lunes, 12 de julio de 2010

Hacia una historia del cortometraje peruano (segunda parte)

La oficina limeña de la empresa francesa Pathé Freres inició, en octubre de 1908, la producción de vistas fílmicas de actividades sociales limeñas. El 8 de octubre de 1908, la empresa del Cinematógrafo Pathé, exhibió "Un domingo en Lima", filmada el 4 de octubre de ese año. Agrupaba vistas diversas, como "La salida de la misa de la iglesia de San Pedro" y "Las carreras del hipódromo de Santa Beatriz". El 16 de octubre, la empresa pasó nuevas películas filmadas en Lima: "Salida de misa de la iglesia Santo Domingo" y "El Presidente Leguía en las carreras", filmadas por Monsieur Cazes, enviado de la casa Pathé. La estrategia de Pathé fue la misma empleada por Pont: registrar los rostros de personas conocidas de "nuestro mundo social y diplomático", como lo anunciaba la prensa.
Más tarde, las vistas limeñas se convirtieron en complemento de las cintas distribuidas por Pathé, programándose junto a las de Film d'Art y a las aventuras seriadas de Nick Carter y similares.

Pathé impulsó en el Perú la producción regular de cintas documentales de corta duración, siendo imitada por los propietarios de salas de exhibición que agregaron, como complementos a sus "tandas" de cintas extranjeras, imágenes tomadas en el país de sucesos de actualidad o escenas de la vida cotidiana.
La Empresa del Cinema Teatro, la más importante de las sociedades propietarias de salas de exhibición de esa época, se propuso realizar una crónica fílmica y periodística de la vida en el país, a la manera del Journal de Pathé, conocido en el Perú con el título "Revista Pathé".

Las películas de la Empresa del Cinema Teatro mostraban ritos sociales y ceremonias militares tratando de demostrar que el Perú era una nación dinámica y en recuperación luego del desastre de la Guerra del Pacífico. Se filmaban en los lugares de diversión y paseo de la burguesía limeña. Otras zonas del país aparecían como inmensos y escarpados territorio por explorar y descubrir. Las escasas cintas filmadas en los Andes o la Amazonía mencionaban las dificultades de los camarógrafos para llegar a los parajes registrados como un modo de exaltar el esfuerzo del cinematógrafo conquistando las cumbres del país.

El personaje más importante en la producción fílmica de reportajes geográficos y crónicas sociales y de actualidades del Cinema Teatro fue el camarógrafo Jorge Enrique Goitizolo.
Su familia era del puerto del Callao y practicó la fotografía desde su juventud. Junto con Fernando Lund, Manuel Morales, Luis Ugarte, entre otros, fue precursor de la foto periodística en el Perú, desempeñándose como fotógrafo de la revista ilustrada Actualidades y del diario La Crónica. Contratado por la Empresa del Cinema Teatro, en 1912 filmó "La Jura de la Bandera por el Ejército boliviano en La Paz". En Paraguay rodó "Las fiestas del Centenario del Paraguay en mayo de 1911".
Fue camarógrafo de "Negocio al agua", la primera película argumental, de corta duración, hecha en el Perú. Su actividad se va perdiendo de vista hacia 1915, en un momento de crisis en la producción de actualidades documentales peruanas, a causa de la Primera Guerra Mundial y la escasez de insumos fotográficos.

La producción de vistas documentales de corta duración fue impulsada por los importadores y exhibidores de películas extranjeras durante la segunda década del siglo XX. El incremento del número de las salas y la necesidad de dotarlas de programaciones variadas obligó a los empresarios a sustituir con cortos peruanos de complemento una parte del material fílmico extranjero, cuyo valor de importación, en fletes y aranceles, eran cada vez mayores.

Las vistas realizadas entre 1908 y 1919 diseñaron una crónica urbana detallada de Lima, dándole al nuevo medio una función informativa, de difusión de actividades y acontecimientos. La mayoría de esas películas está hoy destruida. Continuará
Ricardo Bedoya

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