miércoles, 8 de agosto de 2007

Diario de Festival XII: El afiche en cuestión


Un lector pide opinión sobre el afiche del Festival.

La verdad, me siento dividido después de escuchar a Alfredo Vanini.

Conozco a Alfredo y sé de su buena fe y no encuentro en él razones subalternas para opinar.

Pero también descubro en su posición inexactitudes y cierta rigidez e incapacidad para ver más allá y entender convenciones, modos de figurar, formas de representar. Es decir, cierta forma literal de entender las cosas.

Por ejemplo, decir que todos los representados allí son argentinos, de barba blanca, es negar la presencia de Damián Alcázar, que no corresponde para nada al tipo descrito y que, además, ha encarnado en el cine mexicano a personajes como los que Vanini considera segregados del afiche.

Cuestionar el desconocimiento de las rutas de microbuses y de la ubicación del lugar es hacer un reparo "realista" tan poco consistente como el decir que Luppi y Angie Cepeda nunca estuvieron juntos en la cola del Metro.

Lástima que el entrevistador no retruque, no diga nada ante esas inexactitudes flagrantes. Parece desconocerlo todo.

Ahora bien, podría retrucarse a Vanini diciendo que el afiche es una representación perversa, maligna, saboteadora, irónica, del significado del Festival. Es decir, que el diseñador, a la manera de una termita, corroe desde adentro el sentido manifiesto de lo mostrado, representando un evento del que se aleja cabizbajo un tipo de espectador, el vendedor ambulante, el peatón de la Plaza San Martín, el que está de espaldas, que casi es tapado por la presencia sonriente y el paso seguro de Walter Salles.

Es decir, que el diseñador filtró su mensaje crítico a pesar de las precauciones de la agencia encargada del lanzamiento del evento y de los organizadores del Festival.

Digo... es un decir. No creo que haya sido así, pero puestos a especular, ¿por qué no?

También podría decirse que esa actitud fiscalizadora de la “corrección” de cada representación gráfica o cada ilustración visual, que parece exigir cuotas de participación de cada una de las etnias, clases sociales y culturas del Perú en cada afiche colocado en una esquina, suena a imposición, camisa de fuerza, paternalismo y, acaso, una forma de racismo inverso, o de racismo a secas, formulado desde las "buenas intenciones". Temas complicados y difíciles de tratar, que superan los tratamientos maniqueos.

Pero vuelvo a mi inquietud inicial.

Sí, Alfredo tiene razón en algo: ese hombre de espaldas, pequeño y encorvado, es como un “otro”, un "invisible", que sale expulsado de la cancha por un árbitro y ante unas tribunas silenciosas o inexistentes. Hay algo que turba allí.

Ricardo Bedoya

11 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi me turbaría mas saber quién es o son los programadores del festival!

Lo que más hay en esta programación es falta de personalidad y consistencia. Dudo que una persona capaz de apreciar y ver algo en el cine de Paz Encina o de Carlos Reygadas pueda tolerar 20 minutos de Bruno Barreto o Subiela! El único denominador común entre la mayoría de las películas programadas en la competencia es que han recibido premios o han competido en otros festivales! Pero cada uno de estos festivales cuenta con una reputación y personalidad mucho más definidas que este festival! La selección se a convertido en una fácil y simple selección de las películas latinoamericanas de todo tipo y estilos; descubiertas, seleccionadas, y/o premiadas en otros festivales. Para eso ya existe La Habana.

Ignoro si la información que me intriga aparece en algún lugar! Al menos no parece ser de fácil alcance. Alguien tiene idea?

Anónimo dijo...

Con todo respeto, si nos atenemos a las imagenes mostradas y a la intencion declarada de Sandro Venturo, me parece que ese afiche es tan retorcido (fuera de lugar, especioso y en mas de un sentido ofensivo) que seria analogo a tirar basura en la calle pretendiendo con ello llamar la atencion sobre la inoperancia del servicio de limpieza publica en Lima.
Y en este caso no se trata "exigir cuotas de participacion de cada una de las etnias, clases sociales y culturas del peru", el blanqueado de las caras y las espaldas del deformado "Otro" andino remiten a un afiche que fuera hecho en Sudafrica, para un supuesto Festival de Ciudad del Cabo en pleno Apartheid.

Anónimo dijo...

Bah porque le cuesta tanto a la mayoria de la gente admitir su racismo, diganlo y ya, mucho peor es la hipocresia.

Anónimo dijo...

No te das cuenta Bedoya que vanini dice que son argentinos en forma figurada para dar a entender que todos son blancos y de barba blanca?

Anónimo dijo...

Si la alusión a los "argentinos" es como quiere el lector, entonces habría que tacharla de racista.

