Isaac León Frías vuelve a la polémica con un artículo que nos envía:
Hace diez años apareció la revista de cine Godard! con un tono polémico apoyado no en el conocimiento y el análisis, sino en el desconocimiento y en las descalificaciones en bloque. Así, se descalificaba al cine peruano por aberrante, al latinoamericano por malo, al africano por ser peor y se presentaba al iraní como un modelo para el cine peruano, bajo el supuesto de que no era una industria, cuando sí lo era y muy sólida.
En realidad, los codirectores de esa publicación muy pronto dejaron el tono polémico para convertirse abiertamente en publicistas y divulgadores del cine de la cartelera, agregando reseñas de autores consagrados y de algunos cineastas independientes extranjeros. Las condiciones de la distribución y la exhibición en el Perú, los problemas del cine peruano en Lima y en el resto del país, estuvieron siempre ausentes de esas páginas. Salvo alguna nota, no precisamente escrita por los co-directores, la producción independiente y regional no fue tratada, ni considerada en las reseñas de evaluación. Ahora uno de ellos aparece nada menos que como vocero de la Asociación de Cineastas Regionales e Independientes del Perú!!!
Nunca se perfiló en esa revista una posición propia, una metodología de análisis distinta o alternativa, no hubo el menor "descubrimiento" o reivindicación de realizadores, a no ser los consagrados, que no necesitaban reivindicación, y en el caso del Perú, hubo un reconocimiento tardío, por parte de uno de los co-directores, de "La muralla verde", de Robles Godoy, una película que había obtenido premios en su momento y que había sido objeto de una crítica local mayoritariamente favorable. Encima, ese co-director, que antes había ninguneado a Robles, se jactó en una ocasión de que su revista había sido la primera en organizar un homenaje a Robles, cosa que no era cierta, porque ya lo habían hecho al menos la Universidad de San Marcos, La Municipalidad de Miraflores y el Festival de Lima. Además, hasta donde yo sé, ninguna revista de cine en el mundo ha auspiciado homenajes a directores. Pueden hacer números especiales, pero no es función de una revista de cine homenajear en público a nadie.
Una entrevista en la revista Caretas pone una vez más en evidencia que, después de 10 años, siguen hablando y escribiendo a partir del desconocimiento y que hacen el autoelogio sin medir lo que están diciendo, es decir, no investigan, no indagan, no confrontan fuentes. Así, se atribuyen haber sido los primeros en decir: "... que el problema del cine peruano radicaba en su falta de ideas y no se necesitaba una industria para hacer mejores películas". Como no leen lo que se ha escrito a través del tiempo, ni por lo visto les interesa estar informados, no se han enterado de que ese es un debate que circula desde los años 30 en el Perú, donde hubo una intensa discusión sobre la conveniencia o no de una industria, incluso antes de que apareciera Amauta Films y por cierto durante los años de existencia de esa empresa. El problema, por otra parte, no ha estado ni está en la falta de ideas, porque las ideas sobran y las "mejores" ideas no garantizan nada; no es falta, suficiencia ni abundancia de ideas lo que hace que una película sea buena, regular o mala.
En este mismo blog se publicó un amplio debate de los años 50 entre Augusto Elmore y Mario Castro Arenas acerca de ese tema. En realidad, el mayor defensor de la necesidad de una industria de cine en el país fue Armando Robles Godoy, gestor, además, de la única ley pro-industrial que hemos tenido que fue la 19327, y defensor muy consecuente de esa posición a través del tiempo. En diversas ocasiones discrepé oralmente y por escrito con su posición y eso se puede leer en editoriales y artículos de la revista "Hablemos de Cine" en los años 70.
Sólo a fines de los años 30 y luego a finales de los 70 en que varias películas peruanas se acercaron al millón de espectadores se pudo especular con la posibilidad de una industria.
En los años 30 se vivió la experiencia del despegue industrial en México y Argentina y otros países como Chile y Cuba intentaron hacer lo mismo sin lograrlo. En nuestro país hubo también un intento finalmente frustrado, el que movilizó la Amauta Films.
En los años 70, y bajo el gobierno militar de Velasco Alvarado, se asumió el fomento de la industria local y la sustitución de importaciones como una política de Estado y, dentro de ella, y a través de la ley de cine, se intentó crear las bases para un despegue que no logró concretarse, por las insuficiencias de la ley y por las mismas razones que aquí y en otras partes la industria no pudo levantarse: la estrechez del mercado y el dominio de las distribuidoras extranjeras.
Pero fuera de esos breves periodos, e incluso en ellos, no era realista, como no lo es ahora en que la política liberal de Estado apunta a la libre competencia, pensar en la posibilidad de una industria para hacer mejores películas, como sostenía Robles Godoy, para quien sólo con una producción de 50 o 60 films se podía esperar un puñado de cintas de buena calidad. Y no era realista hacerlo, porque aun en esas coyunturas favorables, el mercado local era insuficiente y ese es el factor decisivo. En un mercado tan escaso y precario (en estos tiempos más precario que antes) como el peruano es absolutamente iluso proponer o defender esa opción.
Dicen, asimismo: "nos ha distinguido nuestra demitificación de algunos fenómenos de éxito del cine latinoamericano contemporáneo, como el de González Iñárritu y el del último Ripstein en su momento, por no hablar de los últimos films de Lombardi, Tamayo y Durant".
Éxito relativo de público puede haber sido el de "Amores perros",un film que tuvo sí una enorme cobertura mediática, pero la crítica estuvo dividida en todas partes o, en todo caso, no todos adhirieron a la película en su totalidad. Los últimos Ripstein a los que se alude fueron un sonado fracaso de público en su país y fuera. Y en México, no sólo fracaso de público, sino de crítica, empezando por Jorge Ayala Blanco. En todas partes, por cierto, han sido películas muy minoritarias. Luego Ripstein ha hecho un magnífico documental, ajeno por completo al perfil estilístico de esos films de ficción a los que se alude, y que es "Los héroes y el tiempo", de recepción más minoritaria aún y que seguramente ni siquiera han visto.
¿Y qué tienen de exitosos los últimos films de Lombardi, Tamayo y Durant, cuando han sido en su mayor parte clamorosos reveses de público y la opinión crítica en su conjunto tampoco ha sido favorable? Con ese razonamiento generalista e inexacto se puede decir, claro, cualquier cosa, y atribuirse cualquier mérito. No hay, además, nada que hayan contrapuesto a esos "fenómenos de éxito", como para cotejar una escala afirmativa frente a esas negaciones, que no sean nombres de realizadores conocidos y consagrados. Es decir, lo que han hecho es simplemente ratificar casi todos los nombres de los cánones establecidos. ¿Qué película olvidada o qué realizadores desconocidos han sido descubiertos por ellos?
Otra afirmación infundada: "reivindicamos las posibilidades literarias y filosóficas de la crítica y la pluralidad de perspectivas, alejándonos del abordaje formalista y pretendidamente científico, inspirada por la lingüística y la semiótica (Metz es uno de sus representantes) de las viejas generaciones, sin perder la exigencia analítica o la atención a la especialidad fílmica".
Habría que preguntarles, y por supuesto no sabrán responder: ¿dónde está esa reivindicación? He leído todos los números de esa revista y no la he visto por ningún lado, más allá de algunas alusiones poco pertinente y nada referida a la especialidad fílmica hecha por uno de los codirectores.
Por otro lado, ¿a qué viejas generaciones se hace referencia? El único que en el Perú intentó en los años 70 aplicar métodos de aproximación estructuralista al análisis fílmico, sobre todo en la revista Oiga, fue Desiderio Blanco. Nadie más.
