jueves, 4 de agosto de 2011

LOS INDEPENDIENTES BUENOS Y LOS DEPENDIENTES MALOS: Una respuesta a John Campos Gómez

En el balance del Primer Festival Lima Independiente, que se realizó hace pocas semanas, John Campos Gómez, además de comentar las películas presentadas, vuelve sobre el concepto de cine independiente para defender su validez en el caso de las películas seleccionadas. Que son independientes no tengo la menor duda y todo estaría bien si allí queda el razonamiento de John. Pero no, lo que él sostiene es que son independientes porque no se han hecho con dinero de premios ni subsidios. Ergo, las que se hacen con dinero de premios o subsidios no son independientes.

La falsedad de esa diferenciación es tal que la casi totalidad de lo que se conoce como cine independiente, no lo sería. No serían independientes, aunque en su momento no se les llamó así, ni La edad de oro, de Buñuel, ni Sangre de un poeta, de Jean Cocteau, porque las financió un mecenas, Charles de Noailles. No sería independiente gran parte del cine de la nueva ola francesa ni del nuevo cine alemán, porque recibieron créditos estatales, ni casi todo el cine de autor que se hace hoy en el mundo, ni el de Bela Tarr, ni el de Apichatpong Weerasethakul, ni el de Nuri Bige Ceylan, ni el de Tsai Ming Liang. Según el razonamiento de Campos Gómez no calificarían porque todos ellos reciben subsidios o créditos de diversos tipos.

El BAFICI argentino no tendría por qué llamarse festival de cine independiente ya que en su programación al menos el 90% de lo exhibido, si no más, se financia con premios, apoyos estatales o de fundaciones o empresas televisivas. En otras palabras, estaríamos ante un festival de cine dependiente de apoyos y tutelas financieras. Entonces, habría que reescribir por completo la historia del cine independiente en el mundo a partir de la experiencia peruana.

¿Qué cosa queda?

Muy poco y de muy escasa visibilidad, pero por lo visto, lo de fuera no entra en la discusión, porque se trataría de ver las cosas aquí en el Perú y John nos deja entender que aquí, por qué no, podemos inventar una aplicación nativa de cine independiente. Como no importa la experiencia histórica ni la rigurosa aplicación del concepto, cintas como Días de Santiago o Paraíso, que han sido programadas en el BAFICI podrán ser "independientes" allá, pero aquí no lo son. En cambio, Reminiscencias, que también ha sido exhibida en el BAFICI es independiente allá y también lo es aquí, porque no ha tenido apoyos económicos.

El razonamiento es absurdo, pero lo sostiene John Campos Gómez. Si no fuera porque lo conozco y me consta que es una persona inteligente, podría pensar que John es el intermediario de un sujeto que difunde esos disparates en su blog. Pero me extraña que John los haga suyos con pasmosa tranquilidad. En realidad, detrás de de esa argumentación capciosa, está la voluntad de descrédito de todo lo que se asocie de algún modo al CONACINE y a los apoyos extranjeros. Lo que importa es crear aquí una falsa oposición entre la "pureza" de quienes hacen sus películas sin ningún tipo de apoyo y la "contaminación" culposa y menoscabada de quienes las hacen con apoyos y subsidios.

Esa aplicación, entonces, no sólo no proviene de John, de quien creo que tiene la mejor voluntad, ni tampoco de buena parte de los realizadores que hacen sus películas para la exhibición fuera de salas comerciales y que no levantan banderas de independencia para hacerse notar. Ha surgido de quienes, de manera aviesa, están propiciando falsas oposiciones y levantando el membrete del cine independiente porque les conviene y les ofrece cierta visibilidad. Y eso, John, es una forma torpe de hacer demagogia y con eso se afecta un trabajo de rescate como el de la propuesta del Festival Lima Independiente, que es valioso en sí mismo, pero que lo sería mucho más en manos de quienes como tú, no están animados por el ánimo maniqueo de dividir entre los buenos y los malos.

