lunes, 20 de diciembre de 2010

Ley de cine: un argumento en jaque

Un argumento esgrimido por el congresista Carlos Raffo, en el diálogo con César Bedón y Ricardo Bedoya en Radio Capital hoy domingo 19 de diciembre, ha sido el de que son los que hacen cine los que promueven la ley que se ha aprobado y los que se oponen no lo hacen. Ese mismo argumento ha sido mencionado, con el mismo o parecido fraseo, por algunos de los cineastas que han apoyado ese proyecto. La verdad es que me parece un argumento insostenible en función de esta o de cualquier ley.

La primera impresión que se puede tener ante semejante afirmación es que se trata de una ley con nombre propio o con nombres propios: se elabora la ley para los que están haciendo cine. No soy abogado, pero no hay necesidad de serlo para entender que ninguna ley se hace (o, por lo menos, no se debería hacer) en función de los intereses de unos pocos, por loables que estos puedan ser, porque eso desligitima la ley en cuestión, daña sus sustentos jurídicos y morales.

Pero, digamos que no es así y que los cineastas que han apoyado ese proyecto tienen como objetivo ampliar las posibilidades de que muchos más accedan a los beneficios de la ley. Pues, aún en ese caso, y con mayor razón todavía es improcedente que se valgan de su condición de realizadores para afirmar una suerte de superioridad o ventaja frente a otros que no lo son.

Porque una ley de cine no sólo interesa a los que producen o dirigen películas, sino también a todos los que están implicados en la realización y en otras fases o rubros de la actividad, en Lima y en provincias.

Interesa también a los estudiantes de cine, a quienes lo enseñan, a las Universidades, a los medios de comunicación, a diversas instituciones (en nuestro caso, la Filmoteca de la PUCP. El Festival de Lima, el Cine Arte San Marcos, el FENACO, las muestras documentales y de cortos, etc.) e interesa a la sociedad en su conjunto porque el cine, de una u otra manera, se hace en función de esa sociedad, aunque sean pocos, finalmente, los que accedan al conocimiento de las películas.

¿Qué sentido puede tener una ley si no se legisla a favor de la utilidad, en este caso cultural y artística, antes que económica, que la actividad favorecida puede procurar en beneficio de una colectividad? ¿Pueden unos pocos atribuirse el derecho de decidir qué es lo que beneficia a la colectividad?

Por cierto, y como la ley está atada a los intereses directos de los dueños del negocio (distribuidores y exhibidores) a quienes no les interesa otra cosa que el aumento de sus utilidades, la responsabilidad de los cineastas es aún mayor, porque están aceptando unas reglas de juego en las que, además de presumir de ser los legítimos representantes de la producción fílmica en el país, avalan los requerimientos y las presiones de unas empresas que utilizan el subterfugio de la "masificación del cine en el país", simplemente para eliminar el impuesto municipal, como si de ese impuesto fuera a salir el dinero para construir multicines, cuando es muy claro que esos multicines se van a construir de todos modos a medida que los centros comerciales se sigan extendiendo a lo largo del territorio peruano, sin necesidad de ninguna ley.

Isaac León Frías



10 comentarios:

Isaac León Frías dijo...

Para Manuel Siles:
Voy a utilizar un comment para informarle a Manuel sobre algunos antecedentes que, por lo visto, desconoce. En primer lugar, y esto no tiene por qué conocerlo, claro, escribo sobre cine y me dedico a actividades vinculadas con la cultura cinematográfica desde hace casi 50 años. En segundo lugar, conocí a Castro Cobos en los años 90 en la antesala de la Filmoteca de Lima, por el tiempo en que también conocía Gabriel Quispe y Carlos Zevallos, entre otros. Siempre tuve una buena disposición
hacia ellos, como creo tenerla hacia todos a quienes recién conozco. De eso pueden dar fé Gabriel y Carlos. Castro Cobos, en
cambio, desde un inició se mostró esquinado, parco y sin mirar de frente.
Aún así, asistí a la mesa de presentación de la revista "Abre los ojos" que él dirigía y tuve palabras de aliento para ella. Creo haber compartido luego algún otro espacio, percibiendo esa misma actitud desconfiada. En ningún momento hubo de mi parte la menor actitud desfavorable; todo lo contrario, Manuel. Siempre he alentado a la gente joven y a las nuevas generaciones. Mi vocación es la docencia y espero no dejarla nunca. Allí están los que han sido o son mis alumnos y que pueden dar cuenta de ello. (sigo en otro envío).

