martes, 25 de mayo de 2010

Respuesta de José Carlos Cabrejo (editor de la revista “Ventana Indiscreta”) a Claudio Cordero (director de la revista “Godard!”)


Hola Claudio. Creo que tu carta llega en un momento oportuno. Por problemas de arduas labores editoriales no he podido “responder” en los últimos días algunas de las expresiones vertidas por el co-director de tu revista en el blog “La cinefilia no es patriota”, las que además redundan en afirmaciones que ya aclaré.

Y digo oportuno, porque tu carta da cabida a discutir un tema interesante: la ética de escribir. De escribir sobre cine, o de referirse a los que otros afirman en sus textos cuando reflexionan a partir de las imágenes en movimiento. Has dicho que Rodrigo expresó lo siguiente en la revista, y afirmas que lo has citado:

Afirmar algo así (que Tarata y Motor y Motivo son igual de malas) puede implicar dos cuestiones: que existe un serio problema de percepción cinematográfica en quienes lo afirman, o que tales críticos, en su interés por defenestrar el cine peruano, han perdido toda capacidad de crítica y de análisis.”

La cita que pones es inexacta. El fragmento dice lo siguiente:

Propuestas que muchos críticos quieren negar, al decir, por ejemplo, que Motor y motivo es igual o mejor que Tarata. Afirmar algo así puede implicar dos cuestiones: que existe un serio problema de percepción cinematográfica en quienes lo afirman, o que tales críticos, en su interés por defenestrar el cine peruano, han perdido toda capacidad de crítica y de análisis”.

En efecto, recuerdo haber leído que escribiste una afirmación como ésa, y no tengo el material a la mano. Me gustaría que me envíes el fragmento que escribiste para contrastarlo con lo redactado por Rodrigo. De esa forma, te daré mi opinión. Aun así, no encuentro en lo escrito por él una crítica de Tarata tal que nos lleve a pensar en alguna clase de “dogma de fe” o “asunto de estado” a favor de ella.

Si bien Rodrigo Bedoya es el indicado para hablar sobre su propio texto (y eso esperaré también para terminar de responderte), lo que te puedo decir por ahora, como editor de la revista, es que espero que quienes escriben en ella no distorsionen o alteren lo que otros críticos de cine hayan dicho o escrito en otros medios de comunicación, y que, a pesar de las diferencias de ideas, se pretenda el mayor ánimo de respeto.

CUESTIÓN DE CITAS
Por eso mismo, quisiera que me comentes, así como yo lo haré con lo escrito por Rodrigo, la ética de Sebastián Pimentel y Leny Fernández.

Por ejemplo, Sebastián Pimentel dijo lo siguiente sobre “Ventana Indiscreta” en el blog “La cinefilia no es patriota”: “publican un artículo de investigación donde se cita a Wikipedia y ni siquiera colocan las referencias mencionando autor u organización, sino pegando direcciones electrónicas”. Ajá. Dado que el co-director de tu revista quiere dar severas lecciones de cómo citar las fuentes, recordemos lo que escribió en el número 2 de “Godard!” (setiembre de 2001, página 26) sobre Armando Robles Godoy (en la foto):

“… no podemos olvidar la figura insular de Armando Robles Godoy, quien peleaba por acercarnos a lo que él llama hasta ahora un poco esotéricamente ‘el lenguaje misterioso’, una especie de cine poético que juega con la discontinuidad de tiempos y la incorporación de la memoria como detonante expresivo o dramático. Sin embargo sus películas parece que sólo pueden aludir torpemente a una poesía que sí encontramos en Resnais, Bergman, Tarkovsky, Antonioni, etc.”

¡Impresionante! ¿A Sebastián, mucho tiempo después, se le apareció repentinamente el espíritu santo y le hizo ver que las películas de Robles Godoy en realidad no eran una torpe imitación poética de aquellos autores cinematográficos? ¿o, quizá, y lo que es peor, tomó como suyas afirmaciones de otros autores sobre la obra de aquel cineasta peruano?