Nadie más defendió ningún abordaje pretendidamente científico. Christian Metz, a quien no deben haber leído ni por el forro, jamás formuló la menor metodología de análisis. Ni siquiera elaboró una propuesta de "lenguaje fílmico" propiamente dicho. Lo que hizo fue proponer una suerte de "prolegómenos" de una teoría del lenguaje cinematográfico y, más tarde, una reflexión sobre la pantalla fílmica y el inconsciente motivada por las tesis lacanianas.
La mayor parte de los trabajos de aplicación de la semiótica estructural al análisis del cine han sido laboriosos artículos en publicaciones universitarias y muy escasamente en revistas de cine. En los años 70, la revista francesa Cinétique y la británica Screen propusieron métodos estructuralistas de lectura ideológica de los films, poniendo en cuestión el sentido de la crítica de cine, tal como se había entendido siempre. También lo intentó parcialmente Cahiers du Cinéma y alguna otra, pero muy poco, pues muy pronto esas aplicaciones, elaboradas en una época de radicalización política, se fueron dejando y pronto se demostró que el análisis semiótico y la crítica eran campos completamente diferentes.
El abismal desconocimiento que, después de 10 años de la revista, siguen teniendo los codirectores salta a la vista, una vez más, en el hecho de que no han leído a María Wiesse de Sabogal, ni a Rodolfo Ledgard, ni a Emilio Herman, ni a Andrés Ruszkowski, ni a Alfonso Latorre, ni tampoco a Pablo Guevara, Ricardo Gonzáles Vigil, Constantino Carvallo o José Carlos Huayhuaca. De haberlos leído y entendido no podrían mencionar la supuesta reivindicación de las posibilidades literarias y filosóficas de la crítica que han hecho en su revista. Ahora mismo, José Carlos Cabrejo elabora algunos trabajos incorporando cotejos entre el cine y la literatura.
Eso de las "supuestas reivindicaciones de las posibilidades literarias y filosóficas de la crítica" formulado de esa manera es, además, gaseoso e impreciso, pues puede hacer referencia a cosas diversas: a la crítica como escritura literaria, a la interpretación o a la exégesis de acuerdo a referentes literarios o matrices filosóficas, entre otras, y eso no hace necesariamente mejor a la crítica y más bien puede hacerla peor. No es "la reivindicación" lo que vale, sino la capacidad y la agudeza del analista que es, precisamente, lo que tenían un Pablo Guevara o un Constantino Carvallo, que nunca se atribuyeron, por otra parte, ninguna "reivindicación" de nada, como hacen de manera tan frívola los codirectores de esa publicación.
Por último, el espacio de la crítica no es, propiamente, el campo de la interculturalidad en las aproximaciones al cine, pues eso corresponde a una ensayística más elaborada, que desborda los límites del análisis crítico. David Bordwell explica con claridad las diferencias y las tensiones entre lo que es el análisis académico y la crítica periodística, y la posible combinación de ambos, en un texto incluido hace poco en este blog y publicado originalmente en la revista Film Comment.
Isaac León Frías
En realidad, los codirectores de esa publicación muy pronto dejaron el tono polémico para convertirse abiertamente en publicistas y divulgadores del cine de la cartelera, agregando reseñas de autores consagrados y de algunos cineastas independientes extranjeros. Las condiciones de la distribución y la exhibición en el Perú, los problemas del cine peruano en Lima y en el resto del país, estuvieron siempre ausentes de esas páginas. Salvo alguna nota, no precisamente escrita por los co-directores, la producción independiente y regional no fue tratada, ni considerada en las reseñas de evaluación. Ahora uno de ellos aparece nada menos que como vocero de la Asociación de Cineastas Regionales e Independientes del Perú!!!
Nunca se perfiló en esa revista una posición propia, una metodología de análisis distinta o alternativa, no hubo el menor "descubrimiento" o reivindicación de realizadores, a no ser los consagrados, que no necesitaban reivindicación, y en el caso del Perú, hubo un reconocimiento tardío, por parte de uno de los co-directores, de "La muralla verde", de Robles Godoy, una película que había obtenido premios en su momento y que había sido objeto de una crítica local mayoritariamente favorable. Encima, ese co-director, que antes había ninguneado a Robles, se jactó en una ocasión de que su revista había sido la primera en organizar un homenaje a Robles, cosa que no era cierta, porque ya lo habían hecho al menos la Universidad de San Marcos, La Municipalidad de Miraflores y el Festival de Lima. Además, hasta donde yo sé, ninguna revista de cine en el mundo ha auspiciado homenajes a directores. Pueden hacer números especiales, pero no es función de una revista de cine homenajear en público a nadie.
Una entrevista en la revista Caretas pone una vez más en evidencia que, después de 10 años, siguen hablando y escribiendo a partir del desconocimiento y que hacen el autoelogio sin medir lo que están diciendo, es decir, no investigan, no indagan, no confrontan fuentes. Así, se atribuyen haber sido los primeros en decir: "... que el problema del cine peruano radicaba en su falta de ideas y no se necesitaba una industria para hacer mejores películas". Como no leen lo que se ha escrito a través del tiempo, ni por lo visto les interesa estar informados, no se han enterado de que ese es un debate que circula desde los años 30 en el Perú, donde hubo una intensa discusión sobre la conveniencia o no de una industria, incluso antes de que apareciera Amauta Films y por cierto durante los años de existencia de esa empresa. El problema, por otra parte, no ha estado ni está en la falta de ideas, porque las ideas sobran y las "mejores" ideas no garantizan nada; no es falta, suficiencia ni abundancia de ideas lo que hace que una película sea buena, regular o mala.
En este mismo blog se publicó un amplio debate de los años 50 entre Augusto Elmore y Mario Castro Arenas acerca de ese tema. En realidad, el mayor defensor de la necesidad de una industria de cine en el país fue Armando Robles Godoy, gestor, además, de la única ley pro-industrial que hemos tenido que fue la 19327, y defensor muy consecuente de esa posición a través del tiempo. En diversas ocasiones discrepé oralmente y por escrito con su posición y eso se puede leer en editoriales y artículos de la revista "Hablemos de Cine" en los años 70.
Sólo a fines de los años 30 y luego a finales de los 70 en que varias películas peruanas se acercaron al millón de espectadores se pudo especular con la posibilidad de una industria.
En los años 30 se vivió la experiencia del despegue industrial en México y Argentina y otros países como Chile y Cuba intentaron hacer lo mismo sin lograrlo. En nuestro país hubo también un intento finalmente frustrado, el que movilizó la Amauta Films.
En los años 70, y bajo el gobierno militar de Velasco Alvarado, se asumió el fomento de la industria local y la sustitución de importaciones como una política de Estado y, dentro de ella, y a través de la ley de cine, se intentó crear las bases para un despegue que no logró concretarse, por las insuficiencias de la ley y por las mismas razones que aquí y en otras partes la industria no pudo levantarse: la estrechez del mercado y el dominio de las distribuidoras extranjeras.
Pero fuera de esos breves periodos, e incluso en ellos, no era realista, como no lo es ahora en que la política liberal de Estado apunta a la libre competencia, pensar en la posibilidad de una industria para hacer mejores películas, como sostenía Robles Godoy, para quien sólo con una producción de 50 o 60 films se podía esperar un puñado de cintas de buena calidad. Y no era realista hacerlo, porque aun en esas coyunturas favorables, el mercado local era insuficiente y ese es el factor decisivo. En un mercado tan escaso y precario (en estos tiempos más precario que antes) como el peruano es absolutamente iluso proponer o defender esa opción.
