXPRESS, de David Gordon Green; porque la bizarría, el humor y la insolencia hacen una buena tríada.

En el circuito cultural y festivalero también se vio un alza, además por la adición del festival de origen europeo “Al Este”, animador, en adelante, del calendario cinéfilo de fin de año, reforzando a la muestra anual de cine europeo organizada por la PUCP desde hace 20 años.


La mayoría de las mencionadas en esta lista formaron parte de la programación del último Festival de Lima, comentado en su curso en estas páginas.

1. LOS BASTARDOS, de Amat Escalante; porque no distingue pulsiones de acciones, ni hace énfasis en el drama ni en el tedio, como la vida.

2. EN LA CIUDAD DE SYLVIA, de José Luis Guerín; porque es una poesía del seguimiento, de la búsqueda la belleza.
3. CALIFORNIA DREAMIN’, de Cristian Nemescu; porque denuncia efectivamente la irrupción bélica estadounidense en el mundo.
4. EL CIELO, LA TIERRA Y LA LLUVIA, de José Luis Torres Leiva; porque es un idilio audiovisual entre la naturaleza y el hombre.
5. LEONERA, de Pablo Trapero; porque es una representación contundente de la natura femenina.
6. INTIMIDADES DE SHAKESPEARE Y VICTOR HUGO, de Yulene Olaizola; porque las vidas reales son más oscuras y enigmáticas que muchas ficcionales.

7. LA MUJER SIN CABEZA, de Lucrecia Martel; porque los fantasmas internos perturban más que cualquier pasado.

8. UN TIGRE DE PAPEL, de Luis Ospina; porque pone en cuestionamiento nuestra credulidad.

Y no podemos dejar a nuestra patria de lado. Este año el cine nacional hizo dos irrefutables papelones, de exportación imposible si se quiere evitar un despropósito para la ya deslucida imagen del cine peruano, con Mañana te cuento 2, de Eduardo Mendoza, y Vidas paralelas, del Ejército Peruano y la Universidad Alas Peruanas. Películas ridículas, escritas con ningún oficio, que proyectaron su éxito en los complacientes favores del público consumidor de papilla.

Sobre la primera, ofende la imagen que tiene Mendoza del público cinemero, ¿qué le hizo pensar que el desfile grotesco de estereotipos gusta al público? Mañana te cuento 2 parece una tosca parodia de la suerte y las consecuencias que acarrea, siendo en verdad la historia de un amor alérgico al buen gusto.

Por otro, la universitaria-castrense, que estigmatizó como cineasta a una profesora de comunicación, recreó la memoria del penoso pasado terrorista con un enfrentamiento aburrido entre el bien y el mal, finalizando –en una clase maestra de solemnidad- con un discurso quisquilloso sobre la falta de laureles para los militares combatientes.

El remanente son cuatro fallidas obras personales de pocas gracias, pero el tema amerita muchas más letras y el leitmotiv del post no precisa de esto.

John Campos Gómez

martes, 23 de diciembre de 2008

¿Apesta el Hollywood de hoy?: las mejores de hace 50 años


En la encuesta de IndieWIRE, el crítico Gerald Peary publica una lista de mejores del año 1958, hace medio siglo. Peary dice:



"¿Apesta el Hollywood de hoy?



Hace 50 años, 1958: "Vertigo," "Touch of Evil," "The Tarnished Angels," "Bonjour Tristesse," "Party Girl," "The Last Hurrah," "Buchanan Rides Alone," "The Line-Up," "Man of the West," "Gigi," "I Want to Live," "Cat on a Hot Tin Roof," "The Left-Handed Gun," "Thunder Road," "Terror in a Texas Town." Y es sólo el comienzo."

Gerald Peary

Mejores del 2008: Riddout desde Toronto


José Luis Riddout, cinéfilo peruano residente en Toronto, envía esta nutrida lista de 60 títulos:


"Lo mejor visto en el 2008, en todo formato y en orden de preferencia:

PILGRIMAGE (John Ford)

FOUR SONS (John Ford)

STEAMBOAT ROUND THE BEND (John Ford)

THE IRON HORSE (John Ford)

LA PETITE MARCHANDE D’ALLUMETTES (Jean Renoir)

COMANCHE STATION (Budd Boetticher)

THE TALL T (Budd Boetticher)

RIDE LONESOME (Budd Boetticher)

THE SMILING LIEUTENANT (Ernst Lubitsch)

THE SAGA OF ANATHAN (Josef Von Sternberg)

UNDERWORLD (Josef Von Sternberg)

OF TIME AND THE CITY (Terence Davies)

CRUEL STORY OF YOUTH (“Seishun Zankoku Monogatari”, Nagisa Oshima)

BOY (“Shonen”, Nagisa Oshima)

THREE MONKEYS (Nuri Bilge Ceylan)

PATRIOTISM (Yukio Mishima)

MAFIOSO (Alberto Lattuada)

El VERDUGO (Luis Garcia Berlanga)

SOUS LE TOIT DE PARIS (René Clair)

LES MISERABLES (Raymond Bernard)

UN CONTE DE NOEL (Arnaud Deplechin)

ESTE ES EL ROMANCE DEL ANICETO Y LA FRANCISCA, DE CÓMO QUEDÓ TRUNCO, COMENZÓ LA TRISTEZA Y UNAS POCAS MAS… (Leonardo Favio)

WENDY AND LUCY (Kelly Reichardt)

TWO LOVERS (James Gray)

TULPAN (Sergey Dvortsevoy)

STANDARD OPERATING PROCEDURE (Errol Morris)

JOGO DE CENA (Eduardo Coutinho)

GOMORRA (Matteo Garrone)

INTIMIDADES DE SHAKESPEARE Y VICTOR HUGO (Yulene Olaizola)

THE WRESTLER (Darren Aronofsky)

LES CROIX DE BOIS (Raymond Bernard)

THE FURIES (Anthony Mann)

VOLKE 9 (Andreas Dresen)

RACHEL GETTING MARRIED (Jonathan Demme)

35 RHUMS (Claire Denis)

LE SILENCE DE LORNA (Jean Luc y Pierre Dardenne)

LES PLAGES D’AGNES (Agnes Varda)

