Aquí van algunas notas sobre películas vistas en diferentes secciones del Festival
Invisibles
Cinta producida por Javier Bardem y dirigida por Isabel Coixet, Wim Wenders, Fernando León de Aranoa, Mariano Barroso y Javier Corcuera. Difunde y se inserta en la línea de trabajo de Médicos sin fronteras.
¡Ay, las películas con espíritu de ONG! ¡Cuánto amor por la humanidad y qué pocas ideas sobre el cine!
J C Chávez
Como siempre en las películas de box o sobre boxeadores, lo mejor es la caída.
Este documental del actor mexicano Diego Luna (el de Y tu mamá también) sobre el gran boxeador Julio César Chávez es correcto e informativo, con pinta de bonus destinado a completar la edición de algún dvd recopilatorio de las peleas del campeón. Se suceden fotomontajes de su trayectoria, imágenes de sus peleas y testimonio de sus amigos y colegas, todos como “cabezas parlantes”. Mientras asciende, todo normal.
Pero, de pronto, en la vieja tradición de Campeón sin corona, el ídolo se deja manosear por la corrupción del poder político, se le acusa de vínculos con el narcotráfico y pierde sobre el ring y fuera de él. El retrato, entonces, se vuelve sincrónico. Es el Chávez de los últimos años intentando probar las últimas migajas de la gloria. Y eso fascina: los perdedores son los grandes protagonistas de las historias de triunfo. Les ponen el epílogo y el retorno sin gloria.
Lifting de corazón
Este ridículo título es el de la más reciente película de Eliseo Subiela. Decir que es mediocre, no es decir mucho. Decir que es la mejor película de Subiela, puede dar una idea de la magnitud del asunto.
Es una cinta complaciente, repleta de las fórmulas más manoseadas de cierto teatro de boulevard: pura acumulación de lugares comunes de una modalidad de comedia romántica con triángulo pasional concebida para damas y caballeros que ya sufrieron varias veces la comezón del séptimo año.
Pero es la mejor película de Subiela porque aquí no se cita a Benedetti, ni se pontifica sobre la vida, el amor y la muerte, ni hay ángeles ni aparecidos, ni los enamorados vuelan, ni los diálogos lucen su trascendental (y habitual) afán de necedad y ridículo. Nada; se limita a contar una historia de amor y enredos olvidando las ínfulas de autor decisivo en la historia del cine.
Ricardo Bedoya
9 comentarios:
Ricardo: Cuéntate algo de Condominio. La vi ayer y me parece de lo peor que ha dado el cine peruano. No tiene ni gracia.
De acuerdo, la programación deja mucho que desear este año. Una lástima, pues el festival crece en tamaño pero no se ven mejoras en la calidad de la programación.
No he podido ver Condominio en el Festival, y tampoco la veré en las funciones que quedan. Opinaré sobre ella en su estreno comercial.
¿Grande? Es claro que no tienes ni tienes idea de box, Bedoya. La bronca no es aguantar el mito de un golpeador menor, aunque campeón por money, sino que el segundo más deplorable ¿actor? -digo. es un decir- de nuestro idioma hoy (tan lejano de Alcázar, Ochoa y, en nuestras deplorables películas, hasta de Bertie) nos endilgue esta basura.
¿Sólo 3 películas peruanas en el festival y no haces todo por verlas, Bedoya? Deplorable. ¿Temor de tener que decir que esta o aquella película es una traición -quiero ser civilizado y recurro a una etiqueta de Truffaut, el más convencional, léase el más peruano, crítico francés de los 50-? Si un espectador normal -yo- siente vergüenza de nuestra producción al contemplar una película menor pero sincera como Hamaca paraguaya, no quiero imaginar qué siente un crítico serio que lleva al menos 30 años esperando una película peruana que rebase un nivel decente.
Deja mucho que desear la programación 2007 del Encuentro...
Qué puede hacer la PUCP para traer las grandes películas latinoamericanas del año? Deberían participar más países, deben traer más directores, debería haber un ambiente festivo no? creo que para eso tienen que participar más salas. Sabemos que la PUCP piensa este festival como una inversión, lo cual está bien, pero si es así, pues QUE INVIERTA MAS!!
don ricardo, opine por favor sobre todo este asunto acerca del afiche del festival. En verdad quisieramos saber su opinión. Quizas pueda bajar del carro los discursos primariosos que dieron origen a este debate.