Isaac León Frías dijo...

Para Manuel Siles (2)

De pronto, a poco de aparecer el
blog del que es responsable, Castro Cobos inició una constante y metódica repetición de infundios,
sarcasmos y alusiones tendenciosas en contra de mí y de Bedoya, pero también de Emilio Bustamante, de Federico de Cárdenas, de Oscar Contreras y de todos los que enseñamos en la Universidad de Lima y/o escribimos en la revista Ventana Indiscreta (antes en La
gran ilusión), tratándonos de miembros de un supuesto establishment en el que estarían los miembros del CONACINE y un grupo de cineastas. Es decir, como si todos estuviéramos conchabados
para que sólo unos pocos hagan películas, para beneficiar siempre a los mismos, para ocultar o marginar a otros, etc. Esa visión paranoica ha llevado a ese sujeto a
destacar en estos días de cuestionamiento del proyecto de ley que ha sido aprobado, el supuesto oportunismo de Bedoya y mío, porque nos hemos pronunciado en contra (cosa que yo había hecho de manera muy clara en enero y junio de este año en este blog), como si esto fuera lo más censurable en estos momentos de tensión. Casi como si fuéramos los
inspiradores de la ley de marras.
Esa conducta paranoica, Manuel, no es, entonces, reciente, y mal puedes pedir tú un debate sobre temas de fondo con alguien que no debate, simplemente lanza cargos como quien no quiere la cosa, asociándonos a los objetivos más protervos.Yo me he desgastado hasta el extremo de la indignación- que es lo que ese sujeto busca, es la persistencia imperturbable del asesino de Seven, de David Fincher, sin su talento ni inteligencia, claro - exponiendo argumentos, ofreciendo razones, invitando a debates públicos... Ese tipo es incapaz de debatir con nadie, Manuel, lo que repite es una
serie de estereotipos que repite en esa forma untuosa en la que se expresa oralmente y por escrito. Jamás leerás un argumento propio, una explicación convincente, una respuesta a los puntos en debate sobre los que previamente se ha escrito. No le interesa, si los demás no hacen lo que él considera lo correcto. Para eso se vale de comunicados o pronunciamientos de otros para lanzar agravios e insinuaciones ofensivas.
Por eso es que reacciono de esa manera, Manuel. No soy un irracional ni un energúmeno, pero el comportamiento psicopático no me puede dejar indiferente. Lo siento por ti y por otros amigos que, no entienso por qué, tienen
cercanía con ese individuo.

Isaac León Frías


Isaac León Frías

Isaac León Frías dijo...

Para Manuel Siles (2)

