Ahora me refiero a otro asunto, también vinculado con el tema de los géneros cinematográficos y que ha suscitado un debate en el que me veo involucrado. Sólo por esa razón es que escribo este post.
Es acerca de lo que se dice en esta grabación de una mesa redonda sobre el cine peruano que se llevó a cabo en la sala Ventana indiscreta en febrero de 2010:
http://www.youtube.com/watch?v=Zc17HxTL7-o&feature=related
Ahí se escucha decir que “La ciudad y los perros” (ver minuto 2.34) y “Muerte al amanecer” (ver minuto 2.44) tienen “temas” que se refieren a “los mecanismos de la intriga policial”. El ponente, para reafirmar lo dicho sobre “Muerte al amanecer”, abunda en su argumentación : “El mismo título está aludiendo a una intriga policial”, recalca.
Ahí se escucha decir que “La ciudad y los perros” (ver minuto 2.34) y “Muerte al amanecer” (ver minuto 2.44) tienen “temas” que se refieren a “los mecanismos de la intriga policial”. El ponente, para reafirmar lo dicho sobre “Muerte al amanecer”, abunda en su argumentación : “El mismo título está aludiendo a una intriga policial”, recalca.
Vayamos por partes y con tranquilidad.
Los franceses suelen hablar de “film criminal” para describir a una suerte de manto genérico, o de metagénero, que agrupa una serie de líneas de desarrollo genérico muy diversas entre sí pero emparientadas por el sustento común de un hecho criminal que se convierte en un foco importante de la trama. Los anglosajones lo llaman “crime fiction”, pero suelen emplear el término sobre todo al tratar de la ficción literaria de género.
Establecida esta gran categoría, esa columna vertebral, empiezan las distinciones, las diferencias, el señalamiento de especificidades.
Un film de gangsters, por ejemplo, se integra en el tronco amplio del filme criminal, pero no es un filme de “prívate eye”, o de detectives privados, que también se afilia a la gran vertiente de lo “criminal” pero posee una iconografía, una estructura narrativa así como un diseño de personajes y situaciones que es distinto y particular.
El "Rico" o "pequeño César" de Edward G. Robinson puede ocupar la misma casa grande de lo criminal con el "privado" Sam Spade, pero no transitan las mismas vías ni emplean los mismos métodos ni se juntan con los mismos personajes.
Un “heist film” es, sin duda, un filme criminal, pero no es un “policial”, que también es producto de la estirpe criminal. Y es que el “heist film” muestra las acciones de las películas desde la perspectiva del grupo de delincuentes que planea y ejecuta un “golpe”, y no desde el punto de vista de los agentes institucionales que tratan de desbaratarlo. Ejemplos arquetípicos de “Heist film”: “Casta de malditos” (“The Killing”), o “Perros del depósito”. Versión paródica: “Los desconocidos de siempre”.
Y así podríamos trazar un verdadero árbol de líneas genéricas que encuentran un punto de confluencia en lo criminal. Por ejemplo, los filmes de espías, o los de secuestros, o los de terroristas desatados, o los de asesinos seriales, entre otros que pueden insertarse como subgéneros de alguna de las frondosas ramas secundarias del árbol de lo criminal.
A lo que podría agregarse la descripción de tratamientos visuales, tendencias estéticas, intensidades narrativas, ciclos genéricos, mixturas, cruces, fusiones: ahí está el "film noir", que puede teñir por igual a un filme de detectives privados como a un melodrama con componentes criminales, o el “neo-noir”, o el tecno-thriller, o el thriller a secas, o el “slasher”, o un montón de posibilidades más.
Por eso, dada esta complejidad, hay que ser muy preciso y cuidadoso en el momento de establecer categorías o ubicar una película dentro de una filiación genérica.
Si el ponente hubiera dicho que “Bajo la piel” o “Mariposa negra” tienen componentes criminales, es poco lo que se hubiese podido discutir. Aunque esa afirmación también tenga aristas imprecisas.
Pero no dijo eso. Se empecinó en demostrar que las películas discurren por los “mecanismos de la intriga policial”. Y acentuó el error al incluir en el mismo paquete a “La ciudad y los perros” y a “Muerte al amanecer”, nada menos. Sobre ella, agregó: “El mismo título está aludiendo a una intriga policial”.
¿Muerte al amanecer es un policial? ¿Es una película criminal? ¿El crimen es el foco de la historia? ¿Se hallan en ella los ingredientes propios de un policial?
