"El campo" es una película extraña, desconcertante, llena de pistas genéricas que se van descartando en el camino. Empieza como una película familiar, acaso un drama de pareja joven con niña a la que algo ocurrirá durante el viaje a su flamante casa de campo. Pero al instalarse en el lugar las claves se alteran y las expectativas se invierten. Aparecen indicios de un asunto pasional y, sobre todo, datos que indican que algo sobrenatural se está cocinando en ese lugar.
La sombra de "El resplandor" parece proyectarse sobre Dolores Fonzi, que luce un comportamiento agresivo, como poseída por algún espíritu maligno de la casa. Pero no sigo porque no vale la pena revelar más de la historia. Belón se descubre como un narrador hábil, un magnífico director de actores, un creador de atmósferas extrañas y, por ratos, inquietantes, y un técnico seguro. Logra dar cuenta del desequilibrio de la mujer a fuerza de mostrar su rostro desorbitado mirando hacia el fuera de campo, ese lugar invisible donde ocurre lo amenazador. Es decir, la crisis personal, el malestar más íntimo.
Ricardo Bedoya
1 comentario:
Sr. Bedoya ojalá pueda comentar "El estudiante" y "Tres". Pensé que las iba comentar, siendo la primera una película que ha tenido muy buenos comentarios de la crítica en Argentina y otros países; y de críticos peruanos que asistieron el año pasado al Bafici. Además obtuvo un premio en dicho festival. Y la otra es la obra de Pablo Stoll, que ahora con su segunda cinta en solitario, sigue siendo tan interesante como cuando estaba con Juan Pablo Rebella. Me sorprendió que hasta ahora no las haya comentado para bien o para mal ni les haya dedicado línea alguna. Eso es todo. Muchas Gracias.
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