LA MUJER SIN CABEZA (Lucrecia Martel)

GRAN TORINO (Clint Eastwood)

BLAST OF SILENCE Allen Baron)

CONTINENTAL, UN FILM SANS FUSIL (Stephane Lafleur)

THE HURT LOCKER ( Kathryn Bigelow)

ME AND ORSON WELLES (Richard Linklater)

TONY MANERO (Pablo Larrain)

THE NAKED PREY (Cornel Wilde)

CHOCOLATE (Prachya Pinkaew)

HAPPY GO LUCKY (Mike Leigh)

LEONERA (Pablo Trapero)

FOUR NIGHTS WITH ANNA (Jerzy Skolimowski)

L’HEURE D' ÉTÉ (Olivier Assayas)

LET THE RIGHT ONE IN (“Lat Den Ratte Kommain”, Tomas Alfredson)

MI VIDA DENTRO (Lucia Gaja)

DANCE WITH A SERIAL KILLER (Nigel Williams)

LOS LADRONES VIEJOS: LAS LEYENDAS DEL ARTEGIO (Everardo Gonzales)

IL DIVO (Paolo Sorrentino)

LA GRAINE ET LE MULET (Abdellatif Kechiche)

CONTRE TOUTE ESPERANCE (Bernard Emond)

MAN ON WIRE (James Marsh)

HUNGER (Steve McQueen)

GREEN FOR DANGER (Sidney Gilliat)"


José Luis Riddout

Mejores del 2008: Noriega desde Buenos Aires



Gustavo Noriega, director de la revista El Amante, envía su lista:

1. Shara (Naomi Kawase)

2. Historias extraordinarias (Mariano Llinás)

3. La mujer sin cabeza (Lucrecia Martel)

4. Batman, el caballero de la noche (C. Nolan)

5. Juno (J. Reitman)

6. Promesas peligrosas (D. Cronenberg)

7. Persépolis (V Paronnaud, y M. Satrapi)

8 Leonera (Pablo Trapero)

9. Una guerra de película (B. Stiller)

10. 3:10 Misión peligrosa (J. Mangold)


Un abrazo a los cinéfilos peruanos

Gustavo Noriega

lunes, 22 de diciembre de 2008

Robert Mulligan


Ha muerto Robert Mulligan (1925-2008), director de la célebre Matar un ruiseñor, clásico del cine liberal, antiracista, kennediano, de ideas generosas y buena conciencia. Es la película que se cita en todos los obituarios.


Pero es preferible recordar al Mulligan menos conocido, director de tres cintas admirables e insólitas en el cine norteamericano de fines de los sesenta y comienzos de los setenta: La noche de la emboscada (The Stalking Moon, 1968), western nocturno, espectral, paranoico, casi fantástico, con un Gregory Peck formidable; The Other (1972), filme de horror intimista, mental, susurrado, otoñal, de claroscuros permanentes, escalofriante de verdad, y The Nickel Ride (1974), policial terminal, de acciones mínimas y actos maquinales, con un Jason Miller que espera y espera redimirse en un acto final.


The Nickel Ride es una de las grandes películas de inicios de los setenta; tan dura, amarga, desengañada y triste como Fat City, de John Huston (1972), y Los nuevos centuriones, de Richard Fleischer (1972), obras maestras de aquellos años.

Dirigió por última vez en 1991. Hizo una notable película, The Man in the Moon.

Ricardo Bedoya

Películas de horror: listas y listas



El blog The Vault of Horror hizo en noviembre una encuesta para elegir las 50 películas de horror más importantes.
Aquí los resultados:

1. Halloween (1978) dir: John Carpenter


2. The Exorcist (1973) dir: William Friedkin


3. Psycho (1960) dir: Alfred Hitchcock


4. Night of the Living Dead (1968) dir: George Romero


5. The Texas Chainsaw Massacre (1974) dir: Tobe Hooper


6. Frankenstein (1931) dir: James Whale


7. The Shining (1980) dir: Stanley Kubrick


8. The Thing (1982) dir: John Carpenter


9. Alien (1979) dir: Ridley Scott


10. Nosferatu (1922) dir: F.W. Murnau


11. Dawn of the Dead (1978) dir: George Romero


12. Bride of Frankenstein (1935) dir: James Whale


13. A Nightmare on Elm Street (1984) dir: Wes Craven


14. Jaws (1975) dir: Steven Spielberg


15. The Blair Witch Project (1999) dir: Daniel Myrick & Eduardo Sanchez


16. The Haunting (1963) dir: Robert Wise


17. King Kong (1933) dir: Merian C. Cooper & Ernest B. Schoedsack


18. Rosemary’s Baby (1968) dir: Roman Polanski


19. Dracula (1931) dir: Todd Browning


20. The Evil Dead (1981) dir: Sam Raimi


21. Poltergeist (1982) dir: Tobe Hooper


22. Black Sunday (La Maschera del Demonio) (1960) dir: Mario Bava


23. The Phantom of the Opera (1925) dir: Rupert Julian


24. An American Werewolf in London (1980) dir: John Landis


25. Creature from the Black Lagoon (1954) dir: Jack Arnold


26. Friday the 13th (1980) dir: Sean Cunningham


27. Evil Dead II (1988) dir: Sam Raimi


28. Alucarda (1978) dir: Juan Lopez Moctezuma


29. Carrie (1976) dir: Brian DePalma


30. Bram Stoker’s Dracula (1992) dir: Francis Ford Coppola


31. The Fly (1986) dir: David Cronenberg


32. The Fog (1980) dir: John Carpenter


33. The Wolf Man (1941) dir: George Waggner


34. House on Haunted Hill (1959) dir: William Castle


35. Night of the Demon (1957) dir: Jacques Tourneur


36. Frankenstein (1910) dir: J. Searle Dawley


37. Dellamorte Dellamore (Cemetery Man) (1994) dir: Michele Soavi


38. Thriller (1983) dir: John Landis


39. The Addiction (1995) dir: Abel Ferrara


40. Aliens (1986) dir: James Cameron


41. Phantasm (1979) dir: Don Coscarelli


42. The Thing from Another World (1951) dir: Christian Nyby


43. Zombi 2 (1979) dir: Lucio Fulci


44. The Mist (2007) dir: Frank Darabont


45. Something Wicked This Way Comes (1983) dir: Jack Clayton


46. The Living Dead Girl (1982) dir: Jean Rollin


47. The Brain That Wouldn’t Die (1962) dir: Joseph Green


48. The Return of the Living Dead (1985) dir: Dan O’Bannon


49. Suspiria (1976) dir: Dario Argento


50. Salem’s Lot (1979) dir: Tobe Hooper

Acaba de hacer otra encuesta, sobre las 25 películas de horror más destacadas desde los años noventa. Aquí están:

1. The Descent (2005) dir: Neil Marshall


2. The Blair Witch Project (1999) dir: Daniel Myrick & Eduardo Sanchez


3. The Silence of the Lambs (1991) dir: Jonathan Demme


4. The Ring (2002) dir: Gore Verbinski


5. Scream (1996) dir: Wes Craven


6. The Mist (2007) dir: Frank Darabont


7. 28 Days Later (2002) dir: Danny Boyle


8. Braindead (Dead Alive) (1992) dir: Peter Jackson


9. Inside (2007) dir: Alexandre Bustillo & Julien Maury


10. Shaun of the Dead (2004) dir: Edgar Wright


11. Saw (2004) dir: James Wan


12. [REC] (2007) dir: Jaume Balaguero & Paco Plaza


13. Audition (1999) dir: Takashi Miike


14. Ginger Snaps (2000) dir: John Fawcett


15. American Psycho (2000) dir: Mary Harron


16. Session 9 (2001) dir: Brad Anderson


17. Dawn of the Dead (2004) dir: Zack Snyder


18. Army of Darkness (1993) dir: Sam Raimi


19. Dog Soldiers (2002) dir: Neil Marshall


20. Cabin Fever (2002) dir: Eli Roth


21. Let the Right One In (2008) dir: Tomas Alfredson


22. Bram Stoker's Dracula (1992) dir: Francis Ford Coppola


23. Eyes Wide Shut (1999) dir: Stanley Kubrick


24. Halloween: 20 Years Later (1998) dir: Steve Miner


25. Dellamorte Dellamore (Cemetery Man) (1994) dir: Michele Soavi


Más información en http://thevaultofhorror.blogspot.com/2008/11/cyber-horror-elite-have-spoken.html

¿Están de acuerdo?

Mejores películas del 2008: Óscar Contreras


Las mejores del año


PETRÓLEO SANGRIENTO Paul Thomas Anderson * EE.UU 2007
LUZ SILENCIOSA Carlos Reygadas * México 2007
CRIMEN OCULTO Gus Van Sant * EE.UU 2007
CUATRO MESES, TRES SEMANAS Y DOS DÍAS Christian Mungiu *
Rumania 2007
LUCES AL ATARDECER Aki Kaurismaki * Finlandia 2006
SIN LUGAR PARA LOS DÉBILES Ethan & Joel Coen * EE.UU 2007
WALL-E Andrew Stanton * EE.UU 2008
PROMESAS PELIGROSAS David Cronenberg * Canadá-UK 2007
LOS DUEÑOS DE LA NOCHE James Gray * EE.UU 2007
RELACIONES PELIGROSAS Sidney Lumet * EE.UU 2007
EL ASESINATO DE JESSE JAMES POR EL COBARDE ROBERT FORD Andrew Dominik * EE.UU 2007
LEONERA Pablo Trapero * Argentina 2008
UNA NOVIA ERRANTE Ana Katz * Argentina 2007
GANGSTER AMERICANO Ridley Scott * EE.UU 2007
MONSTRUO DEPREDADOR Joo-ho Bong * Corea 2006
THE ROLLING STONES: SHINE A LIGHT Martin Scorsese * EE.UU
2008
UNA GUERRA DE PELÍCULA Ben Stiller * EE.UU 2008

LA PEOR PELÍCULA DEL AÑO
EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA, Mike Newell

LA PELÍCULA SOBREVALORADA
EXPIACION: DESEO Y PECADO, Joe Wright

LA PELÍCULA SUBVALORADA
HALLOWEEN (Reloaded), Rob Zombie

LA DECEPCION DEL AÑO
INDIANA JONES Y LA CALAVERA DE CRISTAL, Steven Spielberg

LA MEJOR PELÍCULA PERUANA
DIOSES, Josué Méndez

LA PEOR PELÍCULA PERUANA
VIDAS PARALELAS, Rocío Lladó


LO MEJOR DE LA CARTELERA CULTURAL

EN LA CIUDAD DE SYLVIA, José Luis Guerín
LA MUJER SIN CABEZA, Lucrecia Martel
LOS BASTARDOS, Amat Escalante
LA MUERTE DE UN TRABAJADOR MANUAL, Michael Glawogger
LIVERPOOL, Lisandro Alonso
DEALER, Benedek Fliegauf
JUEGO DE ESCENA, Eduardo Coutinho
INTIMIDADES DE SHAKESPEARE Y VÍCTOR HUGO, Yulene Olaizola
KLIMT, Raoul Ruiz
TE ACUERDAS DE LAKE TAHOE, Fernando Eimbecke
Óscar Contreras

domingo, 21 de diciembre de 2008

Mejores películas del 2008: Los "malos" de Mónica Delgado


Hombres malos, o en proyecto de serlo. Maldad entendida como individualismo patético, como pieza de una maquinaria implacable que avasalla, forma un nuevo orden. El mal que en estos filmes es igual a lo atípico, a personalidades descomunales sostenidas por una meta clara: fijación de metas contundentes como ley de vida. Malos porque son como outsiders, villanos, o simplemente personajes que caen en la cuenta que no pueden hacer nada por evitar tener algo del "mal" en su historial. Este ha sido mi motivo común, que evita ser maniqueo, porque en el fondo no opongo a ningún "bueno", solo "mal" per se, de un grupo de películas que considero entre las más importantes del año (¿hubo más?), que con sus protagonistas y antagonistas han colaborado a la galería de seres memorables de mi imaginario personal.



Mis mejores pelculas del año tienen que ver en realidad con mis mejores momentos que paso a describir y a comentar en orden de absoluta preferencia.