Como sabemos, "Muerte al amanecer" se presenta como la crónica de la última noche de un condenado a muerte en la Lima de los años 50, durante el segundo gobierno de Manuel Prado. Lo vemos, solo, en su celda de la isla penal. En paralelo, los funcionarios civiles que presenciarán la ejecución pasan la noche cenando, celebrando y danzando en la casa del alcaide, indiferentes al drama que viven tanto el condenado como el oficial que debe comandar la ejecución y disparar el tiro de gracia al amanecer.
Si fuere necesario clasificarla, “Muerte al amanecer” podría ser vista como un retrato social de época, como un filme social, como un alegato contra la pena de muerte, como una crónica de los modos y costumbres del limeño de afanes aristocratizantes o de extracción clasemediera. Acaso también podría decirse que es la alegoría sobre un país que aún no conocía las transformaciones sociales que se iban a emprender una década después, en 1968, impulsadas por militares que mostrarían una inesperada y progresista sensibilidad social. Sensibilidad que encuentra expresión en el personaje del joven oficial (el teniente Molfino) que tiembla ante la idea de dispararle a un hombre inerme, por más que se trate de un condenado al pelotón de fusilamiento. La película puede ser vista de muchas maneras, pero no hay forma de ubicarla dentro de los mecanismos formalizados de un género como el policial.
"Muerte al amanecer" no focaliza su trama en la actividad de un policía, ni de un detective, ni de un agente investigador, ni siquiera de un funcionario de seguros o de un fiscal. Mezclo aquí, ex profeso, tipos de funciones diversas que generan formas de relatos diferentes (no son equivalentes los policías de “Pecados capitales” que los agentes de seguros de “Pacto de sangre” o que el detective privado Philip Marlowe en cualquiera de sus encarnaciones fílmicas), pero lo hago para dar mayor diversidad a la argumentación y abrir posibilidades de hallar alguna razón a la afirmación de que esa película es un policial.
En la cinta vemos a un reo y a un oficial, ambos aterrados. El crimen cometido por el hombre no es motivo de la acción. Mucho menos su esclarecimiento. Ni siquiera se plantea el enigma de la posible inocencia del condenado. Se habla de su crimen como un asunto pasado e irreversible.
El crimen no es catalizador de la trama, ni motor de la historia, ni asunto de interés vigente en el desarrollo de las acciones.
En medio de los personajes principales vemos un grupo de frívolos funcionarios. Todos están confinados en sus respectivos espacios estancos. No pueden moverse, no pueden avanzar, no pueden investigar, no pueden resolver nada. No aportan a la dimensión prospectiva, típica de un filme policial.
Si el policial es búsqueda, avance, tientos, logros parciales, determinación de pistas, examen de pruebas, pesquisa, necesidad de esclarecimiento y despeje de enigmas, aquí sólo vemos inamovilidad y espera de lo inevitable. Si el policial es dinámico, esta película es estática.
Pero lo que resulta inexplicable – y, en verdad, muy gracioso- es la afirmación de que “el mismo título está aludiendo a una intriga policial” (cita literal)
¿En qué forma alude al policial?
Si es por el uso del vocablo “amanecer”, entonces la obra maestra de Murnau o el famoso filme de Marcel Carné son policiales también.
Si es por la presencia del término “muerte”, entonces varios centenares de películas se afiliarían inmediatamente al género.
Si es por la conexión de los dos términos, entonces los poetas románticos y los amantes melancólicos que esperaron a que llegue el alba para suicidarse exigirán que sus “biopics” se hagan en clave de policial.
Ricardo Bedoya
11 comentarios:
Señor Bedoya, resulta que todas las películas que existen cuyo título es "Muerte al amanecer", son policiales, thrillers, o noirs, salvo, claro, la de Lombardi.
¿Qué puede decir sobre eso?
Anónimo de las 12:37
¿Estás bromeando?
Al anónimo de las 12.37
No tengo forma de saber si todos los títulos de todas las películas del mundo que se llamen -en cualquier idioma- "Muerte al amanecer, son policiales, thrillers, o semejantes. No tendría fuerzas, ni medios, ni ganas para averiguarlo. Pero además porque es perfectamente inútil. ¿Ha visto usted la película? Si no la ha visto, hágalo y juzgue con su prpio criterio.
Por otro lado, la alusión hecha al título no indica que sea una referencia, un guiño, una remisión, un homenaje o cualquier otro recurso intertextual a otra película capaz de simbolizar a un género. No. Lo que se dice es muy claro: que el título alude a una intriga policial que no existe ni por arriba, ni por abajo, ni por el costado de esa película.
