El cine de Michael Mann no tiene pierde. Esta vez, en Enemigos Públicos, la cámara en mano, la textura del digital y la insistencia de un banjo intervienen como nunca en las secuencias de robo al banco, de fuga o del tiro de gracia al criminal más buscado.
Mann apuesta por la cámara que flota, que sigue, que vibra, que captura los nervios en el primer plano, cosa poco común en el cine de gángsteres. Construye un relato redondo dentro del canon del género, con reminiscencias al cine negro, a sus malos por excelencia, desde la sola mención a James Cagney o el guiño en el montaje paralelo en la secuencia final con Manhattan Melodrama, haciendo que Depp tenga el mismo bigote y osadía que Clark Gable. Un gángster es un gángster.
La historia de Enemigos Públicos es sencilla: Dillinger (Johnny Depp) reúne a un grupo de mafiosos para seguir robando en Chicago con la libertad de siempre, pero el FBI arma un nuevo equipo liderado por Melvin Purvis (Christian Bale), quien no terminará hasta ver al gángster bajo su mira. Sin embargo, Mann no se enfoca en la dicotomía bueno versus malo, como lo puede insinuar el nombre de la película, no existe un duelo face to face como en Fuego contra fuego o Colateral, al contrario, se centra en la figura de Dillinger, en las estrategias que usa con amigos ladrones, en sus planes de fuga, en su devaneo amoroso con Billie (Marion Cotillard), en su frivolidad y en su insistencia de outsider.
Mann narra desde el lado ajeno a la ley, no le importa adherirse a la causa de Bale, su nervio está en el espíritu de Dillinger acorde al ritmo de una canción de Otis Taylor, un blues en onda Mississippi, trajinado, para anunciar la acción y las malas intenciones. Este cineasta ha demostrado tener ojo y oído para engranar música en las escenas más temerarias o sinuosas, como en Miami Vice, aunque esta vez ritmos del Estados Unidos profundo sean el hilo sonoro del filme, ms allá de las voces de Diana Krall o Billie Holliday que aparecen como motivo amoroso.
La secuencia en que Depp-Dillinger entra a la oficina del FBI sin ser reconocido, inclusive haciendo alguna pregunta a los policías sobre un partido de béisbol, denota como el cineasta muere por su personaje: no sólo es el enemigo público número uno, el más grande mafioso de la historia de EEUU junto a Capone; es el tipo ideal de los bajos fondos dentro del despilfarro, la audacia, la sofisticación, el lujo, que Mann aprovecha y coloca junto a las particularidades de sus otras creaciones (Robert de Niro, Al Pacino, Tom Cruise, Collin Farrel).
Enemigos públicos está lejos de renovar el panorama del género pero es es una gran película, donde existen escenas memorables como aquella en que vemos a un Dillinger atrapado bajo las partículas de polvo al sol.
Mónica Delgado (desde México)
9 comentarios:
Insoportables los posteos de la señora Delgado, que Bedoya aprueba porque seguro está cansadopor el Fesival de la Pucp. Así comentes del polo norte seguirás torturándo a los pocos que entramos a este digno blog.
Reinvención formal del género negro de gánsteres y reinvención de la historia del atracador de bancos en la vieja Chicago.
Una crítica muy menor Bedoya. Deberías replantear los comentaristas.
¿Qué estás haciendo en México?
Regreso del cine de ver esta película: es muy buena. En varios aspectos.
-La resolución digital me dejo perplejo (claro,en pantalla gigante es mejor que en TV).
Mas perplejo me dejó algo que yo pensaba que tardaría en llegar y que el celuloide no logra resolver desde hace mas de un siglo: La ESTROBOSCOPÍA. Ya no hay! Los panorámicos fuertes y rápidos están totalmente limpios de esto. Sólo una pequeña toma tiene este error.
Hablando de errores, lo que sí aún no pueden resolver son los contornos en las personas (rojo o azul segun el fondo) y la profundidad de campo.
-La cámara al hombro es también una nueva en filmes de gansters. Funciona muy bien!
Michael Mann es todo un referente en acción, no puedo decir lo mismo de su hermano (es Tony su hermano?)
¿Por que el título está en plural? Yo sólo ví a un enemigo publico, es mas, en la misma cinta se hace la referencia a travez de un periódico.
saludos
El inicio de la película, me pareció muy bueno, hace una buena presentación del personaje, la textura de la cámara digital fue realmente estimulante, las escenas de tiroteos son los mejores que he visto en años, Mann domina por completo la cámara, mostrándonos su talento.
Ahora el pero, si bien Mann hace una buena presentación de Dillinger, no profundiza en el protagonista y los demás personajes, donde Cotillard es prácticamente un fantasma que deambula en la pantalla, es que el menos trabajado esta, tan sólo es la novia del Gangster, el personaje de Bale es otro que hace aguas.
La película naufraga, esto es debido a los problemas del guion, en donde se producen situaciones absurdas, diálogos ridículos y tópicos, la historia no tiene ningún tipo de desarrollo, tan solo se convierte en una simple persecución de policías y ladrones, si bien se busca ser un homenaje a las películas de Gángster, no llega a redondear la idea y se queda a medio camino.
Mann no es capaz de imprimirle tensión, pulso a la narración, Mann olvida la narración para centrarse en los movimientos de la cámara.
El guiño de poner Manhattan Melodrama (película mediocre por cierto), es simplemente por la frase del personaje de Gable cuando va camino al patíbulo, porque en sí, la película no rescata la esencia de los films de gangster, sólo es una reunión de tópicos del genero mal ensamblados.
Puede que sea una buena película o no. Lo que me parece vital en una propuesta de acción (sea de Mann o de cualesquier otro realizador) es que mientras más lugar se le concede a la estética, menos espacio queda para la emoción. Revisa tu crítica.
Qué enfrentamiento face to face tiene el Tom Cruise en Collateral si su misión es asesinar seis tipos diferente en una sola noche. ¿habrémos visto la misma película?
Discrepo con tu afirmación que la película está lejos de renovar el género. Si es una gran película y tiene muchos atributos es lógico que si lo renueve, hasta quizás lo reinvente. ás contradicciones que aciertos señora.
¡Un comentario fascinante! ¡Gracias por compartirlo!
Estoy totalmente de acuerdo.
Yo agrego que es una película fascista y soviética.
JORGE LUIS VILLACORTA SANTAMATO
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