Cine peruano 2001-2011. Un artículo de Rodrigo Núñez Carvallo
En la revista Sub-Urbano aparece un artículo de Rodrigo Núñez Carvallo sobre el cine peruano de los últimos años. Se llama "El cine peruano (2001 -2011): Pocas luces y muchas sombras", y lo pueden leer aquí.
4 comentarios:
Gustavo Herrera
dijo...
Yo pondría como ejemplo de aceptación del público y ,en parte, de la crítica las películas de Lombardi de los 90 como "Pantaleón y las visitadoras" y "No se lo digas a nadie". La clave sería la adaptación de novelas de éxito como sucedió también con "La tinta roja" o de hechos policiales muy conocidos como "Alias la gringa" porque cuando se aplica un guion original de tipo personal, sociológico o político a lo mucho sirve para obtener premios de Conacine e internacionales que son valiosos pero no vienen al caso para el problema que comentamos. Por otro lado, no estoy de acuerdo con el autor de la nota sobre la calificación de "Mariposa negra" y "Ella" que no serán populares pero, sobre todo la primera, obtiene un alto registro de actuación. "Ella", en cambio, es muy personal, más sutil pero no por eso se le puede catalogar de "insufrible".
Encuentro muchas contradicciones en el artículo de Rodrigo Núñez Carvallo sobre el cine peruano de la última década. ¿Acaso puede hablarse del cine peruano de la década 2001-2011 solo teniendo en cuenta las películas vistas en las salas comerciales? ¡Dónde quedan las regionales y los documentales y las digitales limeñas? Dice Núñez que los espectadores se han alejado de las películas de los últimos años. Se hace cine “de un solo tipo, de un falaz naturalismo, de un populismo trasnochado”. Pero pocas líneas antes dice que los cineastas, a partir de los noventa, “optaron por un mal entendido “cine de autor” y se olvidaron de las historias que seducen al espectador.” Total, ¿se hace cine de autor o cine de populismo trasnochado? ¿El público se ha alejado del cine de autor o del populista? Dice Núñez que “La vieja fórmula populista de Cuentos Inmorales que manejaron con éxito Lombardi, Tamayo, Huayhuaca y Flores Guerra, y que después hicieron suya Durant y Degregori, dejó de funcionar”. ¿De qué habla Núñez? La populista “Todos somos estrellas”, de Degregori, no la vio nadie y fue un fracaso. Núñez se pregunta ¿Hace cuantos años que no se hace una buena comedia o un logrado melodrama? Yo me pregunto: ¿Y cuándo se hicieron comedias o melodramas? No sé si tú, Ricardo, que has estudiado el cine peruano, podrás decirnos si en los años treintas hubo buenas comedias o melodramas porque no creo que Gregorio ni Alias la Gringa califiquen como tales. continúa
Dice que el público de ahora no va a ver películas peruanas porque se encuentran `´hartos de los diálogos forzados, del lenguaje precario de las imágenes, de los errores de dramaturgia, de la falta de innovación”. Pero decir eso es poner en el mismo costal a “Chicha tu madre”, a “Octubre” o a “Paraíso”. Es como hacer un sancochado. Dice Núñez: “Consulto con Carmenrosa Vargas, funcionaria del Ministerio de Cultura y ella arguye que como la ley ya no obliga a las salas a exhibir una cuota de pantalla, -en nombre del libre mercado-, es difícil obtener utilidades, lo cual impide el surgimiento de una industria y de inversionistas que apuesten por lo bueno y lo nuestro.” Pregunta: ¿La cuota de pantalla va a hacer que la gente vaya al cine a ver películas peruanas? ¿La cuota de pantalla no sirve más bien para corregir el desequilibrio que impone Hollywood permitiendo estrenar películas peruanas, pero sin asegurar la llegada del público y menos las utilidades? ¿La cuota de pantalla no es parte de la política cultural del país y no de la agenda de inversiones de una asociación de empresarios? Dice Núñez: “De otro lado la actual ley de cine considera los concursos como principal fuente de fomento. Pero estos certámenes no son todo lo transparentes y democráticos que debieran ser. Lobbies de viejos cineastas impiden que los jóvenes renueven los aires del cine nacional.” Pero su afirmación contradice todo su artículo porque en los diez años que trata la mayoría de las películas que se dieron en los cines son de jóvenes cineastas y más bien los viejos estrenaron muy poco. ¿O acaso son viejos Llosa, Aguilar, Méndez, Gálvez, Velarde, García Montero, Vega, Quattrini, Cabada, Pérez-Garland, Temoche, Salvini, Fuentes, lladó, Mendoza, Ro, Schuldt, Cotler, Vélez, etc, etc. Quizás alguno sea avejentado por edad, pero no tiene más de dos películas. ¿Eso es ser viejo? Repito que hay muchas contradicciones en ese artículo. Muchos saludos y sigue con el blog
4 comentarios:
Yo pondría como ejemplo de aceptación del público y ,en parte, de la crítica las películas de Lombardi de los 90 como "Pantaleón y las visitadoras" y "No se lo digas a nadie". La clave sería la adaptación de novelas de éxito como sucedió también con "La tinta roja" o de hechos policiales muy conocidos como "Alias la gringa" porque cuando se aplica un guion original de tipo personal, sociológico o político a lo mucho sirve para obtener premios de Conacine e internacionales que son valiosos pero no vienen al caso para el problema que comentamos. Por otro lado, no estoy de acuerdo con el autor de la nota sobre la calificación de "Mariposa negra" y "Ella" que no serán populares pero, sobre todo la primera, obtiene un alto registro de actuación. "Ella", en cambio, es muy personal, más sutil pero no por eso se le puede catalogar de "insufrible".