Dicen, asimismo: "nos ha distinguido nuestra demitificación de algunos fenómenos de éxito del cine latinoamericano contemporáneo, como el de González Iñárritu y el del último Ripstein en su momento, por no hablar de los últimos films de Lombardi, Tamayo y Durant".
Éxito relativo de público puede haber sido el de "Amores perros",un film que tuvo sí una enorme cobertura mediática, pero la crítica estuvo dividida en todas partes o, en todo caso, no todos adhirieron a la película en su totalidad. Los últimos Ripstein a los que se alude fueron un sonado fracaso de público en su país y fuera. Y en México, no sólo fracaso de público, sino de crítica, empezando por Jorge Ayala Blanco. En todas partes, por cierto, han sido películas muy minoritarias. Luego Ripstein ha hecho un magnífico documental, ajeno por completo al perfil estilístico de esos films de ficción a los que se alude, y que es "Los héroes y el tiempo", de recepción más minoritaria aún y que seguramente ni siquiera han visto.
¿Y qué tienen de exitosos los últimos films de Lombardi, Tamayo y Durant, cuando han sido en su mayor parte clamorosos reveses de público y la opinión crítica en su conjunto tampoco ha sido favorable? Con ese razonamiento generalista e inexacto se puede decir, claro, cualquier cosa, y atribuirse cualquier mérito. No hay, además, nada que hayan contrapuesto a esos "fenómenos de éxito", como para cotejar una escala afirmativa frente a esas negaciones, que no sean nombres de realizadores conocidos y consagrados. Es decir, lo que han hecho es simplemente ratificar casi todos los nombres de los cánones establecidos. ¿Qué película olvidada o qué realizadores desconocidos han sido descubiertos por ellos?
Otra afirmación infundada: "reivindicamos las posibilidades literarias y filosóficas de la crítica y la pluralidad de perspectivas, alejándonos del abordaje formalista y pretendidamente científico, inspirada por la lingüística y la semiótica (Metz es uno de sus representantes) de las viejas generaciones, sin perder la exigencia analítica o la atención a la especialidad fílmica".
Habría que preguntarles, y por supuesto no sabrán responder: ¿dónde está esa reivindicación? He leído todos los números de esa revista y no la he visto por ningún lado, más allá de algunas alusiones poco pertinente y nada referida a la especialidad fílmica hecha por uno de los codirectores.
Por otro lado, ¿a qué viejas generaciones se hace referencia? El único que en el Perú intentó en los años 70 aplicar métodos de aproximación estructuralista al análisis fílmico, sobre todo en la revista Oiga, fue Desiderio Blanco. Nadie más.
Nadie más defendió ningún abordaje pretendidamente científico. Christian Metz, a quien no deben haber leído ni por el forro, jamás formuló la menor metodología de análisis. Ni siquiera elaboró una propuesta de "lenguaje fílmico" propiamente dicho. Lo que hizo fue proponer una suerte de "prolegómenos" de una teoría del lenguaje cinematográfico y, más tarde, una reflexión sobre la pantalla fílmica y el inconsciente motivada por las tesis lacanianas.
La mayor parte de los trabajos de aplicación de la semiótica estructural al análisis del cine han sido laboriosos artículos en publicaciones universitarias y muy escasamente en revistas de cine. En los años 70, la revista francesa Cinétique y la británica Screen propusieron métodos estructuralistas de lectura ideológica de los films, poniendo en cuestión el sentido de la crítica de cine, tal como se había entendido siempre. También lo intentó parcialmente Cahiers du Cinéma y alguna otra, pero muy poco, pues muy pronto esas aplicaciones, elaboradas en una época de radicalización política, se fueron dejando y pronto se demostró que el análisis semiótico y la crítica eran campos completamente diferentes.
El abismal desconocimiento que, después de 10 años de la revista, siguen teniendo los codirectores salta a la vista, una vez más, en el hecho de que no han leído a María Wiesse de Sabogal, ni a Rodolfo Ledgard, ni a Emilio Herman, ni a Andrés Ruszkowski, ni a Alfonso Latorre, ni tampoco a Pablo Guevara, Ricardo Gonzáles Vigil, Constantino Carvallo o José Carlos Huayhuaca. De haberlos leído y entendido no podrían mencionar la supuesta reivindicación de las posibilidades literarias y filosóficas de la crítica que han hecho en su revista. Ahora mismo, José Carlos Cabrejo elabora algunos trabajos incorporando cotejos entre el cine y la literatura.
Eso de las "supuestas reivindicaciones de las posibilidades literarias y filosóficas de la crítica" formulado de esa manera es, además, gaseoso e impreciso, pues puede hacer referencia a cosas diversas: a la crítica como escritura literaria, a la interpretación o a la exégesis de acuerdo a referentes literarios o matrices filosóficas, entre otras, y eso no hace necesariamente mejor a la crítica y más bien puede hacerla peor. No es "la reivindicación" lo que vale, sino la capacidad y la agudeza del analista que es, precisamente, lo que tenían un Pablo Guevara o un Constantino Carvallo, que nunca se atribuyeron, por otra parte, ninguna "reivindicación" de nada, como hacen de manera tan frívola los codirectores de esa publicación.
Por último, el espacio de la crítica no es, propiamente, el campo de la interculturalidad en las aproximaciones al cine, pues eso corresponde a una ensayística más elaborada, que desborda los límites del análisis crítico. David Bordwell explica con claridad las diferencias y las tensiones entre lo que es el análisis académico y la crítica periodística, y la posible combinación de ambos, en un texto incluido hace poco en este blog y publicado originalmente en la revista Film Comment.
Isaac León Frías
54 comentarios:
Una crítica a la revista Godard, que puede ser válida para algunos, no quita la atención del gran descuido de la cinematografía, de la dedicación a finciar proyectos de cineastas acabados, sin alma, resposables de un cine que ahuyenta al público (quién grita con entusiasmo vamos a ver una película de tamayo?)...lo que se presenta es este escenario: una nueva institución para un nuevo cine, que represente la multiculturalidad, las nuevas tendencias de muchos jóvenes, que como en todas partes del mundo, se reducen a la marginalidad, y las salas alternativas, que tampoco tienen apoyo institucional, menos del estado, pues el estado se preocupa por financiar a lombardi o a fabrizio aguilar. Ese es el tema de fondo y no si una revista se equivoca o no..y si sí, pues, las respuestas deben rectificar, haciendo lo que el otro no, supuestamente...isaac leon no dice nada de cómo se afrontaría las situaciones que grafican el video. se pierde en los recuerdos añejos y eso tampoco ayuda al debate sobre el cine peruano.
Respuesta al anónimo de las 09:09
En mi texto cuestiono las respuestas de los codirectores de Godard! a la revista Caretas y si no menciono los otros temas no es porque no sean importantes, sino porque no era pertinente mencionarlos en este caso. Los debates y las confrontaciones tienen que ceñirse al marco de los temas planteados. Si a mí preguntan por el cine del periodo silente, pues tengo que hacer referencia a ese periodo y no al cine del 2000. Ellos mencionaban específicamente los temas que son materia de mi artículo. Si quieren intercambiar ideas o debatir acerca de "los temas de fondo" que
menciona el anónimo (¿por qué tienen que ser esos y no también otros los "temas de fondo" que se discuten o procesan en un blog o en una revista de cine?, ¿quién decide la agenda de los "temas de fondo"'), yo no tengo ningún inconveniente en hacerlo, como lo he hecho en otras ocasiones. Y a propósito de eso, he querido sí poner en evidencia la permanente desatención de ese cine independiente y regional en las páginas de la revista "Godard!" y el inesperado cambio de quien ahora
pasa a ser portavoz de una asociación de cineastas regionales e independientes, sin exhibir ningún pasado de atención a esos cineastas como sí lo podrían exhibir (y por supuesto no lo hacen porque no son exhibicionistas) Jaime Luna Victoria, Gabriel Quispe,Ricardo Bedoya, Laslo Rojas, José Carlos Cabrejo o Emilio Bustamante, que han escrito, entrevistado a realizadores o tratado el tema en diversos espacios y medios de comunicación a lo largo de varios años.
