viernes, 27 de febrero de 2009

La teta asustada por Emilio Bustamante


Emilio Bustamante ha visto La teta asustada en Sevilla. Ha enviado este artículo sobre la película. Una advertencia: en él se revelan algunos detalles argumentales importantes e incluso el final de la cinta.


La película se inicia con la pantalla en negro y una canción en quechua. La imagen emerge: la voz corresponde, a una anciana indígena moribunda que relata cantando desde su lecho la violación de la que fue víctima varios años atrás, durante la guerra interna. El primer plano de la anciana deja ver apenas una parte de la almohada y el respaldar de madera pintada de la cama. Fausta entra al encuadre, también cantando en quechua, en un susurro, y cambia luego los versos por palabras de cuidado y cariño hacia la anciana, que es su madre. Cuando se hace el contraplano descubrimos en la enorme ventana abierta a un pueblo joven; hasta ese momento habíamos creído que la acción transcurría en la sierra. Con notable capacidad de síntesis, la narradora nos ha hecho recorrer, imaginaria y emotivamente, tiempo y espacio sin cambiar de escena. La cámara se acerca a Fausta con el fondo del paisaje en la ventana, mientras que por los gestos y palabras de la joven comprendemos que la madre ha muerto; visualmente la ciudad parece llamar a Fausta, quien comienza a desprenderse de la madre y a entrar en el mundo.

No obstante, esta suerte de proceso de individuación será difícil. La muerte de la madre da inicio a un duelo; pero Fausta, en realidad, siempre ha vivido en duelo. Sufre la enfermedad de la teta asustada. El terror experimentado por la madre durante la violación se ha transmitido por la leche a la hija. Se comenta que el alma de Fausta huyó de ella espantada y se escondió bajo la tierra. El miedo y la pulsión de muerte se manifiestan en el rostro y las maneras del personaje, pero adquieren una simbología concreta: se hallan físicamente representados dentro de su cuerpo. A los pocos minutos de iniciado el filme nos enteramos de que Fausta lleva una papa en la vagina para evitar ser ultrajada como su madre. Con la papa, Fausta pretende impedir la violación, pero en realidad la mantiene presente. Cuando la papa empieza a germinar en su cuerpo, ella corta los brotes como si cortara las uñas o los pelos de un cadáver. La papa es un cadáver; Fausta conserva a la muerte dentro de sí. Sigue vinculada al pasado doloroso que le impide integrarse al mundo emergente que la rodea.

La clave baja de iluminación le da a la película una atmósfera mortuoria constante. Es verdad que aparentemente se buscaría un contrapunto entre la vida y la muerte a lo largo del filme: la fiesta y el duelo, los alegres matrimonios que organiza la familia de Fausta y el cadáver insepulto de la madre, el vestido de novia sobre la cama y el cuerpo embalsamado debajo, la piscina en el lugar destinado originalmente a la tumba; pero incluso las situaciones humorísticas o festivas son disforizadas por la fotografía en claroscuros, el plano (lejano) o la cámara (fija o en movimiento lateral lento) que siempre encuentra a la protagonista en un término más próximo o la descubre mediante la composición del encuadre, imponiendo su gesto temeroso y abatido. Las fiestas y las situaciones humorísticas, además, no son del todo logradas porque la mirada lejana y desapegada tiene también el efecto de ridiculizar las costumbres de los personajes; no permite que el espectador disfrute las acciones desde dentro sino que apenas se ría de ellas.

En cuanto protagonista, Fausta tiene una misión: enterrar a su madre en su pueblo, pero carece de los recursos económicos para ello. Deberá entonces salir al mundo para conseguirlos. Es así como se emplea de doméstica en la casa de Aída, una pianista de clase alta. La casa de Aída nos hace reparar en la representación de la ciudad que hasta el momento hemos visto: Lima es un pueblo joven lleno de inmigrantes con costumbres pintorescas. La casa de Aída está rodeada por esa Lima (a su puerta se ve un mercadillo); sin embargo, semeja una fortaleza con un inmenso jardín, fachada neocolonial y mobiliario colonial, y cuando desciende la puerta automática es como si se cerraran los ojos y los oídos de una clase: no se ve más el entorno ni se le escucha. La relación de Aída con Fausta podrá ser leída a partir de esta escenografía, asimismo, como de carácter colonial: al percatarse Aída de cierta cualidad de Fausta, la explotará como un recurso.