1. Petróleo sangriento. Daniel Plainview cuando aún no era nadie, excavando solitariamente en medio del desierto, mostrando su plena terquedad, para luego hacer evidente su ambición a lo largo de los años y proclamar "I'm finished" frente a un Paul Dano moribundo, su imposible némesis. No puedo reducir el alma de la película a la atmósfera sónica que propone Jonny Greenwood, pero nunca antes un incendio casi mudo (que remite al golpe seco que causa la sordera del hijo de Plainview) me fue revelado de manera tan brillante.


2. Promesas peligrosas. Vincent Cassel (uno de mis actores favoritos) convenciendo a su amigo y chofer Viggo Mortensen, en un burdel de su propia gerencia, a que se acueste con alguna prostituta ucraniana, en una afrenta a su masculinidad. Halo homoerótico y relaciones de poder con sólo algunas miradas cronenberianas.


3. El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford. El timorato Robert Ford (un perfecto Casey Affleck) confesando su pasión desde niño a la figura de Jesse James, al mismo Jesse James, frente a frente, quien responde "lo que pasa es que quieres ser yo", mientras cenan en un comedor de la casa de unos familiares.


4. Crimen oculto (Paranoid Park). Aquí los travellings frontales resultan diferentes a pesar de tener la misma mecánica: ya no es perseguir la cotidianeidad escolar simplona de los personajes de Elefant o la desidia del amago de Kurt Cobain en Last days, sino auscultar en el interior impenetrable de un adolescente (que se evidencia hacia fuera en los ralentis del ejercicio del skate, en una suerte de sublimación, o en la banda sonora por momentos intertextual). En Paranoid park, desde que comienza, me pongo a la caza de algn gesto de vida del personaje que encarna Gabe Nevins, que lo saque de su "zombiedad", aunque minutos después Van Sant nos asegure que su protagonista ha intentado todo el tiempo escapar del horror.


5. Sin lugar para los débiles. Javier Bardem es un robot, una mquina para aniquilar. Es una mole decidida, un tipo recio, seguro, con un look risible, anacrónico, sin embargo es el más maldito de todos, el mejor villano de la década. La primera aparición de Anton Chigurh es contundente, es salvaje, total. Está en el suelo con un rictus de dolor, ahorcando con todas sus fuerzas a un policía, hasta dejarlo sin aliento en medio de un charco de sangre.


6. Luz silenciosa. Johan y su familia menonita están bañándose en una piscina de piedra, ubicada en el campo, en un día soleado y sumamente agradable. Hay intimidad, algunos susurros, niños refrescándose mientras Johan y su esposa cruzan algunas palabras mientras se secan. Por primera vez encuentro la sensibilidad de Tarkovski en un momento de esta naturaleza; entonces desde ese instante deja de ser una evocación del estilo del ruso para convertirse en una osadía impecable, en una tarde de sol reflejada en el agua.


7. 4 meses, 3 semanas, 2 días. Pocas fábulas realistas (aunque suene paradójico) sobre la amistad tienen que ver con una chica llamada Otilia que lleva en su bolso un feto que debe tirar discretamente en la madrugada fra en alguna calle de alguna provincia rumana, mientras su mejor amiga Gabita yace en una cama de hotel tras la "operación" que le hizo el supuesto Dr. Bebe.


8. Dueños de la noche. Joaquin Phoenix anunció su alejamiento de la actuación y me parece la peor noticia del año. Sin embargo, en esta pelcula de James Gray, brinda una de sus mejores performances actorales al encarnar a Bobby Green, paria a la fuerza, a pesar que tiene un padre como Robert Duvall y un hermano como Mark Walhberg. La persecución bajo la lluvia, que culmina con la muerte de Duvall, es antológica.


9. Batman, el caballero de la noche. Hay algo en la voz y en el actuar de Christian Bale, como petulante millonario, omnipotente y soberbio, mientras cena en su restaurante de lujo con el fiscal Harvey Dent (Aaron Eckhart), quien acaba de llegar de casualidad con su otrora novia Rachel (Maggie Gyllenhaal), en una situación que lo desnuda, lo vuelve procaz, indefenso, sin capa ni máscara.


10. Una guerra de película. Ben Stiller acaba de salir liberado de la zona donde estuvo como rehén en el corazón de Laos. Sus amigos actores, que fungen de Rambos, están subidos al helicóptero que los alejará de la fabricación clandestina de heroína, de los líderes narcos de 11 años y de las ametralladoras de balas interminables de los enemigos. Sin embargo, algo lo detiene. El amor paternal despertado hacia un niño nativo durante su cautiverio. El desengaño provocado por el cuchillo en mano del supuesto hijo adoptivo, a cual tira momentos después por los aires, es sin duda una de las escenas ms esperpénticas con la que cierra el filme.


11. Monstruo depredador (The host). Bong Joon-ho es el cineasta de Memorias de asesinato, una de las películas ms impactantes que ha producido Corea del Sur. Simplemente notable. Con The host, el coreano propone, en una vena opuesta de lo que conoca de él, una propuesta diferente de lo fantástico, con ese toque de humor muy asiático, que tiene a la cabeza a un antihéroe torpe, pero que logra hacerle frente a una bestia para nada godziliana. Parodia al género, toques de melodrama y un desenlace efectivo. La escena: El rubio Park Gang-Du sirviendo calamares a sus clientes en su fonda ambulante en medio de un parque y es amonestado por su padre como si fuera un niño. Luego hace aparición la bestia y se arma el caos.


12. Halloween. El regreso de Michael Myers, a modo de precuela, y vindolo como niño rechoncho en una familia disfuncional y mostrando una relación ambivalente con la madre me resulta de lo mejor que se haya hecho en esta saga (marcando distancia con la maravilla completa de Carpenter). Un reparto insuperable: Malcolm McDowell, Brad Dourif, Sheri Moon, Danny Trejo, William Forsythe, Udo Kier y Dee Wallace. La escena: el plano final de la víctima gritando lo que nunca pudo gritar Jamie Lee Curtis.


