jueves, 23 de octubre de 2008

La maleta, de Raúl Ruiz


La maleta, el primer cortometraje del chileno Raúl Ruiz, filmado en 1963, ha sido restaurado. Lorena Cancela habla de esta película que estuvo "invisible" durante muchos años.

"La conservación de la memoria fílmica es un tema acuciante no solo para la Argentina sino América del Sur en general. La reciente restauración del primer cortometraje del chileno Raúl Ruiz, La Maleta (1963), así lo atestigua. Encontrado en la Cinemateca de la Universidad de Chile, cuenta G.Maza con la misteriosa y premonitoria etiqueta de "película francesa", el material develó imágenes en bruto que el mismo Ruiz se encargó de editar y sonorizar para su premier mundial en el 15 Festival Internacional de Cine de Valdivia, organizado por la Universidad Austral y distintas empresas privadas que lo patrocinan. El descubrimiento, junto con su valor estético y el eslabón que suma a la comprensión de la particular poética ruiziana, es también un acto de justicia y la apertura de un camino para que Raúl Ruiz, quien en los últimos años se ha hecho un poco más conocido en su tierra por su trabajo para la televisión, ocupe el lugar que se merece junto a sus compatriotas. Porque Ruiz ha sido en Chile por mucho tiempo sino un desconocido para una elite, tal lo comenta entre bambalinas uno de sus actores preferidos antes del exilio. Aunque Ruiz no es el único sudamericano que no es del todo profeta en su tierra, y la Argentina conoce casos así. Intentando llenar ese vacío, uno de los festivales más australes de Chile, gracias a un equipo de gente iluminada, junto con el estreno del corto, programó las películas que éste realizó antes de emprender su largo viaje. Y decimos viaje y no enfatizamos Francia como destino porque Ruiz es, tal alguien lo definió alguna vez, un eterno errante, un vagabundo muy particular. La selección incluía una de las piezas de ese período más conocidas en Buenos Aires - al menos en la Universidad donde figura como "filmografía obligatoria" en la materia Cine Latinoamericano -, Tres Tristes Tigres del '68, junto con otras menos citadas como El realismo socialista del '73 (exhibida en el 6to. Bafici), La colonia penal del '70 y Nadie Dijo Nada de 1971. Esta última, vislumbra con más fuerza el salto que el realizador hizo con respecto a lo que el cine político de ese entonces se suponía que debía ser: una mezcla entre el documento y la ficción donde el mensaje debía quedar "claro".

Pueden seguir leyendo el texto aquí:

http://www.elcine.ws/sitio/content/view/538/46/


Lorena Cancela

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