domingo, 27 de diciembre de 2009

Respuesta a los (malos) levanta ánimos de Cordero

Isaac León Frías responde a un post aparecido en La cinefilia no es patriota:
Cuando no hay argumentos y razones que esgrimir, cuando no hay nada defendible que no sea la mera frivolización de la escritura sobre el cine, se apela a la burla, a la ironía, a la descalificación por edad ("los viejos críticos"), a las alusiones al ridículo ("estos señores tan adorables y entretenidamente risibles"). Eso es lo que hace Castro Cobos en el blog La cinefilia no es patriota, en la introducción a una supuesta discrepancia de Alonso Izaguirre con una objeción hecha por mí al texto de Cordero sobre el cine peruano del último año. No hay en esa introducción un solo término que no sea despectivo y burlón. Todo lo contrario de lo que hemos escrito quienes hemos formulado serias objeciones a ese texto y en las que no hay el menor asomo de ironía o de menosprecio. ¿Cómo se podría responder a una introducción como la que refiero? Sin duda, de la misma forma, pero no lo voy a hacer porque me parece inútil.

Ahora sí me permito una pequeña ironía: Cordero debería decirle a quienes fungen de levanta ánimos, "no me defiendan, compadres". No dicen nada que pueda ser atendible. Lo único rescatable de lo que firma Izaguirre son las largas citas de lo que escribió Bedoya, con lo que Izaguirre, con las ambiguedades habituales en esa crítica chatarra que parece extenderse en el espacio informático, parece estar de acuerdo pero no tanto. No hay nada propio o personal, ni siquiera un tímido intento de decir algo que tenga sentido.

Claro que Cordero tiene todo el derecho del mundo a expresar lo que cree o piensa. Cuestionar lo que dice no es negarle en absoluto ese derecho. En este caso concreto es sólo poner en evidencia los errores de información, las confusiones, las atribuciones inexactas, como en otro caso - que no es el que ha suscitado las respuestas- podría ser discrepar con criterios o valoraciones. Pero ni siquiera es un asunto de discrepancias el que se ha puesto de manifiesto: es simplemente, repito, el señalamiento de errores, confusiones e inexactitudes. ¿Por qué Claudio Cordero no responde a las objeciones hechas? ¿No será precisamente porque no tiene razones para oponer a las que se han vertido cuestionando los términos de su texto? Tampoco se puede discrepar de lo que escriben Castro Cobos e Izaguirre porque todo es hueco e insustancial: burlas o repetición de lo que otros dicen.

Nadie ha dicho, o de pronto sí y no me he enterado, que no se puedan hacer cuestionamientos -incluso duros y severos- al Conacine. Lo que no corresponde hacer son cargos infundados, acusaciones sin base que no sean esas vaguedades que se parecen a las risitas o a los murmullos de un grupo cómplice ante algo que les parece cómico y patético como a Castro Cobos "los viejos críticos". ¿Por qué Castro Cobos, Izaguirre o el mismo Claudio Cordero no hacen de una vez una lista fundamentada de cuestionamientos al Conacine?

Quiero enterarme, porque todavía no lo sé, si es que hay motivos o no para las discrepancias. Me temo que una vez más el pedido caerá en el vacío y con ello la posibilidad de un diálogo o un debate que aclare posiciones y que ofrezca diversos puntos de vista sobre temas controversiales.

Isaac León Frías

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Todos UDs dan risa.....

alberto tamariz dijo...

No pierdas tiempo León con ese cavernoso personaje de Cobos que nunca va a dar una razón.

Anónimo dijo...

Silencio....silencio...silencio!!!!
-es que no nos tiene paciencia...

Anónimo dijo...

Silencio....silencio...silencio!!!!
-es que no nos tiene paciencia...

Anónimo dijo...

Chacho, lo que hace Castro Cobos es realmente penoso, lamentable y patético. Que dedique su espacio y tiempo para irse siempre por el lado personal (insultando o burlándose de la gente) en vez de hablar de cine (tema del que supuestamente escribe)ya es cosa suya, el asunto es ignorar en absoluto sus comentarios insidiosos y dedicarnos a lo que es realmente gratificante: el cine. Saludos.