Claudio, yo estoy orgulloso de los colaboradores más jóvenes de “Ventana Indiscreta” (que son la otra cara, el complemento, de los críticos más veteranos de la revista). Y no solo porque en su corto tiempo de acercamiento a la escritura sobre el cine muestren en la publicación mucho más rigor que Pimentel en toda su vida de crítico[i], sino porque cada uno busca formar un estilo, un modo, una manera propia de acercarse al cine. Y creo que tienen para dar mucho más en el futuro.

En el tercer número de “Ventana Indiscreta”, me gusta cuando Bonilla recrea, en su descripción, una escena de La teta asustada como si fuera un cuento de hadas; cuando Campos Gómez juega con las palabras y visualiza con una escritura muy personal la actuación de Jesús Aranda en Chicha tu madre; cuando Cuevas, en sus textos, puede tener acercamientos académicos sin dejar por ello de ser pasional y duro en sus afirmaciones; cuando Quiñonez Salpietro describe minuciosamente al personaje de Tosso en Muero por Muriel como la variación de un ser bestial; cuando Pacheco disecciona con humor ese fantoche llamado Vladimiro Montesinos en Mariposa Negra; cuando Eugenio Vidal se acerca con agudeza a las condiciones ficcionales de Madeinusa.


Además, dile a Sebastián que lea el ensayo de Enrique Vidal “Sobre la narración y el tiempo en el cine”, publicado en el número 29 de Lienzo. Ahí va a aprender algunas cosas interesantes sobre Gilles Deleuze y sobre cómo citar. Asimismo, que revise un buen texto que Vidal (Enrique, no Eugenio) publicó sobre Lisandro Alonso en el número 2 de “Ventana Indiscreta”.


EL MANEJO DE LA INFORMACIÓN
Pero ahora pasemos a algo más grave, Claudio. Sebastián Pimentel afirmó lo siguiente sobre “Ventana Indiscreta”:

En síntesis: son números monográficos escritos con el mismo tono apañador y alentador cuando se trata del cine nacional, y descriptivo y facilón cuando se trata del cine en general”.

Y después, respondiéndome (o respondiendo por Pimentel), Leny Fernández complementó esa afirmación con lo siguiente:

Bueno, para empezar, en el último número de la revista que editas, aparece un artículo titulado “Después del Oso: el cine peruano en el 2009” que señala como “propuestas interesantes” (pág. 36) a algunas de las películas que fueron premiadas por Conacine y que se estrenaron el año pasado -a excepción de “La teta asustada”. El texto se refiere en esos términos a “Tarata” y “Cu4tro”, encontrando “virtudes” y otorgándoles valor ya sea por “el riesgo estético” (pág. 37) o por “lograr transmitir -por momentos- la melancolía que buscaban sus realizadores” (pág. 38).


Es decir, las aprueba, las pasa por agua tibia. Eso es algo que no hacemos en Godard! No porque sean peruanas, sino porque no encontramos en ellas esos méritos, y ya hemos señalado por qué”.

A pesar que ese texto (sin contar en mi revista los ya citados comentarios en contra de películas de Lombardi, García papá, García hijo, Fortunic, etc.) da un balance negativo del cine peruano visto en salas comerciales, Sebastián afirma que en la revista hay un tono “apañador y alentador” con el cine peruano y Leny descontextualiza afirmaciones positivas de Rodrigo Bedoya sobre las películas Tarata y Cu4tro, dando la impresión de que, en efecto, hay un tono “apañador y alentador” en toda la revista, lo que no es así.

En su texto, Rodrigo Bedoya hace un balance del cine peruano visto en cartelera, realizado con posterioridad a La teta asustada. Comenta seis películas. Aparte de aquellos “comentarios positivos”, ¿qué es lo que dice el texto sobre esas películas? Aquí algunos fragmentos:

- “El premio es la película del director más consolidado en cuanto a número de obras realizadas. Los resultados, sin embargo, dejan mucho que desear”.

