domingo, 30 de diciembre de 2012

Pablo Larraín: "No tengo la mira puesta en el Óscar"


Gonzalo Hurtado, joven periodista y cinéfilo, conversó con el director chileno Sergio Larraín sobre su película "No", que tiene muchas posibilidades de ser candidata al Óscar en la categoría de mejor película en habla no inglesa. Envía al blog esta colaboración que le agradecemos.


"Por Gonzalo Hurtado


Pablo Larraín: "No tengo la mira puesta en el Óscar"

Durante la última edición del festival de cine de Morelia, la coproducción chileno-mexicana No, dirigida por Pablo Larráin y protagonizada por Gael García Bernal, fue la encargada de abrir tan importante evento. Aquí unas impresiones sobre este esperado estreno y las declaraciones de su director, cuya obra ya se halla entre las 9 preseleccionadas al Óscar a mejor película extranjera.

Ante un nutrido cartel de invitados internacionales (Abbas Kiarostami, Edgar Ramírez, Olivier Assayas, Geraldine Chaplin, Gregory Nava, Cristina Flutur, Cosmina Stratan), la edición 10 del Festival de cine de Morelia confirmó su gran capacidad de convocatoria internacional y la jornada inaugural no tuvo mejor elección que la muy esperada coproducción chileno-mexicana No, sobre los avatares del plebiscito por el Sí y el No que decidiría la continuidad del dictador Augusto Pinochet en el Chile de 1988. Precedida en aquellas fechas del premio obtenido en la Quincena de realizadores de Cannes, es evidente que la película ostenta valores de producción que confirman la apuesta de su director para hacerla “oscarizable”. No es ningún secreto que los vecinos del sur están haciendo de su cine una poderosa herramienta de promoción de su país, y ante el creciente éxito en salas de ese país de títulos comerciales como Qué pena tu vida o Stefan Versus Kramer, y la presencia en festivales de directores como Sebastián Lelio, Matiás Bize, Marialy Rivas, Sebastián Silva y el mismo Larraín, ahora pueden ufanarse de ostentar un satisfactorio balance de su filmografía con cuotas para cine comercial y de autor.

La historia, centrada en el joven publicista René Saavedra (Gael García Bernal), quien ha vivido largos años en México y no tiene mayores inquietudes políticas, de repente encuentra un apasionante reto al aceptar el encargo de llevar la campaña del No más como una manera de enfocar su experiencia profesional que por algún sentimiento político, lo que le generará un frontal enfrentamiento con su jefe, Lucho Guzmán (Alfredo Castro, actor fetiche de Larraín), quien pasará a engrosar las filas del equipo publicitario del bando contrario.

Los mayores méritos de la historia reposan en su excelente contextualización de la época, pasando no solo por su minuciosidad en la dirección de arte, sino por el afán de su director en darle a la imagen misma un look “antiguo”, muy a tono con la moda y la tecnología ochentera, llegando incluso a utilizar cámaras de tubos tan comunes en esa década para degradar los colores y la fotografía, ya que al apoyarse en mucho material de archivo de video a lo largo de la narración, el salto entre dichas imágenes y la película en sí no resulta brusco, sino que por el contrario, se perciben como un continuo. Este rasgo es una de las constantes del cine de Larraín, que ya había salido airoso al registrar en el grano grueso del Súper 8 el drama Tony Manero.

Del mismo modo, muchos referentes al Chile que salía de los años más tortuosos de la dictadura para comenzar a acariciar el boom económico se ven muy bien reflejados con la alusión a telenovelas emblemáticas de la época como Bellas y audaces, que reflejó a una generación de clase media alta y alta bajo una curiosa óptica: el sentimiento apolítico y la aspiración a un espejo económico que los lleva a dilemas alejados de la barbarie que consumó el golpe militar años atrás.

