viernes, 21 de diciembre de 2007

Películas preferidas de 2007:III


Emilio Bustamante
Lo más significativo del 2007 para mí. Sin orden de preferencia ni visionado:

Histoire (s) du Cinéma de Godard (DVD). La película que Eisenstein no pudo hacer. Prueba sus teorías de los años veinte y principios del treinta. La dinamización intelectual. El cine como máquina de pensamiento; en este caso, sobre el propio cine.

Ludwig de Visconti (DVD). Versión completa. Un personaje inolvidable, muy bien interpretado por Helmut Berger. Un freak, ingenuo, paranoico y fascinado por la belleza; un creador, a su manera, que huye del mediocre y cruel mundo real en busca de la libertad y cae en un encierro creado por sí mismo. Un manifiesto artístico y político: la libertad no es posible si no es para todos; la utopía artística –aquella en que la vida y el arte se funden- no es ajena a la utopía social. Ludwig fracasa por no comprenderlo o no aceptarlo debido las limitaciones de su clase, diría probablemente el marxista Visconti. Tengo, sin embargo, una leve objeción al didactismo ¿brechtiano? del personaje del oficial amigo y consejero de Ludwig; y una objeción más seria a los horribles créditos finales que malogran ese magnífico primer plano del ahogado que, con la boca y los ojos abiertos, parece tratar de capturar el absoluto.

El laberinto del fauno de Guillermo del Toro (Cine, estreno). De una limpieza narrativa y una pureza genérica que es el logro a la vez del amor por el cine fantástico y el aprendizaje por prueba y error de su director. Parece un filme sencillo, pero no lo es. El hombre amarillo (y todo lo que lo rodea: cuadros, mesa servida a lo Nosferatu, ojos en las palmas, golpes en la pared que explican los crujidos de la vieja casa) es memorable.

Tartufo de Murnau (DVD). Cine dentro del cine: a través de una película sobre Tartufo, el nieto desheradado de un anciano le revela a éste la perfidia de su ama de llaves. El cine como medio de descubrimiento de la verdad por la vía de la ficción. Que Murnau planteara esto tan temprano (en los años veinte) dice mucho de la amplitud y profundidad de su mirada, y de la alta estima que tenía de su oficio. Además, la fotografía de Karl Freund es impresionante.

Sirk, Preminger, Sternberg y Siodmak (Televisión – Canal Retro y DVD). Después de doce horas de trabajo es difícil sentarse a ver un filme de Bergman, Antonioni o Naomi Kawase. Los magnates de Hollywood lo intuían. Producían películas para obreros y amas de casa, y procuraban que no se durmieran frente al ecran al cabo de la jornada, sino que soñaran despiertos. Cineastas como Douglas Sirk, Otto Preminger, Josef Von Sternberg y Robert Siodmark trabajaban en la fábrica de sueños pero respetaban a ese público. No les dieron basura ni chicle para los ojos sino un gran arte. Relatos entretenidos construidos sobre arquetipos (y por lo mismo profundos y universales), y un refinamiento formal que hasta hoy causa asombro. Escrito en el viento de Sirk, Fallen Angel de Preminger, Shanghai Express de Sternberg y Los asesinos de Siodmark no solo nos mantienen despiertos, sino avivan el intelecto y la sensibilidad.

Muero por Muriel de Augusto Cabada (Cine, Festival de Lima). Una generación golpeada. A los veinte: Sendero y Alan García; a los treinta: derogatoria de la ley de cine y el monstruo seductor de la televisión dispuesto a devorar talentos y ambiciones. Operas primas pasados los cuarenta en condiciones de producción desfavorables. Y, sin embargo, el talento subsiste. Cabada es uno de los representantes mayores de esa generación de cineastas que se temía perdida. Muero por Muriel no es una gran película; pero tiene virtudes puntuales que la colocan por encima del promedio de nuestros filmes: un buen guión de estructura arriesgada, conocimiento y acertada aplicación de las convenciones del film-noir, eficiente dirección de actores, un personaje y un intérprete estupendos (Ricky Tosso), un tema musical bien elegido (el de los Pasteles Verdes). Es verdad, falta atmósfera (fotografía con claroscuros, composición, escenarios), y la productora es la responsable directa de ello; hay, también, escenas que parecen hechas con desgano, como si el director se hubiera dejado abrumar a ratos por la adversidad. Muero por Muriel genera sentimientos ambiguos: por un lado, pesar por lo que se vislumbra que se pudo lograr con mejores condiciones, y no se obtuvo; por otro lado, sus aciertos provocan una tenue alegría, un prudente optimismo: la generación golpeada no está perdida.

Historias de Ichic Olljo de Pablo Guevara (Video ¾). Lo creíamos eterno y por eso quizá no teníamos apuro en recuperar sus cortos ni en discutir con él en torno a ellos. Pero Pablo se fue. Encontramos Ichic Olljo en el archivo del CETUC con otros cortos suyos, y lo vimos con ojos distintos a aquellos que lo contemplaron en su estreno. Insólito, desconcertante, (bizarro dirán algunos), es también un filme valiente, que en la multiplicidad de narradores busca la polifonía, y que trata de recuperar lo sagrado contemplando con pureza a seres y paisajes.