- Sobre Tarata:El problema está en el diseño de los personajes: la obsesión de Daniel por descifrar las pintas terroristas era un tema muy interesante, pero está resuelto a partir de la repetición de la misma acción una y otra vez, sin que genere tensión. Lo mismo se puede decir del personaje de la hija… Los defectos son varios, pero hay que reconocerle a Fabrizio Aguilar un riesgo estético que siempre es bienvenido, a pesar de que la cinta resulta menos redonda que su antecesora”.

- “Cu4tro no es un filme parejo, pero cuando deja de lado las afectaciones consigue, por momentos, transmitir la melancolía que buscaban los realizadores”.

- Sobre El delfín: “Lamentablemente, la calidad de la animación no hace el filme, e incluso puede que sea el asunto menos importante. Cosa que ocurre en El delfín…, que a pesar de su calidad técnica es una película que considera que los niños son incapaces de entender, y que por lo tanto hay que repetirles el mensaje mil veces… Y no hay nada peor para un niño que lo sermoneen”.

- “El problema de Motor y Motivo es lo ‘primariosa’ que se percibe: los sentimientos y emociones de los personajes son expresados como si estuvieran declamando, lo que resulta más bien digno de una velada escolar”.

- “De ollas y sueños, sin embargo, nunca despega de su punto de partida, y lo que sigue durante poco más de un ahora es una sucesión de secuencias bastante didácticas que nos van presentando a los entrevistados y su relación con la comida peruana

Entonces, ¿cómo se puede afirmar que en “Ventana Indiscreta” hay un “tono apañador y alentador” con EL cine peruano? Hay dos formas: o porque hay un gravísimo problema de comprensión lectora, o porque se quiere emular a esos truhanes de la prensa amarilla más repugnante, que descontextualizan lo que puede afirmar una persona o todo un medio de comunicación con fines dolosos.

Claudio, qué aburrido sería que en el mercado peruano existiera solo una revista de cine. Deseo, realmente, que “Godard!” continúe existiendo, con comentarios coincidentes o no con “Ventana Indiscreta” y con esa periodicidad que lo caracteriza. Además con algunos textos que he podido leer, y que son realmente buenos.

Asimismo, has dejado en evidencia que te gustaron algunas películas o momentos del cine peruano contemporáneo. Por ello, cuando Rodrigo Bedoya afirma que (pongo la cita exacta): “decir que todas las películas financiadas en parte por el Conacine son malas y que las realizadas en los márgenes son buenas demuestra un grado de generalización que va en contra de la esencia misma de la crítica de cine. Pero, para algunos, solo existe blanco y negro; modelo y antimodelo: la base misma de todo fundamentalismo.”, te apresuras a pensar que se refiere a ti. Esperemos la intervención de Rodrigo.

José Carlos Cabrejo


[i] Y también, en su relativamente corta experiencia, todos estos chicos han mostrado más rigor que Leny Fernández. Claudio, en el número 22 de “Godard!”, página 46, Leny Fernández escribió lo siguiente sobre el actor James Mason, a propósito de Nace una estrella de George Cukor, cinta del año 1954: "Este brillante y despiadado filme sobre la industria, le permitió llevar a cabo uno de sus roles más logrados: el de Norman Maine, estrella hollywoodense que ve eclipsar su carrera con la misma rapidez con la que su esposa (Liza Minnelli) cosecha fama y aplausos". Esa actriz no es Liza Minnelli, sino Judy Garland. No creo que IMDB y otras fuentes que he revisado estén erradas, a menos que Leny tenga alguna fuente que le indique que Liza, a los 8 años de edad (que son los que tenía allá por el año 1954), haya caído presa de un histórico arrebato pedófilo de Mason, y encima con el permiso de la ley y de sus papis.

18 comentarios:

Isaac León Frías dijo...

