sábado, 9 de abril de 2011

Sidney Lumet (1924-2011)


Formado en el teatro y afianzado en la televisión, Sidney Lumet llega al cine en 1957 y se anota un éxito con "12 hombres en pugna". Deja ver ahí las que serán las líneas matrices de su carrera fílmica, para mejor o peor: el punto de vista liberal; la ilustración de un buen guión; el trabajo exhaustivo, cuando no agobiante, con unos actores exigidos hasta la tensión; la concentración dramática en uno o pocos espacios; la raigambre literaria o teatral de historias, diálogos y situaciones; el realismo a toda prueba; las escenas dejadas al lucimiento de algunos actores; la mirada desencantada; el afán moralizante; la vocación por el "mensaje", a veces estentóreo; su preocupación por los temas relativos a la situación de la justicia expuesta a los asaltos de la corrupción o la debilidad institucional.

Pero destaca sobre todo su fascinación por analizar la dinámica de los grupos, el modo en que se mantienen unidos o se deterioran hasta descomponerse. Una observación que supone evitar la identificación con este o aquél personaje, repartiendo el interés del espectador entre dos o más por igual, sea en la atracción o el rechazo. "El príncipe de la ciudad", "Running on Empty", "El grupo", "Daniel", "La colina de la deshonra", "Viaje de un largo día hacia la noche", "The Anderson Tapes", "Preguntas y respuestas", "Relaciones peligrosas", son sus mejores películas. En ellas describe procesos, itinerarios, recorridos, a veces laberínticos, por vericuetos institucionales (presta igual atención a los desórdenes de una familia como a los de la policía) que llevan a callejones sin salida. Los personajes carecen de brillo y están atrapados por un engranaje que los mantiene unidos pero también en riesgo de ruptura: la clandestinidad, un plan criminal, la prisión, y hasta el viaje de "Asesinato en el Expreso de Oriente".


En el transcurso, Lumet observa deslealtades, traiciones, ambiguedades morales, siempre en claroscuro. En el centro está el retrato fuerte del grupo, al que filma creando tensiones que se dilatan o relajan al interior del encuadre gracias al uso expresivo de los lentes. Las focales cortas son herramientas importantes en su puesta en escena: le permiten poner en relación a los personajes y su entorno, convertirlos en parte de él. En su libro "Making Movies" expone con gran lucidez su trabajo de "escritura" con los lentes. Que crean el agobio en el campo de prisioneros de "La colina de la deshonra", o muestran a los policías como emanaciones de un medio corrupto en "El príncipe de la ciudad", o provocan el sentimiento intenso de paranoia en "Running on Empty".


Menos interesantes son las famosas y laureadas "Serpico", "Tarde de perros" o "Network", o sus "dramas de tribunal", como "Veredicto", más supeditadas a las "performances" de sus protagonistas o a la mano de los guionistas, como Paddy Chayefsky en el caso de "Network".


Ha muerto a los 87 años.


Ricardo Bedoya





2 comentarios:

Anónimo dijo...

Se fue otro buen director, mis favoritas de su filmografía son: 12hombres en pugna, El prestamista, La colina de la deshonra, Serpico, Network, Príncipe de la ciudad, Preguntas sin respuestas y Relaciones peligrosas.
Un cordial saludo.
T.Pérez de Viñaspre

Oscar Contreras Morales dijo...

http://wwwunmundoperfecto.blogspot.com/2011/04/otro-capitulo-que-se-cierra-murio.html