Pero la casa de Aída tiene otras connotaciones: es un mausoleo habitado por una vampiresa que absorberá para su provecho la creatividad de Fausta, y es el ámbito subterráneo al que arriba la heroína en el esquema de la aventura iniciática de Joseph Campbell[1]. O, simplemente, es el infierno; no porque haya tormentos terribles en él, sino porque Aída es una especie de Mefistófeles que hace un pacto con la protagonista. Fausta (cuyo nombre no resulta casual) le da sus canciones a cambio de unas perlas con las que podría pagar el entierro de su madre. Mefistófeles-Aída no cumple el acuerdo, pero Fausta se sale con la suya, aunque no se sabe bien cómo, en lo que constituye el error más importante del relato.

La canción de Fausta con la que gana su primera perla no es casual tampoco. Habla del pacto con una sirena. En la cultura andina existe la creencia de que algunos músicos pactan con las sirenas como si lo hicieran con el diablo; ellas les afinan los instrumentos o les otorgan un don a cambio de su alma[2]. El tiempo de vida de los músicos es contado por la sirena en granos de quinua que el sujeto tentado le entrega. Cuando acaba el conteo, acaba la vida del músico y la sirena se lleva su alma al fondo del mar (o al infierno). La canción de Fausta que encandila a Aída, narra esa historia, granos de quinua incluidos. Pero en la relación de Fausta y Aída hay algunas sugerentes inversiones y reflejos, pues quien otorga la música es Fausta a cambio de las perlas de Aída (la perla, recordemos, es símbolo occidental del alma y la fecundidad, que aquí reemplaza a los andinos granos de quinua). Fausta, pues, iría a la casa-infierno de Aída a recobrar simbólicamente el alma que perdió al nacer. De otro lado, la imagen de los granos de quinua cayendo al suelo y de la sirena arrastrándose para recuperarlos se halla también en ciertos relatos andinos; en el filme, tanto Aída como Fausta gatean para recoger las perlas, y se encuentran, en un momento, frente a frente como ante un espejo.

Como he señalado, el error más grave a nivel narrativo tiene lugar, desde mi punto de vista, en el retorno a la casa de Aída. Este regreso supone el enfrentamiento de Fausta con sus miedos (representados por la imagen de unas botas militares en una fotografía que antes la aterrorizó y que evoca inequívocamente a la violación de la madre), y con ese doble maligno que es Aída, a quien debe arrebatarle las perlas para poder enterrar a la madre y comenzar a vivir. Se trataría, en teoría, del punto álgido de la aventura, siguiendo el relato mítico de Campbell. Sin embargo, se resuelve no dramáticamente, sino elípticamente, y la elipsis en este caso no es sugestiva sino generadora de inverosimilitud. El detonante de la secuencia tampoco es acertado: la frase de Lúcido dirigida a su sobrina Fausta tratando se hacerle notar que desea respirar y por tanto vivir es, acaso, demasiado explícita.

No es extraño que, en el desenlace, la ayuda del mundo exterior venga del jardinero, quien ha logrado acercarse a la tímida Fausta varias escenas antes a través del quechua. El quechua es la lengua materna. Es al jardinero a quien Fausta desfalleciente, en el umbral de la casa de Aída, pide ser liberada de la papa, es decir, de la muerte que lleva dentro. No parece fortuito, asimismo, que el quechua sea el idioma de la madre (y, por tanto, del pasado), y el castellano el idioma del presente (y del futuro). Cuando teme y retrocede, Fausta se refugia en el recuerdo materno, y canta en quechua; pero cuando emerge su propia voz (en la canción de la sirena, por ejemplo) la lengua es el castellano y la canción, aunque con temática y reminiscencia andinas, es más estilizada, fuerte y occidental que las escuchadas antes.

Después de la extirpación de la papa, vemos que Fausta lleva en una mano las perlas. Se ha producido la catarsis. La muerte ha sido expulsada, y Fausta ha recuperado su alma. Las dos escenas finales son también altamente significativas: aquella con el cadáver de la madre frente a un mar “que lava las penas” (hemos oído la frase cuando Fausta lució atraída, al comienzo de la película, hacia un ataúd pintado con motivos marinos); y, luego, la que contiene la imagen de la papa florecida en manos de la protagonista, es decir, la muerte transformada en vida, el cadáver en semilla (simbolismo que recuerda al estudiado por Gustavo Buntinx a propósito, precisamente, de las representaciones de la guerra interna en la plástica peruana).