Creo que José Carlos es demasiado
condescendiente con el texto de
Cordero que, una vez más, demuestra que no aprende nada y
que los años no lo hacen ni más
juicioso ni tampoco más escrupuloso
en el debate.
Manipula a su conveniencia el texto de Rodrigo Bedoya al que le
aplica cargos de agresor y calumniador, cuando no hay ni agresión ni calumnia, simplemente
el señalamiento de quienes hacen
una distinción radical entre el
cine que se exhibe en salas públicas y el otro, uno de los cuales es Castro Cobos, a quien jamás le he leído el análisis de
ninguna película y menos de una película peruana, ni siquiera de las que ha convertido ahora en sus preferidas. Justo esas películas que Cordero ignoraba olímpicamente cuando hizo el balance de 2008, como si no existieran (allí pedía un cine "independiente y marginal") y sobre el cual advirtió en su comment Emilio Bustamante, entre otros errores que luego amplié.
Cordero dice ahora que "Emilio
Bustamante no perdonó y que me
valió una resondrada pública", como si Bustamante hubiera expresado una discrepancia con su
balance. Lo que hizo Bustamante fue
dar cuenta de algunos errores o
vacíos elementales de ese texto
bochornoso. Yo mismo dije más adelante que no tenía mayores diferencias de opinión con lo que
poco que Cordero decía de las películas y que el problema del texto no se encontraba en la opinión que pudiera tener, sino en los errores conceptuales, en los supuestos no probados, en las afirmaciones sin base, en todo eso en lo que una y otra vez Cordero hace agua y que ha
convertido ya en una señal de
reconocimiento. Cordero no entiende
que la discrepancia significativa no está en si uno le gustó algo Tarata y al otro nada o, por qué no, si a uno le pareció excelente La teta asustada y al otro muy mala. Esas son diferencias de
gusto o criterio menores. Las
diferencias fundamentales están en
las formas de abordar el comentario y el análisis, desde los
puntos de partida, es decir, desde los marcos conceptuales, desde la
claridad informativa y la precisión de los datos, desde la
responsabilidad y no desde la
ligereza,los errores informativos, la torpeza y la irreesponsabilidad.

Anónimo dijo...

Leny está todavía en pañales.

Aldo Sánchez dijo...

Hay espacio tanto para "Godard" como para "Ventana Indiscreta", manipular al antojo de un autor artículo de Bedoya parece una suerte de desesperación de desprestigiar "Ventana Indiscreta", como dije líneas arriba hay público para ambas revistas!!

Rodrigo dijo...

Una constructiva sugerencia para ambas revistas:

Seccion Fe de Erratas, por favor!

Anónimo dijo...

Cordero tambien esta en pañales.

Maria Luisa dijo...

oye, Cabrejo, que Bonilla recrea una escena de tal pelicula... que Campos juega con las palabras... que Cuevas tiene un acercamiento academico y pasional. Ya pues demasiado autobombo. Esta bien que seas el editor, pero no te vendria mal menos empacho de autoengañoso envanecimiento, porque estamos hablando de "Ventana indiscreta", no del Cahiers de Bazin.

Anónimo dijo...

O sea que, Ventana Indiscreta, según Cabrejos, es una obra de arte de la prosa de la crítica de cine en Perú. Esa no se la cree ni él mismo.

Anónimo dijo...

"uno de los cuales es Castro Cobos, a quien jamás le he leído el análisis de ninguna película y menos de una película peruana". Por lo menos, a Castro nunca le leído perlas como estas: "Lo que no permitía el blanco y negro, lo va a hacer posible el color: que la sangre aparezca como tal, gracias al color rojo. O que, en verdad, sean manchas de color rojo transmutadas en sangre".

d. dijo...

