lunes, 20 de junio de 2011

Cine regional e independiente: Falsas oposiciones (4)

La defensa que hacen algunos del llamado cine independiente básicamente limeño, pues no la aplican de la misma manera al cine que se hace en provincias, pasa por establecer una falsa oposición. Yo diría una segunda falsa oposición porque la primera es la que contrapone ese cine independiente a otro que no lo es, y esa antinomia no existe en el Perú como no existe en ningún país que no cuenta con una industria fílmica. En estos toda la producción es independiente.

Esa segunda falsa oposición es la que afirma las bondades casi implícitas y los altos logros expresivos de las realizaciones ajenas al circuito comercial frente a la inoperancia creativa, la medianía o la mediocridad de las que entran a ese circuito de salas comerciales. Con esta oposición simplista se reciclan otras varias que en el pasado han lastrado el ejercicio de la crítica: la oposición entre el cine de géneros y el cine de autor (ahora mismo en este blog dos despistados hacen afirmaciones bochornosas sobre el western, como si un género pueda ser rechazado en bloque); entre el cine comercial y el cine artístico: entre el cine de las metrópolis y el de los márgenes, etc.

Todas esas oposiciones se han ido demostrando como erróneas o maniqueas, hurgando un poco detrás de las primeras impresiones y han movilizado la respuesta de los críticos más lúcidos, desde André Bazin, gran defensor de los buenos westerns, hasta Jonathan Rosenbaum y Adrian Martin, pasando ciertamente por Serge Daney, Robin Wood y muchos otros, con quienes uno no siempre está de acuerdo, pero cuya argumentación es totalmente ajena a esos reducciones que -subdesarrollo obliga- uno lee o escucha en estas tierras.

En estos momentos el planteamiento de la antítesis entre el cine hecho para ser exhibido en salas públicas y el otro en nuestro medio es un poco como el conflicto político entre la derecha y la izquierda. Como si el primero representara la derecha, los intereses creados, el conservadurismo estético y el otro la izquierda, la renovación estética, la lucha contra el poder, etc. Y no es así, en absoluto, pues eso es una enorme falacia. Ni el conservadurismo está de un lado, ni la renovación del otro, si es que se plantea en esos términos extremos. Puede haber mayor apego a ciertas formas narrativas de un lado y mayor desapego del otro, pero no se puede llevar eso al punto de establecer universos estancos contrapuestos. En los últimos años las propuestas de Días de Santiago, La teta asustada, Octubre o Paraíso no tienen nada de conservadoras y son, en mi opinión, superiores a todo lo que conozco del cine hecho en digital fuera del circuito comercial, con la excepción parcial de las películas de Raúl del Busto y de Los actores.

En las otras se pueden encontrar aciertos, pero no en todas y en varias los resultados son bastante fallidos, más allá de la relativa novedad de las propuestas. Es decir, la novedad no se traduce automáticamente en valor creativo, como el "conservadurismo" estético no es, tampoco, un criterio necesiarmente descalificador, pues con eso se anularían obras notables de un Clint Eastwood o muy valiosas del español José Luis Garci o del argentino Adolfo Aristarain. Claro que, en rigor, ese "conservadurismo" es sólo aparente porque el respeto a las formas narrativas clásicas no significa esclavizarse a ellas, sino sacarles provecho, potenciarlas y, en cierta medida, actualizarlas.

Del mismo modo, la ruptura de las formas narrativas clásicas no es un valor per se ni le da categoría estética a nada, si es que no aplica esa inyección creativa que cualquiera no administra. Por más que se haya querido reproducir, muy pocos si los hay han logrado superar el aura surrealista de Un perro andaluz o de Meshes of the Afternoon y los cito porque son ejemplos conocidos y con ello no quiero decir que intenten aproximarse a tales propuestas las que se desarrollan entre nosotros.

Se está haciendo, pues, demagogia de un asunto que tendría que asumirse con conocimiento, rigor y ecuanimidad, esos que lamentablemente están ausentes en la defensa de una vertiente del cine local que requiere atención y que merece conocerse y difundirse, pero al margen de esas falsas oposiciones que enturbian y entorpecen una mejor comprensión de lo que viene realizando.

Isaac León Frías

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Como siempre, un texto claro y lúcido! Me gustaría leer argumentos en contra.

Anónimo dijo...

Alguièn sabe quien es el jurado del festival de cine independiente de Lima que Castro y Cìa organizan. Porque fui a la inaguraciòn y NADIE del comite organizador decia nada. No sera acaso que no tienen jurado y ellos mismos califican a las peliculas. De ser asi no deberia llamarse festival de cine sino mas bien : muestra de cine , en donde no estarian obligados a dar premios y a calificar peliculas.

Anónimo dijo...

ayayay... ya muchos hubieran querido organizar un evento como el Lima Independiente, y con ingreso gratis todavía. en fin.

Augusto,
san clemente, Bs. As.

Anónimo dijo...

Casi no ha habido público en el Festival Lima Independiente aún siendo gratis, y eso no habla mal del festival sino del escaso interés que despierta el cine independiente. Una lástima!

Manuel Siles dijo...

En efecto, pensar que todo lo que se alinea en determinada direccion estetica es necesariamente bueno (o malo)es un reduccionismo simplista y sin sustento. Asimismo, evitar criticar las propuestas fallidas para no perjudicar una posicion adquirida de antemano que se contrapone a otra con la que no comulgamos, es un ejercicio de manipulacion.

Con respecto al festi fue una experiencia muy grata para muchos de nosotros, sin embargo eso no quiere decir que no hubieran algunas propuestas opinables. Yo, por lo pronto, he escrito en otro blog algun coment señalando cuales, a mi parecer y entre las que yo vi, que no vi todo, me resultaron decepcionantes y de las que esperaba mucho mas. Creo que es fundamental que el llamado nuevo cine peruano no caiga en la autocomplacencia y mas bien promueva la autocritica sin que eso le crispe los nervios a nadie, so riesgo de no ser nada mas que el nuevo viejo cine peruano. Aunque al parecer a algunos realizadores les disgusta que no todo sea halagos.

En todo caso, mañana en el CAFAE de la Av. Arequipa, debatiremos sobre estos y otros temas relacionados con el cine, chacho, Ricardo, Christian Wiener, Roberto Barba y yo. Seria interesante que los que tengan algo que decir al respecto asistan.