En Argentina se tomaron medidas para gravar el ingreso de gran cantidad de copias de los blockbusters. El diario Clarín lo informa aquí: http://www.clarin.com/http://www.clarin.com/espectaculos/cine/Cobraran-desalentar-exhibicion-peliculas-extranjeras_0_545345731.html
La información dice:
"El Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) profundizó la regulación para exhibir películas extranjeras, al resolver la aplicación de un arancel que se calculará en base a la cantidad de salas en que se exhiba cada filmes. La medida, de acuerdo al organismo, busca "reorganizar la cuota de pantalla" y favorecer la difusión de películas nacionales.
La resolución fue publicada hoy en el Boletín Oficial. A partir de esta medida, a las películas extranjeras que se proyecten en hasta 40 salas de la ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires se les cobrará un valor equivalente a 300 entradas. En tanto, cuando el filme alcance las 120 pantallas, el gravamen será por el equivalente a 1.200 tickets. Y si supera las 161 salas, deberá abonar un equivalente a 12 mil entradas.
En los fundamentos de la medida, el INCAA precisó que el arancel "tiene por objetivo reorganizar la aplicación de la cuota de pantalla". Y precisó que "en la práctica, puede apreciarse cada vez con más fuerza una realidad que contraviene el derecho a la diversidad cultural que emana de las normas, como la cuota de pantalla, y que afecta especialmente al cine nacional como expresión de nuestra cultura".
"En tal sentido, sin acudir a prohibiciones, se establece un esquema que desalienta a las grandes empresas distribuidoras internacionales de causar sobre el espectador la sensación o idea de que no existe ninguna otra producción audiovisual a observar en el período de tiempo en el que se exhiben sus películas con una presencia cuasimonopólica en las pantallas", advirtió.
La titular del INCAA, Liliana Mazure, justificó la medida. "Actualmente hay una cuota de pantalla que yo modifiqué en 2008, cuando asumí, que exige que cada sala exhiba una película argentina por trimestre y que permanezca en ella por dos semanas, aunque en varios casos el INCAA hace un aporte para llegar a la media de espectadores".
"El problema radica -explicó Mazure- en la cantidad de pantallas que ofrecen la misma película extranjera, que como en el caso de la última `Piratas del Caribe` llegó con 350 copias y `Kung Fu Panda 2` con 250, en un mercado como el nuestro que tiene apenas 800 pantallas".
"Esas dos películas se dieron casi en simultáneo y lo que quedó para el cine nacional y para títulos europeos valiosos que no se pueden estrenar fue muy exiguo; tengamos en cuenta que Colombia tiene 1.500 pantallas, Brasil 4.500 y México más de 5.000", precisó.
Algunas de las razones que fundamentan la resolución son estas:
Que en la práctica puede apreciarse cada vez con más fuerza, una realidad que contraviene el derecho a la diversidad cultural que dimana de las normas antes referidas y que afecta especialmente al cine nacional como expresión de nuestra cultura.
Que en este contexto, cabe señalar la existencia de una afectación a los derechos de competencia, un abuso de posición dominante que afecta por lo demás, incluso, los derechos de los ciudadanos como consumidores y usuarios del circuito de exhibición cinematográfico.
Que el acotado número de ventanas, sumado a la dificultad de control que asegure la continuidad de la exhibición de películas que se presentan con menos cantidad de copias, ha llevado a la ocupación de las pantallas por unos pocos productos que se imponen a la ciudadanía casi como oferta única para su consumo (...)
Que en este contexto, cabe señalar la existencia de una afectación a los derechos de competencia, un abuso de posición dominante que afecta por lo demás, incluso, los derechos de los ciudadanos como consumidores y usuarios del circuito de exhibición cinematográfico.
Que el acotado número de ventanas, sumado a la dificultad de control que asegure la continuidad de la exhibición de películas que se presentan con menos cantidad de copias, ha llevado a la ocupación de las pantallas por unos pocos productos que se imponen a la ciudadanía casi como oferta única para su consumo (...)
Que en tal sentido, sin acudir a prohibiciones, se establece un esquema que desalienta a las grandes empresas distribuidoras internacionales de causar sobre el espectador la sensación o idea, de que no existe ninguna otra producción audiovisual a observar en el período de tiempo en el que se exhiben sus películas con una presencia cuasimonopólica en las pantallas; circunstancia que suele excluir del circuito comercial toda otra producción, atentando ya no sólo contra la producción nacional, sino asimismo contra la diversidad que hace al derecho a la libertad de expresión y a los derechos sociales a la cultura."
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