Mónica Delgado

sábado, 20 de diciembre de 2008

Mejores películas de 2008: empieza Lorena Cancela


Empieza la publicación de las listas de mejores películas del año 2008 de los colaboradores de este blog. Abre los fuegos Lorena Cancela, desde Buenos Aires:


La de más abajo, es una lista de las películas que me cautivaron en este año que no excluye visionados previos, ni discrimina por formato, y/o contexto de exhibición (sala comercial, o festival). Ahora, si de aportes a la historia del cine se trata, exceptuando obras de años anteriores tal las de Bresson y Argento, son sin duda las tres primeras las cuales pasarán a engrosar mi canon en los años venideros: Es que el film del Sr. Oliveira cuestiona el origen a partir del cual se articula una trama, la genealogía de la Historia. En el caso de Coutinho, y dada la historia, el cuestionamiento es sobre cómo contarla. Martel más que preguntarse por el qué y el cómo, trabaja con lo opaco, “lo real” diría Lacan. Al mismo tiempo, la directora da cuenta del funcionamiento de las estructuras de poder, en este caso de una familia de la clase media alta norteña.


Si bien estéticamente son disímiles, La mujer sin cabeza y Crimen oculto (Paranoid Park), visionada en DVD, hablan de lo mismo: De los días posteriores a haber vivido “por accidente” algo que dejará una marca para siempre. Las formas en las que cada una desarrolla el antes y después del hecho traumático refieren a dos tipos de sociedades diferentes y cómo éstas se relacionan con la negación y el ocultamiento.


Au hasard Balthazar (1966) es un film de Bresson, y es recomendable volver a ver de tanto en tanto: Es siempre un placer, un dolor, es salir del cine conmocionado.


Go go tales (Abel Ferrara) no es mi preferida del italo americano, pero celebro haberla vista en pantalla grande este año. A Chelsea On the Rocks la vi en DVD e intuyo que no es lo mismo. A ambas las une mostrar el desenvolvimiento y la moral de dos grupos humano: en tono de ficción, el del cabaret de Ruby, con registro documental el del Hotel Chelsea. Es que Abel Ferrara es un arqueólogo del gesto, filma a grupos de hombres y mujeres con sus propios códigos, poses y actitudes, como si quisiera fosilizarlos, y con ellos al afecto que los ensambla.


Smiley face integra este racconto porque fue la película que más me divirtió en 10 Bafici.


Suspiria (1977) del italiano Darío Argento, visionada este año en DVD y en la televisión pública, fue y sigue siendo mi película favorita del director de terror de culto, y cada vez que la veo me sigue erizando la piel.


El resto de las películas, son todas norteamericanas, de producciones asimétricas y fueron exhibidas en la cartelera comercial. Aunque no son grandes films, tienen lo suyo y alimentan el deseo de seguir queriendo ir los jueves al cine a ver películas y no chatarras: La de Thomas Anderson reescribe la fundación del País del Norte y bien podría ensanchar el conjunto de los western crepusculares. (En este blog, Ricardo hizo un análisis estupendo). La de Reitman escribe y describe con ironía, gracia y amor por sus personajes, la adolescencia. Wall- e y Una guerra de película son parodias al mismo tiempo entretenidas e inteligentes de la sociedad actual: La primera cuando muestra la otra cara del consumo, la segunda al mostrar el revés de Hollywood. También dan cuenta que los productos pop pueden ser algo más que un desfile de efectos especiales. El fin de los tiempos (2007) de Night Shyamalan es una película con cierta sensibilidad trash, pero no exenta del comentario político, y eso es siempre bienvenido.


En Buenos Aires, se estrenaron este año películas excepcionales de la japonesa Naomi Kawase y del malayo Tsai Ming liang, pero no las nombro porque fueron parte de mi lista años anteriores.


1) Cristóbal Colón, el enigma (2007) de Manoel de Oliveira

2) Juego de Escena (2007), de Eduardo Coutinho

3) La mujer sin cabeza (2007), de Lucrecia Martel

4) Crimen oculto (Paranoid Park, 2007) de Gus Van Sant (DVD)

5) Au hasard Balthazar (1966) de Robert Bresson.

6) Go, go tales (2007) de Abel Ferrara

7) Chelsea on the Rocks (2008) en DVD, también de Ferrara

8) Suspiria (1977) de Darío Argento

8) Smiley face (2007) de Gregg Araki

9) Petróleo Sangriento (2007), de Paul Thomas Anderson

10) Juno (2007), de Jaison Reitman.

11) Wall- E (2008) de Andrew Stanton.

12) Una guerra de película (2008), Ben Stiller

13) El fin de los tiempos (2007) de Night Shyamalan


Lorena Cancela

domingo, 14 de diciembre de 2008

Cine peruano: Propuestas y contrapropuestas

Hace unos días publiqué un post que recogía 21 razones u opiniones de personas diversas -todas vinculadas con el cine peruano- que trataban de explicar el fracaso de público de las últimas películas peruanas.

En este primer post sobre el tema concuerdo o debato con algunas de esas opiniones y lanzo algunas propuestas, tal vez disparatadas, para la discusión.


PRIMERA OPINIÓN: “Fueron muy mal lanzadas...

Sí, fueron lanzadas con escasa publicidad, con la excepción de El acuarelista que puso avisos en los diarios. La publicidad es esencial en el lanzamiento de una película.
¿No debería contemplar CONACINE un rubro económico dedicado a apoyar el lanzamiento y publicidad de las películas -en la línea del apoyo de Ibermedia-, yendo más allá del apoyo a la postproducción?
SEGUNDA OPINIÓN: No es posible que se estrenen tantas películas peruanas juntas.

De acuerdo. Sobre todo es complicado lanzarlas, una tras otra, a un mercado saturado de cintas intercambiables en el que sólo destacan los “eventos”, es decir las películas que pueden beneficiarse de la publicidad inmensa de la distribución internacional. Las películas que están en la atención del público son las que rompen las expectativas mediáticas. Las demás, dan igual. Todas están allí, sucediéndose en la cartelera, para hacerle la “camita” a las más grandes.

