miércoles, 10 de diciembre de 2008

Cine peruano en debate: opina Christian Wiener

Si alguien puede garantizar al 100% que film será o no taquillero, demostraría ser más que un hábil productor, vidente o adivino, porque ni en Hollywood se puede asegurar la viabilidad comercial de un proyecto, ni su éxito, como más de un naufragio en la taquilla lo demuestran. No existe por ende una receta ni formula mágica que garantice la suerte de un producto (guión “genial”, actores reconocidos, desnudos al por mayor, hecho conocido) porque el mercado y el público es y será siempre imprevisible, aquí y en Mongolia.
Por otro lado, toda película no está obligada a ser “taquillera”. ¿Es un certificado de buena conducta la cantidad de público que llevas a la sala? No se trata de hacer ascos a la palabra comercial ni al mercado, pero tampoco volverse un mercachifle, que sólo le interesa lo que pide la gente, sin importar lo que hagas y a quienes te vendas. Lo que si es importante es que el cineasta se conecte con su público, grande o pequeño; porque el cine es un medio de creación, expresión y comunicación, y no un ejercicio autonarcisista.
El cine peruano es una pluralidad de voces y miradas, difícil de abordar en paquete, porque cada película es una experiencia particular, con diversas formas de producción (en celuloide o digital). Sus logros y limitaciones no son de ahora, y no se pueden medir sólo con el barómetro comercial –tipo rating-, así como tampoco exclusivamente en el dictamen de la crítica. Que hay que buscar nuevas formas de acceso a las salas y exhibición es un hecho irrefutable, pero la alternativa de las salas digitales, si se mantienen en manos de las ‘Majors’ como hasta ahora, pueden representar a la larga una mayor concentración monopólica, con la distribución de la imagen vía satélite y monitoreada desde las casas matrices de Hollywood. El quid del asunto es pues romper ese control, sea estableciendo cuota de pantalla (aunque choquemos con el TLC) en las salas existentes y/o abriendo nuevos espacios, que podrían ser promovidos por los gobiernos regionales y locales de todo el país.
¿Pero de que vale todo lo anterior si no hay publico? Es decir, tenemos que empezar por el principio, construir mercado, formar público, ganar espectadores. En una población embrutecida por la peor televisión y una pobrísima educación, es una tarea titánica, compleja y gigantesca que prácticamente se ha abandonado en el país, a no ser por algunas muestras, eventos, talleres y festivales que sacrificadamente se preocupan de llevar cine a diferentes partes del país, y que son incomprendidos muchas veces hasta por los propios cineastas. Y para ello, por supuesto, es también imprescindible la labor de una Cinemateca Nacional, que tanta falta nos hace en el país.
Son algunas ideas a raíz del artículo de Bedoya y los comentarios suscitados, y que me reafirman en lo que mencioné en una nota anterior, la necesidad de propiciar un amplio y franco debate sobre el cine nacional, actual y futuro, no sólo en lo que respecta a su producción y exhibición (incluyendo el marco legal) sino sus propuestas temáticas y formales, y su relación o empatía con el público nacional y por que no también, extranjero.
Christian Wiener

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo concuerdo en que para lograr que...

"el cineasta se conecte con su público, grande o pequeño",

es perfectamente posible ser un...

"mercachifle, que sólo le interesa lo que pide la gente".

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Me parece que la programación de la televisión peruana es excelente y su consumo por parte de la población contribuye a mejorar el nivel intelectual, moral, emocional, de toda la sociedad.

El nivel educativo en el Perú me parece excelente también.

Todos los espectadores cinematográficos peruanos somos muy lindos.

JORGE LUIS VILLACORTA SANTAMATO

Anónimo dijo...

Hola Christian. No te olvides de pasarme tu texto para la revista. Es urgente ;)

José Carlos Cabrejo

Anónimo dijo...

Señor Bedoya, hubo gente -para más colmo, ex universitarios- que no entendió la lista que publicó. Ver http://malaspalabras.pe/2008/12/09/¡richi-bedoya-attacks/

por todos lados abundan los paranoicos...

Anónimo dijo...

por favor, ojalá no se tome esto como un pedido de censura, pero cuando se tocan los límites de la tolerancia con tanta estupidez junta, uno a veces pierde los cabales... es decir, obvie los comentarios del señor villacorta santamato, nos tortura con sus expresiones, porque intuyo que lo hace adrede, como una forma de tomarle el pelo a la gente, y para vivitos ya tenemos demasiado... disculpe bedoya...

Anónimo dijo...

El problema no es si es taquillera o no, por ejemplo:¨Pantaleòn y las visitadoras¨, fue un èxito comercial, pero la pelicula como tal, debe haber sido unas de las màs pobres de Lombardi.

julio dijo...

La verdad que el cine de su país según lo que entiendo va en un rumbo sin identidad.Más educación,más cine,más calidad,más creación ,es un proceso que sin la educación y capacitación es dificil de realizar.