viernes, 25 de diciembre de 2009

Preferidas de 2009: Mónica Delgado


Cartelera comercial


Las películas que más valoro de la cartelera del año 2009, en orden de preferencia (coloco algunas que vi durante mi permanencia en Ciudad de México):


1. Enemigos públicos, de Michael Mann. También es una de mis favoritas de la década. Una obra maestra en digital, todo en ella me parece perfecto.

2. Los abrazos rotos, de Pedro Almodóvar. Posee una de las secuencias más hilarantes del español por las referencias a los motivos de su mismo cine que creía perdidos, una oda a sí mismo. La frase al final “… hay que terminar las películas, aunque sea a ciegas" resulta contundente, casi como la frase que suelta Brad Pitt en el último round de Bastados sin gloria: “Esta es mi obra maestra”.


3. El silencio (matrimonio) de Lorna, de los hermanos Dardenne. Un embarazo imaginado se convierte en la idea más cercana a la liberación. Me gusta más el título literal, porque me sugiere ese silencio (el de un vientre vacío) al que ella se aferra.

4. La teta asustada, de Claudia LLosa. Lo mejor: una abierta mención a lo femenino desde la sutileza, una flor roja entre los labios de Magaly Solier.

5. Bastardos sin gloria/ A prueba de muerte (Death proof), de Quentin Tarantino. En la primera, David Bowie como fondo musical en la secuencia en que Shoshanna se viste para matar me permitió abrir mi corazón a la obra que menos me gusta de Quentin Tarantino. Brad Pitt como un excelente actor y el personaje más insólito del año: Hugo Stiglitz. En la segunda, grupo de mujeres adrenalínicas, velocidad y diálogo futiles me siguen pareciendo delicia y lo mejor de Tarantino.

Otras cintas que destaco: El luchador, de Darren Aronofsky, Gran Torino, de Clint Eastwood, 500 días con ella, de Marc Webb (para espíritus ochentosos: un karaoke con ¡Pixies!), Reprise, de Joachim Trier, La felicidad trae suerte, de Mike Leigh, Arrástrame al infierno, de Sam Raimi (añoraba su estilo y escatologías), Sector 9, de Neill Blomkamp (el rollo inicial tipo mockumentary me resulta original por el contexto que propone), y Tres monos de Nuri Bilge Ceylan.

Las peores: El lector, de Stephen Daldry, y Quisiera ser millonario, de Danny Boyle.

Cartelera cultural

Casi todas las he visto afuera.


1. Los límites del control, de Jim Jarmush. No cabe duda que Jarmush está aquí en estado de gracia. No es una cinta convencional, es decir no se parece, más allá de la predilección por personajes fantasmales, metódicos o inexpresivos, a lo que hizo antes este cineasta, es más bien un ensayo consolador sobre el poder del arte en medio de los contextos beligerantes actuales.

2. Love exposure, de Sono Sion. Excesivo, mastodóntico, bizarro, genial, todo lo que me gusta de Sion, me dio en la yema del gusto.


3. La frontiere de l’aube, de Philippe Garrel. Una visión romántica del nuevo siglo sobre el amor más allá de la muerte, a través de un blanco y negro sugerente que ayuda a borrar los límites entre sueño y vigilia.

4. Breathless, de Yang ik June. Cinta de Corea del Sur sobre un matón duro e irracional, que hace amistad con una adolescente que vive en un ambiente igual de violento que el que propone su nuevo amigo.

5. 35 tragos de ron, de Claire Denis. La relación ambivalente entre padre e hija que deja abierta preguntas. Una escena en un bar, donde ambos bailan, perturba y a la vez propicia reflexiones sobre la fragilidad y tensiones de las relaciones familiares.

6. Hunger, de Steve McQueen. Tiene un plano secuencia de lo más sencillo pero fuerte: el preso y un cura disertando sobre política, religión y libertad.

7. En comparación, de Harun Farocki. Documental sobre la fabricación de ladrillos en tres lugares diferentes del mundo, en África, Asia y Europa. De lo colectivo a lo individual, del hombre a la máquina.

8. Chocolate, de Prachya Pinkaew. Sin duda, el director de Ong Bank tiene sentido del espectáculo cuando introduce los elementos más insospechados en escenarios impropios para las secuencias de peleas: una fábrica de cartones, un mercado de carnes, sobre luces de neón de las fachadas, etc.

9. Aquel querido mes de agosto, de Miguel Gomes. Una Portugal rural se inserta en lo que parecía el documental sobre un rodaje, pero luego la historia va tomando cuerpo hacia un relato amoroso, inspirado en la nostalgia.

10. Afterschool, de Antonio Campos. La adolescencia como un entorno macabro en medio de la efervescencia de la web 2.0.

Me gustaron mucho también Vals con Bashir de Ari Folman y Gomorra de Matteo Garrone.

Mónica Delgado Ch.

1 comentario:

Limense dijo...

Escribo esto por un detalle singular, ahora ya no tanto, que me pasó a mi también:

5. Bastardos sin gloria, de Quentin Tarantino. David Bowie como fondo musical en la secuencia en que Shoshanna se viste para matar me permitió abrir mi corazón a la obra que menos me gusta de Quentin Tarantino.

Me has animado a ver el último trabajo de Jarmush, ya que tengo un DVD que acabo de recibir, y a ver si me animo de una buena vez y me consigo los 3 DVD's que he visto que circula por allí de la película de Sono Sion y tratar de entender por qué le defiendes con pasión.