martes, 30 de septiembre de 2008

¿Qué hacer frente al círculo vicioso de la distribución-exhibición?

Comparto la crítica que, una vez más, formula Joel a la situación imperante en la distribución y exhibición locales. Lo vengo haciendo desde hace 45 años y este blog se ha convertido en el único espacio peruano (por virtual no deja de ser peruano) en cuestionar ese estado de cosas, que silencian o minimizan diversas publicaciones, de mayor o menor influencia. No excluyo la cuota que le corresponde a la sección Luces del diario El Comercio, aunque hay que reconocerle a Alberto Servat que, al menos, intentó iniciar un debate al que se negaron los representantes del negocio cinematográfico, y recientemente entrevistó a Ricardo Bedoya bajo el elocuente título, ¿por qué vemos malas películas? Otros periodistas y críticos se niegan de plano a tocar ese tema.

Por lo anterior y por lo que viene luego, mucho me temo que las propuestas de Joel resulten de
muy difícil aplicación. Hay una comprobación muy fácil de hacer para quienes somos profesores en cursos de Lenguaje e Historia del Cine: cada vez menos estudiantes asisten a las salas, incluso los más "cinéfilos", con muy pocas excepciones. El cine se ve ahora en las pantallas de televisión (vía el DVD) o de las computadoras. Es muy común que cada vez que pido una película de estreno como materia de un trabajo, más de un alumno me pregunte dónde es que la puede comprar, luego de haber señalado expresamente que se vea en el cine. No tengo que ser demasiado perspicaz para darme cuenta dónde es que la compran y que son muy pocos los que la ven en alguna pantalla grande. Los precios de las entradas, la pérdida de los hábitos de asistencia a las salas, la facilidad de acceso a las copias en DVD o bajadas de Internet, están cambiando cada vez más el espacio del "visionado" de los films.

La "cultura del estreno" ha quedado atrás, a no ser que se trate, precisamente, de los blockbusters. Y no sólo para los estudiantes, también para la mayor parte de los profesores y, no digamos, la mayoría de los mismos cineastas, que casi no van al cine, ni antes ni ahora. El caso de Joel Calero es una clara excepción, pues no me imagino a ningún otro realizador en estos momentos haciendo un emplazamiento parecido. Todos están en lo suyo, que tampoco es fácil ni mucho menos. Y a lo sumo las críticas al estado de la distribución y la exhibición se asociarán a las posibles limitaciones a los estrenos nacionales.

Por otro lado, las propias distribuidoras independientes no siempre contribuyen a mejorar las cosas. Bedoya acaba de advertir que la copia de Crimen y lujuria que se exhibe en el El Pacífico tiene 20 minutos menos de la que se vio en el último Festival de Lima y en la función de prensa. Me temo que lo mismo ocurra en los otros cines que la exhiben, más aún cuando había trascendido que la distribuídora pensaba cortarla. Entonces, cómo se puede animar a nadie a ver una película cortada? Una vez más se le hace un flaco favor a la exhibición en salas de cine
y se favorece la visión de la película en copias piratas.
¿Qué hacer en estas condiciones? Lo posible sería construir espacios alternativos del tipo de la Filmoteca de Lima entre 1986 y 1996, aunque esa era una época de severa crisis de la exhibición comercial, el DVD no existía y la proyección fílmica seguía teniendo un atractivo para los aficionados que, por todos los indicios, sospecho que ha ido perdiendo. Pero siendo posible, no lo veo fácil porque se requiere dinero, una cierta organización y condiciones de exhibición que no creo se puedan concretar en estos tiempos, en que las salas del circuito cultural tienen una ínfima capacidad de convocatoria. Más bien, hay que ir pensando ya en la proyección digital de alta definición que se viene. Tal vez en ese contexto se pueda activar un espacio paralelo (pequeño pero estable) frente a las multisalas.

Cualquier propuesta paralela lleva hoy todas las de perder, pero en ese mañana cercano podría ser distinto. De cualquier manera, no hay que tirar la toalla y lo menos que podemos hacer es seguir levantando la voz de protesta como hace Joel Calero.

Isaac León Frías

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Es muy razonable lo que escribe
León Frías y coincide con lo que
dicen muchos de los comentarios al post de Calero, es verdad que es
muy lamentable pero no se le ve
una salida a la situación actual
y eso es malo para el cine peruano
y para todo lo que no venga por las
compañías del imperio.

Anónimo dijo...

Estimado Don Isaac:

Con todo el respeto que me merece su quijotesca trayectoria en pro del buen cine, creo que exagera al sostener que su blog es el UNICO ESPACIO que cuestiona el estado de cosas de la distribucion y exhibicion en el pais.

NO es cierto y en blogs y revistas que usted y muchos cinefilos conocemos hay posiciones muy claras al respecto.

No generalice. Actitudes como esa son soberbias, restan en lugar de sumar esfuerzos para que precisamente cambien esas cosas.

saludos

Anónimo dijo...

Por último creo que aquí cabe una verdad: ¿piensan estrenar "Inland Empire" comercialmente?, ¿nos piensan dejar sin esta obra maestra de la cinematrografía actual?

Anónimo dijo...

Sì, es cierto que no debí ser tan categòrico. Lo correcto es decir que este es el único
espacio peruano que hace un cuestionamiento constante y sistemàtico del estado de la
distribuciòn y exhibiciòn en el Perú. Otros espacios informàticos como Cinencuentro y
También los cineastas empezaron pequeños lo hacen, pero de manera aislada. Igualmente
podemos encontrar cuestionamientos en algunas columnas periodìsticas de crìtica o de temas
culturales. Pero hay revistas y columnas que evitan hacer el menor emplazamiento
crìtico al estado de la distribucìòn y exhibiciòn, como si todo estuviera bien. Lo
menos que se esperaría ahora es que todo el que escriba sobre Crimen y lujuris
señale el corte de 20 minutos (un rollo entero).

Anónimo dijo...

Exhiben una película cortada y los críticos hablan de sus valores como si nada. Pura marmaja.

Anónimo dijo...

quiénes son Rodigo las revistas que tienen
posiciones claras en este tema?

raul lizarzaburu dijo...

Así es, estimado Chacho, en medios escritos somos pocos, pero aún habemos quienes hacemos saber nuestra disconformidad no sólo con la pobreza del listín (yo lo hago constantemente en Expreso) sino con atropellos como el del filme de Ang Lee. Ahora, habría que preguntar a qué críticos y a qué marmaja se refiere el anónimo de las 11:45Algunos críticos, más jóvenes que yo, que inicialmente la pegaban de "contestatarios" y hoy al parecer han claudicado ante el mainstream, no sólo no hacen el menor comentario respecto al corte que ha sufrido Crimen y Lujuria, sino que además nos acusan de "tremendistas" diciendo que nuestra cartelera "en realidad no es tan mala, y hay cosas interesantes para ver". Quién sabe, pero esa podría ser una explicación para que antes hayan defendido bodrios indefendibles como Los Fockers o El Exorcismo de Emily Rose.
Raúl Lizarzaburu

Anónimo dijo...

Què otros blogs y revistas denuncian los
maltratos de la distribución?

Anónimo dijo...

Nunca van a estrenar "Inland Empire".