Isaac León Frías
No pierdas tiempo en "Godard!", Chacho. Esa revista es cualquier cosa.
O sea que quien sí pertenece a esa asociación, es exhibicionista? Ay dios... ay...
Ese Pimentel es un oportunista sin
bandera.
Llamen a un psiquiatra!
No, mejor a un geriatra...
Chacho, eres cosa seria, para ya con tu obsesión por Pimentel y Cordero, que ya parece más amor no correspondido que otra cosa.
Adiosito.
Alvaro
Se juran muy alternativos los publicistas de las trasnacionales de la distribución. Quieren crear su nueva ola pero los cineastas que se han conseguido no dan fuegos. ¿Existen peliculas mas aburridas y pedantes que las que promocionan y pasan en la sala de armendariz? hasta ellos se quedan dormidos.
¿Y
esa nueva asociaciòn que han formado, existe legalmente osea se han
inscrito en Registros Pùblicos, o solo es un nombre que divaga en el
aire? . Me llama la atenciòn que ahora vengan a decir que està formada
por cineastas regionales o que uds los representan cuando en el cine
club de la cayetano heredia, (Cine club que dirige mario castro y cìa),
NUNCA han pasado cine ayacuchano, o de puno, o de arequipa,etc,etc, SOLO
HAN PASADO UNA DE TRUJILLO que se llama : Los actores, DE Omar Forero. Y
nada màs. Y luego si han pasado cine peruano SOLO HAN PASADO EL HECHO
EN LIMA POR SUS AMIGOS DE LIMA. ¿hACER ESO NO ES CENTRALISMO?. ¿LiMA ES
EL PERU?.
Me da la sensaciòn que esta "Nueva asociaciòn" tratan de llenar el hueco
vacìo que ha dejado la absorciòn del conacine , el cual mal que bien,
va a seguir existiendo, ya no con la independencia de antes es cierto,
pero va a seguir . Solo queda la esperanza que el nuevo jefe del que
dependera conacine no sea un autoritario-mente cerrada.
¿Por quien votarán Don Chacho y sus amigos en estas elecciones?
El gremio de cine peruano es un gremio de egoístas, egocentristas y ambiciosos. Todos tiran para su lado, ahora la picazón es porque hay un grupo de gente nueva que se ha unido y hasta ahora son los únicos que se han pronunciado públicamente sobre el cierre de CONACINE, de manera audiovisual, como debería pronunciarse un verdadero gremio de cineastas. Los que salen en ese video representan a más y ahí si hay gente que a trabajado por el cine regional, ha marchado el año pasado con las regiones, han inscrito en el desaparecido CONACINE a los cineastas regionales, ha luchado, caminado, movilizado etc, por el cine regional ¿cual de los que habla en este blog o escribe aquí a hecho eso? Pero como tienen la costumbre de ningunear el trabajo ajeno. El mundo se mueve y camina fuera de la burbuja de Lima.
¿El FENACO en que parte de Lima, lo hacen? ¿O ese festival no existe?
Yo prefiero a esos cineastas "pedantes" y "aburridos" -ja ja qué raro, siempre escucho la misma acusación sobre los directores que valen la pena- a los otros que repiten ese costumbrismo chabacano de toda la vida del cine local. Saludos a todos.
Fantomas
Don Isaac León:
Queremos saludarlo por cumplir 10 años acompañando fielmente nuestra revista. Fue justo por estas fechas, allá por mayo o junio de 2011, que usted escribió a la Revista Somos su primera carta furiosa en contra de nuestra publicación. Desde entonces no ha dejado de seguirnos. Ha sacrificado valiosas horas de descanso, e incluso una navidad, para persuadir al mundo de que Godard! no vale nada. Su dedicación nos conmueve, pero creemos de que debería utilizar sus energías en tareas más provechosas, por ejemplo escribir un libro más interesante que su patética "Grandes ilusiones". También queremos recordarle su promesa, publicada en este mismo blog, de que nunca más perdería el tiempo discutiendo con nosotros. ¿O va seguir persistiendo en el error por 10 años más?
Atentamente,
Los co-directores de Godard!
Como era de esperarse y como ha ocurrido siempre, no hay una sola respuesta de los codirectores de Godard! a los cuestionamientos hechos. No pueden hacerlo, a no ser que reconozcan que, una vez más y como es su inveterada costumbre, han metido la pata, diciendo cosas que no son ciertas y por las que, como es su costumbre, quieren "pasar piola", como si no hubieran dicho nada.
Con ellos no hay posibilidad de debate, porque ni saben ni pueden debatir, le corren al debate (como demostraron pública y penosamente en el Centro Cultural de la U.C. en junio de 2009). Su misma respuesta a mi último texto pone en evidencia, una vez más, esa imposibilidad: no son capaces de responder a nada. Yo doy razones y las explico, las fundamento. Ellos usan los adjetivos ("su patética "Grandes ilusiones"), sin fundamentar nada, sin explicar porqué usan ese u otro adjetivo. Ese es su modo de proceder y esa es la negación de la racionalidad y el imperio de la arbitrariedad. Por eso dicen las cosas que dicen y por eso es que con esa gente no hay posibilidad de diálogo ni discusión. Pero, como dije y de manera muy clara en ese texto que citan, yo no me voy a callar. Con esa gente no se puede polemizar, porque no son capaces de argumentar ni de contraponer ideas, pero si se puede hacer notar errores elementales de información en los que incurren todo el tiempo, aunque a ellos, claro está, no les entre balas y con seguridad seguirán "pasando piola" así pasé 20 años, haciendo el autoelogio a partir de desinformaciones e inexactitudes.
Ya no dices nada sobre la revista Godard!, Bedoya y todo se lo dejas a León, no puede ser pues Bedoya, alguito tendrías que decir o te parece que de tu parte merecen el silencio eterno?
http://elumiere.wordpress.com/2009/12/03/pronto-en-lumiere-femmes-femmes-paul-vecchiali-1974/#comment-41
No se calle Isaac Leon Frias, persista en su linea critica, de juventud acumulada. Su texto es de referencia util. Supongo que no lo escribio pensando en que los aludidos replicarian con seriedad y no menos gracia.
Martin Sanchez Padilla
No son capaces de responder con seriedad, Martin. En ellos no hay consistencia, ni siquiera una posición propia frente al cine. Después de 10 años siguen haciendo afirmaciones con la misma irresponsabilidad y descuido de su primer número, acomodándose de acuerdo a conveniencias, intentando pasar por independientes y "opositores", cuando su visión del cine es de lo máa conformista y conservadora.
Es verdad que Pimentel y Cordero evadieron el debate en el Centro Cultural y lo único que hicieron es dar vueltas sobre lo que escribían y lo que aparecía en su revista, sin responder a las críticas de León y Bedoya y dejando todo eso en el vacío.
Que libro es ese de León, segurom quen publicado por el mismo yno por ninguna editorial importante...