me parece muy interesante este debate en vista de lo que actualmente viene ocurriendo no solo en el área del cine.
Es necesario exterminar el informalismo académico. La cita precisa, la fuente consignada, el detalle histórico contrastado con diversas fuentes, etc, son elementos precisos para no caer en los textos creados con el higado y sujetos a los despechos personales. La verdadera historia no necesita de textos calumniosos, si no, de ideas que enriquezcan el debate y lo promuevan de manera alturada. No hay nada más bajo que tergiversar los textos de otros con el objetivo de ridiculizar su posición. Comparto lo postulado por este blog: TERMINEMOS CON EL INFORMALISMO HISTÓRICO Y ACADÉMICO DE UNA VEZ. Rigor, rigor, solo el rigor producirá obras que sean un aporte para nuestra historia.

La cinefilia no es patriota dijo...

Hola. Cómo están todos.

Hablando de rigor, debo decir que yo sí he escrito sobre una de las películas del 'Nuevo Cine Peruano': Alienados. Y aquí está la prueba.

http://lacinefilianoespatriota.blogspot.com/2008/11/largometraje-peruano-en-digital.html

Pronto, escribiré sobre más... Espero, por supuesto, no ser el único en hacerlo.

Les cuento, por último, que se realizará un ciclo en la UTP, que nos permitirá ver de nuevo varias de estas valiosas películas. Quedan cordialmente invitados.

http://lacinefilianoespatriota.blogspot.com/2010/05/nuevo-cine-peruano-ciclo-de-cine.html


Mario Castro Cobos

opinólogo dijo...

Como no ha sido publicado en el blog la cinefilia no espatriota, solicito su publicación en este blog.

Al editor de La cinefilia no es patriota: Cordero: "yo no dije que dije lo que no dije". Cordero se contradice todo el tiempo.
Después de sostener muy metafóricamente que el cine peruano es O a la izquierda, ahora se cita a sí mismo para decir que el cine peruano mejoró en el 2008Entonces, no es 0 a la izquierda. Si mejoró ya dejó de ser O, o no? Dice que Tarata es una mala película y que le aburrió mucho, pero más abajo dice que tiene un lado positivo. En su afán de defenderse se contradice una y otra vez, haciendo mención de críticas favorables y entrevistas en su revista que niegan ese promedio de O a la izquierda, tratando de decir que bueno tampoco es tan malo el cine peruano. Cordero se da por aludido en los textos de Rodrigo Bedoya que no lo mencionan ni a él ni a su revista. En mi función de opinólogo creo que más bien lo que dice Rodrigo se aplica al responsable de este blog que ha quedado bastante malparado en su propio blog con una enorme cantidad de comentarios opuestos a su idea de que hay dos cines contrapuestos en el Perú, que el cine que se hace fuera de los concursos es el bueno y el otro el malo, que su opinión es la única que cuenta y quienes no participan de ella forman parte del establishment y que por supuesto, no debate (qué se habrán creído!) con esos pitucos vendepatria representantes del establishment corrupto administrado por el CONACINE. El suyo es el blog de la pureza, de la nocontaminación, de la verdad absoluta, de no ensuciarse con quienes no piensan lo mismo, de mantenerse en su propia torre de cristal. Fó a los que opinan distinto.

Espero que me publique señor responsable del blog.


Opinólogo

Arturo Gibson dijo...

Es gracioso que el señor Cobos señale que "Hablando de rigor, debo decir que yo sí he escrito sobre una de las películas del 'Nuevo Cine Peruano': Alienados".