En otros países, donde existen lanzamientos diferenciados, salas especiales, lugares donde se puede ver cintas atípicas, importan las singularidades. Entre nosotros, en cambio, el “otro cine” (el de los otros continentes, el de los otros estilos, el de las otras escrituras y sensibilidades) no existe y se ha perdido el sentido de lo distinto, de los rasgos que hacen que unas películas se diferencien de otras. Las películas peruanas han pasado a la categoría de esas “otras” películas y no interesan más por ser peruanas: compiten con las demás sin poder aspirar a obtener la categoría de “evento mediático”.

TERCERA OPINIÓN: Es la peor época del año para el negocio del cine. La temporada veraniega norteamericana de blockbusters ya pasó y al final del año el público está con otras preocupaciones.

De acuerdo. La ola veraniega de Iron Man y Batman acabó en septiembre y este es el período en que las compañías peruanas pueden estrenar con más comodidad, pero sin holgura. Entran las películas peruanas y distribuidoras como Eurofilms, Delta y otras pueden exhibir títulos guardados por mucho tiempo. Pero esto lleva a la cuestión anterior: no se puede dar el mismo trato a cintas de Kaurismaki o Reygadas que a un blockbuster. Y, sin embargo, ellas deben entrar a ocupar las mismas salas del mismo complejo de multicines para tratar de responder a los mismas exigencias de rentabilidad. Tal vez con el cine peruano esté ocurriendo lo mismo: se ha corrido hacia el margen y no puede ser medido por los mismos parámetros comerciales que Harry Potter.
En otros países, las autoridades cinematográficas conducen salas propias o afianzan a salas para se equipen con proyección digital de última generación a cambio de recibir horas de exhibición y trato preferente para las películas nacionales. ¿Es muy iluso imaginar por aquí fórmulas de este tipo o cercanas?
CUARTA OPINIÓN: El público más joven ha gastado su plata en la seguidilla de conciertos.
Imposible saberlo. Se necesitaría una encuesta.
Y no sería mala idea conocer las opiniones del público joven -y del otro también-en una encuesta amplia, bien diseñada y seria sobre el tema del cine peruano. Saber el pensamiento de la gente sobre el cine peruano, cueste lo que cueste, es una inversión fundamental.
CONACINE podría conversar con alguna institución académica (U.de Lima o Católica, que tienen institutos de medición estadística y facultades de comunicación) para conseguir su colaboración en un estudio fundamental de expectativas, condiciones, preferencias y opciones del público en relación con el cine peruano. Eso es indispensable para proyectar el futuro inmediato y trabajar sobre datos y no sobre suposiciones.

QUINTA OPINIÓN: Los exhibidores no permiten que una película se “caliente” y vaya incrementando su asistencia. Si no funciona en los primeros días, sale irremediablemente o queda en horarios imposibles.

Los exhibidores se rigen por la lógica del rendimiento inmediato y por la presión de los distribuidores que deben cumplir con sus calendarios de estrenos. La única forma de incentivarlos a un trato amable con el cine peruano es mediante un estímulo económico. Y en este punto las municipalidades distritales podrían cumplir un papel fundamental.
¿Cómo? Cediendo a favor del exhibidor, a partir de la segunda semana de exhibición de una película peruana, el monto del Impuesto a los Espectáculos Públicos No Deportivos.
Sé que esta propuesta es polémica y compleja, pero nada perdería el CONACINE explicando a las municipalidades las razones y beneficios generados como parte de una política de apoyo a la cultura. Es una idea en bruto la que expongo. No la he estudiado en detalle. La lanzo para que se examine y se piense también en los límites y condiciones que debe tener una propuesta de este tipo para evitar trapisondas y corrupción.
Continuará...
Ricardo Bedoya

sábado, 13 de diciembre de 2008

Las razones y sinrazones del cine peruano

El piloto –o simulacro- de industria (cinematográfica), como denominé a la seguidilla de cinco títulos nacionales que se estrenaron entre el 25 de septiembre y el 27 de noviembre pasados, ya deja ver su saldo como conjunto.

Lo primero que se ha puesto sobre el tapete es la definición de “la fórmula del éxito”, deduciendo entre los caracteres de cada película qué fue lo que propició el fracaso de unas y la aceptación de otras. La guionización ‘de autor’ de las películas es señalado como factor principal de discordia con el público, en el que prepondera –dícese- la visión y misión del director al enganche con el auditorio, que quiere reflejos suyos en los personajes, representación de sus cotidianeidades y, también, de sus pesares. Esto aplica a cuatro de las cinco estrenadas, Pasajeros, Un cuerpo desnudo, El acuarelista y Dioses, la cual sí pudo “enganchar con el auditorio”, junto a Vidas paralelas, panfleto redentor de la imagen del ejército, embozado de texto de reflexión.

Mientras que la de Rocío Lladó retrató el sufrimiento cívico por motivos terroristas, la de Josué Méndez se encargó de representar las frivolidades de la clase alta limeña. El autor de esta última obtuvo elogios de la crítica por su obra anterior, Días de Santiago, lo que sin duda despertó el interés popular para su obra siguiente, haciéndola exitosa en boleterías. Por otro, el aceptable resultado en monedas de la película universitaria-castrense de Lladó vino por favores del público, que congració con sus estereotipos risibles del bien y el mal.

Pasajeros, El acuarelista, y Un cuerpo desnudo, registraron fracasos en taquilla, coincidentemente por no tratar temas cotidianos ni mostrar personajes de perfiles reconocibles para el público espectador. Se deja entrever entonces que la problemática del conflicto cineasta-público no se debe a la plasmación de elementos del cine ‘de autor’ en una película sino que el designio del realizador para el público le es de total desinterés. Se maneja entonces la alternativa de la mixtura del filme comercial con el de denuncia social, pero esa también es una fórmula falible, muy proclive a la petulancia.

El estreno de una cinta nacional es advertido por el público de a pie como el lanzamiento de una nueva mostración de sus entornos, de lo que les es identificable, por lo cual, los curiosos, asisten para ver en pantalla grande ‘la nueva historia de su barrio’, ‘lo que le pasó a fulano y a mengano’, un relato simple que les permita ser partícipes; de no ser así, resulta una decepción. Fórmula facilona que también esta viendo buenos resultados en televisión.