Seguro que los Godard! votaron en primera por PPK, para apoyar a sus amigos de las grandes distribuidoras, que llenan la cartelera de gringadas, jajajaja
Ay qué gracioso Chacho pidiendo su debate. Se parece a Hernando de Soto jaja y cuando no le hacen caso a sus demonios internos, arguye que el mundo se corre de él. Pobre. Solo queda responderle como el Nobel Vargas Llosa, con profundo desprecio:
http://peru21.pe/noticia/762445/mvll-no-debato-fujimontesinistas
Y aunque la comparación es con De Soto, también podría ser con PPK, por sus afanes monopolistas y algunas cuestiones cronológicas.
Teniendo las elecciones lo que se está haciendo en este blog es distraer la atención de los problemas del país y lo que escribe León Frías no dice nada de esos prblemas y otra vez se mete con ese par de pelotudos que son Pimentel y Cordero. Ya pues Sr. León, hay que prestarle atención a las cosas importantes y lo más importante es que el fujimorismo no vuelva más al gobierno.
José
Respuesta 1
Ya que el lector Juan Jairo Gómez me interpela, voy a explicar las razones por las que creo que es perfectamente inútil tratar de debatir con Cordero y Pimentel.
He asistido a tres oportunidades de discusión y debate con ellos (dos con ambos; una solo con Pimentel)
La primera vez fue en la Universidad de San Marcos, hace ya algún tiempo. Ahí, me referí a las incoherencias de la revista que en un muy poco tiempo pasaron de llamar aberrantes e incapaces a Robles Godoy y Lombardi a considerarlos directores de las mejores películas peruanas. En el caso de Robles, hasta erigirle un pedestal y proclamarlo un director secreto y maltratado. Ignorando, claro, que fue el director más elogiado y aclamado por la prensa peruana (tendrían que leer los ditirambos de Alfonso La Torre o Geu Rivera) En un ciclo de las mejores películas peruanas incluyeron “Los amigos”, “La boca del lobo” y “Bajo la piel”. ¿Qué pasó anoche? En verdad, esas volteretas parecían fruto de algún apagón de la memoria propia de los protagonistas de "The Hangover"
Y esos cambios en la apreciación llegaron sin ninguna autocrítica, sin señalar cuál fue el proceso seguido para llegar a esas nuevas opiniones. Hubiera sido interesante leer la sustentación de los motivos del cambio. Nada de eso ocurrió, por supuesto.
También les expliqué que el cine africano existía –cosa que negaban en su revista- y que los nombres de Sembene, Cissé, Sissako, entre muchos otros, no eran virtuales. En fin, traté de explicar mi extrañeza ante afirmaciones sin sustento. No hubo respuesta.
Mejor dicho, sí hubo: eran lemas coreados entre los dos, semejantes a los que se pronuncian en las asambleas universitarias, tipo “maquinitas”. Nada de nada.
Continúa
Respuesta 2
La segunda vez fue en un salón del Centro Cultural de la Universidad Católica, hace dos años.
Ahí lamenté haber puesto un frasco de mermelada como ilustración de un post para hablar de la revista. Fue un error y lo reconocí. Pero manifesté mis críticas y objeciones a la revista.
Mi impresión es que la rebeldía inicial de la revista se diluyó muy pronto, al llegar los directores a escribir en medios impresos. No sé qué fenómeno ocurrió entonces pero los incendiarios se convirtieron en extinguidores de pequeños fuegos, ni siquiera de grandes incendios, mientras elegían no pelear con nadie.
Recuerdo que en esa reunión cuestioné la complacencia de la revista con el cine importado por las representantes de las Majors. Dije, por ejemplo, que afectaba la imagen de la revista que la carátula y el artículo de fondo, el de apertura, estuvieran dedicados a películas por estrenarse, aún desconocidas para los propios redactores, que se limitaban a voltear pressbooks y material de publicidad. Eso es admisible para la información periodística, pero no para una revista que se propone como crítica.
También dije que leer la revista daba la impresión de vivir en el mejor de los mundos de la cinefía: ni una palabra sobre las películas dobladas, ni sobre la concentración del mercado, ni sobre las prácticas abusivas de la distribución. Un asistente a la reunión –creo que redactor de la revista- dijo que eso era lo que le gustaba a la gente, o algo parecido. Lamentable intervención para defender la posición de una revista que se declara de crítica cinematográfica. Uno de los directores debió decirle "No me defiendas, compadre", como en la vieja película mexicana.
También se trató de un tema crucial: la revista nunca sentó posición crítica frente al cine peruano, más allá de algunas notas negativas sobre películas concretas de Durant, Lombardi, Tamayo, y la desdeñosa descalificación inicial de Robles Godoy. A fines del año pasado, Emilio Bustamante, desde este blog, notó la desatención de la revista al cine hecho en regiones o en Lima, pero no estrenado en salas públicas. Esa desatención es una constante en la trayectoria de la revista. Por eso, ahora resulta sorprendente ver a uno de sus directores como representante de una agrupación de cineastas regionales e independientes. ¿Otro Hangover? "Che, andá cantale a Gardel..." como dicen en las películas de Hugo del Carril. Pero me estoy desviando del asunto, así que vayamos a la tercera oportunidad. Y, como sabemos, la tercera es la vencida.
Continúa
Respuesta 3
La tercera vez fue en la sala Ventana indiscreta. Pimentel estaba sobre el escenario hablando sobre el cine peruano. En un momento dijo que las películas de Lombardi son “policiales” y que se limita a repetir la fórmula del policial.
¿Policiales? Sí, policiales, así como leen.
Con el ánimo de suscitar el debate sobre lo que es el género policial y tratar de entender el porqué “Muerte al amanecer”, “Muerte de un magnate” “Los amigos”, “La boca del Lobo”, “No se lo digas a nadie”, “Pantaleón y las visitadoras”, “Maruja en el infierno”, u otras, pueden ser consideras “policiales” por el director de una revista de cine y no por un calichín del primer ciclo de una escuela de comunicación, le pedí a Pimentel que repitiera lo que había dicho al respecto.
Al principio, entre titubeos, busco y traspapeló sus apuntes, clamó a Isaac León para que lo ayude a responder (“Chacho, ayúdame”, dijo) y recibió el apoyo inspirador de un grupo de señoritas desde la platea que le soplaron: “La ciudad y los perros”, “La ciudad y los perros”. Claro, dijo Pimentel, “La ciudad y los perros”. Y eso fue todo.
¡Ah, ya¡, pensé.
Si hubiera respondido “Bajo la piel”, vaya y pase, pero ¿La ciudad y los perros?
Un ingrediente criminal o una pesquisa articulando la trama no convierten a una película en policial.
En ese momento me di cuenta que no valía la pena intentar el debate con alguien de formación tan precaria, incapaz de articular una argumentación o sustentar su afirmación.
Entendí también el porqué los directores de esa revista rechazan el debate de fondo, contestan con lemas, se victimizan y usan viejas tácticas para ocultar su indigencia conceptual. Lo grave es que juzgan, pontifican y descalifican desde esa indigencia. Pero no seré yo el que trate de ponerla en evidencia, a pesar de mi gusto por el debate.
Admiro la persistencia de Isaac y creo que sus puntualizaciones son interesantes porque demuestran la ignorancia oceánica de esos señores. Cuando leí en Caretas la referencia a Metz y a la tradición semiótica de la crítica peruana estallé en carcajadas. León aclara bien ese punto.
Pero así como admiro su persistencia, creo que pierde el tiempo al esperar una respuesta coherente o fundada a sus reparos. No la va a recibir: no tienen capacidad para ello, no tienen conocimientos para sustentar una respuesta. Y lo digo con cierta pena. Ojalá en el Perú se pudiera debatir de verdad y a fondo los asuntos del cine de aquí y de todas partes.