El Festival de Lima, a punto de iniciarse, es también un festival de cine independiente y por serlo debería incluir, previa selección como en todo festival, películas hechas en soporte digital, cosa que hace en la competencia oficial documental y no en la de ficción, lo que constituye una gruesa contradicción. Asimismo, debería haber incluido en la programación de este año, aunque no fuera necesariamente en la competencia oficial, películas como Reminiscencias o Cada viernes sangre. Esas exclusiones contribuyen a alimentar la falsificación de que hay un cine independiente frente a otro que pretende serlo y no lo es. Al Festival de Lima le corresponde, y ya desde un buen tiempo, mostrar y demostrar la amplitud de lo que se viene haciendo en el Perú, incluyendo el trabajo realizado en las regiones, muy curiosamente excluido o desdeñado por quienes levantan el membrete del cine independiente.

Isaac León Frías

16 comentarios:

Kiko dijo...

Oye John, no te juntes con esa chusma!!!... Chusma, chusma, ppppffffff!!!!

John dijo...

Chacho, algo de confusión en esto. La mayoría de tus anotaciones enfrentan el absurdo término Nuevo Cine Peruano con el que es imposible estar de acuerdo. Pero aquí nadie hablado de corruptelas de Conacine ni de superioridad de un estilo sobre otro. El punto es otro, jamás tan complejo.
Así acordásemos no rotular como “independiente”, atendiendo tu posición, a estas películas, entonces, ¿cómo les decimos? a) video, b) cine B, c) cine alternativo, d) cine marginal, e) cine guerrillero. Una opción más peyorativa que otra. No sé, pongámonos de acuerdo para hablar sobre lo mismo porque el fondo de la discusión no es desarrollarse sobre la connotación del término compuesto “cine-independiente” a lo largo de la historia del cine, ni de su aplicación a nuestro medio, sino expresar que estas películas que discutimos, principalmente por el modo de producción, son muy diferentes a cualquiera que se haya estrenado en los últimos años. Por eso mismo, más demagógico me parece decir que todo el cine peruano es independiente. A nadie le disgusta, sino al contrario. Seguiré discrepando contigo respecto a eso.

Ya que el calificativo “independiente” produce rechazo, podríamos usar el esperanto para denominar el cine de estos chicos. La nueva nomenclatura no alterará el producto. Sea como fuere, hay dos formas de producción nítidamente distintas que debemos aceptar para no seguir dando vueltas a un asunto que está muy claro. Al menos para mí.

Carlos Zevallos Bueno dijo...

Profesor Bedoya:

Se ha tocado un tema que me apasiona, y me encantaría remitir a este blog un texto a fin de motivar una respuesta ulterior del profesor León Frías y de usted.

Estaba tratando de escribir un comentario, pero, lo repito, el tema me apasiona, y la redacción se me salió de control: me suele suceder, no soy académico, con las justas logré un bachillerato en la universidad pública luego de nueve años de ebriedad casi ininterrumpida... En el caso de que "Páginas del diario de Satán" aceptara mi propuesta, acaso el texto sería más extenso de lo que suele ser una publicación en Internet; con todo, intentaré ser conciso, lo prometo, sigo luchando contra el floro... Lo único que pediría para la edición de mi texto es hipertextos, una técnica básica de edición en línea que esta página, de corte educativo, ignoro por qué no aprovecha. (Yo podría enviar las instrucciones correspondientes si fuese necesario: con gusto, me bastaría adosar un par de enlaces).

Mi texto se llamaría "Conversando con dos radicales" y se lo enviaría a más tardar el lunes.

Si aceptara mi propuesta, profesor Bedoya, le solicito que me indique —por esta vía— la dirección electrónica a la cual debo remitírselo. Así mismo, le reconozco el derecho a que, si le parece un texto injuriante o estúpido, no lo publique.

A John Campos Gómez también le pediría que, si tiene pensado duplicar el artículo de León Frías, esperase mi texto, en el cual, confío, ha de recoger elementos de juicio adicionales.