Lector ansioso
Estimado Maldonado. Ya estoy viejo y curtido para sentir sustos después de mis opiniones sobre las películas peruanas. He opinado sobre todas y cada una de ellas -ver el libro Un cine reencontrado y las críticas que he publicado desde que escribo- y hacerlo hoy o dentro de dos meses, me da absolutamente lo mismo.
No creo que las películas sean traiciones. Soy un crítico de cine y al verlas no suelo aplicar esos criterios éticos que sí puedo aplicar a un acto humano, el de la vida cotidiana. Son películas y yo las juzgo a partir de sus resultados expresivos. No soy fiscal ni juez de la actitud de sus realizadores. Si traicionaron a alguien o a algo para hacerlas, es su problema. Que los juzgue Maldonado, verdadero fénix de los ingenios y excelso polígrafo, capaz de pontificar por igual de Henry King y de box. A Truffaut también lo acusaron de traidor cuando estrenó La noche americana. Y lo hizo su antiguo amigo Godard. Así que el pez por la boca muere.
No tengo ninguna fe religiosa ni espero la salvación, la llegada del Mesías ni la redención. Así que los últimos treinta años no me la he pasado esperando una película peruana decente. De lo que sí estoy seguro es que hay películas peruanas, en todas las épocas, que superaron el nivel promedio del cine latinoamericano de su momento. Salvo que maldonado -que lo sabe todo- piense lo contrario.
Sólo cuatro cosas:
¿Películas peruanas que han superado el nivel promedio del cine latinoamericano en todas las épocas? No hablo de cortos aquí (que hay varios extraordinarios), sino sólo de largos: conozco apenas 2 películas peruanas que superan, y con mucho, el promedio latinoamericano de esta época, LA BOCA DEL LOBO y DÍAS DE SANTIAGO. Si hay por allí alguna otra de ese nível, no la conozco, lo que desdiría tu calificación de que lo sé todo. Por cierto, hay otras, muy pocas, con un nível respetable, pero creo que hablamos de las que superan el nível promedio de un cine que, en conjunto y en general no es muy brillante que digamos al menos en el último cuarto de siglo. Cuán lejos estamos de lo mejor que nos legaran los años 40 y 50 mexicanos y argentinos que lamentablemente conocemos tan mal por asuntos de distribución, o del brasileño de inicios de los 60, que tal vez no fue tan brillante pero sin duda sí bastante inquieto. Y eso, inquietud, coraje, fiebre, es lo que suele faltar en el cine hecho en este país.
Segundo: más allá del asunto ético, personalmente creo que sí podemos hablar de traiciones cuando hablamos de ciertas películas, en especial en un medio en que si se producen 5 en un año, ya es un triunfo. Largos como MORIR DE AMOR o, ahora, CONDOMINIO, son traiciones. Que se puedan alzar proyectos tan gratuitos (¿por qué mejor no invertir en alguna nueva barbaridad de Torrico o Leonidas Zegarra? Al menos aseguraríamos una sincera risa loca), tirando dinero que bastaría para que los pocos cinestas que han demostrado suficiente inquietud, fiebre, como Méndez o Salvini, terminen sus nuevos largos o medios, sí, es una traición, aunque el término pueda resultar excesivo para algunos.
Y siguiendo con traiciones: LA NOCHE AMERICANA y mucho de Truffaut después de LAS DOS INGLESAS, en verdad se puede ver como una muy grande en contra de sus popios primigenios impulsos de cinefilo, crítico y cineasta. Más allá de sus errores e incluso no frecuentes concesiones, ninguno de sus contemporáneos y alguna vez amigos claudicaron como él. Más coherente y apasionante por ello el cine de Godard, Chabrol, Rivette, Rohmer...
Y el cuarto asunto: Henry King es a veces genial, por lo general inspirado y muy pocas veces decepcionante; es decir, que está al nivel de los grandes maestros del cine clásico de EU. Enójate conmigo, Bedoya, pero, por favor, no sobajes al buen viejo.
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