jueves, 9 de abril de 2009

Milk


En las películas más personales de Gus Van Sant como “Drugstore Cowboy”, “Mi Idaho privado”, “Elephant”, “Gerry”, "Last Days", "Crimen oculto" (“Paranoid Park”), entre otras, vemos a personajes en tránsito y en trance. Viajan, caminan, se desplazan y están al borde de un acto trascendente, a punto de cambiar de vida, de terminar una etapa, de elegir un camino, de mutar de piel o de rutinas. Algunos incluso tienen un pie sobre la tierra y el otro sobre la alucinación, el delirio o la obsesión. Están insatisfechos y sueñan.

La textura visual de las películas reproduce esa frontera del sentido: las imágenes se aceleran, se ralentizan, aparecen nítidas y luego granuladas mientras la cámara comparte el vagabundeo, se monta sobre un skate o sigue la ruta de la carretera.

“Milk” no tiene los rasgos notorios del cine de autor ni pretende aparecer original, experimental ni de ruptura. Es, por el contrario, una cinta de narración clara y directa, aunque no lineal, que expone la carrera política de un personaje conocido como el primer homosexual que desempeñó un cargo público por elección popular en los Estados Unidos. Siguiendo las pautas del filme biográfico tal como se practica en Hollywood, "Milk" es, sin embargo, una cinta personal: el Harvey Milk encarnado por Sean Penn se integra sin dificultad en la galería de personajes típicos de Van Sant.

Desde que lo conocemos, Milk se presenta como un insatisfecho. “Tengo 40 años y aún no he hecho nada importante”, dice casi al comienzo de la película. Hay algo adolescente en su deseo de empezar de nuevo y en la rebeldía con que enfrenta la resistencia de los vecinos de la calle Castro, en San Francisco, a la libertad con que maneja su vida. Van Sant encuentra a Harvey Milk en el momento en que se apresta a iniciar un cambio personal, dedicándose a la vida política. La edad lo aleja de los protagonistas de "Crimen oculto" y de otras películas, pero su trayectoria lo acerca a ellos. En su entorno, un grupo de jóvenes opta por el mismo cambio y la misma ruptura. El lema compartido de “salir del closet” dice mucho de ese afán y ese tránsito.

Milk sabe, además, que su incursión en la política va a quebrar su vida y la asume como una representación, una actuación, un acto de exhibición personal. La política es un teatro, dice, y decide ubicarse en el centro del escenario.

No es casual que Van Sant haya elegido a Sean Penn como intérprete de “Milk”. Militante de las "causas correctas", el actor de "Río místico" debe haber aceptado sin dudar la propuesta del director: Harvey Milk es un fetiche de la causa de la defensa de los derechos civiles de los homosexuales. Pero no sólo eso. El personaje de Milk, que se ve a sí mismo en una performance ininterrumpida, "estrella" del escenario de la política, requería de un intérprete histriónico, un exhibicionista nato, un actor transformista; es decir, de un Sean Penn dispuesto a incorporar gestos, tics y manierismos visibles en cada uno de sus roles.

Ese rasgo diferencia a "Milk" de las otras películas de Van Sant: los adolescentes taciturnos y ensimismados de "Elephant" o "Mi Idaho privado" son reemplazados aquí por un hiperactivo combatiente de la causa homosexual y figura mediática enfrascada en la campaña de higiene contra los excrementos de perro.

Así es Hollywood. Necesita protagonistas con objetivos claros, que propicien la identificación del público. El director de espíritu independiente sabe que llegar a una audiencia amplia y disponer de mayor presupuesto le obliga a cambiar su manera de representar. Salva, no obstante, sus principios y mantiene sus militancia homosexual pero echa mano a las convenciones de la biografía fílmica: Milk es el típico personaje personaje positivo que dice frases para la historia, convoca la simpatía de todos, se enfrenta a rivales que encarnan la intolerancia y la necedad, sufre por amor y adquiere un aura de redentor.

Ricardo Bedoya

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es la peor película de van sant

Enrique Monroy dijo...

Es una pelicula irregular de Gus Van Sant, pero no diria que sea su peor pelicula, considero que tiene momentos de buen, como la forma en que esta narrada, y algunas escenas muy logrdas como el inicio, y especialmente el final.