Leeré su blog mañana por la noche, profesor Bedoya, a fin de noticiarme de su respuesta. Por favor, no barrunte petulancia en proponerle fechas precisas: en estos momentos, el tiempo me escasea, pues estoy completando trámites diversos para abandonar mi país, coyuntura que, por cierto, descarta un intercambio infinito de textos. Y, sin embargo, se lo repito: el tema me apasiona, y no quisiera desperdiciar la ocasión de que lo abordasen el profesor León Frías, ex decano de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Lima, y también usted, profesor Bedoya, crítico del canal del Estado y del diario El Comercio: dos personas expertas en esfera pública.

Atentamente, CZB.

John dijo...

Leo de nuevo tu texto, Chacho, y me sorprende lo rudo que has sido.
¿Tan difícil es aceptar esto que expongo? Es una realidad, no un teorema que pugna por imponerse.
Te equivocas si crees que yo considero más una película por su "humildad" de recursos. No podría ser tan torpe -ni parcial- para apreciar el cine de esa manera.
Ahora, si has leído mi artículo completo sabrás que mi posición frente a las películas que compitieron en el Lima Independiente no es la más entusiasta.
Entonces, no estoy muy seguro si tu texto me responde a mí o alude a otro. Veamos los matices entre el blanco y el negro. Tampoco seamos plomos, mejor grises.
Nos vemos en el festival.

R Bedoya dijo...

Respueta a Carlos Zevallos:

Por supuesto, envía el texto. Será publicado. No sé si con las precisiones técnicas requeridas (hago este blog solo y mi conocimiento informático es elemental), pero sí con amplitud. En todo caso, se podría partir en dos o tres posts.

Solo quiero aclarar que no soy experto en "esfera pública", ni nada semejante. Y que tampoco me apasiona el tema tratado. La verdad, lo que me importan son las películas y no la forma en que se produjeron. El mismo mérito expresivo puede tener una película de Cameron que una de Nicolás Pereda, y eso es lo que de verdad me interesa en el cine.

Pero, en fin, si se trata de debatir, no tengo problema. Venga el artículo.

Manuel Siles dijo...

Interesante, muy interesante... ¡Qué siga el dialogo! Seguramente el texto de Carlos también aportará mucho. Con respecto al término "Cine Independiente" yo también ando desconcertado, hay verdaderos extremos, por un lado está la posición de mi querido amigo Eduardo Quispe, según la cual el único cineasta independiente del mundo sería él y por el otro la de chacho según la cual todos (o casi) los cineastas de un pais donde no haya industria serían independientes, y en el medio muchas más. En todo caso chacho, de mi parte un pequeño aporte, ya que este no es mi tema y me declaro un completo ignorante al respecto: seguro recuerdas el debate que tuvimos hace algunas semanas, pues allí yo mencioné que tal como se aplicaban los criterios para decidir los premios del CONACINE el llamado cine independiente no tenía ninguna posibilidad, y puse como ejemplo los casos de Raul del Busto y Omar Forero (éste premiado en el concurso regional, mas no en el nacional de ficcion donde se presentó)y que esa estructura obligaba a suscribir un modo de realización único tanto en la forma como en el discurso en vez de atender todo el abanico de posibilidades del cine nacional. En ese sentido, decía yo, a los cineastas del llamado cine independiente, se les obligaba a abandonar sus propuestas originales (si querían ganar un premio)y a suscribir las del cine tipo CONACINE, es decir se les pedía abandonar su independencia. Participo en este intercambio no para ayudar a definir qué es cine independiente, sino porque a mí si me interesa que el CONACINE, o sus ruinas, abra un espacio para una forma de realización que hoy no contempla, aunque en vez de cine independiente se le llame de una forma mejor y aunque algunos cineastas "indpendientes" se molesten y descalifiquen a quienes se presenten a esos concursos. Buen debate, que sigan fluyendo las ideas.

Isaac Ledón Frías dijo...