Como contador de historias de interés masivo, el cine está sufriendo de indiferencia, más aún con el arraigo del formato de miniseries que pululan en toda la señal abierta, cubriendo el espacio de divertimento popular en las noches. Además, la concepción del cine cada vez más se refiere al formato digital, de efectos especiales, que aleja a los interesados del drama de la pantalla grande, refugiándolos en la TV o el DVD. No obstante, una película hace cifras importantes en taquilla porque logra convocar gente no asidua a las salas, que se ve atraída por un material que en pantalla chica no es disfrutable, mayormente sci-fi y horror; gente que nada le importa las motivaciones de una historia o las razones existenciales de un autor, sea cual fuere su nacionalidad, por lo que el llamado al apoyo patriota por el cine peruano es siempre omitido.

Se concluye, finalizada esta seguidilla, que la aglomeración de estrenos no nos hace una cinematografía sostenible, lo que pasó este fin de año fue una coincidente confluencia de intereses individuales en busca de sus propios nortes, que, con tufillo patriotero, se le denominó “maratón de cine peruano”. Y es que más divorciadas que la crítica con el público, que los cineastas con la crítica y que el público con los cineastas, lo están las películas nacionales entre sí. De darse otra “maratón” en el verano de 2009, tendrá resultados irregulares como los de ahora.

El magro promedio de 20 000 espectadores irá decrescendo si es que no se plantea un concepto de cine peruano, de temática y condiciones de realización exclusivas, que, una vez sedimentado, evolucione a identidad e industria fílmica, una no precisamente homogénea. Ergo, de seguir la constante actual, la producción nacional, arriesga a verse postergada sólo a los sectores alternativos, cine foros y algunas salas independientes, cual arte marginal. Treinta años atrás, el Grupo Chaski retrató la marginalidad del cholo limeño en la década ochentera; actualmente, el emergente cine provinciano se maneja en los códigos del cine de monstruos y el horror; ambos, ejemplos de unidad temática que consiguieron un público que permitió sus continuidades.

Con este ciclo se demostró también el poco alcance de la crítica, su débil influencia, atendida más por círculos cinéfilos que son, curiosamente, los pocos contados que “apoyan” el cine nacional. Que Vidas paralelas, maltrecha por los entendidos, y Dioses, de dividida aceptación, fueran las de mayor acogida, confirma el panorama y exonera de culpa a la crítica sobre el fracaso de la mayoría de las últimamente estrenadas.

Empero desalentador es aseverar que el desapego de las mayorías al cine ha degenerado en un prejuicio culturoso que lleva como lema -dicho a pecho inflado, cual dogma- “El cine peruano es pésimo”, comentario suscrito por casi toda la juventud académica, que adjetiva como bodrio a los productos nacionales con tan sólo ver los trailers. La idea es soltar la lengua con asidero sobre la cinta que se juzga, y no sentenciar a la cinematografía peruana, de historia invisible, porque no gustan de ninguna de Lombardi ni de Josué Méndez.
John Campos Gómez

jueves, 11 de diciembre de 2008

La cosecha de primavera: cinco estrenos peruanos al hilo


Isaac León Frías envía al blog su prometido balance de los estrenos recientes del cine peruano. Aquí va:
No quiero abonar en las posibles razones del fracaso comercial de tres de las películas peruanas recientemente estrenadas. Las otras dos tampoco es que hayan sido éxitos ni mucho menos, pero los topes con que se mide el volumen de asistencia para calificar de positivo un estreno de producción nacional se van reduciendo. Las cifras obtenidas por Vidas paralelas y Dioses se hubieran considerado muy bajas hace algunos años. De cualquier modo, es saludable continuar con el debate en este blog, dejando de lado las diatribas proferidas en varios de los comentarios enviados luego del listado de “razones” recogido por Bedoya y que han sido tomados al pie de la letra por un intonso que le atribuye la autoría a quien está registrando las “razones” proferidas por otros.

Me limito, por tanto, a los términos en que como crítico me (nos) corresponde juzgar lo que las películas nos ofrecen. Cierto, como periodistas, cinéfilos o ciudadanos (o las tres cosas a la vez) es legítimo opinar sobre esos factores que tienen que ver con la vida de una película, pero eso no se debe confundir con el análisis o el comentario crítico y, por tanto, pedirle al crítico que señale derroteros para la producción local o que se comprometa activamente (¡qué mayor compromiso que el juicio público permanente!) con la construcción de una cinematografía, es improcedente y desatinado. La crítica tiene su propio espacio y no es el de la guiar a los realizadores como tampoco lo es la publicidad, la promoción o la franela.

Aquí va, entonces, mi comentario crítico. Señalo de entrada que el balance me parece insatisfactorio. Cuatro de las películas tienen propuestas estéticas a priori atendibles y entre ellas la menos deficitaria en términos expresivos es Dioses, de Josué Méndez (en la foto). Las otras tres son Pasajeros, opera prima de Andrés Cotler, Un cuerpo desnudo, de Francisco Lombardi y El Acuarelista, primer largo de Daniel Rodríguez que firma como Daniel Ró. Son propuestas personales, lo que ya merece un reconocimiento en tiempos de indiferenciación creciente de los productos audiovisuales, más aún ante los riesgos del “fracaso” comercial en una cinematografía tan precaria como la nuestra. Pero, claro, el que sean personales y, por ello, distinguibles, no las hace artísticamente valiosas porque, por diversas razones, los tratamientos o no funcionan del todo o tienen serias falencias.

Dioses, como ya se ha advertido, se plantea de un modo casi opuesto a Días de Santiago. Frente al carácter nervioso, sobresaltado del primer largo de Méndez, el tono aquí es distendido, casi abúlico. Días de Santiago apunta a la esquizofrenia, a la disgregación, mientras que Dioses opta por la molicie. Días de Santiago trasmite un sentimiento de angustia, Dioses se aboca a una suerte de resignada impotencia. En Días de Santiago la cámara parece confundirse con el personaje central, en Dioses, en cambio, la cámara observa, aunque los planos sean próximos. El punto de vista del segundo largo de Méndez es escrutador, casi fríamente inquisitivo.