A mí si me parece que hay algo de intriga policial en la película de Lombardi, porque en todo momento se mantiene una elucubración en torno a la culpabilidad del sujeto condenado, y sobre quiénes recae la verdadera responsabilidad de que finalmente se fusile al "monstruo"...
La película de Lombardi no es un drama, me parece que utiliza los mecanismos de la intriga como dice Pimentel, aunque no sea una película de género en estricto sentido.
Una vez más, la explicación que hace Ricardo demuestra la poca solidez de Pimentel que, encima, se da por ofendido y agraviado cuando se le hace notar que las cosas que dice no son exactas, no corresponden a los hechos o, como en el caso de las alusiones al "policial", no son pertinentes, sino equívocas y erróneas. Es verdad, una cosa es el gran género "criminal" y otra el policial, que es sólo una de las vertientes al interior de ese gran género y a su vez con modalidades y variantes. Pero eso, y después de más de 10 años de crítico, no lo maneja Pimentel y confunde las cosas. No sólo eso, sino que levanta esos errores casi como "descubrimientos" propios y descalifica a quienes se los hacemos notar. Esa ha sido su línea permanente de desempeño, desde que apareció el primer número de la revista Godard!
Al anónimo de las 17.22
Si aplicamos su criterio le voy a decir algunas películas que serían policiales porque, como dice usted, tienen "algo de intriga policial"
En 1905, en Odessa, unos marineros cometen el delito de motín y unos soldados ejecutores de la voluntad criminal de un régimen castigan el hecho masacrando a la población: crien y castigo en el policial El corazdo Potemkin.
En un pueblo rural, un campesino es incitado al crimen por una mujer llegada de la ciudad. El hombre comete una tentativa de homicidio y sobreviene la culpa: el policial "Sunrise", de Murnau.
En el Mosc medieval un grupo disidente del poder complotan y cometen el crimen de conspiración: en el film criminal Iván el terible, la conspiración de los Boyardos.
Podría seguir con 500 títulos más.
Creo que hay que tener algo de rigor y seriedad al tratar un tema.
Los géneros cinematográficos sustentan su naturaleza en diferencias, especificidades, características singulares, rasgos definidos, iconografía particular, dramaturgias determinadas. Si no, cualquier cosa es cualquier cosa y todo vale igual. Es como buscarle los tres pies al gato.
Les piso comentar lo que quieran, sin insultar a nadie.
TODOS (castro cobos, cordero, chacho, pimentel, bedoya, etc) Abúrranse, en verdad, aburranse. debe haber algo muuuucho más interesante que hacer que lanzarse palas de excremento ... que aburridos son los críticos peruanos carajo.
No es palas de excremento lo que sale de este blog, anónimo de las 00:11, sino textos bien escritos y respuestas bien sustentadas y desarrolladas, que es lo que corresponde al buen periodismo de opinión y a la buena crítica de cine.
Cómo puede decir Pimentel que porque la película se llama Muerte al amanecer el título alude a una intriga policial? Qué tienen de intriga policial Muerte de un viajante, Muerte en Venecia o La muerte del señor Lazarescu? Como lo hace notar Bedoya, tampoco entiende lo que es una intriga policial que no se aplica ni a La ciudad y los perros ni a ninguna película de Lombardi, salvo y de manera muy sesgada en Bajo la piel.
Pero ni siquiera se puede decir que Muerte al amanecer tenga que ver ni siquiera en parte con el gran género criminal, ese que agrupa al policial, al de gangsters, al de detectives y varias otras variantes, porque a crímenes aluden miles de películas de géneros diversos (comedias, melodramas, incluso musiacales..) que no tienen nada que ver con ese gran género. Muerte al amanecer es otra cosa, como también lo es Muerte de un magnate, en la que hay un crimen (central en esa película) y, sin embargo, no es que esa película pertenezca al género criminal. Es otra cosa. Como son otra cosa, y no obras del género "criminal" las de Shakespeare en las que hay crímenes de por medio (Hamlet, Macbeth, Otelo, Ricardo III, etc...)
Es que pIMENTEL NO SE DA CUENTA DE COSAS ELEMENTALES Y ASI CREE QUE LA SUYA ES UNA REVISTA QUE HA VENIDO A CAMBIAR LAS COSAS. ¿QUE COSA HA CAMBIADO LA REVISTA GODARD!
QUE SE APLIQUE UN CUESTIONARIO A CINEASTAS Y CRITICOS. QUE SE PONGA EN DEBATE A ESA REVISTA. PROPONGO QUE LO HAGA EL BLOG CINENCUENTRO.
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