No cuestiono tus comentarios de las películas, John, y en efecto veo en ellos una saludable distancia. Lo que cuestiono es ese sentido restrictivo del término cine independiente, sobre el que quiero seguir escribiendo y creo que he sido claro. Con relación a ese "nuevo cine" (no estoy de acuerdo con la denominación porque me parece igualmente equívoca por razones que ahora no voy a exponer),sí creo que se le puede llamar en el contexto local un cine alternativo. Incluso se podría matizar como un cine alternativo de autor frente, por ejemplo a un cine alternativo de género, que es el que se realiza mayormente fuera de la capirtal. Es verdad que las denominaciones son siempre relativas y es necesario situarlas bien. por eso es que me parece errónea esa exclusividad en el uso del término para el cine que se hace con pocos recursos y no aspira a la exhibición en salas comerciales.

Carlos Zevallos Bueno dijo...

Hola, Ricardo (1/3):

Gracias por tu respuesta, muy estimulante... Mi paranoia y mi nerviosismo ven intentos de censura por todas partes, así que, a veces, me siento en la "obligación" de hacer algunos aportes. Tengo acceso libre y continuo a Internet desde hace poco tiempo y ando medio descuadrado, sobre todo porque voy a perderlo en los próximos meses... Pero, al respecto, vamos, no tengo por qué contarles nada ni a ti ni a tus lectores: no tienes ninguna responsabilidad, ni siquiera simbólica o lejana, en mis problemas síquicos y materiales. Responsabilidad sí tienes, directa, en mi afición al audiovisual, porque yo fui un visitante asiduo de la Filmoteca de Lima, donde contigo no hablé jamás, pero sí con el profe León Frías, a la sazón bastante respetuoso de mi timidez. Por lo demás, publicadas las últimas observaciones de Campos Gómez, siento que ya no tendría por qué intervenir: me dan ganas de silenciarme, pero ¿esto ya sería posar de modesto? Qué jodido expresarse en público, ¿no? Qué tentación tan solo observar a los demás sacarse la lengua, ¿no? Porque, de que es divertido, no te voy a mentir, Ricardo: es un cague de risa imaginarte con la lengua afuera, y Sebastián Pimentel, azorado... Pero qué agradable escuchar a los demás.

Me alucina la respuesta de Campos Gómez: si el profe León Frías asociase mi producción intelectual con la figura de un ventrílocuo, yo me habría burlado. Como el profe León Frías y tú casi nunca discrepan en público, yo habría traído a colación a las Mentes Gemelas, aunque los más jóvenes quizá no hubiesen captado el referente. Pasada la treintena, Ricardo, uno empieza a entender qué significa la distancia generacional.

Yo leo todas las mañanas las portadas de los diarios chicha. Desconocidos alrededor de un quiosco: una costumbre muy limeña que Internet, en unos años, tal vez sepulte. Y me rio a patada suelta. Aunque, ideológicamente, las rechace. Aunque las reconozca como nocivas y se las denuncie a todo aquel que desee escucharme (es decir, a casi nadie).

Creo que Goya decía que el tiempo también pintaba. Si lo dijo, entiendo que se refería a la materialidad de la pintura. ¿Se te antoja aplicar ese enfoque al audiovisual, una forma comunicativa de algún modo inmaterial? (Tú sabes más que yo de conservación de soporte fílmico, pero, ahora, no me estoy refiriendo centralmente a eso).

Carlos Zevallos Bueno dijo...

Hola, Ricardo (2/3):
¿Viste a Mónica Cabrejos con el 'Loco' Vargas? Arte pop, le llaman. En sesenta años, si alguien lo exhuma, ¿cómo se procesará? Ni tú ni yo lo sabemos, pero será distinto.

http://aja.pe/aja/i/nota.php?id=623694

¿Y qué me dices de Ariel Bracamonte en "El gran show" (2011), de Gisela Valcárcel? Un chico famoso por enviar a su hermana, presunta parricida, a la cárcel. (Yo no quisiera opinar sobre ese tema, créeme, no quisiera saber nada más sobre pleitos entre hermanos). Y supongamos que Ariel Bracamonte baila como un dios: ¿negarías la pertinencia, más aún: la urgencia de un análisis ideológico? ¿Defenderías la necesidad de preservar el goce puro de la técnica?