Ricardo Bedoya
Respuesta a varios comentarios:
1) Empiezo por lo que dice Ricardo. Yo no espero ninguna respuesta coherente o fundada de esos ignorantes porque no es un asunto de opiniones o sustentaciones lo que está en cuestión, sino errores elementales de información. Claro, ellos confunden información con opinión y cualquier observación que se les hace poniendo en evidencia la gruesa desinformación que levantan
para hacer afirmaciones autoelogiosas, la entienden como expresión de intolerancia en contra de sus "posiciones" (siempre vagas, mal sustentadas o puramente declarativas). Me parece intolerable que digan las cosas que dicen con la mayor impunidad y que nadie lo haga notar. Por eso es que intervengo, a costa de caer pesado, sin esperar, por qué no serían capaceas de hacerlo ni tendrían cómo hacerlo, ninguna respuesta. ¿Qué podría decir Pimentel? ¿Qué ha leido a Metz y que conoce bien la trayectoria de la crítica en el Perú? ¿Qué está enterado de la recepción de público y crítica de las películas de Gonzáles Iñárritu, de Ripstein y de los otros realizadores que menciona? ¿Qué está al tanto de los debates sobre la pertinencia o no de la industria fílmica en el Perú? ¿Que conoce la defensa permanente que Robles hizo sobre la necesidad de una industria cinematográfica? No, pues, si así fuera no diría lo que dice. De Cordero, no precisamente de buenas entendederas, se puede esperar cualquier cosa. Entre ese par, la responsabilidad mayor, porque no es tonto, pero sí un gran irresponsable y un gran oportunista en el peor sentido, recae en Pimentel, que es quien ampara, suscribe (porque no se informa ni investiga) y se solidariza con los desatinos y, encima, agrega los suyos, por ocioso, negligente, "provocador"
(de la manera más pueril)y torpe.
Isaac León Frías
Sí, me acuerdo como Pimentel balbuceaba ese día en la de Lima...un rochesazo!
Respuesta a los comentarios (2)
El libro "Grandes ilusiones" es una selección de textos de artículos publicados en las revistas "La gran ilusión", "Lienzo" y "Kinestocopio", esta última colombiana. Es decir, esos textos
"patéticos" a los que aluden los codirectores de Godard! fueron elegidos o aprobados por editores o consejos de redacción para su publicación y la selección, más tarde, fue solicitada por un crítico y editor chileno de la Editorial Uqbar, Ascanio Cavallo, uno de los mejores y más respetados críticos en su país. Yo no solicité la publicación, a mí me la pidieron. Seguramente esos textos "patéticos" hubiesen sido rechazados para su eventual publicación en una revista como Godard! dirigida por tan preclaros, bien informados y conocedores a fondo de la historia del cine mundial y peruano y de las tradiciones de la crítica y el análisis semiótico como Pimentel y Cordero.
Lo de las elecciones que menciona un anónimo más parece una broma. Afortunadamente, no todo se reduce a unas elecciones que nos ponen en un dilema en mi opinión indeseable.
Claro que son importantes, pero no sólo de política vivimos los seres humanos y es saludable que se puedan ventilar otros temas.
Isaac León Frías
Pareciera que a la hora de hacer cargos, de defenderse o de hacer comentarios generales, Pimentel y Cordero siguieran siendo estudiantes de primer ciclo...
Soy egresada de la Facultad de Comunicaciones de la de Lima y no he sido alumna de Bedoya, pero si de Chacho León. He asistido a varios de los debates que ellos han tenido y no recuerdo ninguno en que sus argumentos hayan sido rebatidos. Leo el blog desde hace tiempo y los argumentos de uno y otro me parecen siempre los más claros y contundentes.
De todas maneras pienso que es un mérito que una revista llegue a los 10 años y me parece un poco duro que no se les perdone nada, considerando que se trata de dos muchachos que quieren salir adelante, aunque metan la pata y hablen de cosas que no conocen bien. Con la experiencia que tienen, Chacho León y Bedoya deberían ser más tolerantes y menos duros y no hablar de la "ignorancia oceánica" o de las "pocas entendederas" de esos muchachos.
Mirna Sánchez
Estimada Mirna,
Es obvio que piensas así porque eres de la U. de Lima y ellos son tus profesores. Y porque solo lees este blog. Además, solo ha habido un debate, donde no se debatió nada.
Te aconsejaría que leas el blog de Mario Castro Cobos, donde se rebaten todos los argumentos de tus profesores.
Rafael
Yo soy una persona que en ocasiones me gusta asumir una postura neutral, y me parece muy bien que existan personas como Mirna que, en parte, saque “espada” por personas que quieren superarse y ser reconocidos.
Pero aquí hay un problema Mirna: los que dirigen la revista Godard! no son dos "muchachos”. Llamemos "muchachada" al que aún ejerce carrera en primeras etapas de la universidad, sin embargo estas personas aludidas algunos cuentan con TITULOS, no son ningunos "muchachos".
Y lo que es esencial Mirna, (y no te lo digo con tono de ironía, sino lo más serio que podría ser) que los temas que ellos intentan entrar en debate, son tema de "adultos", y no me refiero a temas para personas que pasan los 20 o 25 años de edad, sino temas que requieren cierta madurez sea intelectual política social, etc., temas que son indicados para personas que conocen (no que suponen conocer ni mucho menos intentan entender) situaciones como el Cine Peruano, sobre la Ley y el Conacine, son temas que no te puedes meter así como así. Yo no soy conocedor un tanto del caso, y es por eso que prefiero escuchar y entender para luego en un futuro actuar y ser partícipe. Quiero aclarar que yo he percatado deficiencia de madurez tan sólo “intelectual” en algunos postulados de los codirectores de la Revista en alusión (lo demás no sé y no es el punto). Yo también he sido testigo de uno de los “debates” donde era inevitable percatarse había una improvisación de por medio.
Estas son cosas creo yo, Mirna, que siempre es bueno dar a conocer, como alertando de que existe un pequeño grupo que tal vez crea tener buenas intenciones, pero en lugar de eso manifiesta informaciones distorsionadas, noticias que ellos posiblemente necesitan o “crean” para dar fundamento a sus postulados. Mirna, si existe algo espantoso, es conocer una verdad a medias, o lo que es peor, “una verdad” que no es verdad. Además, queramos o no, siempre es bueno el debate, es la única forma que no estemos aburridos, siempre se necesita de una izquierda y de una derecha, e incluso de los neutrales como tú o como yo; neutrales que al final del debate toman una inclinación, no por intereses, sino por “razonamientos”.
Hace rato que dejaron que dejaron de ser muchachos, Mirna. Hace rato que dejaron de ser los párvulos que a veces se menciona y eso hace más grave el desconocimiento que trasuntan, la enorme confusión entre el soporte informativo y las opiniones o valoraciones mal procesadas. Sí, pues, hablan de cosas que no conocen bien y eso es descalificador en el ejercicio de una opinión que se quiere especializada. Eso, además, indica que no toman suficientemente en serio lo que hacen, sino que lo asumen de manera descuidada y semifrívola. Así no se puede hacer una revista de cine, aunque reconozco que tiene su mérito -más por el esfuerzo de Cordero- que la revista haya alcanzado 10 años. Pero, repito lo que dice Bedoya: ojalá hubiera sido una revista con la que se pudiera realmente debatir
y no estar "corrigiéndoles la plana" como si tratara de dos imberbes, que ya no son, por causa de la informalidad, la desidia y el decuido con el que formulan comentarios y apreciaciones a partir de datos mal digeridos, supuestos no probados o simple desconocimiento.