Primero, señalar a la persona que lo acusó de no haber escrito nada de ese cine peruano que defenestra y mostrarle ese "detalle" urgente que le faltó para lograr la rigurosidad al intentar hacerle un perfil de su poco criterio periodístico es gracioso. Más sano hubiera sido dejar la cosa como está, en el olvido, en el armario de lo intrascendente y pensar que no escribió tamaño oprobio
al sentido crítico. Le añade comedia a algo que es más bien agrio melodrama. Por ejemplo, MCC dice en su crítica a Alienados: "Me deleita que Alienados sea una película que rezume alma pop, lo que para el contexto peruano es claramente un motivo de celebración. Ya era hora de que pasara. Luego de tanto cine dizque de preocupación social (cúan falso), que huele a podrido de estereotipos, y de ideas que YA NO SIRVEN, por lo menos desde la época en que los dinosaurios compraban en Monterrey, Oeschle, Scala, Super Epsa, Sears y Tía (a propósito: varios tíos y tías abandonaron la sala maldiciendo; por favor, más respeto a sus menores, viejitos malcriados) veo algo, bastante imperfecto, qué duda cabe, pero fresco, con buenas ideas pese a la ejecución algo cruda, y espíritu renovador a prueba de balas. Y con ganas de joder (muy importante). Caray. De repente aquello de la brecha generacional no era después de todo un invento de sociólogos traumados…".

Nuevamente el tema de que los viejitos a la tumba y los jóvenes a la obra...por dios. Y es un punto que no tiene que ver con el valor de la película en sí. Mientras más gente se queje de una película por ser vieja mejor es el intento por hacer algo nuevo edificante.
Voy a colocar ese juicio de "valor" como paradigma y enviarlo a Positif: esta es la crítica que hacen en Perú.

Más saludable me parece hacer una película con las historias que me son reveladas en estos blogs, con sus dimes y diretes, ya que es material para una taquillera.

Como un viejo filme donde un crítico de cine de Cahiers se enamora de una chica de Positif, es como si Lenny se enamora de Isaac León y se conocen y se sienten atraídos mientras ven una retrospectiva de Lombardi en la nueva Cineteca de Lima que acaba de promover la nueva ley de cine. Ven Bajo la piel y no pueden evitar darse un sublime beso antes de los créditos finales. Mientras Pimentel aparece furibundo desde la sombra del proyector y se arma el tole tole.

Ayy, qué críticas va a tener esa pela en La Cinefilia y en godard!

Isaac León Frías dijo...

Castro Cobos,aludiendo al rigor del que carece por completo,dice que ha escrito sobre Alienados. Sí,
ha escrito sobre esa película y
sobre muchas otras, pero escribir
no es analizar. Lo suyo es una escritura, digamos (y es mucho decir) "lìrica" que trasmite sus
propias impresiones y cavilaciones. Más que de las películas escribe sobre lo que ellas le sugieren o inspiran. Por eso es que dice que se siente representado por algunas de ellas,
como si las películas fueran la selección de fútbol o un partido
político. Tal como yo la entiendo, y creo que así la han entendido casi todos los crìticos
de valor en el mundo, desde André
Bazin y Jacques Rivette hasta Jonathan Rosenbaum y Adrian Martin,
la crítica no es un ejercicio onanista, como el de Castro, aunque las marcas de la
subjetividad del que escribe sean
inevitables. Se da el caso, ciertamente, de escritores-críticos (más escritores que críticos) en los que sobresale el peso de la propia reflexión o del comentario ingenioso, pero sin que se pierda de vista la "iluminación" de la película, por decirlo así. Ni de lo uno ni de lo otro hay en la escritura de
Castro, pues no hay el menor acercamiento analítico a las pelìculas en cuestión ni una escritura ensayística que merezca
considerarse como tal. Tanto en lo que escribe sobre los films como en sus comentarios introductorios dice vaguedades, calificativos, revela estados de humor, simpatías o antipatías personales. Es decir,
la negación de la pràctica crítica
tal como se ha entendido a lo largo
del tiempo y considerando los cambios de perspectiva que puedan
haber habido. Tampoco es que se trate de una entrada renovadora o
cuestionadora de las metodologías críticas conocidas. Lo que mejor hace Castro es ir sembrando insidias. A eso se dedica principalmente.

Anónimo dijo...

Muy bien, John! Ya era hora.

La cinefilia no es patriota dijo...

Sr. León: Tal vez esto constituya una sorpresa para ud., si me atengo a su evaluación sobre la inoperancia o improcedencia de elementos subjetivos en un texto crítico sobre cine. Lea.


