viernes, 4 de mayo de 2012

De basura y de arte

Gracias a la información proporcionada por un lector del blog, descubrimos un artículo de Michael Blowhardt que no tiene desperdicio. Se llama "Gente de libros, gente de cine" y es polémico y divertido. Dice cosas tan provocadoras y acaso ciertas como estas:

"(...) La gente de cine tiene la convicción de que la basura y el arte están íntima y necesariamente ligados: teniendo en cuenta que el cine tiene raíces en el entretenimiento sin pretensiones, una buena película es aquella que combina el brío y el poder del entretenimiento popular con los valores, la complejidad y los placeres del gran arte.

Si lo piensas, la gente de cine no se diferencia mucho de los amantes de la comida. (Nunca he sido amigo de los gourmets snobs que desprecian cualquier cosa que no tenga tres estrellas y que no venga descrita en francés). Los amantes de la comida que conozco son comelones pluralistas: “me encanta la comida” es lo que suelen decir. Les gustan los platos baratos de comida étnica, la cocina fusión de vanguardia, una buena hamburguesa, un plato de macarrones y queso hecho en casa, un sushi exquisito, etc. Tienen un enfoque arriesgado y ecléctico sobre la comida. Se trata de buscar el sabor donde esté y cuando sea, y al diablo con la moderación y los niveles de colesterol. Lo que les disgusta no es la comida popular; es la comida pretenciosa y estirada.

La persona típica del mundo del cine me parece una criatura similar. Le encantan las películas de monstruos y los cortometrajes de vanguardia; es un especialista en algún género; le gustan un par de estrellas del cine porno y adora a unos cuantos actores legítimos. Pero también se emociona si tiene la oportunidad de discutir sobre Fellini, Godard y Hou Hsiao-Hsien. Lo que le desagrada a ese tipo de persona son las películas que se quedan a mitad del camino (incluso si tiene que hacerlas como parte de su profesión).

(...) La visión de la gente de libros es muy diferente. Es más respetable. Como quedó demostrado en la reciente pelea entre Stephen King y Shirley Hazzard, los libros basura y el arte todavía no se sientan en la misma sección del bus: la pers­pectiva del mundo de los libros —al menos la del mundo editorial respetable— sigue siendo segregacionista. Si la visión de la gente de cine tiene que ver con la relación vital que existe entre el arte y la basura y con la forma en que ambos se retroalimentan entre sí, la imaginación de la gente de libros gira alrededor de la batalla sin fin que libran el arte, el talento y el cerebro para triunfar sobre las fuerzas del dinero, la manipulación y la fama (...)"


El artículo completo lo encuentran en la edición digital de la revista "El malpensante":
http://elmalpensante.com/index.php?doc=display_contenido&id=1163

1 comentario:

Carlos Esquives dijo...

Párrafo a resaltar: "La estructura del mundo de los libros me resulta opresora; me incomoda y me pone de mal humor. Con frecuencia me pregunto: ¿cómo es posible que la gente de libros diga que adora los libros cuando mira con desdén el 90% de los que se publican? No sólo menosprecian a Stephen King; también los libros de autoayuda, los de mesa de café y las biografías basura. Les encanta sostener discusiones intensas sobre lo que es un “verdadero libro” y lo que no. (Mi respuesta asombrosa y original a este punto tan cansón es: todos son libros, por Dios santo). Creo que lo que le gusta a esta gente no son los libros: les fascinan sus propios estándares y sus fantasías sobre cómo debe ser la literatura"