De pronto, a poco de aparecer el
blog del que es responsable, Castro Cobos inició una constante y metódica repetición de infundios,
sarcasmos y alusiones tendenciosas en contra de mí y de Bedoya, pero también de Emilio Bustamante, de Federico de Cárdenas, de Oscar Contreras y de todos los que enseñamos en la Universidad de Lima y/o escribimos en la revista Ventana Indiscreta (antes en La
gran ilusión), tratándonos de miembros de un supuesto establishment en el que estarían los miembros del CONACINE y un grupo de cineastas. Es decir, como si todos estuviéramos conchabados
para que sólo unos pocos hagan películas, para beneficiar siempre a los mismos, para ocultar o marginar a otros, etc. Esa visión paranoica ha llevado a ese sujeto a
destacar en estos días de cuestionamiento del proyecto de ley que ha sido aprobado, el supuesto oportunismo de Bedoya y mío, porque nos hemos pronunciado en contra (cosa que yo había hecho de manera muy clara en enero y junio de este año en este blog), como si esto fuera lo más censurable en estos momentos de tensión. Casi como si fuéramos los
inspiradores de la ley de marras.
Esa conducta paranoica, Manuel, no es, entonces, reciente, y mal puedes pedir tú un debate sobre temas de fondo con alguien que no debate, simplemente lanza cargos como quien no quiere la cosa, asociándonos a los objetivos más protervos.Yo me he desgastado hasta el extremo de la indignación- que es lo que ese sujeto busca, es la persistencia imperturbable del asesino de Seven, de David Fincher, sin su talento ni inteligencia, claro - exponiendo argumentos, ofreciendo razones, invitando a debates públicos... Ese tipo es incapaz de debatir con nadie, Manuel, lo que repite es una
serie de estereotipos que repite en esa forma untuosa en la que se expresa oralmente y por escrito. Jamás leerás un argumento propio, una explicación convincente, una respuesta a los puntos en debate sobre los que previamente se ha escrito. No le interesa, si los demás no hacen lo que él considera lo correcto. Para eso se vale de comunicados o pronunciamientos de otros para lanzar agravios e insinuaciones ofensivas.
Por eso es que reacciono de esa manera, Manuel. No soy un irracional ni un energúmeno, pero el comportamiento psicopático no me puede dejar indiferente. Lo siento por ti y por otros amigos que, no entienso por qué, tienen
cercanía con ese individuo.

Isaac León Frías


Isaac León Frías

Rafael Ordaya Vera dijo...

Hola señor Bedoya, lo felicito primero por poner en su sitio a Carlos Raffo. Somo mucho quienes pensamos que esta ley de cine es nefasta para el quehacer cinematográfico. Solo espero que se pueda hacer algo. Desde mi humilde bitácora, todo mi apoyo.

Christian Wiener dijo...

Muy bien dicho Chacho. Nadie puede atribuirse el monopolio de un tema o una ley. Tampoco suponer que uno es más cineastas que otro por el volumen de su producción o los años en el oficio. Un poco más de humildad y espiritu inclusivo no le haria mal a los promotores de la Ley Raffo, porque si siguieramos su lógica, en realidad los unicos que podrian hablar del asunto deberian ser los distribuidores y exhibidores, que son finalmente los grandes beneficiados de esta norma.

Un abrazo,

Christian

Anónimo dijo...

? No funciona esto, como subo los videos?

Anónimo dijo...

La Planificación en La Industria del Cine (1 de 3)

La industria del cine gringo planifica cada una de sus acciones ordenadamente. Igual que lo haría Ripley o el banco continental (por mencionar dos negocios conocidos al azar). Se adelantan a lo que va a pasar y orquestan sus acciones una por una con un año de anticipación como mínimo.
Los cineastas peruanos en cambio decimos: "Tenemos que reunirnos este fin de semana para decidir que le vamos a responder a la carta de los majors de la semana pasada", y damos torpemente un paso a la vez y esperamos la respuesta de la APCP y del congresista fulano y de la industria gringa. (Caemos redonditos en la consigna de buscar consenso mientras ellos ya decidieron lo que va a suceder unilateralmente). En vez de tomar una decisión firme, sentirnos dueños del cine peruano que representamos y armar una estrategia completa pedimos permiso en vez de actuar y tomar lo que nos pertenece, y como eso no sucede la industria gringa toma los millones de soles que nos pertenecen.
Parece que el cine peruano está en manos de profesores ingenuos o pintores cultísimos que pintan sus finos cuadros uno por uno pero que de industria no saben nada.

Acá solo sabemos hacerle asco al entretenimiento, a la industria, al público ¿eso nos enseñan en la universidad?
No sabemos de estrategia, ni de marketing, ni de leyes, ni de lobbys, ni de derechos, ni sabemos como llegar al público, ¿quien nos puede unificar y ayudar? ¿No debería ser el Conacine? El Conacine parece que no existiera, no se puede ni entrar caminando a sus oficinas. (El Conacine debe servirnos no obstaculizarnos) y no sabemos como influir para que se produzca un cambio, no sabemos armar un plan de largo plazo para que eso suceda…

Anónimo 10:33
Continúa…

Anónimo dijo...