He leído el blog La cinefilia no es patriota, Rafael, y Pimentel no rebate los argumentos, lo que hace es descalificar a Bedoya, como si no hubiera hecho nada importante y como si sus libros fueran cualquier cosa. Eso no es rebatir nada. No hay una sola respuesta clara a las críticas de Chacho León
porque se va por las ramas tratando de decir que conoce lo que se ve no conoce bien.
Como excrítico de Hablemos de Cine quiero decirle al Sr. Pimentel que jamás hubo un colaborador en la historia de la revista que se fuera por discrepancias. Constantino optó por la educación y por el colegio Los reyes rojos a fines de los 70. Pepe Huayhuaca nunca hizo crítica de cine propiamente dicha, sino ensayos. No le conozco ningún artículo de crítica. Lo suyo era y es otra cosa y él siempre lo dijo. Por otra parte, la presentación del libro de Pimentel la hizo por compromiso y no porque tuviera una buena opinión de ese libro.
Solo una pregunta para Mirna: por qué Bedoya y León Frías tienen carta blanca para descalificar a otros? Lo han hecho, lamentable y sistemáticamente, con Pimentel y Cordero. Empezando, por supuesto, con el tarro de mermelada que les dedicaron en alusión directa a una marmaja que, supuestamente, recibían los Godard de las majors. Un exceso que, francamente, y por más disculpas que se pidan, es risible en un par de opinólogos que, sin haber hecho cosas extraordinarias a nivel de crítica de cine -digamos que esa escasez los iguala a los Godard-, reclaman de otros la profundidad que ni ellos mismos tienen. Saludos.
Quiero agregar a lo que dice Pedro
que nunca le he escuchado a Pepe Huayhuaca una sola opinión favorable sobre lo que ha escrito Pimentel. Sus opiniones han sido siempre o desdeñosas o desfavorables. No sé lo que pueda haber dicho en esa presentación.
Por otra parte, la respuesta desesperada que ha escrito Pimentel en otro blog echa mano a la descalificación de los libros de Bedoya, que debería leer para informarse un poco más antes de decir las inexactitudes que dice y
pone en evidencia, una vez más, que a la hora de verse en falta recién se pone a leer lo que antes no ha leído, o ha leído mal, para "demostrar" que sí conoce lo que no conoce.Dice, por ejemplo, que en la introducción del libro de Desiderio Blanco "Imagen por imagen" yo menciono a Alfonso Latorre como el único crítico rescatable anterior a la aparición de Hablemos de Cine. Así es, ni Rodolfo Ledgard ni Andrés Ruszkowski hicieron crítica y Emilio Herman escribió muy ocasionalmente y en plan más analítico que crítico.
Resulta entre divertido y conmovedor leer a Pimentel sintiéndose prácticamente ganador de los debates en los que ha participado y en los que no lo he escuchado rebatir el menor argumento. Al lado de Bedoya es como si un peso pluma quisiera enfrentar a un peso pesado. Toda la artillería que despliega en ese último texto para atacar a Bedoya, y que creo no merece la menor respuesta, no puede ocultar que Pimentel no le llega a Bedoya ni a la sombra de la planta del pie.
Isaac León Frías
Yo estuve en la presentación del libro de Pimentel, y escuché a Huayhuaca decir cosas muy buenas sobre ese libro.
¿Huayhuaca está loco acaso?
Pregúntenle a Huayhuaca!!
Aclaración a Manuel Siles
Mi texto sobre las declaraciones de los codirectores de Godard! en la revista Caretas no tiene nada que ver con el video promocional de la Asociación de Cineastas Regionales e Independientes o con la asimilación del CONACINE al Ministerio de Cultura. Si señalé ese video en mi exposición no fue ni para cuestionar ni para poner en duda la legitimidad de la Asociación. Fue únicamente para hacer notar la contradicción (y el evidente oportunismo) de un sujeto como Pimentel que ha ignorado todo el tiempo ese cine independiente y regional, salvo en los últimos tiempos en los que, para tomar mayor distancia y para parecer más consecuente con su oposición a ciertas películas y realizadores, aparece alineado con el cine independiente. Por supuesto, no es el único oportunista en ese video, pero yo quería destacar la flagrante contradicción señalada en quien después de, no sé, 12 o 13 años de críico, hizo por primera vez una moderada observación de las concesiones a las distribuidoras extranjeras, cuando se trató de cuestionar el proyecto de ley de cine finalmente frustrado. Nunca antes había mencionado el proyecto ni había manifestado ninguna posición.
Nada que hacer. Esperé la respuesta de Pimentel sólo para confirmar que es un doxósofo de aquellos. ¿Ahora resulta que el ejercicio de la crítica mamó de Desiderio Blanco?
Resulta ya tierno escuchar algo así, ese ahogado no alcanzó a dar manotazos.
"¡AYÚDAME CHACHO!"
Jorge
Aclaración a Manuel Siles (2)
Me parece entender en el comentario de Manuel una suerte de suposición en el sentido de que tanto Bedoya como yo tuvimos alguna vinculación con el CONACINE y así no ha sido así en absoluto. Quienes han estado asociados al CONACINE han sido los estamentos de la actividad fílmica, básicamente limeña,y un sector de los docentes (ni Bedoya ni yo, siendo docentes en cursos de cine hemos estado ligados a ese estamento y nos hemos mantenido, así como otros colegas, ajenos por completo a la participación en elecciones o actividades afines).
En lo personal, sí he participado en algunos jurados, pero en su momento propuse la figura del sorteo y hace un año en este mismo blog propuse la inclusión de extranjeros en el jurado, idea que
defendía desde mucho antes. He sido jurado en concursos de otros países.
Si en algún momento he aclarado infundios en torno al CONACINE es por la misma razón que lo hago cuando Pimentel y Cordero profieren errores e inexactitudes en los que, lamentablemente, nadie repara. Nunca por defender al CONACINE como tal, en el no tenía arte ni parte. Siempre dije que eran los trabajadores fílmicos en el Perú a quienes les competía, en primerísimo lugar, emitir sus opioniones con relación al organismo que los representaba. Mal o bien, los representaba porque allí estaban los miembros del gremio. Ahora esa participación ya no será la misma y me temo que habrán más razones de queja que las que han habido en los últimos tiempos.
Te invito a leer, Manuel, lo que he escrito en los últimos dos años en este blog sobre el CONACINE y verás que mi posición ha sido totalmente independiente y en algunos puntos crítica (siempre objeté el apoyo del CONACINE a la ley que apoyaron los congresistas Raffo y León, por ejemplo), sin dejar de opinar que en el balance del activo y el pasivo, que habrá que hacer con la mayor ecuanimidad y detalle, el saldo era favorable a la última administración del CONACINE y al rol de su directora, por encima de los errores que, sin duda, cometió.
Isaac León Frías
Pimentel describe a un tipo que saca la lengua (a sus más de cincuenta años!) y que sale con bajezas en plena discusión.
Ese es tu peso pesado, Chacho?
Ah, es que olvidaba que tu nos recordabas que la sangre es roja...
Con razón.
Alex Solís
El señor Pimentel ya hizo oir sus balas y no veo por donde responda a lo medular de la critica y las observaciones del texto del señor Leon Frias. Aquel parece escrito con cierto nerviosismo, mucho dato curioso y poca sustancia, pero es su replica al fin. Creo que ya es hora de darle vuelta a esa pagina. El que tenga ojos para ver y mente para comprender ....