Se ha dicho que “La teta asustada” revela cambios en el cine de Claudia Llosa. No comparto esa opinión; por lo menos, no creo que los cambios –si los hay- sean sustanciales. Ideológica y formalmente “La teta asustada” y “Madeinusa” se asemejan. En ambas películas hay mundos de ficción muy cerrados, estilizados y portadores de una deliberada carga simbólica. No son, en modo alguno, cintas “realistas”. En ambas la protagonista es una joven andina que despliega un esfuerzo individual para superar una condición de desventaja. En ambas la colectividad que la rodea aparece como primitiva, o, en el mejor de los casos (“La teta asustada”), en tránsito hacia la civilización. En ambas, alcanzar un estadio superior para la protagonista supone relegar una parte de su herencia cultural. En ambas impera una mirada entre distanciada y fascinada de la instancia narrativa sobre una colectividad de origen andino que se expresa visualmente en la elección de planos, movimientos de cámara, clave de iluminación y una puesta en escena imaginativa de pintorescas costumbres ficcionadas a partir de ciertas prácticas percibidas en el mundo histórico. La mirada en “La teta asustada” no ha dejado de ser la de una narradora occidental y liberal. Por cierto, no tendría por qué dejar de serla.

Los importantes premios ganados por “La teta asustada” en Berlín confirman a Claudia Llosa como una cineasta a la que hay que tomar muy en serio, y la polémica obra que ha iniciado puede servir de estímulo para que quizá en el futuro, sobre los mismos temas, se manifiesten cinematográficamente miradas alternativas a la suya, con talento, rigor y coherencia.

Emilio Bustamante

[1] Campbell, Joseph. El héroe de las mil caras. Psicoanálisis del mito. México D.F.: Fondo de Cultura Económica, 1959.
[2] Millones, Luis y Tomoeda Hiroyasu. “Las sirenas de Sarhua”. Letras. Año LXXV, número 107-108, 2004, pp. 15-31.

28 comentarios:

Anónimo dijo...

Parece un buen comentario pero hay que ver primero la pela

Francisco Ramos dijo...

¿Mefístoles-Aída sería el alter ego de Claudia Llosa?

Coincido con el anónimo en que hay que ver la película para juzgarla con objetividad. Pero el comentario de Emilio Bustamante (que ya la vio) parece confirmar algunos prejuicios...

Anónimo dijo...

Voy a reservar este comentario para leerlo después de verla. Bustamante es serio y escribe bien.

Anónimo dijo...

¿Serio? Adelantarse a qué... para qué... una tontería.

Anónimo dijo...

Claro que es serio Bustamante.

Anónimo dijo...

El comentario de Emilio Bustamante es serio, pretende rigor y denota talento. Todavía no se ha visto aquí la película de Claudia Llosa, vi Madeinusa, discrepé en mucho, sin dejar de reconocer el gran talento de la cineasta, sin conocerla. Pero a raiz del Festival de Berlin, y de la inmensa alegría y orgullo (aunque estas frases ya son tan trilladas, pero es como realmente yo, y como creo que se sienten muchos peruanos)que cada día nos da el premio que se le otorgara, muy merecido a esta joven y talentosa realizadora; que ha encontrado una beta, en la cual se sumerge en indagaciones muy personales respecto a este universo "andino", muy suyo, muy personal, absolutamente subjetivo, como denbe ser una gran obra de arte. Las grandes discrepancias, los fallos a nivel técnico, las lecturas subjetivas, las enormes distancias que pudiera haber con la realidad, la ideología, las lecturas a partir del conflicto de clases, etc, etc. sòlo confirman lo arriba afirmado. Es una obra de arte, personal, absolutamente propia de una mirada subjetiva. Lo interesante son, precisamente las polémicas que despierta, una obra de arte no está obligada a representar la "realidad" pedestre, lo que más importa en una obra de arte es la autenticidad, amen de los aciertos en el lenguaje cinematográfico propiamente dichos, como sugiere el autor al comienzo de la obra. Parece que algún sector, no digo sólo de la crítica, si no de los medios en general quisiera hacer que ella respondiera por haber sido distinguida en un certamen tan importante, con un premio que ganaran anteriormente artistas tan reconocidos, con una película que trata un tema tan "ajeno" a ella que representa la otredad. Casi entiendo toda esta mezcla de sentimientos encontrados, que se reflejan tanto en los comentarios escritos y en los programas de la tv. Esta suerte de amor-odio, esta especie de catarsis contra la fustración, esta necesidad de manejar de manera un poco perversa las agresiones contra la artista que es Claudia Llosa, y hacerla "pagar" por no se qué, que instancia oscura de la gran fustración que lleva adentro la gran mayoría de peruanos que pueden expresarse de manera pública, es decir que tienen el saber y el poder de hacerlo,y que utilizan como latiguillo. Ya en varios programas en los que se ha presentado como invitada he notado esa forma de agresión. Desde esta columna quisiera expresar (si me lo permiten) a la artista, mi más grande y sincero homenaje, mi reconocimiento y mi solidaridad ante toda esta agresión. Quisiera, sobre todo expresar mi agradecimiento y beneplácito de que en nuestro medio se esten produciendo con talento, seriedad, coherencia y sensibilidad obras como esta.

