martes, 22 de junio de 2010

Loco corazón


Uno de los temas más fértiles del cine estadounidense es el de la “búsqueda de una segunda oportunidad” y sus complementarios, el fracaso previo y el éxito probable o imposible. En “Loco corazón”, de Scott Cooper, se fusionan dos tradiciones, dos mitologías: la del ciclo temático del cantante de música “country” que lucha contra sus demonios personales y la del actor Jeff Bridges, que, más de una vez, ha encarnado a personajes que “están de vuelta” de algún infierno privado para ver si ahora, al fin, lo hacen bien. Jeff Bridges “regresó”, después de tocar fondo, en cintas como “Sin miedo a la vida”, “El pescador de ilusiones”, “El gran Lebowski”, entre otras.


Como siempre, el conflicto es interior: un hombre de talento es incapaz de administrarse, de aprovechar sus recursos. A los 57 años, el famoso cantante y compositor de música “country” Bad Blake (Bridges) se ha convertido en un “has been”. El alcohol, el descuido personal, la soledad, un complicado pasado familiar, lo han llevado a esa condición, la de ser “telonero” de un músico joven en ascenso, al que, en otras épocas, le enseñó todo. De pronto se le abren dos posibilidades de cambiar de vida: una es romántica; la otra, supone reconstruir una noción de paternidad. Siguiendo esas alternativas, la película alterna dos líneas dramáticas, ambas dominadas por la presencia imponente de Bridges, pero una más lograda e interesante que la otra.

Lo mejor está en la presentación del mundo de los conciertos, sobre todo los que describen bares de quinta, escenarios desairados, lugares de encuentro para solitarios. Pero también los otros conciertos, los amplios y masivos, en los que domina la figura de Colin Farrell. La presentación de los lugares por donde circula la música “country” anima la puesta en escena funcional, eficiente, pero algo anémica, del director Cooper. En la actuación de Bad Blake en los primeros bares se aprecia lo mejor de Jeff Bridges: su capacidad para encarnar la idea misma de derrota sin patetismo ni complacencia, sin solicitar piedad ni jugar al desamparo. Está en el hoyo y quiere salir de allí, pero no lamenta ni se arrepiente del itinerario que siguió para llegar donde está, siempre cuesta abajo. Bridges luce como un vaquero relajado, cansado, escéptico, con ganas de sacar provecho aun de lo que le perjudica, y con humor.



El comentario sigue aquí: http://elcomercio.pe/impresa/notas/loco-corazon_1/20100620/497648



Ricardo Bedoya

10 comentarios:

alfonso dijo...

Se paree mucho la película a La fuerza del cariño. La aparición de Duvall es un guiño.

Anónimo dijo...

La sentí un poco larga pero buena

Ricardo Rinaldi dijo...

Al anonimo de las 7.43. Por favor, en este blog no se insinuan cuestiones sexuales.

Anónimo dijo...

¿por que no?

DjwaRRR dijo...

"tocar fondo, en cintas como “Sin miedo a la vida”, “El pescador de ilusiones”, “El gran Lebowski”, entre otras"!!!!!?????????

Esta bien Ricardo , "sin miedo a a la vida" es una pelicula olvidable. PERO el pescador de ilusiones?, y el Gran lebowski?

ESTAS PROFUNDAMENTE EQUIVOCADO. En ambas cintas Bridges brinda interpretaciones impecables. El pescador de ilusiones gano el leon de plata en venecia, y es reconocida por criticos alrededor del mundo como una excelente comedia dramática que resalta la importancia de tener fantasía en nuestras vidas.

The big lebowski, (aparte de ser una de mis peliculas favoritas de los cohen) es el unico film de los cohen que es considerada una pelicula de "culto". Hasta han hecho una versión porno este año.
Y la interpretación de Bridges SOStiENE esta comedia en todo su metraje!

Si consideras que trabajar con Terry Gillian y los Cohen Brothers es "tocar fondo" entonces pongo en SERIAS dudas tu capacidad como Critico de CIne.

Ricardo Bedoya dijo...

Al comentarista anterior.

Estoy hablando de los personajes que encarnó Bridges, no del actor.

En Pescador de ilusiones es el periodista que tocó fondo luego del suicidio de su oyente y "regresa". En Sin miedo a la vida "regresa" luego de su trauma ante el accidente aéreo, y así...

Por eso me refiero al tema de la "segunda oportunidad" y a la mitología del actor que ha encarnado varias veces al hombre que "toca fondo" y sale, como lo hace en Loco corazón. Pensé que quedaba claro desde el inicio, pero veo que no.

Ricardo Bedoya dijo...

Al comentarista anterior.

Estoy hablando de los personajes que encarnó Bridges, no del actor.

En Pescador de ilusiones es el periodista que tocó fondo luego del suicidio de su oyente y "regresa". En Sin miedo a la vida "regresa" luego de su trauma ante el accidente aéreo, y así...

Por eso me refiero al tema de la "segunda oportunidad" y a la mitología del actor que ha encarnado varias veces al hombre que "toca fondo" y sale, como lo hace en Loco corazón. Pensé que quedaba claro desde el inicio, pero veo que no.

Anónimo dijo...

Está clarísimo lo que señala Bedoya , pero es más importante el actor que representa los personajes o la historia que los contiene. Es una buena película, solamente por la actuación y no el personaje de Jeff Bridges.

luis alvarado dijo...

No creo que a Bedoya le gusten filmes fallidos como Pescador de Ilusiones o The Big Lebowski, cintas que han sido levantadas por espectadores artys y superficiales.

Alvaro Mejía dijo...

Pescador de Ilusiones es monse. Emilio Bustamante hizo una buena crítica -en su estilo diáfano- en El Refugio, allá por los 90's. Quizá pueda rescatarse, Ricardo, para tener un punto de referencia.