sábado, 16 de agosto de 2008

Entrevista con Yulene Olaizola



Enrique Silva entrevistó a la cineasta mexicana Yulene Olaizola, directora de Intimidades de Shakespeare y Víctor Hugo, ganadora de la competencia de documentales.

-¿Siempre quisiste ser cineasta?
-Fue un poco por accidente, porque no tenía ni idea de lo que quería estudiar y viendo un poco las carreras la que más me parecía interesante era la de cine. Pero yo de chiquita nunca tuve ningún tipo de formación cercana al cine, ni iba mucho a ver películas.

-Pero seguro que agarraste una cámara de video para hacer alguna “home movie”.
-Yo no estaba consciente de que existiera la carrera de cine, pero por lo menos llevaba dos o tres años con una cámara de video haciendo tonterías, que empezaba a editar; y también hice clases de fotografía durante tres años.

-¿Cómo nace tu vocación cinematográfica?
-Yo entré a estudiar cine hace seis años en el Centro de Capacitación Cinematográfica de la ciudad de México. Allí hice dos cortometrajes en el segundo año y en el cuarto año tienes obligadamente que hacer un documental. Y como no te ponen límite de duración, decidí hacer un largometraje porque había tenido la experiencia de trabajar como asistente en “Familia tortuga”, que es una película de dos horas que se hizo como proyecto de tesis de un compañero (Rubén Imaz), que hoy es mi novio, y luego trascendió fuera de la escuela. Esa experiencia me permitió darme cuenta de las posibilidades para hacer cine.

-Entonces empezaste a hacer tu documental en la escuela.
-En realidad lo hice casi todo durante el cuarto año de la carrera. Lo que pasó es que el proyecto creció bastante y luego conseguí apoyo de fuera.

-¿Tuvo ese largo y sugestivo título desde el principio?
-Sí, desde un comienzo. La historia la conocía desde hace mucho y el título originalmente lo puso mi abuela, porque ella escribió un libro sobre este tema, que aparece citado en la película.

-La historia de tu documental es familiar, porque le pertenece a tu abuela materna y aunque es muy íntima y personal tú la conocías desde pequeña. ¿Qué te atrajo de ella?
-En un inicio tenía la idea de resolver el caso, descubrir información o pistas que nadie pudiera hallar.

-Revelar la verdadera historia de Jorge Riosse.
-Claro. Pero eso cambió rápido porque me di cuenta de que no iba a poder encontrar nada, pues toda la vida de ese hombre está tapada por un velo de misterio muy extraño, imposible de descubrir. Entonces me fui dando cuenta con el tiempo de que también quería hacer un retrato de mi abuela, porque me parece una persona interesante, más allá de esta historia de su inquilino. Y después fui descubriendo otro tipo de cosas que tienen que ver con la relación muy cercana entre dos personas, mi abuela y él, que pertenecen a mundos completamente distintos.

-¿Cómo nació esta relación entre tu abuela (Rosa Elena Carbajal, en la foto) y Jorge Riosse?
-El llegó a la casa de huéspedes de mi abuela como inquilino. Cuando se conocieron mi abuela tenía como 50 y pico y el tendría unos 20 años más o menos, era muy joven. El llegó en 1985 y se quedó hasta 1993, año en el que murió, cuando tenia 29 años. Lo que pasa es que él nunca hablaba de su edad, era muy misterioso.

-¿Tú lo conociste?
-Sí. Cuando el murió yo tenía 10 años.

-¿Qué recuerdas de él?
-Tengo dos imágenes muy claras y a la vez fugaces de él. Recuerdo que con mi hermana mayor nos sentábamos con él a tocar la guitarra y cantar. También recuerdo el día en que nos tomó las fotos, que luego le sirvieron para hacer las pinturas. Lo recuerdo como un tipo normal.
-¿Salió a pasear alguna vez con ustedes?
-No, nunca. No salía mucho de la casa. Pero como mi abuela fue actriz, bajo el nombre de Regina Cardó, de vez en cuando tenía compromisos sociales, fiestas o eventos, y lo llevaba a él como su compañero.

-¿No tuvo tu abuela ningún reparo en contarle a tu cámara digital toda esta historia?
-Estuvo muy dispuesta porque no tenía la noción de que iba a ser una película de verdad. Pensaba que se trataba de un proyecto escolar, como algo mucho más inocente.

-¿Cómo reaccionó después?
-Durante el proceso de realización se fue dando cuenta de que estaba creciendo, pero tampoco estaba muy segura del resultado. Ya cuando la vio terminada descubrió que sí era una película. Le gustó y está contenta.