Hidelgarde.

Anónimo dijo...

¿HAN VISTO EL OPORTUNISMO DE PIMENTEL Y CORDERO FRENTE A LOS
PREMIOS DE LA TETA ASUSTADA?

Héctor Huerto Vizcarra dijo...

Emilio, me ha gustado mucho tu comentario sobre la Teta. Me ha parecido sumamente interesante. Anoche vi la pelicula y escribi al respecto, aunque obviamente carezco de los conocimientos cinematográficos que ostentas, me gustaría saber tu comentario.

Aqui puedes encontrar mi texto:

http://ahorahistoria.blogspot.com

Anónimo dijo...

Hola interesante tu articulo, nos puedes confirmar si es cierto que el termino "Teta Asustada" fue inventado por la antropologa estadounidense autora del libro Between Enemies (Entre projimos), investigacion en la que se baso Llosa.
Gracias

Anónimo dijo...

Dos respuestas.

Respuesta a marcayuq. Gracias, Héctor, por tu comentario. Leí tu texto. Me parece que el criterio de verosimilitud aplicable a la película debería ser el de su coherencia interna, no el de su fidelidad a la realidad, más allá incluso de lo que pueda decir su propia directora. Ello no significa, por cierto, que la representación carezca de ideología; al contrario, creo que en este caso como en “Madeiunsa”, gran parte del interés del filme reside en cómo se articulan creencias, valores y una manera de mirar a la cultura andina (sumamente discutibles) en una forma artística sugestiva. En cuanto al significado de mallki, tengo la impresión de que Llosa se basa en el que le atribuye Gustavo Buntinx: “cadáver, feto, semilla”, y que sirvió para titular una importante exposición de la que fue curador en 2002 en el Centro Cultural de San Marcos. Buntinx tiene un blog donde ha tocado algunas veces el tema:

http://micromuseo-bitacora.blogspot.com/2008_07_01_archive.html

Respuesta a Abel. Gracias por tu comentario. La autora del libro que mencionas es Kimberly Theidon, y el libro ha sido publicado por el Instituto de Estudios Peruanos en 2004. No lo he leído. Hace un par de días apareció una entrevista a Theidon donde se refiere al origen del término “teta asustada”. La entrevista la hizo Paola Ugaz para Terra, y se puede leer aquí:

http://reportajealperu.blogspot.com/2009/03/con-ustedes-kimberly-theidon-la-autora.html

Anónimo dijo...

Gracias por tu respuesta ya me documente un poco mas y concuerdo con el comentario de Hector en su blog.
No estoy de acuerdo en que el criterio de verosimilitud se deba aplicar a la coherencia interna de la pelciula sino a las afirmacionmes de la directora en Europa para vender su producto para que este sea valorado.
Ella como publicista sabe lo que es publcidad engañosa y lo que ha hecho en mi opinion es vender un pescado podrido o cebo de culebra como dice Hector.
Esto ya sobrepaso el limite se puede admitir que desconozca pero ella se contradice aformando haber hecho una larga investigacion, mostrar REALIDAD sin edulcorante.
Se invento la enfermedad, se invento el mito y se lo atriubye no en la pelicula sino ante la prensa a "produccion" de la cultura andina, por favor ¿que es esto?.