Carta de Gustave Flaubert a Guy de Maupassant. 15 de agosto de 1878.

¿Ha creído alguna vez en la existencia de las cosas? ¿Acaso no es todo una ilusión? Lo único verdadero son los "puntos de vista", es decir, la forma en que percibimos los objetos.



"We build mental models of the world inside our heads, using the data from sense organs and information processing capacity of our brain... We habitually think of the world we see as out there, but what we are really seeing is a mental model, a perceptual simulation that only exists in the brain. That simulation capability is where human minds and digital computers share a potential for sinergy.


Howard Rheingold, Virtual Reality.

Fin de la cita.

Atentamente


Mario Castro Cobos

Isaac León Frías dijo...

Yo no he hablado de inoperancia o
improcedencia de elementos subjetivos que, por supuesto, los hay, aunque no comparto la visión "ilusionista" de Flaubert. Lo que he dicho es
que una crítica no es un muestrario de humores, simpatías,
antipatías y estados de ánimo del
que escribe. Eso puede ser cualquier cosa, pero ni crítica ni comentario.

La cinefilia no es patriota dijo...

Lo que intento explicarle, señor, es que el paradigma que defiende ya está caduco en el ámbito del pensamiento occidental. Actúa usted como si no se hubiera enterado:

"La epistemología tradicional considera que la realidad existe independientemente de quien la observa. El pensamiento científico se basa en esta premisa al considerar que la objetividad en la ciencia es fundamental y que por lo tanto, las propiedades del observador no deben estar incluídas en la descripción de sus observaciones."

Como señala von Foerster "Mientras que en el primer cuarto de este siglo los físicos y cosmólogos fueron obligados a revisar los conceptos fundamentales que gobiernan las ciencias naturales, en el último cuarto de este siglo serán los biólogos los que impondrán una revisión de los conceptos fundamentales que gobiernan a la ciencia misma. En el temprano siglo XX era claro que el concepto clásico de una 'ciencia última', o sea de una ciencia que significara una descripción objetiva del mundo en la cual no haya sujetos (un 'universo sin sujetos') contenía contradicciones.

Para eliminar estas contradicciones, era necesario tomar en cuenta a un 'observador'(al menos un sujeto): (i) Las observaciones no son absolutas, sino relativas al punto de vista del observador (es decir a su sistema de coordenadas: la teoría de la relatividad de Einstein); (ii) El acto de observar influye sobre el objeto observado al punto de anular toda expectativa de predicción de parte del observador (es decir que la incertidumbre, la indeterminación, se transforma en absoluta: Heisenberg)".

Para von Foerster "La reintroducción del observador, la pérdida de la neutralidad y de la objetividad, son requisitos fundamentales para una epistemología de los sistemas vivientes".

"Según este científico, la respuesta a la pregunta: "¿Las leyes de la naturaleza, los objetos, una fórmula matemática, los números, las leyes, son descubrimientos o invenciones?" define la posición
epistemológica del observador, ya sea que éste considere la existencia de una realidad trascendente a ser descubierta, o se defina como inventor o constructor de la realidad observada. Desde esta posición lo único que un observador puede hacer "...es hablar de sí mismo". "...de todas maneras qué otra cosa puede uno hacer?" (26). Sugiere por lo tanto modificar la frase de Korszybski: "El mapa no es el territorio" por: "El mapa ES el territorio", definiendo una epistemología que da cuenta del observador. Maturana también dirá "Todo lo dicho es dicho por un observador a otro observador, o a sí mismo.""

"La cibernética de segundo orden nos introduce en la observación del observador. El objeto de estudio pasa a constituirse en el observador observando su propia observación; cibernéticamente hablando, la cibernética se transforma en cibernética de la cibernética, o cibernética de 2do. orden."

octavio dijo...

JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA. La respuesta anterior es una cantinflada.