lunes, 2 de enero de 2012

¿Tienen algún sentido hoy las listas de mejores películas del año?

En muchos países lo tienen sin la menor duda. Ya no hablemos de Estados Unidos, Canadá, Francia o España. Lo tienen también en Brasil, en Argentina o en México, pese a las limitaciones de la oferta por la vía comercial. Todavía se mantiene en estos últimos un perfil de programación que permite algunos resquicios, más aún porque, como se ha podido leer en este blog, aumenta el número de proyectores (y de pantallas) que ofrecen películas fuera del soporte fílmico en condiciones cada vez mejores de imagen y sonido. Así, por ejemplo, he podido ver yo en una proyección de alta definición en pantalla de cine aquí en Lima, El árbol de la vida, de Terrence Malick, en una copia en blu-ray. En una proyección particular, claro, porque esa película no se ha estrenado y estoy seguro de que no se estrenará.

No creo que en nuestro medio tenga ya el menor sentido difundir una selección de mejores estrenos y la prueba está en que cada vez se publican menos listas a fin de año y ya ni siquiera los programas televisivos de cine convocan a críticos y comentaristas para hacerlo. Un crítico pertinaz como Federico de Cárdenas, en su página del Dominical de La República del 1 de enero del año que empieza, menciona apenas siete películas por primera vez, creo, en su larga serie de balances anuales que ya se acercan a las cuatro décadas en los diarios en los que Federico ha ejercido la crítica: La Prensa, El Observador y La República. Sí, pues, vamos de mal en peor.

Los multicines, sin embargo, no van a permitir que la oferta se amplíe o diversifique. Se ampliarán las salas con proyección en 3D y aumentará la asistencia para ver lo que esas salas programan. Pero esperar a que aumenten los resquicios para ver lo que se ve a cuenta gotas, es una ilusión. Por eso es que prosperan los vendedores de Polvos Azules y otros mercados que cuentan con un amplio contingente de compradores de lo que no se exhibe ni se exhibirá en salas de Lima o, si alguna vez se exhibe en salas comerciales, será tarde. De allí que muchos aficionados locales, invitados a hacer sus listas de mejores estrenos de 2011, incluirían con seguridad lo que han visto en dvd o blu-ray: El árbol de la vida, de Terrence Malick, Le Havre, de Aki Kaurismaki, Hors Satan, de Bruno Dumont, Un eté brulant, de Philippe Garrel, Fausto, de Sokurov, Melancholia, de Lars Von Trier, Érase una vez en Anatolia, de Nuri Bilge Ceylan, entre otras de las mejores películas que se hicieron en el mundo durante el último año.

Creo que eso es lo que hay que hacer ahora: convocar con tiempo, previa relación amplia de títulos, para que se consigne lo mejor que se ha estrenado durante el año a nivel internacional y que en su mayor parte llega aquí por la vía pirata o se puede bajar por Ia Internet. Es más fácil, naturalmente, tener el panorama de una cartelera local anual, pero eso ya no funciona ni funcionará. Por 52 años seguidos he seleccionado mis mejores estrenos locales del año, y en 47 de esos años, si no me equivoco, los he publicado en medios impresos o, en los últimos, informáticos, concretamente en este blog. Lo voy a seguir haciendo para mi propio registro, pero no lo pienso hacer más en un medio impreso o informático, a no ser que las condicionen cambien de un forma hoy en día impensable y eso significa que se abran otros espacios de exhibición pública o abierta que no sean las multisalas comerciales, lo que es bastante incierto y dudoso, aunque ya va siendo hora de que los gobiernos regionales y municipales se propongan, con las nuevas tecnologías audiovisuales, abrir sus propios espacios e ir un formando un público con otras expectativas, no sólo para el cine, también para el teatro, la música y otras expresiones artísticas.

Pero es el paradigma del cine como un espectáculo público el que está cambiando. Y no es que esté dejando de serlo. Sigue siendo un espectáculo público, por cierto. Pero, y dicho por enésima vez, se ve muchísimo más cine en otras pantallas y eso sigue, y por lo visto seguira, en aumento. Y buena parte de la afición, la nueva cinefilia allí es donde ve el cine. Somos cada vez menos los que corremos a ver los estrenos - lo que se puede ver- en salas comerciales. Yo sigo viendo porque me gusta, y me hace sentir bien, un promedio de 120 estrenos comerciales al año, pero no puedo desconocer que lo veo en salas es sólo una parte del mainstream norteamericano y es en dvd o en el blu-ray donde está ahora casi todo el cine que se hace en el mundo y mucho de lo que se hizo en el pasado, al alcance de todos. No siempre en las mejores condiciones de imagen o de reproducción, pero eso irá mejorando y se irá asentando esa nueva relación con el cine, que ya no es ni puede ser la de la vieja cinefilia.

Isaac León Frías

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Invita, pues, León. No veas solo las peliculas.

Anónimo dijo...

Hola
Podria dar una explicacion mas detallada de lo que quiere decir con Paradigma del cine como un espectaculo publico. O existe en este blog alguna entrada donde usted ha desarrollado esa idea. Me queda claro que alude a la manera como las nuevas tecnologias (dvd, blu-ray) estan reformando la idea de ver una pelicula.
Gracias
Nostromo

viktor segura dijo...

Hola Chacho
Acabo de ver "El árbol de la vida" y siento desilusión por el cine, me pareció una película carente de historia, pretenciosa y efectista. Quisiera que desarrolles tus comentarios al respecto.
Un abrazo
Víctor Segura. (desde Colombia)

Anónimo dijo...

Un numero cada vez mayor de cineastas han dejado de lado el cine para contar historias y aun asi hacen obras maestras dedicandose a la composicion o a la construccion de metaforas.

Milton Calopiña dijo...

Hola Chacho, comprendo tu desilusión por los estrenos. Imagínate tu que estás en Lima te quejas, cómo estaremos los de provincia. No nos queda más que los dvd, los bluray o los visionados online, que por cierto están cada vez mejor.