Anónimo dijo...

Ficcionadas. Hay algunos errores ortográficos -ficticias sería lo correcto. El comentario de Bustamante es una sucesión de spoilers. Felicitaciones por el comentario y por haberme jodido el visionado del filme.

Anónimo dijo...

Anónimo dijo...
LA TETA ASUSTADA ya fue estrenada. Todo indica que la cosa no pasa por el tema del racismo. Podria decirse que la pelicula deja mal parada a la clase dirigente, representada en la pianista y su hijo. Al cometer una injusticia contra Fausta (¿robo de la propiedad inteltual?, el no pago por un servicio prestado), la aristocrata hace que ésta lleve a cabo una transgresion. Transgresion puesta de manera positiva en la pelicula.

A su vez, la pelicula deja claro que tipo de actor cometio el abuso y violacion durante la guerra: los militares. Cuando Fausta se encuentra en la casa señorial de la pianista con una foto familiar de un militar, se ve en la necesidad de abandonar la habitacion para vomitar.

Claudia Llosa es clara en esta pelicula en su apuesta por los sectores populares, en la linea de Hernando de Soto, cuyo libro El otro sendero fuera prologado por Vargas Llosa. Y es clara en enfatizar el nefasto papel de las clases dirigentes peruanas. No por nada Alan Garcia no la condecoro.

jueves, marzo 12, 2009

Anónimo dijo...

es racista y protectora de los abusos de la clasea alta limeña por
1) Denigrar a todo un grupo social : provincianos serranos empobrecidos que viven en Lima.

2) Es protectora porque solo hay UNICA blanca explotadora.
Seria de denuncia si Llosa hubiese tambien inventado cosmovisiones, costumbres, usado la ficcion y el humor negro para tambien ridiculizar y humillar a todo un colectivo de blancos en la pelicula.

Anónimo dijo...

La película es muy entretenida, me mantuvo atento en todo momento
Discrepo con E. Bustamente y con otro comentario en el que Fausta sufre una crisis al ver al militar en el cuadro; en realidad la película señala a los militares como autores de la violación de su mamá, pero Fausta se ve reflejada en el espejo con el taladro que aparenta ser una metralla que usan los militares, ademas de las botas, eso fue lo que la traumó en ese instante
Lo único que no me gustó fue como recogió las perlas de la casa de Aida ¿quien la dejó entrar? ¿tenía llave? no se sabe. Tampoco me gustó como la encontró el jardinero, que casualidad, en ese estado y por la zona, ya le hubieran robado hasta la papa dentro de su vagina
De todas formas, es la mejor película que he visto en estos meses, mucho mejor que El Extraño caso de Benjamin Button

Anónimo dijo...

Yo no sentí una intención de "humillar" o "proteger" ciertos sectores sociales. creo que todo ha sido construido en funcion de un universo propio y no en funcion de la susceptibilidad de algunos.

Francisco Ramos dijo...

Ya he visto la película. El balance me pareció negativo. No dejo de felicitar a Emilio Bustamante por las luces aportadas con su análisis de La teta asustada.

Particularmente, he escrito en uno de mis blogs un artículo donde planteo mis apreciaciones personales sobre esta obra de Claudia Llosa. Se llama "El universo anti-arguediano de La teta asustada".

Atentamente

Francisco Ramos
alterzatustra@gmail.com

Anónimo dijo...

NO ES ERROR..lo que sucede es que el tio de Fausta le demostró que ella estaba viva al taparle la boca, Fausta respiró, se defedió le demostró que NO ESTA MUERTA y que puede enfrentar su temor, por eso se quiso quitar la papa, pues ya no sentia el temor...

Anónimo dijo...

