domingo, 29 de noviembre de 2009

El matrimonio de Lorna


Lorna es una joven albanesa que vive (o malvive) en la Bélgica de hoy. Para obtener la residencia ha celebrado un contrato demasiado oneroso casándose con Claudy, un frágil y desesperado adicto. También mantiene tratos con una banda criminal que pretende volverla a casar con un mafioso ruso. Hay diez mil euros en juego, lo suficiente para poner un negocio y disfrutar la prosperidad de su nuevo país. Pero antes, hay que sacar del juego a Claudy, el marido por conveniencia. Lorna, que es sensible sin ser sacrificada ni heroica, busca atenuar la dureza del pacto. “El matrimonio de Lorna”, (el título original es “El silencio de Lorna”) de los hermanos belgas Luc y Jean-Pierre Dardenne, es una de las mejores películas vistas este año en Lima.


Como en “La promesa”, “Rosetta”, “El hijo” o “El niño”, cintas anteriores de los Dardenne, aquí el relato es lineal, claro, apabullante en su desoladora trayectoria. Todo se mueve en permanente actividad: la ciudad bulle; los negocios circulan; los tratos legales o turbios son el fundamento de la vida cotidiana; se transa la vida o la muerte de cualquiera. Los Dardenne filman engranajes sociales: el mundo de la legalidad importa mano de obra extranjera y exige papeles, rendimiento económico, eficiencia laboral, trato impersonal; el de la clandestinidad consigue lo que piden los de arriba obedeciendo principios de eficiencia que conciben a las personas como piezas intercambiables, mercancías. Tienen sólo valor de intercambio.


El cine de los Dardenne luce una cualidad documental en su modo de registrar a los personajes y al entorno siempre cambiante. Los ruidos ambientales colman la banda sonora; la imagen carece de cualquier afeite; el encuadre no se ofrece compuesto, cuidado o pictórico; la música de fondo es inexistente; la luz aspira a la captación realista, ajena cualquier acentuación cromática. Los Dardenne rechazan los filtros fotográficos, los lentes deformantes, los efectos de desaturación, los claroscuros y cualquier forma de iluminación caligráfica.


El relato es una seguidilla de hechos netos, que no requieren explicación. Los sucesos importantes de la trama pueden ser expuestos o suprimidos, lo mismo da. Encontramos las acciones “in media res” y, a diferencia de “Rosetta”, aquí la cámara se mueve menos que los actores. Ni sigue ni acosa a los personajes. No necesita hacerlo porque el asedio viene de adentro, de la situación, de la red sofocante de compromisos criminales que envuelve a Lorna.


Arta Dobroshi, la actriz que hace de Lorna, no interpreta al modo psicológico usual ni interioriza, porque sus gestos, trayectorias inciertas pero frenéticas, movimientos maquinales y pasos apresurados, lo dicen todo. Si los personajes sólo tienen valor de cambio, la cámara los filma como objetos que circulan en la cotización inestable de una bolsa de valores implacable.


Pero Lorna decide escapar de ese circuito infernal. ¿Cómo hacerlo? ¿Sólo sintiendo piedad por el infeliz adicto? ¿Destruyendo el pacto? En su último tercio, la película cambia de ambiente, escenario, registro y hasta el modo de interpelar al espectador. El cambio puede ser discutible, ya que la situación tiende a la demostración sin perder potencia dramática. Lorna, en un último esfuerzo por mantenerse digna, se escapa del relato criminal para tener una regresión y convertirse en personaje de cuento infantil. Heroína perdida en el bosque, se refugia en una cabaña abandonada para proteger una maternidad imaginaria y salvífica. Como el “Pickpocket” de la obra maestra de Robert Bresson, Lorna puede decir finalmente al sacrificado Claudy: “qué extraño camino tuve que recorrer para llegar a ti”.


Ricardo Bedoya

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me alegra que se lograra estrenar El Matrimonio de Lorna, porque fue unas de las majores peliculas del 2008 y no podia dejar de pasar por la cartelera.

Lo que si me decepsiono, fue que no llegaran ''Entre le Murs'' (ganadora de la palma de oro en cannes 2008) y Vals con Bashir (la revelacion del año pasado), ya que estas dos fueron de lo mas importante del 2008 y debieron pasar por la cartelera. Ojala que alguna llege el proximo año.

eduardo dijo...

La sacaron muy rápido de los cines