Martin Sanchez Padilla
Así es, Martin. En lo que a mí toca voy a decir, sin embargo, que aunque resulte pesado e insistente, voy a seguir señalando, cuando sea pertinente, los gruesos errores en los que ese par incurre y que pueden parecer poca cosa y pasar inadvertidos, pero no son poca cosa para quienes presumen de lo que escriben y dicen.
No lo hago por incordiar ni por molestar a nadie, sino porque creo que eso es lo que me corresponde hacer. En este caso, lo que quise decir es que no era cierto, como afirmaban, que ellos habían sido los primeros en lo que faltaba era ideas y que no era necesaria una industria fílmica; no era cierto eso de los "fenómenos de éxito" que mencionaban, y no era cierto que ellos "reivindicaran las posibilidades filosóficas y literarias de la crítica y la pluralidad de perspectivas.
Ojalá se informen mejor, lean más, pregunten cuando no saben y no sigan repitiendo inexactitudes. Ese es mi deseo, Martin, porque no me gusta fungir todo el tiempo de profesor que corrige la plana.
Isaac León Frías
A Manuel Siles:
Me has dirigido un mensaje para decir que esta polémica se inició con un comentario de Isaac sobre el vídeo de la Asociación de cineastas regionales.
No es verdad. Si lees bien, lo hace para comentar una nota de la revista Caretas y menciona el vídeo para sustentar una de sus afirmaciones.
Si tú -o Alonso Izaguirre- quieres discutir sobre los temas del vídeo, sobre la absorción de Conacine o sobre el asunto que desees, tienes las páginas de este blog a tu disposición. Si tus posiciones son polémicas, con mucho gusto podremos debatirlas, con intervención de todos los lectores.
Pero te pido no distorsionar el origen de este post porque la intención de Isaac está expresada de manera muy clara en él.
saludos
Ricardo
Como puede decir Manuel Siles que el video ese es el que motiva la polémica, si es sólo un ejemplo que León pone sobre las contradicciones de Pimentel. Que lea bien el post...
Para Manuel Siles
Una vez más, ese video no tiene nada que ver con el texto en que ponía en evidencia, sin el menor insulto, las habituales negligencias - y lo digo de manera educada- de los codirectores de la revista Godard! Salvo uno que otro texto, no precisamente escrito por ellos, nunca se ocuparon en esa revista ni es sus espacios de crítica en otras publicaciones ni del cine independiente ni del cine regional, que sí han sido objeto de atención en este blog, seguramente no tanto como se hubiera podido o como, seguramente en tu opinión y la de otros, se hubiera debido. Eso siempre es materia debatible, Manuel. Que el CONACINE discriminó las propuestas independientes en video y también por mucho tiempo las regionales, es verdad. Pero eso deriva en buena parte de una ley formulada en 1994, cuando el video era análogico, que prácticamente excluía lo que no fuera soporte fílmico. En la ley está el origen de un problema que se manifiesta, también, en la exclusión (o semiexclusión) del soporte video en manifestaciones culturales como el Festival de Cine de Lima.
Por lo demás, repito que me parece legítimo y necesario que se organicen los que trabajan con el video y si allí quieren aceptar la presencia de un tipo como Pimentel, están en su derecho. Yo no he criticado eso, pues es potestad de los miembros de esa asociación. No me parece que los críticos se asocien o participen en asociaciones de realizadores, porque es un campo de especialidad distinto y puede afectar la independencia del crítico. Continúo en otro envío.
Para Manuel Siles
Te decía que no creo correcto que un crítico forme parte de una asociación de cineastas, porque la independencia del crítico de cualquier asociación me parece fundamental en su tarea. Tampoco sé de seguro que Pimentel forme parte de ella y la verdad es que eso no me interesa demasiado.
Te voy a contar algo que nunca he contado en público: cuando el CONACINE se formó en 1994, el Ministro de Educación Dante Córdova Blanco me llamó para proponerme el cargo de Presidente, aún sabiendo de mi posición contraria al gobierno de Fujimori Por supuesto, no lo acepté y le di mis razones: no podía comprometerme con un cargo nombrado por ese gobierno, no tengo la capacidad de gestión ni las habilidades para esa función y,
last but not least, preservo mi libertad de opinar a toda costa porque ejerzo el periodismo como segunda actividad (no pagada). Tal como yo lo veo, un crítico puede estar asociado a actividades de cultura cinematográfica (cineclubes, festivales, docencia,
archivos), pero no a organismos oficiales ni a asociaciones de realizadores (a no ser que deje la crítica) que tienen intereses y objetivos muy claros, distintos y muy diferenciados de los fueros del periodismo y de la crítica. Tampoco creo que es labor de los críticos tomar partido por una asociación u otra y esta me parece una cuestión de ética elemental. El crítico se compromete con su propia conciencia, con sus gustos y disgustos y eso me parece incompatible con afilicianes o apoyos manifiestos a las posiciones de los realizadores, a no ser que ambos (cineastas y críticos) hagan frente común ante alguna situación excepcional, al margen de la cobertura de una asociación.
Pero todo esto, Manuel, ha surgido a partir de tus comentarios y no tenía nada que ver con ese texto inicial mío.
Al iniciar mi intervencion a proposito de este post decia que el texto que da inicio al intercambio de ideas es de referencia util e instaba al señor Leon Frias a proseguir en su empeño critico (¿como no va ser importante conocer con rigor y certeza?). En realidad no he cambiado de opinion sobre este punto. La falta de argumentos y de claridad en la parte contraria es evidente. En este caso, sugerir dar vuelta a la pagina no equivale a perder la memoria. Es absolutamente pertinente estar alertas para no ser presa del engaño y poner en evidencia alli donde la bruma pretenda ser claridad, como en la escena politica actual.
Martin Sanchez Padilla
En respuesta al anónimo que pregunta por la relación de La boca del lobo con el western. En mi opinión, lo que hace esa película es valerse de un esquema transgenérico que está muy presente en el western, pero también en relatos de guerra, de aventuras, policiales, de terror y ciencia ficción. Es el esquema dramático del grupo de hombres acosado o rodeado en un escenario generalmente aislado. Ese esquema está presente en un western tan notable como Rio Bravo, pero también en La noche de los muertos vivientes, de Romero, para dar dos ejemplos. Es verdad que el temple de La boca de lobo es el de una suerte de drama épico, pero de una épica pasmada, por la relativa inmovilidad a la que están condenados los uniformados. En tal sentido me parece totalmente legítima su asociación con el western en esa modalidad de "grupos acosados".
Señores León y Bedoya
Ayer les mandé un comentario pero debe haberse perdido.
Vean esta grabación: http://www.youtube.com/watch?v=Zc17HxTL7-o&feature=related
Pimentel dice que Muerte al amanecer es un policial y que además el título al contener la palabra muerte ya remite al policial. Qué piensan?
Estimados Ricardo y chacho, no es mi intencion distorsionar las cosas. Mi apunte iba porque inevitablemente hay una referencia al video en cuestion pero sin referirse a los temas que toca. Pero desde luego tienes razon chacho cuando dices que no es tu obligacion suscribir todos los temas que se ofrezcan al debate. Todos hacemos lo mismo, escojemos los temas que nos interesan mas. Por eso es que yo coincidia con Ricardo y algun anonimo en que hay algunos temas que ya aburren algo. Con respecto al CONACINE en ningun momento insinuo o sugiero que ustedes hayan sido parte de el. Se que no han sido parte del Consejo. Si disentimos con respecto al balance que hacen de el. El espacio de un coment es muy corto para explicar mi posicion al respecto, espero hacia principios de la proxima semana poder publicar una carta mas abarcadora en la que expongo mi posicion. Saludos.
Publicar un comentario