La Planificación en La Industria del Cine (2 de 3)

La industria gringa tiene abogados que se encargan de acomodar los textos, adelantarse a las trabas que aparecerán y de defender su consigna bien planificada.

Este podría ser el plan de la industria gringa:
1. Eliminar el impuesto municipal usando como pretexto la ayuda al cine peruano.
2. Contactar y contratar (o engreír) a cinco figuras del cine para que avalen en entrevistas de radio, prensa, y televisión nuestra estrategia; 5 entrevistas antes de la ley para dirigir opinión, 5 apariciones durante la discusión de la ley para mantener opinión, 5 apariciones después para felicitar triunfo y consolidar opinión.
3. Contactar y contratar (US$.) cinco congresistas de la republica para introducir y consolidar esta posición.

¿Donde está el plan de los cineastas peruanos? (…)

Anónimo 10:33
Continúa…

Anónimo dijo...

La Planificación en La Industria del Cine (3 de 3)


Nuestro plan debería ser parecido a este:

Plan de cineastas peruanos
1. Asumir el liderazgo del cine peruano y ocupar cargos del Conacine para beneficio de todos los cineastas peruanos.
2. Aprobar nueva ley de cine y volver a gravar con impuestos la exhibición de películas pero extranjeras.
2. Crear mas gremios inscritos en Conacine, facilitar el ingreso a estos gremios a abogados, marketeros, estudiantes de cine, videastas peruanos. (engrosar el numero de agremiados para ser mas fuertes y movilizaciones contundentes si es necesario)
3. Explicar al gremio que es el Conacine, y que día debemos inscribirnos, como votar, porque y para que.
4. Incluir al público en el objetivo de los cineastas para producir dinero en las taquillas. Y además que el mensaje devuelva un beneficio al estado peruano; "Consume lo nuestro","el peruano es primero", "si a la industria, no al abuso de las transnacionales" (para que por ejemplo no vuelva a suceder esta vergüenza) etc.
5. Contactar a cinco figuras públicas para que avalen el plan, antes, durante y después, en prensa, radio, televisión.
6. Contactar a cinco congresistas del próximo gobierno para que avalen el plan.
7. Una vez asumidos los cargos del Conacine destinar dinero para financiar planes de leyes de recaudación de nuevos fondos. (impuestos, porcentajes de cable, televisión, etc.) Financiar reuniones con congresistas, contratación de abogados, figuras públicas, marketing, lobbys, etc.
8. Que el Conacine se rompa por lograr este plan, y se democratice su gestión.
9. Que no se excluya a las distribuidoras y exhibidoras cuyo único pecado es defender su industria pero pongámosles los limites y las obligaciones en nuestra casa, y demos el ejemplo persiguiendo una industria superior.


Que esta vergüenza de ley que acaba de ser aprobada nos sirva para aprender y empezar ya a hacer nuestro propio plan ordenado.
(¿Qué dice la bien intencionada UCP? ¿Tomará este plan en cuenta?)

Espero que el ego y el orgullo no eviten mirar con objetividad esta propuesta que persigue un objetivo justo para todos los peruanos.


Anónimo 10:33

Anónimo dijo...

Señor Bedoya, si usted revisa todos los comentarios antes de publicarlos ¿cómo es posible que en multiples oportunidades aparezcan comentarios repetidos?
Por favor, este blog es un espacio serio e imporante para nosotros justamente por la justicia con la que siempre actua.
Tambien le digo que en momentos de crisis y de posturas encontradas, es cuando usted debe con mayor razon hacer gala de su dignidad y su tranquilidad.
No se deje afectar por los comentarios provocadores,dejelos expresarse porque asi nos mantenemos informados de las diferentes opiniones y tambien de la calidad de gente que las expresa.
Mantenga la calma y siga moderando con altura, justicia y orden que a usted le sobran, que despues cuando venga la calma será lo que todos recordaran.
Muchas gracias