Cine peruano = largometajes limenos de ficcion estrenados en multicines. Que pena...
Encuentro muchas contradicciones en el artículo de Rodrigo Núñez Carvallo sobre el cine peruano de la última década. ¿Acaso puede hablarse del cine peruano de la década 2001-2011 solo teniendo en cuenta las películas vistas en las salas comerciales? ¡Dónde quedan las regionales y los documentales y las digitales limeñas?
Dice Núñez que los espectadores se han alejado de las películas de los últimos años. Se hace cine “de un solo tipo, de un falaz naturalismo, de un populismo trasnochado”. Pero pocas líneas antes dice que los cineastas, a partir de los noventa, “optaron por un mal entendido “cine de autor” y se olvidaron de las historias que seducen al espectador.” Total, ¿se hace cine de autor o cine de populismo trasnochado?
¿El público se ha alejado del cine de autor o del populista?
Dice Núñez que “La vieja fórmula populista de Cuentos Inmorales que manejaron con éxito Lombardi, Tamayo, Huayhuaca y Flores Guerra, y que después hicieron suya Durant y Degregori, dejó de funcionar”.
¿De qué habla Núñez? La populista “Todos somos estrellas”, de Degregori, no la vio nadie y fue un fracaso.
Núñez se pregunta ¿Hace cuantos años que no se hace una buena comedia o un logrado melodrama?
Yo me pregunto: ¿Y cuándo se hicieron comedias o melodramas? No sé si tú, Ricardo, que has estudiado el cine peruano, podrás decirnos si en los años treintas hubo buenas comedias o melodramas porque no creo que Gregorio ni Alias la Gringa califiquen como tales.
continúa
Dice que el público de ahora no va a ver películas peruanas porque se encuentran `´hartos de los diálogos forzados, del lenguaje precario de las imágenes, de los errores de dramaturgia, de la falta de innovación”. Pero decir eso es poner en el mismo costal a “Chicha tu madre”, a “Octubre” o a “Paraíso”. Es como hacer un sancochado.
Dice Núñez: “Consulto con Carmenrosa Vargas, funcionaria del Ministerio de Cultura y ella arguye que como la ley ya no obliga a las salas a exhibir una cuota de pantalla, -en nombre del libre mercado-, es difícil obtener utilidades, lo cual impide el surgimiento de una industria y de inversionistas que apuesten por lo bueno y lo nuestro.”
Pregunta: ¿La cuota de pantalla va a hacer que la gente vaya al cine a ver películas peruanas? ¿La cuota de pantalla no sirve más bien para corregir el desequilibrio que impone Hollywood permitiendo estrenar películas peruanas, pero sin asegurar la llegada del público y menos las utilidades? ¿La cuota de pantalla no es parte de la política cultural del país y no de la agenda de inversiones de una asociación de empresarios?
Dice Núñez: “De otro lado la actual ley de cine considera los concursos como principal fuente de fomento. Pero estos certámenes no son todo lo transparentes y democráticos que debieran ser. Lobbies de viejos cineastas impiden que los jóvenes renueven los aires del cine nacional.”
Pero su afirmación contradice todo su artículo porque en los diez años que trata la mayoría de las películas que se dieron en los cines son de jóvenes cineastas y más bien los viejos estrenaron muy poco. ¿O acaso son viejos Llosa, Aguilar, Méndez, Gálvez, Velarde, García Montero, Vega, Quattrini, Cabada, Pérez-Garland, Temoche, Salvini, Fuentes, lladó, Mendoza, Ro, Schuldt, Cotler, Vélez, etc, etc. Quizás alguno sea avejentado por edad, pero no tiene más de dos películas. ¿Eso es ser viejo?
Repito que hay muchas contradicciones en ese artículo.
Muchos saludos y sigue con el blog
Publicar un comentario