-¿Cómo planificaste el desarrollo de la historia?
-Tenía un guión de documental bastante apegado a lo que es la película. Y como conocía la historia podía tomar absolutamente todas la decisiones de cómo contarla, dónde, cuándo. Y como mi abuela me la había contado muchas veces, yo sabía qué tipo de cosas podía esperar de ella. No eran sorpresas. De hecho fue algo complicado, porque no es un documental que te va sorprendiendo todo el tiempo, sino que es casi como hacer una película de ficción, donde ya tienes el guión, la historia, sabes qué te van a dar las personas frente a la cámara y solamente te queda el proceso de hacerla. Lo que traté es de expandir la historia a lo largo de un día. Empezar desde que mi abuela se despierta y cerrar con ella yendo a dormir. Y pasar con ella un día de su vida cotidiana compartiéndolo en esa casa a través de su relación con el inquilino, luego sospechoso de ser un asesino.

-Tu abuela al final parece convencida de que Riosse era en efecto el asesino de las prostitutas.
-Si ella está convencida de que él fue. Yo no tanto, porque conozco a mi abuela y sé que tiene mucha imaginación. Le das tres datos y hace sus propias historias.

-¿Te sientes influenciada por algún cineasta de documentales en particular?
-Me gusta lo que hace Werner Herzog. Y También tuve la oportunidad de conocer hace cuatro años en la escuela a Albert Maysles con su documental “Gray gardens” (1975), que fue mi inspiración de alguna forma, sobre dos señoras completamente locas que viven abandonadas en una mansión, con un ambiente muy extraño.

-Si tuvieras que mencionar una película de ficción con la cual relacionar tu documental, ¿cuál sería?
-Yo la compararía con “El inquilino” (1976), de Roman Polanski, por ejemplo. Con este extraño individuo que se viste de mujer y tiene como una obsesión con el personaje suicida que vivió en la misma habitación antes que él.

-Tu película está pasando por varios festivales.
-Sí. Se estrenó en el Ficco de México en febrero pasado y luego fue al Festival de Cine Latino de Toulouse, después al Bafici de Buenos Aires, a una muestra en Varsovia, al Festival de Transilvania y ahora está aquí en Lima. Más adelante la presentaré en Toronto, San Sebastián, Valdivia, Amsterdam y Oslo.

-Ha tenido bastante acogida.
-Si, mucha.

-¿Estás sorprendida?
-Sí. Cuando la hice tenía la intención de “festivalearla”, de probar a ver qué pasaba, pero realmente no pensé que iba a ser tan bien aceptada.

-¿Cuál es tu siguiente proyecto?
-Tengo un proyecto de ficción en desarrollo. Tiene que ver con cosas que me están pasando o que me han pasado, o que le están pasando a gente cercana y necesito hablar de ellas. En este caso, lo estoy trabajando la actriz Luisa Pardo, que protagonizó “Familia Tortuga”. Todavía las ideas están sueltas y tienen que ver con una chica que acaba de salir de una clínica de rehabilitación, que consumía “chiva”, una sustancia derivada de la heroína, y quiere encontrarse a sí misma lejos de su familia.

Enrique Silva

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Como reconocido crítico de cine quisiera preguntarte, tal vez tú estés enterado:
1.- ¿Quien escoge las películas del festival? Tuvimos una en la que actua Carlos Monzón muerto hace muchos años?
2.- No podría la Universidad Católica invertir en un catálogo realmente bueno, claro, con reseñas de las películas para no tener que estar yendo al cine como si fuese una tómbola a ver qué te encuentras?
3.- No podría haber una mejor promoción en especial en una ciudad en la que estamos castigados con pésimas películas y condenados a perdernos lo mejor que se produce en el mundo?
El cine tiene la capacidad de producir los mejores sentimientos, es un gozo para nuestros sentidos y estímulo para nuestros pensamientos, las personas que estan comprometidas con este arte ¿no podrían entusiasmarse y transformar la mediocridad en esperanzado medio de entretenimiento?
Muchas gracias, Cecilia

Páginas del diario de Satán dijo...

Respuestas a las preguntas anteriores.

Hay un comité de selección que es responsabilidad de los organizadores.

La película con Monzón, Soñar, soñar, se proyectó dentro del ciclo dedicado a Leonardo favio. Tratándose de una retrospectiva se explica que fuera una película de hace unas décadas.

El catálogo existe y se ha vendido a 10 soles en la puerta del CCPUC. El problema es que no se expone demasiado y son pocos los que se enteran de su existencia. Por otro lado, es un catálogo muy bien editado, con breves reseñas argumentales, fichas técnicas y otras informaciones. El de este año ha sido el mejor catálogo.

El catálogo debería ofrecerse como se hace con los programas teatrales.

Anónimo dijo...

no la han subido para descargar?