El comentario de Emilio Bustamente refleja rigor y oficio como critico de cine.
Para mì uno de los aciertos de la película es concentrar en Fausta el desarrollo de la trama.Ella y su -aun para los limeños- inexplicable belleza huantina està flanqueada por escenas,tambien de una gran belleza:en la escena final con la semilla de la papa y la flor;cuando Fausta abre la puerta con una flor en los labios;el crescendo tanto cuando ella canta la canción a Aida y luego,cuando igualmente,luego de un recorrido entre sombras aparece y descubre su propia cancion siendo interpretada por la pianista.Escenas estas de una directora de calibre, con Oso largamente merecido.
Sin embargo,cada vez que se hace una pelicula sobre temas andinos aparecenfantasmas,fobias "racistas".Claudia Llosa es una citadina,residente en España y desde ya el proponer el tema, para que sea motivo de atenciòn por parte del pùblico europeo es un gran logro.Su habilidad consiste en tratar con suma belleza un tema tan duro,lascerante,controversial,siempre deliberadamente ignorado u ocultado politicamente en la historia reciente del Peru.Y lo hace, ademàs, con destreza comercial, pues,ella sabe que vivimos dentro de una economìa de mercado y las cosas son, al final "productos",dicho en el mejor sentido.¿Què esperaba mucha gente,un estudio concienzudo,un tratado volumetrico sobre el conflicto armado, la guerra interna en Perù? Màs peroratas?Ni la propia Comision de La Verdad ha podido conciliar puntos de vista al respecto, con todo su rigor investigatorio.Menos puede el pùblico llegar a un punto de coincidencia.¿la pelìcula esta hecha solamente para los entendidos,cinefilos,eruditos de la cinematografìa,que pueden llenar hojas de tecnicismos,comparaciones con otras obras de otros directores,etc?Pienso que està hecha tambien,remarquemoslo, para el pùblico simple, sencillo, como lo es la misma Magaly, fabulosa, desarrollando un personaje de modo directo, sin ribetes filosoficos intrincados que no sean legibles -ella lo sabe- para el pùblico comùn y ,aun, el pùblico del ande.Pues asì directas fueron sus palabras en quechua en la premiaciòn del Oso,sin adornos, dirigidas del mejor modo al corazòn de la audiencia europea.Porque en buena cuenta el Cine,como todo arte nos llega al corazòn, a la emociòn,los demàs rollos,argumentaciones y pareceres vienen despuès.La pelìcula no es tampoco un documental,no hay que esperar necesariamente verosimilitud, pero sì creo que sea legìtimo -para los que somos citadinos y gracias a la peli tratamos de acercanos al mundo andino- esperar la magia que es caracteristica de lo andino.Esa fusion entre lo real y lo irreal.
La película y la dupla Claudia-Magaly nos evidencian, juntas,ademàs,la diversidad de miradas en el Peru,de la diversidad cultural de nuestro paìs.
Para muchos peruanos es difícil acostumbrarse a los èxitos de otros peruanos.El Peru no es una nebulosa ,es personas concretas, como Claudia y Magaly obteniendo el Oso.Y un Oso ganado es algo definitivamente real.

Saludos
Sudamericano

John Mirko dijo...

Interesante reseña, pero a pesar de la consistencia de su crítica hacia la película deja traslucir aquella "sobrevaloración" que más de uno acusa en Claudia Llosa.
Hablando en cristiano, se percibe la mezquindad de tratar a la directora como efectista, como si tuviera la obligación de remitirse a documentales y contar la verdadera historia sobre nuestra cultura autóctona (como si esto existiera realmente).
Tal vez algunos olviden que el cine es un arte, y que la frescura y habilidad de Llosa para mezclar ciertos rasgos reales con una ficción que enriquece sus historias constituyen precisamente esa riqueza pluricultural que el Perú ostenta y de la cual decimos (todos) sentirnos tan orgullosos.
Particularmente pienso que la polémica debe ser canalizada como una muestra del interés y el reconocimiento al buen trabajo que Llosa viene demostrando, y servir de ejemplo para que los cineastas peruanos aprendan lo que significa tomar el riesgo de salir de sus cánones y convencionalismos que hacen que toda película peruana se caracterice por marcados elementos narrativos y visuales que hace que quienes apreciamos ver cine desestimemos la chapucería y mal gusto que estos directores estampan una y otra vez en sus obras.
No puede pretenderse "miradas alternativas a la suya, con talento, rigor y coherencia" como usted sugiere, si aún nos cuesta despegarnos del lastre y la idiosincrasia del autor peruano; y más aún si a la gente "ilustrada" y entendida sobre estos menesteres les afecta ver simbolismos, referencias metafóricas, marcada sobriedad en consonancia con historias recogidas y adaptadas de ciertas tradiciones propias que tanto aprecian y valoran en muestras de cine foráneo, al que la mayoría de veces catalogan como profundo, sentido, y hasta universal.
Un poco de autocrítica no le caería mal a nadie, sobretodo a esos comentaristas que no tienen idea de lo que hablan y sólo arremeten por subirse al coche o porque el ataque inconsecuente es una moda.
Saludos,

Unknown dijo...