No obstante, la construcción de algunos personajes (el “coro” femenino, un tanto caricaturizado) y el desempeño de otros (los personajes masculinos) producen una sensación de inadecuación, casi de lasitud un tanto forzada. Aún así, vale la mirada sobre un estrato social poco expuesto en el cine peruano y la apuesta por un estilo que logra escenas logradas como la inicial o la de Maricielo Effio (por cierto, el personaje de mayor interés) frente al espejo, además de una tónica narrativa que apunta a la irresolución, al efecto de suspensión, a la acción diferida o camuflada, a modo de retrato crítico de una clase social.

Pasajeros se mueve dentro de los márgenes de ese realismo social violento y “sucio” que ya se ha explorado aquí (y es uno de los cuestionamientos que hace un sector del público) para relatar la aventura frustrada de un par de amigos-cómplices, comprometidos con actividades delictivas, en pos de viajar a los Estados Unidos.

Aún cuando la historia que articula Pasajeros ofrece el interés potencial de un drama de sobrevivencia, a la puesta en escena le falta la energía necesaria para mantener a flote una narración desigual. Por momentos, la dirección de Cotler le impone nervio al relato, pero en otros se percibe un claro decaimiento. La actuación de Pietro Sibile es muy correcta, pero se aproxima por ratos a los gestos y a la exaltación del Santiago que encarnó en el film de Josué Méndez y los personajes del pintor y su mujer, que en el papel constituyen un contrapeso al lado exasperado del film, fallan notoriamente.

El menos convincente es el personaje que interpreta Mónica Sánchez, pero tampoco se salva el pintor que tiene a su cargo Eduardo Cesti. El problema está en la construcción de los personajes más que en la actuación de Sánchez y Cesti, aunque en el caso de ella se percibe un error de casting: no parece la actriz indicada para el rol que se le asigna.

Un cuerpo desnudo es un paso en falso en la obra de Lombardi. Aunque están varios de los motivos que se han repetido a lo largo de su filmografía (el espacio enclaustrado, la vulnerabilidad de unos seres desencontrados, la ritualidad de las conductas banales o programadas, las situaciones-límite, etc.), aquí incluso tamizadas por una cuota muy notoria de teatralidad (que no es de por sí un defecto ni mucho menos; hay grandes películas armadas sobre los juegos de la representación), el balance deja mucho que desear por problemas de guión, de selección y de dirección de actores, de debilidad en el tratamiento expresivo…

Es cierto que Un cuerpo desnudo se ofrece como un ensayo, un film de cámara reducido a los componentes humanos y escenográficos mínimos, con un propósito exploratorio, casi de laboratorio, pero no se llega a establecer la dialéctica entre el cuerpo desnudo y los cuatro amigos ni se crea la atmósfera de descomposición que en otras ocasiones ha funcionado bien en los films de Lombardi. Precisamente, a la vista de sus mejores películas, parece convenirle un registro narrativo con personajes de mayor espesor dramático, tensiones más acusadas y una progresión ascendente, aún cuando no se trate de una estructura en continuidad temporal.

El acuarelista es una cinta laboriosamente realizada y con un extremo cuidado en todos los detalles. Si no impecable, al menos la producción tiene un estándar muy alto de prolijidad, lo que entre nosotros no es poco decir.

A eso se suma un pequeño universo que puede ya rastrearse en algunos de los cortos de Rodríguez, especialmente El colchón, Triunfador y El diente de oro. Seres excéntricos que tienen algo de etéreo y lunar, escenarios que rozan o se allanan por completo a la fantasía, fábulas adultas que trasuntan resonancias del teatro de Beckett y de Ionesco. La creación plástica está también en ciernes en esos primeros trabajos.

En El acuarelista el solitario señor T no pretende otra cosa que pintar su acuarela en el departamento del edificio en que se instala. La horda de vecinos impertinentes se lo impide. La situación, con notorias reminiscencias de El inquilino, de Polanski, aunque crea un clima de progresiva irrealidad, se ve afectada por una construcción episódica que se va haciendo muy reiterativa, con personajes apenas silueteados u otros de trazos muy gruesos (los que interpretan Cecilia Natteri y Enrique Victoria, por ejemplo) y con un aire de anacronismo que pudo ser un dato sugestivo, pero que aquí abona finalmente a la impresión de un estilo envejecido.

Queda, por último, el único de los cinco títulos al que no se le puede atribuir un carácter personal, lo que no es un demérito. Ni Lo que el viento se llevó ni Casablanca, por mencionar dos cintas clásicas (y míticas), son obra de “autor” y eso no disminuye el alto nivel creativo que tienen. Una película de género sin pretensiones puede ser muy superior a otra u otras que trasmitan una visión muy elaborada del mundo o de la realidad cercana.

No es el caso, claro, de Vidas paralelas, dirigida por la debutante Rocío Lladó, un relato que activa mecanismos del thriller político, en este caso aplicados a la guerra antisubversiva en tiempos de Sendero Luminoso, de manera en extremo maniquea y reduccionista. Es verdad que la posición pro-militarista y el cuestionamiento implícito que se hace del informe de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación Nacional, en la forma casi cándida en que lo hace la película, resultan insostenibles. Pero igual hubiese sido si el film, en vez del punto de vista militar, asumiese el de Sendero Luminoso o el de la misma CVRN. Es decir, son los procedimientos fílmicos los que potencian o empobrecen una manera de dar cuenta de asuntos polémicos y controversiales y lo que hace Vidas paralelas es tan grueso y burdo que empobrece el sentido. Al lado de esta película, la muy discutible y vapuleada Tropa de Elite, del brasileño José Padilla, parece una obra mayor, y la menciono porque trata un asunto parecido: la lucha de la policía contra la delincuencia en las favelas cariocas. Hay que reconocerle al film de Padilla al menos un hábil manejo narrativo y un ritmo entrecortado del que carece Vidas paralelas.

El balance, por cierto discutible, que he pergeñado no tiene por qué llamar al desaliento. Que el nivel actual del cine peruano no sea satisfactorio, no significa que no se hayan hecho películas mejores en años anteriores o que no se puedan hacer más adelante. Y esa es en todo caso la expectativa del crítico: toparse con buenas películas, que no tienen que serlo todas las que se realicen en nuestra tierra. Pero esa es nuestra labor: decir y explicar cuáles y por qué nos parecen buenas, malas o peores.

Isaac León Frías