En estos puntos, la película sale más airosa, pero yendo a la narración en sí, No es probablemente más lineal y predecible que trabajos anteriores del director como Tony Manero y Post Mortem, historias en las que era posible hallar una mirada que iba de la contemplación a universos grotescos a poderosas metáforas de individualismo en medio de coyunturas salvajes. Es ahí donde No se reserva la tensión a los desvaríos en el enfrentamiento entre ambos publicistas, suscribiendo cada uno su posición: mientras Lucho Guzmán es un escéptico -delineado con trazo grueso- que ha aceptado el estado de cosas que supuestamente ha llevado a su país a la prosperidad económica, René es el apolítico que asume el compromiso desde una óptica puramente profesional, para poco a poco ir descubriendo la dimensión ética del encargo con el que se ha hecho, sorprendiendo a sus clientes con una propuesta que deja de lado los discursos dogmáticos y los traumas del pasado, para buscar llegar a la gente a través de sentimientos positivos (la consabida frase de campaña: Chile, la alegría ya viene).

Aunque algunos colegas de la prensa internacional llegaron a calificar el rol del mexicano “como uno de los mejores de su carrera”, lo cierto es que el personaje de Gael García Bernal no alcanza esa dimensión, y es que al haber sido diseñado como una personalidad más introvertida y reservada más allá de su verborrea publicitaria, comienza a perder matices a lo largo de la historia y lo que debía percibirse en él como más interior, comienza a hacerse monótono. Y es que, en general, en el diseño de personajes se siente cierto conformismo y desgano y no es posible hallar un universo muy rico y que, ciertamente, se resiente ante el peso de la trama.

En resumen, No es una película que transmite fielmente los sentimientos encontrados en medio de una contienda electoral, pero en cuyo engranaje se siente todo el tiempo las pegas entre secuencia y secuencia, no encontrándose mayores riesgos en esta apuesta de un director nada condescendiente en películas anteriores, pero que parece conformarse con la suma de factores que sin duda, espera que con el mismo cálculo publicitario que postula René, lo lleven a la ansiada alfombra roja de Los Angeles. Luego de la proyección, fue posible un breve "press junket" con el director en el que respondió a las siguientes preguntas:




Gonzalo Hurtado: Pablo, ¿siempre tuviste en mente a Gael García para este protagónico?

Pablo Larraín: Siempre pensamos en él, pero también en el resto del elenco. Por eso, el guión fue escrito en la mayoría de los casos pensando en quien iba a desempeñar cada rol, lo que lo hace más cómodo y más preciso, quizás. Pensamos en Gael porque queríamos un actor muy importante en el protagónico, y luego porque es un actor que tiene un misterio muy grande. Gael es del tipo de actores que si le toca un personaje que habla mucho, como es el caso de No, y expresa todo el tiempo lo que quiere, piensa y siente, igual, a pesar que diga toda esa cantidad de cosas, mantiene un misterio y una actitud que hacen que el espectador se haga muchas preguntas y se mantenga activo alrededor de su personaje.


Gael no ha tenido problemas al interpretar otros acentos como el argentino en Diarios de motocicleta o el español en La mala educación. En No, su manera de hablar es más neutra ¿Porqué tomaron esa opción?

Lo que pasa es que Gael hubiera podido hacer su acento más chileno si así lo hubiéramos querido, pero me pareció bien el registro que le dio porque se supone que es un chileno que ha vivido exiliado por varios años en México. De ninguna manera fue una solución de guión para facilitar la presencia de Gael en la película. Recordemos que durante la dictadura de Pinochet muchos de mis compatriotas tuvieron que salir del país y fueron acogidos en países como México. Por eso me pareció interesante que él pudiera desarrollar su personaje así.

No ha sido seleccionada por Chile como su representante para el Oscar a mejor película extranjera, ¿te ilusiona mucho esa posibilidad?

La verdad es que eso es sería especular demasiado. En este momento, la academia está visionando muchísimas películas y estadísticamente yo te diría que es muy difícil estar ahí, pero sería fabuloso. Tampoco tengo la mira puesta ahí. Yo hago películas y en la medida que sean exitosas, que bueno.

Últimamente, el cine de Chile está teniendo mucha presencia internacional. ¿Qué tan decisiva ha sido la labor del gobierno en ese sentido?