Cuando vi la foto oficial del situation room de la Casa Blanca correspondiente al homicido de Osama -Obama y sus colaboradores seguían en tiempo real el espectáculo, y Clinton con la boca en la mano-, te lo confieso, yo pensé en un western: la fascinación pasiva, acrítica, del espectador absolutamente subsumido y gobernado por la realidad externa, casi material, de la imagen. Dime, la intervención que te copio abajo, que a mí me voló los sesos y me hizo reír hasta lesionarme la mandíbula, ¿tiene valores ideológicos y estéticos separables? ¿Todo se mezcla hasta lo inextricable? ¿La crítica no es la técnica y viceversa?

http://www.comicsalliance.com/2011/05/09/superhero-situation-room-osama/

¿No te exaspera el Cristo de Alan García? ¿No te parece un atentado contra la laicidad del Estado? ¿Y si hubiese sido una efigie de Mahoma o la Espada del Augurio de los Thundercats? Imaginemos que, también, fuese un paso adelante en la historia de la escultura peruana...

Carlos Zevallos Bueno dijo...

Hola, Ricardo (3/3):
Los hechos estéticos no son puros, Ricardo, son política. Y la política oficial no es política, Ricardo, es espectáculo y entretenimiento (y, también, de refilón, fundamentalmente, política). Suena confuso, lo sé; tal vez podrías ayudarme a expresarlo con menos palabras: tú eres un educador, un político.

En Lima, todos te leemos hace mucho, así como al profe León Frías: quiéranlo o no, experiencia en esfera pública les sobra. Busco ser honesto contigo: no creo que hayan aportado al debate audiovisual del barrio tanto como habrían podido y, no lo descarto, tanto como habrían querido. El hecho de que mis lecturas predilectas no los incluyan a ninguno de los dos no aniquila estas observaciones; tampoco disminuye el prestigio y la influencia reales de que gozan ustedes.

Ahora bien, tú y yo sí podríamos batirnos, con el pecho descubierto, en un duelo de ignorancia -y cada uno con sus mejores pistolas-, si el tema fuese la técnica en el mundo de la tecnología: Internet. Tú podrías elegir el lugar, el público, el moderador y la cantidad de clicks por hora para ver quién sabe menos: tú serías el Gran Jefe Brazo Peludo y yo sería un Hippie Guerrillero... Y lo antedicho no es solamente un intento algo barato de fumarnos la pipa de la paz antes de los créditos de despedida, como en un clásico de Ince o de Ford -películas que han dejado de interesarme hace tiempo-; más bien es un llamado de atención severo para ti, para mí, para muchos de los migrantes virtuales. Te chismeo: yo he conversado con realizadores audiovisuales limeños independientes reacios al face; yo acabo de eliminar por error y para siempre mi cuenta en el twitter.

Qué loco, este comentario lo he escrito al toque, yo que suelo trabarme... Por favor, ¿adonde te remito mi texto? (Si te molesta colocar en público una dirección electrónica reservada, le pido a Campos Gómez que me remita por inbox el dato).

Hasta pronto, CZB.

PD.- Un datazo: mientras corregía este texto ("al toque" era una mentira coqueta), revisaba la imagen de los superhéroes... Bueno, chequea el hipertexto en la leyenda de la imagen, "...editing out all the women"; haz click encima, procesa más info y loquéate.

M:T. dijo...

Lo de ese chico Zevallos es impublicable, Bedoya!!!

M.T.

Eduardo Quispe Alarcón dijo...

