sábado, 18 de febrero de 2012

Festival Iberoamericano de Cine Digital: Efectos especiales, una sorpresa

Efectos especiales

La chilena "Efectos especiales" es una sorpresa: divertida, original, inteligente, experimental.


Un equipo de cinco personas (al camarógrafo nunca lo vemos) está en el campo haciendo una película. El director le ordena a las dos protagonistas que encarnen a unas amigas que se reencuentran después de diez años. Lo que sigue se va tornando cada vez más absurdo y delirante.


A partir de una situación que parece sacada de un filme de Rohmer, Quesnay gira al burlesco, pasa por Cassavetes, da una vuelta por Godard, evoca las películas de Jim McBride, apuesta a la improvisación y a la parodia. Divide la historia en capítulos para decomponerla, para desconstruirla, y para desmontar una a una las tradiciones del cine chileno y del latinoamericano de los últimos años: el melodrama de afectos juveniles o el "huis clos" donde se revelan sexualidades ocultas o afectos esenciales ("Lo que más quiero", "XXY", "La sagrada familia", entre muchas otras), las evocaciones de la infancia (que aquí se dan a partir del sabor de un queque), o las memorias fílmicas de la dictadura, que originan el mejor, más hilarante y faltoso momento de "Efectos especiales", el de la abuela detenida desaparecida, con el intento de convertir a la película en un socorrido drama político y al campo en una metáfora sobre la dictadura de Pinochet.


Y, de pronto, en los quince minutos finales, la película sufre un vuelco. La dirección pasa a otras manos. El encuadre se estabiliza, la película se torna minimalista y autoreflexiva, coquetea con Straub, la banda sonora cambia y empieza el gran efecto especial -el que se queda acechando la llegada de lo "real"- , que lo altera todo, que cambia el sentido de todo. Y no digo más, para que se sorprendan.


"Efectos especiales" es un descubrimiento. No se la pierdan.



Lo que más quiero

"Lo que más quiero" tiene buenas actuaciones, trabaja con solvencia los momentos de intimidad y los diálogos, pero su austeridad tiene algo de externo e impostado, tanto como los celos de una de las protagonistas, un motivo dramático que se reprime con camisa de fuerza para no contradecir la propuesta inflexible del estilo.

Resulta muy ilustrativo ver "Lo que más quiero" inmediatamente después de "Efectos especiales": pareciera que la segunda es la parodia de la historia de las dos chicas que se encuentran en el campo. "Lo que más quiero" encarna uno de esos tratamientos tópicos del cine latinoamericano a los que "Efectos especiales" apunta con ironía inclemente.

Ricardo Bedoya

3 comentarios:

Meteoro dijo...

Efectos especiales: Metacine

Anónimo dijo...

Lástima que la viera tan poca gente

Anónimo dijo...

Buenísima. Están reprogramando 'Efectos especiales' este miércoles. También 'Abuelos', 'Las marimbas', y varias otras. Chequeen:

http://festivalfiacid.blogspot.com/2012/02/cambios-en-la-programacion.html