El gobierno ha ayudado mucho en el tema del financiamiento, pero creo que siguen siendo números marginales con respecto a la importancia que el cine de mi país ha desarrollado. En Chile, al igual que en Perú y otros países, se gasta todos los años mucho dinero en armamento de una manera absurda. En relación a eso, el porcentaje del presupuesto nacional destinado a la cultura es muy ínfimo. Imagínate cuantos cineastas que se encuentran en la periferia o al margen podrían acceder a fondos de desarrollo con ese dinero. En Chile ha pasado algo curioso, además de producciones que han alcanzado éxito internacional, se está trabajando mucho cine de género: comedia, terror, acción, etc… y esa diversidad hace muy interesante la oferta que tenemos para ofrecer al espectador hoy en día.

En No hay muchas referencias a la telenovela chilena Bellas y audaces (se estrenó en Perú por Red Global en 1989) y al lanzamiento de la misma en la trama a través de ostentosas campañas. ¿Ese alarde de recursos es una metáfora del Chile que nacía a la prosperidad económica?

“Al más puro estilo James Bond”. Cuando yo escuché esa frase en las promociones de lanzamiento de la telenovela en aquella época, ese recurso de utilizar los elementos de la cultura del primer mundo, me parecía que traslucía el modelo económico que había implantado Augusto Pinochet y por eso me pareció interesante utilizar esas publicidades a lo largo de la película.

¿Qué expectativa ha despertado No en Chile dado que trata un capítulo tan importante en la historia de tu país?

Cuando la película se estrenó tuvimos todas las reacciones posibles que podrían existir. Eso fue muy interesante porque logramos no pasar desapercibidos de ninguna manera. Eso se dio porque se trata de un tema muy importante para los chilenos, que todos conocemos y nos afecta y eso hace que tengamos una opinión sobre ella. La película vino a refrescar la información sobre ese material y a reinstalar el tema, porque a partir de ahí, vivimos a lo largo de 4 semanas un debate casi nacional, con diversos columnistas, políticos y el mismo Presidente opinando al respecto. El hacer esta película nos exponía a eso y yo estoy muy satisfecho con ese intercambio de ideas y de ver como eso comienza a salir de Chile y comienza a generar la misma discusión en el resto del mundo.

Gonzalo Hurtado

4 comentarios:

Gustavo Herrera dijo...

"No" seguramente la veremos en el Festival de Lima 2013 pero, si al menos es nominada al Oscar, podría entrar en cartelera comercial. Aunque nunca se sabe porque los distribuidores manejan razones que van más allá de las ventas para no pasar algunas películas. Por ejemplo, era impensable que la cinta "Post Mortem" del mismo Larraín que vimos en el Festival de Lima, se programe en los cines locales porque tenemos la sospecha que existe en ese gremio una suerte de censura ,no sobre sexo, sangre, violencia o lisuras,características que tenemos para regalar en la cartelera, sino, como en este caso, sobre temas políticos que ellos creen que pueden enojar a los sectores más conservadores. A este respecto, los críticos de cine peruanos,en vez de dedicarse a pelear entre ellos por membresías o cupos, deberían investigar las causas por las cuales muchas películas que nuestros vecinos ven normalmente en sus carteleras, nosotros solo las podemos ver a la carrera en un Festival o comprando un DVD pirata.

Anónimo dijo...

Esa es la pela que debe ver la tía regia

Anónimo dijo...

Gonzalo Hurtado le puede jugar una copia de No al comando de campaña de la alcaldesa. Que le haga ese favor.

manipulador de alimentos dijo...

Tengo que confesar que me daba pereza ponerme a ver 'No' de Pablo Larraín. Ya sabéis, Pinochet, la dictadura, con todo respeto, como que ya me lo sabía todo. Al estilo de las pelis españolas de la guerra civil. Ha sido una grata sorpresa. Entretenida, al estilo de 'Argo', con un 'look' extraordinario de esos años 80 y unos créditos magníficos. Más que recomendable. Un saludo!!!!