Acabo de ver la película y realmente me conmovió. Urgente empecé a buscar en la web y me encontré con esta rica y densa interpretación de Emilio Bustamante. También me pareció interesante el debate posterior con las subsiguientes entradas. No había visto nada antes de esta directora, ni la escuché -o leí- en alguna entrevista. Mi preocupación particular pasa por como se retrata en la producción cinematográfica las llamadas "culturas populares". Como se construyen esos relatos y de que manera son puestos en escena. Pensé en la visión MTV de Cidade de Deus (Fernando Meirelles - 2002) y su derivado policíaco Tropa de Elite (José Padilha - 2007); también en el clacisismo negro de Bolivia (Adrián Israel Caetano - 2000). La cuestión es de que manera, en un film que no se presenta como realista, aparece la cultura del otro (otra clase social, otra cultura). No veo, y quizás se deba a que no viva en Perú y me pierda el contexto ideológico y de producción de la película, una suerte de ridiculización de las fiestas, la vida y el arte popular. Es mas, la casa de Aida, es una casa muerta, oscura y con cuadros sin vida. Sin embargo, en el barrio, o en los casamientos que organiza la familia de Fausta todo parece tener vida además de producir belleza con lo que hay. El problema, siempre, es como lo miramos: que filtros de clase, sociales y de gusto conforman nuestra mirada. No digo que la película de Claudia LLosa reivindique estéticamente la producción popular, pero tampoco me da la sensación que la ridiculice. Es mas bien una mirada distante que - insisto, vista la película desde otro lugar - se quiere descriptiva, sin grandes subrayados. Como parte de la construcción de un relato sin juicios, sin condena, sin apologías.

Anónimo dijo...

Me encantó tu crítica, yo ví la película completa, y la verdad que de muchas cosas no me había dado cuenta.

Igualmente, no me gustó tanto la película como "El secreto de sus ojos" (con la cual compite en los Oscars 2010).
"El secreto de sus ojos" es la mejor película que he visto en mi vida.

Anónimo dijo...

Acabo de verla, busco en gogle y encuentro estos comentaros/críticas. estoy lejos de poder exhibir la culturea de algunos foristas. la película lejos de ser un documental, me puso en contacto con esa gente, sus penas y alegrías, y no puedo menos que amarlos. Aborrezco esa actitud "culta" de tenerles lástima, porque no tienen acceso a los iconos de la sociedad de consumo. El comentario de Bustamante me ayudó mucho. No alcanzo a interpretar el tema del piano incinerado. ¿es la expresión de opulencia de
Aida? pero hay mensajes clave: la pobreza del consultorio, con un ventilador con aspas rotas, los niños disfrutando del charco de agua...y hay mas, es cuestión de volver a verla. Y tal vez con alguna traducción de los parlamentos en quichua.

"tercermundista" dijo...

Da tristeza cuando se encuentran criticas rotuladas como "memorias del subdesarrollo".
Parece inevitable esa mirada etnocéntrica, creyendo que la forma en la que vivimos es la única válida, y riéndonos de personas sometidas que intentan imitarnos a la fuerza.
Es tristísimo también que esta película haya necesitado ser valorada en Berlín, para que todos le dieran un lugar, hace rato que los papis europeos nos dicen lo que tenemos que hacer...
Yo soy argentino, tengo 20 años y soy estudiante de una carrera universitaria, y la realidad es que de autóctono no tengo nada, soy un descendiente europeo, soy un europeo mas,soy como el hijo de Aída de la película, soy como aquellos que vinieron en algún momento a conquistar estas tierras, y me genera inevitablemente culpa toda esta cuestión.
Si hay algo que aprender de la historia es la tolerancia, la paz, y todas éstas críticas hablando de primer y tercer mundo me queman la cabeza, América Latina no es tercer mundo, es el puto mundo que todos los europeos quisieron expandir, y acá lo tienen, igualitos a ustedes somos, y los que emergen de otra cultura, como Fausta, hacen lo posible por parecerse cada día más, como tanto querían. Sólo pido menos risas y mas auto crítica, menos críticas cinéfilas de un film que al fin y al cabo expresa el dilema de un ser desculturizado, hegemonizado. Ese pasaje del quechua al castellano, no simboliza es pasaje de la muerte a la vida, sino de la muerte en una cultura autóctona a la vida en una cultura occidental, y no es para nada alegre, mas bien es tristísimo.