No creo ser el único cineasta independiente, menos que el dinero del estado o de fondos de dónde sea haga una película dependiente porque creo que el independiente más allá del financiamiento, lo es de espíritu. Dije y reitero para los que como mi amigo Manuel Siles no comprenden selectivamente lo que leen; si alguien hace una película pensando en ser condecendiente con el gusto de alguien, entonces ya no está siendo independiente...y ese alguien puede ser el perfil de un festival, productor(a), fondo, etc...eso no hace al festival, fondo, productor(a), un ente corruptor, sino que cada quien decide a quien agraciar para congraciarse...si es a uno mismo, entonces vemos a un independiente (esto se puede ver en mucho cine europeo, asiático, americano que la rompe en festivales y que encontramos por suerte en polvos azules) y si se nota (porque se nota) que está hecha para ser "sorprendente" a "ciertas" ...pues, entonces...Pero en fin, la gente, y mucho más en el Perú, entiende sólo lo que desea entender y contra eso, ¿qué se puede decir o hacer? lo hemos visto en las últimas elecciones y lo hemos visto toda la vida...espero realmente estar lejos de eso...

Saludos.

Anónimo dijo...

Que horribles efectos de un amor no correspondido. puaj!

Anónimo dijo...

total que para ser independiente ya no hay que ser medio suicida, y se puede intervenir un registro documental para ficcionalizar como Juan Daniel Fernandez, y se puede hacer citas a escritores malditos,y se puede manipular la imagen con filtros cochinos, o de colorcitos spicoldelicos que ya son anacronicos como Fernadno Montenegro, y darle giros a la historia, todo ese desmadre saturnino de que los malos sean buenos y los buenos no tan buenos y las fruslerias al estilo Christopher Nolan sin genio y todavia, como diria Alberto fuguet no se pueden presentar al circuito rotterdaniano, pero si al festival de Lima, que parece que es mas independiente que el de Rotterdan, por lo menos para Fuguet, Ahora todo es posible si uno decida agraciarse a uno mismo para ser independiente segun Quispe. Solo que eso es lo que hacen todos los cineastas, agraciarse a uno mismo, incluso los que buscan llegar a un publico y realizan sus peliculas con ese fin, es mas probablemente ellos sean los que mas buscan unicamente agraciarse a si mismos y por ello hacen sus peliculas pensando en un publico o un festival. Si lo unico que hacia falta para ser un cineasta independiente era agraciarse a uno mismo el primer cineasta independiente del mundo fue Onan. Mejor porque no piensan bien antes de escribir lo primero que les pasa por la cabeza, despues se arrebatan si alguien se atreve a pensar diferente, ese ya no es independiente sino un maldito bastardo vendido ala industria.

Anónimo dijo...

jejejeje, quispe si es independiente, a conseguido lo imposible, agraciarse a si mismo y a nadie mas.En este blog se podria hacer una encuesta para ver a quien le gusta la pelicula de quispe, seguro los cnco votos de sus amigos y ya. recontra independiente nunca penso en agradar a nadie mas y lp logro, jejeje.

Manuel Siles dijo...

Eduardo Quispe sí es un cineasta independiente. Aunque yo me declaro absolutamente incapaz de cumplir su riguroso manifiesto, estoy seguro de que él sí lo cumple y también estoy seguro de que quienes lo acompañen en esa ardua tarea, también serán cineastas independientes con respecto a lo que allí se propone. Eduardo y yo disentimos en algunas cosas, incluso con respecto a nuestras propuestas cinematográficas, pero coincidimos en muchas más, una de esas es que la cantidad de público que ve una película no es índice de sus bondades ni defectos. Desde luego todos buscamos coincidir con alguien cuando presentamos nuestras pelas, pero eso no significa que tengamos que agasajar al público. Coincido con lo que dicen mis queridos amigos Yuyachkani: la mejor manera de no faltarle el respeto al público es, precisamente, exigiéndolo y tratándolo también como a un creador. Desde luego eso a mucha gente ni le interesa ni le importa ¡muy bien! de mi parte yo los respeto, y no se me ocurre mirarlos por encima del hombro, al contrario de lo que hacen algunos, como el anónimo de las 12.14, que se burla de un realizador que se atreve a romper con los códigos facilongos y presenta una de las propuestas más personales de los últimos tiempos.