Hace unos días propuse un debate con Mario Castro Cobos, sobre los temas que él eligiera sobre el cine peruano e internacional, concediéndole además la posibilidad de elegir lugar, agenda y moderador. Al cabo de unos días, contestó con un discurso que dejaba entender una negativa a debatir. Al día siguiente, al parecer se retractó y me invitó a participar en un debate a llevarse a cabo durante la presentación de una película de Rafael Arévalo.
Yo acepté aunque me sorprendió que se involucrara a un tercero en una discusión que debe desarrollarse entre dos personas. Con mucha razón, Arévalo escribió a este blog diciendo que él no aceptaba la realización de un debate en la presentación de su película. Estoy perfectamente de acuerdo con Arévalo. Una presentación es una celebración privada y no tiene que ser perturbada por asuntos ajenos.
Resulta que Castro Cobos ahora me cita en otra presentación de una película, esta vez de Eduardo Quispe.
No acepto que se realice en esas condiciones. En primer lugar, porque no creo que el debate deba ser una cuña incluida en una presentación ni debe aparecer como colgado en el saco de alguien. En segundo lugar porque yo no tengo nada que debatir con Quispe y no veo el porqué tendría que involucrarme en la presentación de su nueva película. En tercer lugar porque pienso que los temas a debatir tienen la importancia suficiente para ser discutidos por sí mismos, con independencia de cualquier añadido. No son temas "teloneros" ni se debe distraer esa discusión con el valor agregado de una presentación que se basta por sí sola.
Por eso, reitero mi propuesta para debatir, en las mismas condiciones en que las formulé, pero con la condición lógica e indispensable de hacer el debate entre dos personas, sin más apoyos ni complementos que la argumentación de cada quién.
Ricardo Bedoya
4 comentarios:
No te gastes Ricardo. Castro Cobos nunca aceptará un debate en esas condiciones. El pata es un (inserte adjetivo denigrante aquí) y la verdad es que le estás dando más importancioa de la que debes. Ya fue.
Ricardo, hay indicios de que dificilmente aceptara. Esta claro que no se trata de una lid con marco de barras bravas, ni con caracter de relleno, pero asi no lo entiende la parte contraria o no lo quiere entender. Tu posicion es clara, la del lado contrario es clara en su indefinicion.
Martin Sanchez Padilla
y por qué Castro Cobos, con quien discrepo en casi todo, tendría que debatir bajo sus condiciones Bedoya? Vaya y debata, o sino, usaremos la muletilla que a usted y su amigo León Frías tanto les gusta: "se corre del debate!!"
Al anónimo de las 7.19
Ayayay, la de siempre. Tratando de voltear las cosas para que todo quede en nada.
Mire señor anónimo, yo propongo un debate y no ordeno ni obligo. No tendría forma de hacerlo. Si no acepta un debate directo, sin intermediaciones ni terceras personas ni película de por medio, que lo diga y se acabó. Si él puede escoger la cancha, el árbitro, la duración del encuentro y hasta el público de las tribunas, es notorio que las condiciones las pone él. Y eso es lo que quiero que haga. Es mi propuesta.
Lo mínimo que puedo pedir es que no invite a participar a quién no tiene arte ni parte en este asunto.
Si no acepta debatir en forma directa, para darle gusto a usted, no diré que se corrió, aunque no pueda dejar de considerarlo así.
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