¿Acaso el racismo no es una forma de tipificar, de agrupar, de establecer categorías a partir de la raza, el tipo físico o el color? Cuando en la Europa occidental le dicen "sucio árabe" a un nicaraguense, un peruano o un boliviano de tez oscura, ¿no están haciendo acaso una operación igual, es decir, adjudicando una cualidad genérica e imaginaria que niega las diferencias?

Supongo que Alfredo Vanini no quiso decir "argentinos" a todos los blancos. Sospecho que ignora la nacionalidad de Cepeda y Meier.

Anónimo dijo...

Señor Bedoya, no entiendo porqué ha dado tanto rodeo para darle la razón al señor Vanini. No entiendo porqué se siente dividido. O sea que si otra persona que usted no conociera hubiese hecho una denuncia así, ¿hubiese sido sospechosa de razones subalternas? Entiendo sus lazos con el Festival pero la verdad va en una sola dirección.

Anónimo dijo...

Ricardo creo que tanto Vanini como los Toronjas están llenos de complejos racistas...son muy hipersensibles De un lado y de otro. Toda esta discusión al final me parece vana. Por un lado tenemos la justificación de Venturo que es "ni chicha ni limonada" y por otro lado la respuesta de Vanini que me suena "a disco rayado".
Los peruanos tenemos que superar estas cosas: SOMOS DIFERENTES, ESO ES TODO.

Anónimo dijo...

Lamento informarle al lector anónimo que no tengo ningún lazo con el Festival. Más allá de haber sido jurado en algunas ocasiones y ser un espectador asiduo de las funciones. Además, soy un crítico constante de la programación lo que no causa simpatías en la organización del Festival (vea los posts correpondientes)

Ya veo que es usted más susceptible que los críticos del afiche, y un maestro en el arte de contradecirse:por un lado sugiere que tengo vínculos con el Festival y cuestiona que dé muchas vueltas para terminar dando la razón a Vanini. De acuerdo a su lógica, entonces no debería darle la razón por mi filiación festivalera.

Lo que nos está perdiendo en la paranoica costumbre de buscarle los tres pies al gato. Y eso es lo que quise decir al descartar segundas intenciones en Vanini.

El afiche es desafortunado. El personaje de espaldas es un hueco negro en un conjunto liso, convencional y de personajes satisfechos. Si es racista o no, no lo sé. No me siento competente para afirmarlo ni negarlo, así como tampoco puedo juzgar la intención de los que lo hicieron. Pero sí se siente mala leche en muchas opiniones, y bastante paternalismo en otras.

Gonzalo Del Rosario dijo...

Señor Bedoya sólo para decirle que soy re-fan del programa "El placer de los ojos" pero sobre todo de la locutora en off: Samantha Chau.

Es todo un viaje escucharla.

Anónimo dijo...

Ricardo,un placer saludarlo aca desde DC y darle las gracias por el blog, por el cual he podido seguir las incidencias del Festival,del cual he sido asiduo concurrente desde varios anos ya.

Sobre el afiche,lo veo y lo vuelvo a ver.... no se si los personajes seran Federico Luppi,Angie Cepeda,Cecilia Roth (si parece Walter Salles) pero si estoy de acuerdo de q se trata de poner una cuota de etnias o raza o mas bien estratos sociales para complacer a todos,un "Agarrense de la manos" muy ick,muy impostado q no sucede en la realidad.

En las boleterias no sucede esto,mas bien se ve senoras muy refinidas con sus mejores atuendos y perfumes,mas relajados se ven los actores y directores extranjeros(aunq dudo q se puedan encontrar alguno en la cola) y los estudiantes universitarios.
Normalmente se encuentra asisten al Festival la clase A,AB y media limena y creo q el ambulante de espaldas es un personaje tan real pero a la vez ignorado,ajeno al festival o indiferente a nosotros,q no nos importa o como no importo en toda la historia de nuestro pais.

No creo q haya sido un critica del realizador mas bien algo en su subconciente q hizo deslizar una dura y cruel realidad.
Somos racistas asolapados e hipocritas.

No se q dijo el Sr. Venturo para sustentar su trabajo pero parece q imita a Susanita de Mafalda q dice :"Pobrecitos esos negritos asquerosos y muertos de hambre".

Tal vez su intencion fue q las peliculas q se exhiben muestran las diferentes realidades de Latinoamerica pero creo q ese es otro cantar...ademas q no logra el objetivo

Saludos

Allan Miranda

pd Como se llama la cancion de entrada del "El placer de los Ojos"?? Nunca puede resolver esa curiosidad

Páginas del diario de Satán dijo...

La canción de El placer de los ojos se llama Even After All, de Finlay Quaye.