Tres cortos de directoras peruanas (DVD): Ela de Silvana Aguirre, Vivir es una obra maestra de Gabriela Yepes y Conversations II de Marianela Vega Oroza. El primero es un relato sobre el duelo de una niña, cuya impecable puesta en escena confirma las virtudes mostradas por la directora en Esperanza, su corto anterior. El segundo es un documental sobre Jorge Eduardo Eielson donde el elusivo poeta es una imagen y una voz amistosas, y la directora una fan y una cazadora que va al encuentro del artista y halla sólo la máscara o, lo que es lo mismo, la obra. En el tercero, Marianela Vega interroga a su madre, a su abuela y a sí misma sobre su condición de mujeres, y demuestra que la historia personal contiene a la historia a secas.

Songs From The Second Floor de Roy Andersson (DVD). Comienza con un epígrafe de un verso de Vallejo, y, efectivamente, entre la película de este sueco del siglo XXI y la poesía del peruano muerto en 1938 hay una extraña conexión que parece abonar a favor de la prédica humanista sobre una esencia común. Llama la atención, especialmente, el humor del filme, muy cercano al humor de Vallejo; y los motivos crísticos. Hace unos días leí un artículo de Eduardo Chirinos sobre Vallejo y el elefante. Chirinos mencionaba ese verso donde el poeta habla de su día de conejo y su noche de elefante, y sugería el aprecio de Vallejo por aquel animal que duerme de pie. Según Chirinos habría una analogía entre el elefante, Cristo durante la Pasión, y el hombre trabajador y alienado. Ninguno puede descansar. Me acordé del cuerpo voluminoso, paquidérmico, del protagonista de Songs From The Second Floor; su trajinar y fatiga.

La sangre de las bestias de George Franju (DVD). Nunca había visto este famoso documental sobre camales en Francia, hasta que Fernando Pinzás me lo prestó y lo pusimos en una clase en la Universidad de Lima. Varios alumnos se fueron del salón en silenciosa protesta, y al final se armó un debate interesante. Recuerdo otros filmes con camales: Un año con trece lunas de Fassbinder (Elvira, transexual ex matarife, cuenta a una amiga parte de su desgarradora vida mientras chillan y se desangran animales), Maîtresse de Barbet Schroeder (donde el caballo sacrificado es más impresionante que la dominatrix Bulle Ogier), La fuga del Chacal de Augusto Tamayo (el matadero es el mejor escenario para al mejor personaje: aquel interpretado por Fernando Zevallos). Recuerdo también a Irela Núñez atravesando lagos de sangre sobre precarios puentes de tablas, entre alaridos de bestias, para llegar a un archivo fílmico situado en el interior del camal de Yerbateros con el objetivo de salvar películas peruanas del olvido. Me pregunto qué misteriosa relación hay entre el cine y los camales.


John Campos Gómez
En la lista figuran sólo películas que se han podido ver en las salas peruanas durante el presente año, ya sean en multicines o cineclubes, en cartelera comercial o algún festival celebrado en la capital.

No redondeo para el clásico TOP TEN porque no hubo alguna que me obligara a hacerlo. A continuación, MI top 7:
1. LUZ SILENCIOSA, de Carlos Reygadas

2. HAMACA PARAGUAYA, de Paz Encina

3. EL BUEN PASTOR, de Robert DeNiro

4. ZODIACO, de David Fincher

5. PEQUEÑA MISS SUNSHINE, de Jonathan Dayton y Valerie Faris

6. EL VIENTO QUE AGITA LA CEBADA, de Ken Loach

7. EL ESPÍRITU DE LA PASIÓN, de Kim ki-duk

En el apartado Cine nacional, Muero por Muriel, del guionista y, ahora, director, Augusto Cabada, compitió prácticamente 'sola' por hacerse de esta terna.

Una salvedad y una 'chiquita'. Se puede soportar un año entero de 'gringadas' en el circuito comercial por los dos más destacados e importantes festivales dados en la capital (el de la PUCP y el de la Unión europea), que brindan una mirada parcial al cine que se hace tanto en América latina como en Europa. Pero, se implora mayor selectividad en la elección de filmes a presentarse, ya que el número de películas de interés es mínimo. Así, el Festival de Lima no logrará ser siquiera un buen festival y el Festival de Cine Europeo será de poco interés tanto para el público como para la prensa, quienes son los difusores de tales eventos. Atención a eso, por favor.

Finalizando el año, APRECI (Asociación de prensa cinematográfica) hace su aparición proactiva como principal difusor y promotor del sétimo arte en nuestro país, organizando una Muestra de cine regional. Iniciativas así, que sigan para el próximo año. Eso esperamos, ¿no?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Al final de Apocalipse de Coppola sacrifican un buey y a Richard Burton-Trotski le clavan un pico en la cabeza mientras muere un toro en la plaza, y te olvidaste de la metáfora de Huelga de Eisenstein con las tropas zaristas cargando sobre los obreros como los matarifes del camal.

Anónimo dijo...

Soy un hincha de Emilio, siempre muy atinado. Bravo Emilio!

John Campos-Gómez dijo...

Tremendo error y olvido.
El puesto 2 es para LA MALDICIÓN DE LA FLOR DORADA, de Zhang Yimou. Ahora ya tengo nueve. Casi casi logro el 'top ten'.
Ese extravío me sorprende, me estoy poniendo viejo...