domingo, 11 de mayo de 2008

Ley de cine en Uruguay


La información dice lo siguiente:


"Tras 50 años de infructuosos intentos, el parlamento uruguayo aprobó el jueves 8 de mayo la Ley de Cine y Audiovisual. La ley que crea el Instituto del Cine y el Audiovisual del Uruguay (ICAU), prevé una partida cercana al millón de dólares, cifra que será distribuida mediante concursos. También implica exoneraciones de tributos aduaneros y de impuestos a las importaciones, al tiempo que el Estado queda facultado para suprimir gravámenes en el tránsito, exportación, salida o admisión temporaria de películas y audiovisuales nacionales o coproducidas." (Fuente: http://www.latamcinema.com/noticia.php?id=1405)


Otra fuente, dice:


"El diputado de Asamblea Uruguay José Carlos Mahía, quien presentó el proyecto en la Cámara, recordó una fotografía de 1951 que mostraba a varias personalidades que presentaban “un proyecto de creación de la Comisión pro Ley Fomento al Cine Nacional y que fuera entregado en su momento al ministro Blanco Acevedo”.


Pero ahora ya no será Uruguay, junto a Paraguay, uno de los dos únicos países latinoamericanos que carecen de una ley de este tipo.


La ley crea el Instituto del Cine y el Audiovisual (Incau), en sustitución del actual Instituto Nacional del Audiovisual (ina) creado en 1994, aunque sin presupuesto, durante el gobierno de Luis Alberto Lacalle.


Durante aquella entrevista con Papich, el ina tenía un escaso lugarcito en la calle Reconquista y ahora ocupa una gran casa bien reciclada a la vuelta.


Un cambio de alojamiento que parece coincidir con el cambio de estatuto, puesto que ahora el Incau tendrá que ocuparse de mejorar o implementar la distribución de filmes nacionales, elaborar un registro público de todas las empresas del sector y, sobre todo, del fomento del cine y el audiovisual uruguayos.


El agregado “audiovisual” sigue causando escozor en algunos cineastas. En aquella nota publicada cuando aún se debatía el texto del proyecto de ley, el cineasta Pablo Stoll declaraba para Brecha:
“La definición que se hace en su primer artículo asimila el cine y lo audiovisual y lo define de manera que un video hecho con una web cam colgado en YouTube sea lo mismo que una película que se estrena en un cine y que un comercial que se filma en Punta del Este para el mercado latino de Estados Unidos”.


Conceptos que siguen causando inquietud, aunque otros cineastas mantienen expectativas bastante más optimistas respecto a esta ley.


El proyecto aprobado por los diputados contempla además la dotación de un fondo aportado por el gobierno de alrededor de un millón de dólares anuales para el fomento del cine y el audiovisual.
Una cifra muy modesta si se la compara con lo que al mismo fin destinan, por ejemplo, Chile o Argentina, pero promisoria si se tiene en cuenta lo mucho que ha logrado el aún más modesto aporte del Fona en el impulso al cine en Uruguay.


También la ley prevé la creación de un consejo honorario en el que revistarán el director del instituto y representantes de los ministerios de Economía, Turismo, Educación y Relaciones Exteriores, más representantes del canal oficial, de Tevé Ciudad, de los canales privados, del Congreso de Intendentes, de organizaciones de cuidado del patrimonio, de instituciones de formación profesional, de la Asociación de Productores y Realizadores de Cine (Asoprod), de los distribuidores y exhibidores.


Este consejo podrá generar iniciativas y deberá controlar el cumplimiento de los objetivos planificados por el Incau.


La amplitud de los sectores representados obedece al largo proceso de búsqueda de consensos liderado por el ina y por Martín Papich en pro de la redacción del proyecto de ley primero y de su aprobación parlamentaria después.


Un camino nada fácil, con muchas disidencias sobre quiénes “deben estar” y qué se debe incluir en los emprendimientos a ser promovidos y/o apoyados. Uno de los posibles objetivos del nuevo marco institucional sería la fijación de porcentajes de exhibición de creaciones nacionales en salas y en televisión, la famosa “cuota de pantalla” que ha tenido resultados disímiles en los países en que ha sido aplicada, al menos en lo que refiere al cine (pero en lo que tiene que ver con la televisión, en este país, parece una decisión por lo menos a tener en cuenta).


En su exposición, el diputado Mahía se refirió entre otras cosas a la acumulación histórica de un sector que creció vertiginosamente en los últimos diez años: el Fona, la incorporación y luego puesta al día con Ibermedia, la Oficina de Locaciones de la imm, el programa Doctv Iberoamérica, la exoneración del iva a los servicios de producción y a las coproducciones, entre otros.


También recordó que dentro del programa de gobierno, “la ley de cine figuraba como prioritaria” puesto que el cine es “uno de los seis sectores prioritarios en la formulación del país productivo”.
Hubiera sido bueno destacar que, en proporción al número de habitantes y a la cantidad de filmes realizados, Uruguay tiene un récord de premios que debe estar entre los más altos del mundo.Y antes de la ley.


Fuente: http://uruguayescribe.com/2008/04/14/la-ley-del-cine-de-uruguay/

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bien por el cine uruguayo. Aquí seguimos en la larga espera.