"tercermundista" dijo...

Afortunadamente llegué a esta película, no por intereses de carácter cinéfilo, sino por un trabajo de antropología, enfocándome en la construcción social de la "enfermedad".
Luego de leer varias criticas a la película, me ha dado la sensación de haberse omitido un aspecto fundamental de ella, que consiste en el análisis histórico que permite realizar.
Recordemos que los llamados "terroristas" en la película son aquellas agrupaciones guerrilleras de ideología de base marxista, que desde los años 80 han iniciado en Peru un intento de detención del proyecto neoliberal que ha sometido a toda América Latina.
Su intención era la introducción de un modelo socio-económico socialista, que lograra frenar el feroz avance del capitalismo.
Por otro lado hayamos al Estado, representante de un modelo de sociedad europeo desde la época de la colonización, que bajo intereses de capitales internacionales, a través de las fuerzas armadas, desde entonces inició un enfrentamiento con estas fuerzas, recibiendo financiación departe de los EEUU, como ha sucedido en toda la historia latinoamericana.
Finalmente encontramos a las culturas autóctonas, las más perjudicadas de la trama, que quedan atrapadas en un conflicto de ideologías socio-económicas, las cuales en definitiva nunca tuvieron ni voz ni voto en toda esta cuestión.
Mientras los señoritos "occidentales" debaten a través de las armas sus distintos proyectos para la sociedad, este otro sector sufre todos los golpes, y es tironeado entre las dos fuerzas sin siquiera entender de qué se trata el conflicto.
Por supuesto que entre estas dos grandes fuerzas el debate es a nivel socio económico, y nunca a nivel cultural, porque a nivel cultural la batalla ya había quedado perdida desde el momento en que los españoles pisaron América.

Yo creo que la película intenta hablar de todo esto, de los restos de una cultura que en algún momento fue grandiosa, y ahora es un producto híbrido, que lentamente va siendo absorbido por la cultura occidental hegemonía, y obviamente que bajo una mirada occidentalizada, esto se ve ridículo, pintoresco, chistoso, "folclórico", "subdesarrollado".
Esa mirada es la mirada del vencedor, que ve a su presa sometida a sus caprichos, ve a su victima adoptando el modelo que se le impone, colocándose el vestido de novia, y rotulando su torta con palabras en inglés.
Ese hombre al que no dejaron ser, al que en algún momento sometieron con las armas para que entregara su oro, al que luego "enseñaron" cómo debía comportarse, al que luego hicieron victima de un conflicto ideológico en el que nunca tuvo voz ni voto, es al que ahora, librado al azar, vemos a través de sus descendientes intentando encontrar un lugar social, siguiendo el modelo imperante, adaptándose a lo que está permitido ser.
Esa es Fausta, esa es su realidad.

(sigue en siguiente comentario)

"tercermundista" dijo...

Emilio entre tanta adrenalina apasionada me olvidadaba de aclarar que lo que escribo va para las criticas en general a esta pelicula, no apunta a vos, tu analisis me resultó valiosísimo, sobre todo en el nivel de interpretacion de ciertos símbolos que de otra forma hubiera pasado por alto, mas alla de todo lo que digo la película tiene un fin artistico y de todo lo que he leído tu análisis ha sido el mas fino, me brindo muchas herramientas, saludos desde Argentina.

Erasmo dijo...

Abel me aclaraste muchas cosas para un trabajo que debo hacer, extraño que nadie te siguiera comentando. Inventos, inventos sobre los "otros" y complicidad de los criollos "intelectuales"

Daguerrotipos dijo...

Sobre la teta asustada: http://daguerrotiposyotroscines.blogspot.com/2011/03/la-teta-asustada-claudia-llosa.html
Un saludo